Tenlo en cuenta al responder.
“๐๐ฎ๐๐ง๐๐จ ๐๐ฅ ๐๐๐ซ ๐๐๐ซ๐ซ๐๐๐, ๐๐ง ๐ฅ๐ ๐ฌ๐๐ซ๐๐ง๐ข๐๐๐ ๐๐๐ฅ ๐ฅ๐ฎ๐ ๐๐ซ, ๐ฅ๐๐ฌ ๐ฆ๐๐ฅ๐จ๐í๐๐ฌ ๐ฒ ๐ฎ๐ง๐ ๐๐๐๐ข๐๐ ๐๐ซ๐๐ง ๐ฆá๐ฌ ๐ช๐ฎ๐ ๐ฌ๐ฎ๐๐ข๐๐ข๐๐ง๐ญ๐๐ฌ ๐ฉ๐๐ซ๐ ๐ก๐๐๐๐ซ๐ฅ๐ ๐ซ๐๐๐จ๐ซ๐๐๐ซ.”
Mientras la noche abrazaba la ciudad y los locales descansaban, el ambiente del bar permanecía inquieto, como si estuviera suspendido en el tiempo. Sentado en uno de los taburetes, Adam contemplaba el vaso de ๐๐ญ๐ฅ ๐๐ข๐ด๐ฉ๐ช๐ฐ๐ฏ๐ฆ๐ฅ frente a él. Entre sus dedos descansaba un cigarro negro, del cual apenas se desprendía un hilo de humo que ascendía como una sombra de sus pensamientos. Fragmentos de memorias, espectros silenciosos, irrumpían en su mente sin aviso, como un torrente imposible de detener.
— Ugh... ¿Por qué? ¿Por qué sigo recordando todo? — gruñó, con una mezcla de enojo y nostalgia que nublaba sus pensamientos.
Esta rutina se había convertido en su ๐๐๐๐๐๐๐. No eran simples memorias las que lo acosaban, ๐ด๐ช๐ฏ๐ฐ ๐ท๐ช๐ฅ๐ข๐ด ๐ฆ๐ฏ๐ต๐ฆ๐ณ๐ข๐ด, ๐ค๐ฐ๐ฎ๐ฑ๐ญ๐ฆ๐ต๐ข๐ด y ๐ฅ๐ฆ๐ต๐ข๐ญ๐ญ๐ข๐ฅ๐ข๐ด, que se amontonaban en su mente como si buscaban aplastarlo bajo su peso, que lo asaltaban sin tregua. Sabía que aquello no era natural, que no se trataba de simples memorias sueltas. Era el precio de su ๐ค๐ฐ๐ฏ๐ฅ๐ฆ๐ฏ๐ข, el eco perpetuo de un ser que disfrutaba ๐๐ฉ๐ค๐ง๐ข๐๐ฃ๐ฉ๐๐ง๐ก๐ค. Marcado por su antigua ๐ข๐ท๐ข๐ณ๐ช๐ค๐ช๐ข, Adam podía sentir la presencia de ese ser, aquel que lo había marcado, aquel que lo había condenado a pagar una deuda imposible de saldar.
๐ฒ๐๐๐ ๐๐ข๐๐. ๐ฒ๐๐๐ ๐๐๐ง๐ญ๐ข๐ฆ๐ข๐๐ง๐ญ๐จ. ๐ฒ๐๐๐ ๐๐ง๐ฌ๐ข๐ ๐ง๐ข๐๐ข๐๐๐ง๐ญ๐. detalle de su existencia pasada se amontonaba en su cabeza, haciéndolo revivirlo todo en cuestión de segundos.
Cerró los ojos con fuerza, tratando de ahogar el ๐ค๐ข๐ฐ๐ด que habitaba en su mente, pero las imágenes no se detenían. Tomó un trago largo de su vaso, dejando que el ardor del alcohol intentara silenciar el ๐ฆ๐ค๐ฐ constante de su ๐ค๐ฐ๐ฏ๐ฅ๐ฆ๐ฏ๐ข.
