La Primera Victoria de Aegir, el Íncubo
Hay noches que uno preferiría no recordar. Pero yo recuerdo cada segundo de aquella primera vez. Todo empezó como siempre empieza: con un cosquilleo sutil en la piel, una electricidad casi imperceptible que nacía bajo mi carne. Primero era el calor, luego una vibración profunda, como si cada fibra de mi cuerpo estuviera afinándose para algo que no...
Me gusta
1
0 comentarios 0 compartidos
Patrocinados
Patrocinados