La noche para la que había practicado tanto había llegado. Un pequeño reto, que después se convirtió en promesa, y con el pasar de los días, en. . . algo más. 
 
Sus pasos son aún torpes, mucho más en comparación con la grácil figura de Irene, para quien la música parece hecha a pedido. Pero aún así, con todo su ser, con cada pedacito de su alma, Vivianne baila.
 
— Espero haberlo hecho bien. —
 
Y agradece, de la única forma que sabe hacerlo: Estando ahí.
  Sus pasos son aún torpes, mucho más en comparación con la grácil figura de Irene, para quien la música parece hecha a pedido. Pero aún así, con todo su ser, con cada pedacito de su alma, Vivianne baila.
— Espero haberlo hecho bien. —
Y agradece, de la única forma que sabe hacerlo: Estando ahí.
La noche para la que había practicado tanto había llegado. Un pequeño reto, que después se convirtió en promesa, y con el pasar de los días, en. . . algo más. 
Sus pasos son aún torpes, mucho más en comparación con la grácil figura de Irene, para quien la música parece hecha a pedido. Pero aún así, con todo su ser, con cada pedacito de su alma, Vivianne baila.
— Espero haberlo hecho bien. —
Y agradece, de la única forma que sabe hacerlo: Estando ahí.