Aclaró su garganta mientras una chispa de lucidez iluminaba brevemente sus ojos. Su mano tembló al sostener el cigarro, y por un instante, se quedó absorto observando el humo que danzaba en el aire, dejando un tenue aroma a trébol.
Recordó entonces una promesa hecha hace incontables vidas: nunca se rendiría, nunca sería un hombre sin propósito. Pero ahora... solo podía reírse con amargura. Esa promesa no era más que una ๐ถ๐ฟ๐ผ๐ป๐ถ๐ฎ ๐ฐ๐ฟ๐๐ฒ๐น. Dio una última calada antes de apagar el cigarro en el cenicero, dejando que el eco de su risa llenara el vacío del lugar.
Las cadenas estaban ahí. ๐ฃ๐ฒ๐๐ฎ๐ฑ๐ฎ๐, ๐ถ๐ป๐๐ถ๐๐ถ๐ฏ๐น๐ฒ๐, ๐ถ๐บ๐ฝ๐ผ๐๐ถ๐ฏ๐น๐ฒ๐ de ๐๐๐ฃ๐ค๐ง๐๐ง. Lo ๐ข๐ต๐ข๐ฃ๐ข๐ฏ, se enredaban en su ser como un recordatorio constante de su ๐ค๐ฐ๐ฏ๐ฅ๐ฆ๐ฏ๐ข. Y, sin embargo, ๐๐ง๐ ๐๐๐๐๐ฉ๐ค ๐ ๐๐ก๐ก๐๐จ, al peso, a la agonía de sentirlas, recordándole que por más que lo deseara, jamás sería ๐น๐ถ๐ฏ๐ฟ๐ฒ.
Se levantó con pesadez, y justo en ese momento una nueva canción comenzó a sonar, una melodía desconocida llenó el aire. No recordaba haberla añadido a su lista, pero no le dio importancia. Sosteniendo el vaso de ๐๐ญ๐ฅ ๐๐ข๐ด๐ฉ๐ช๐ฐ๐ฏ๐ฆ๐ฅ, lo contempló unos segundos antes de vaciarlo de un solo trago. Se ajustó los guantes y, al cruzar hacia el otro lado de la barra, su reflejo en un pequeño espejo lo atrapó. Por un momento, ese ๐ณ๐ฆ๐ง๐ญ๐ฆ๐ซ๐ฐ parecía ๐ผ๐๐ฟ๐ฎ ๐ฅ๐๐ง๐จ๐ค๐ฃ๐.
— Ha~... Supongo que ir contra la ๐น๐ฒ๐ de vez en cuando no es tan ๐ข๐๐ก๐ค.
Una ventisca ligera recorrió el bar, como si respondiera a su pensamiento. Notó entonces que la señal en la puerta se había movido para mostrar "Abierto". Esbozó una leve sonrisa y murmuró al viento:
— ๐๐ง๐๐๐๐๐จ...
Mientras lavaba el vaso, su mirada se perdió en el vacío.
— Espero que no estén tan ๐ฅ๐ฆ๐ค๐ฆ๐ฑ๐ค๐ช๐ฐ๐ฏ๐ข๐ฅ๐ฐ๐ด... Alcancé la ๐ฅ๐๐ฏ que buscaba. Pero, a veces, siento que el ๐ฝ๐ฟ๐ฒ๐ฐ๐ถ๐ผ fue demasiado ๐ฎ๐น๐๐ผ...
Un suspiro escapó de sus labios, seguido de un murmullo apenas audible.
— Ah... Estoy volviendo a hablar solo. — Resopló, resignado a lo inevitable. Por más que lo intentara, no podía dejar de pensar, ni de recordar. Tal vez, reflexionaría más profundamente en otro momento.
