#BitchLife #Culpa
Aún se siente pesado cuando abre los ojos, con el calor de Alois Troaux cobijandolo. Durante un breve momento, la calma lo envuelve, pero no tarda en llegar el eco de lo ocurrido. La culpa lo invade como una ola fría, y su mente comienza a dar vueltas sobre los eventos que intenta bloquear, sin éxito.
Con cuidado, toma su teléfono desde la mesita junto a la cama. Sus dedos se deslizan rápidamente por la pantalla mientras busca información, imágenes, cualquier detalle sobre el accidente que dejó tras de sí. La pantalla ilumina su rostro con un resplandor pálido, y aunque las palabras frente a él son claras, siente que el peso en su pecho solo crece con cada línea que lee.
"Pasó algo gracioso", escribe en el teléfono. El destinatario no es otro que Tolek Zientek. "Me encontré con el adefesio robótico esta tarde y decidí arrojarlo frente a un ómnibus. No me quedé a ver qué pasó, pero busqué en internet y el conductor y dos pasajeros resultaron heridos. ¿Crees que soy un monstruo?"
Aún se siente pesado cuando abre los ojos, con el calor de Alois Troaux cobijandolo. Durante un breve momento, la calma lo envuelve, pero no tarda en llegar el eco de lo ocurrido. La culpa lo invade como una ola fría, y su mente comienza a dar vueltas sobre los eventos que intenta bloquear, sin éxito.
Con cuidado, toma su teléfono desde la mesita junto a la cama. Sus dedos se deslizan rápidamente por la pantalla mientras busca información, imágenes, cualquier detalle sobre el accidente que dejó tras de sí. La pantalla ilumina su rostro con un resplandor pálido, y aunque las palabras frente a él son claras, siente que el peso en su pecho solo crece con cada línea que lee.
"Pasó algo gracioso", escribe en el teléfono. El destinatario no es otro que Tolek Zientek. "Me encontré con el adefesio robótico esta tarde y decidí arrojarlo frente a un ómnibus. No me quedé a ver qué pasó, pero busqué en internet y el conductor y dos pasajeros resultaron heridos. ¿Crees que soy un monstruo?"
#BitchLife #Culpa
Aún se siente pesado cuando abre los ojos, con el calor de [Desgrac1a] cobijandolo. Durante un breve momento, la calma lo envuelve, pero no tarda en llegar el eco de lo ocurrido. La culpa lo invade como una ola fría, y su mente comienza a dar vueltas sobre los eventos que intenta bloquear, sin éxito.
Con cuidado, toma su teléfono desde la mesita junto a la cama. Sus dedos se deslizan rápidamente por la pantalla mientras busca información, imágenes, cualquier detalle sobre el accidente que dejó tras de sí. La pantalla ilumina su rostro con un resplandor pálido, y aunque las palabras frente a él son claras, siente que el peso en su pecho solo crece con cada línea que lee.
"Pasó algo gracioso", escribe en el teléfono. El destinatario no es otro que [Tolek]. "Me encontré con el adefesio robótico esta tarde y decidí arrojarlo frente a un ómnibus. No me quedé a ver qué pasó, pero busqué en internet y el conductor y dos pasajeros resultaron heridos. ¿Crees que soy un monstruo?"