Luna de sangre
En un prado rodeado de árboles, una larga mesa se extendía por la penumbra.
Un mantel tan oscuro como la noche la cubría con elegancia, y la vajilla, decorada con la misma sobriedad, se veía invadida por pétalos rojos como si una lluvia carmesí hubiera caído de imprevisto.
Jean levantó la vista hacia el cielo.
El follaje de...