¿Estaba interesado en tan ridículo evento? Por supuesto que no. ¿Siquiera le había dado permiso a su mascota? Mucho menos. Pero lo dejaría pasar esta vez.
De todas formas, se revolcara con quien se revolcara su gato no era problema suyo. Además que aquel matrimonio de todas formas no le arrebataba lo que por derecho era suyo; el alma de Husk. Y aún podía hacer lo que quisiera con ella.
Además, se había enterado que cierto soberano asistiría al acontecimiento también. ¿Cómo podría él quedar fuera?
Por supuesto, se había arreglado con uno de sus mejores trajes y ya se encontraba en el hall del hotel donde los invitados iban apareciendo poco a poco.
Por su parte tarareando distraídamente mientras, de la barra del bar, tomaba con una de sus manos un vaso cargado de whisky. Bebiendo un trago sin dudar mientras su mirada se paseaba distraída por el Lugar.
De todas formas, se revolcara con quien se revolcara su gato no era problema suyo. Además que aquel matrimonio de todas formas no le arrebataba lo que por derecho era suyo; el alma de Husk. Y aún podía hacer lo que quisiera con ella.
Además, se había enterado que cierto soberano asistiría al acontecimiento también. ¿Cómo podría él quedar fuera?
Por supuesto, se había arreglado con uno de sus mejores trajes y ya se encontraba en el hall del hotel donde los invitados iban apareciendo poco a poco.
Por su parte tarareando distraídamente mientras, de la barra del bar, tomaba con una de sus manos un vaso cargado de whisky. Bebiendo un trago sin dudar mientras su mirada se paseaba distraída por el Lugar.
¿Estaba interesado en tan ridículo evento? Por supuesto que no. ¿Siquiera le había dado permiso a su mascota? Mucho menos. Pero lo dejaría pasar esta vez.
De todas formas, se revolcara con quien se revolcara su gato no era problema suyo. Además que aquel matrimonio de todas formas no le arrebataba lo que por derecho era suyo; el alma de Husk. Y aún podía hacer lo que quisiera con ella.
Además, se había enterado que cierto soberano asistiría al acontecimiento también. ¿Cómo podría él quedar fuera?
Por supuesto, se había arreglado con uno de sus mejores trajes y ya se encontraba en el hall del hotel donde los invitados iban apareciendo poco a poco.
Por su parte tarareando distraídamente mientras, de la barra del bar, tomaba con una de sus manos un vaso cargado de whisky. Bebiendo un trago sin dudar mientras su mirada se paseaba distraída por el Lugar.
