La última vez que fue a un hospital fue hace como veinte años cuando fue a visitar a su hermano que había sufrido un accidente, pero las cosas cambiaron mucho desde entonces. Ya no se acordó de la última vez que viajó en ambulancia, pero qué impresión le dieron todos los aparatos que vio, las lucecitas en el techo, las estanterías, la camilla, la paramédica, las bolsitas, los ganchitos... [MintBubblegum]
Se dio soberano golpe en la cabeza por andar haciendo el tonto... y se sentía raro, la visión se le nublaba de a ratos, a veces se sentía desorientado, sentía que tenía las manos más grandes de lo normal, pero después no sentía raro, y después todo le daba vueltas, la sirena le dolía en los oídos y las luces... las luces...
Qué raro era tener un accidente.
La ambulancia se detuvo y la paramédico le preguntó si podía levantarse, a lo que respondió que sí y se levantó de la camilla, pero otra vez perdió el equilibrio y casi se cae.
Adentro habían varios asientos libres en la sala de espera, la señorita de la recepción se le acercó y le pidió una identificación, se la dio, pero se le cayó de la mano al calcular mal la distancia. La enfermera la levantó del piso y empezó a llenar unos papeles y a hacerle muchas preguntas.
— Me llamo Alois Troaux... tengo 26 años, el próximo sábado cumplo 27... no fumo mucho... bebo un poco de alcohol todos los días... ay, mi bloody mary...
La última vez que fue a un hospital fue hace como veinte años cuando fue a visitar a su hermano que había sufrido un accidente, pero las cosas cambiaron mucho desde entonces. Ya no se acordó de la última vez que viajó en ambulancia, pero qué impresión le dieron todos los aparatos que vio, las lucecitas en el techo, las estanterías, la camilla, la paramédica, las bolsitas, los ganchitos... [MintBubblegum]
Se dio soberano golpe en la cabeza por andar haciendo el tonto... y se sentía raro, la visión se le nublaba de a ratos, a veces se sentía desorientado, sentía que tenía las manos más grandes de lo normal, pero después no sentía raro, y después todo le daba vueltas, la sirena le dolía en los oídos y las luces... las luces...
Qué raro era tener un accidente.
La ambulancia se detuvo y la paramédico le preguntó si podía levantarse, a lo que respondió que sí y se levantó de la camilla, pero otra vez perdió el equilibrio y casi se cae.
Adentro habían varios asientos libres en la sala de espera, la señorita de la recepción se le acercó y le pidió una identificación, se la dio, pero se le cayó de la mano al calcular mal la distancia. La enfermera la levantó del piso y empezó a llenar unos papeles y a hacerle muchas preguntas.
— Me llamo Alois Troaux... tengo 26 años, el próximo sábado cumplo 27... no fumo mucho... bebo un poco de alcohol todos los días... ay, mi bloody mary...