Su mano apretó el vaso que estaba limpiando, y pequeñas grietas comenzaron a formarse en el cristal. Los ๐ณ๐ฆ๐ค๐ถ๐ฆ๐ณ๐ฅ๐ฐ๐ด lo arrastraban una y otra vez hacia el ser que lo había condenado, aquel que lo encadenó a una vida de ๐ณ๐ฆ๐ฆ๐ฏ๐ค๐ข๐ณ๐ฏ๐ข๐ค๐ช๐ฐ๐ฏ๐ฆ๐ด ๐ช๐ฏ๐ต๐ฆ๐ณ๐ฎ๐ช๐ฏ๐ข๐ฃ๐ญ๐ฆ๐ด... ๐ฎ ๐ฆ๐ช๐ ๐ฃ๐ช๐ฃ๐๐ ๐ก๐ค ๐๐๐๐๐ง๐๐ ๐๐ง.
๐๐ฎ๐ง๐๐ ๐ฏ๐จ๐ฅ๐ฏ๐๐ซí๐ ๐ ๐ข๐ง๐ฏ๐จ๐ฅ๐ฎ๐๐ซ๐๐ซ๐ฌ๐ ๐๐จ๐ง ๐๐ฅ๐ ๐จ ๐๐ ๐ฌ๐ฎ๐ฌ ๐ญ๐๐ง๐ญ๐๐ฌ ๐ฏ๐ข๐๐๐ฌ ๐ฉ๐๐ฌ๐๐๐๐ฌ.
Aunque podía sentirlas en su ser, en la sangre que corría por sus venas, se negaba a usarlas. ๐ฝ๐ ๐๐๐๐๐๐í๐ ๐ ๐๐๐ ๐๐๐๐๐ ๐๐๐๐๐๐๐, ese ser inmortalizado en incontables épocas como un símbolo de maldad. Y, sin embargo, en lo más profundo de su mente, la tentación seguía presente, susurrándole al oído, burlándose de su resolución.
๐ ๐๐ฒ๐ฐ๐ฒ๐, ๐ฝ๐ฒ๐ป๐๐ฎ๐ฏ๐ฎ ๐พ๐๐ฒ ๐ฒ๐๐ฒ ๐๐ฒ๐ฟ ๐ฟ๐ฒ๐ฎ๐น๐บ๐ฒ๐ป๐๐ฒ ๐ฑ๐ถ๐๐ณ๐ฟ๐๐๐ฎ๐ฏ๐ฎ ๐๐ผ๐ฟ๐๐๐ฟ๐ฎ๐ป๐ฑ๐ผ๐น๐ผ.
Mientras no intentara nada… Adam se permitiría disfrutar de esta vida. Después de todo, ๐ฒ๐น ๐๐ถ๐ฒ๐บ๐ฝ๐ผ ๐ป๐ผ ๐๐ถ๐ด๐ป๐ถ๐ณ๐ถ๐ฐ๐ฎ๐ฏ๐ฎ nada para ๐ข๐ญ๐จ๐ถ๐ช๐ฆ๐ฏ como él.
El sonido de las puertas abriéndose lo devolvió al presente. La música cambió a un suave jazz, y los pasos que se acercaban rompieron el silencio del lugar. Adam levantó la vista, recordando de repente el juramento que había hecho. Todo esto... todo lo que había soportado, había sido por un único ๐ข๐ฏ๐ฉ๐ฆ๐ญ๐ฐ: ๐๐ฎ๐น๐บ๐ฎ.
Mientras la noche abrazaba la ciudad y los locales descansaban, el ambiente del bar permanecía inquieto, como si estuviera suspendido en el tiempo. Sentado en uno de los taburetes, Adam contemplaba el vaso de ๐๐ญ๐ฅ ๐๐ข๐ด๐ฉ๐ช๐ฐ๐ฏ๐ฆ๐ฅ frente a él. Entre sus dedos descansaba un cigarro negro, del cual apenas se desprendía un hilo de humo que ascendía como una sombra de sus pensamientos. Fragmentos de memorias, espectros silenciosos, irrumpían en su mente sin aviso, como un torrente imposible de detener.
— Ugh... ¿Por qué? ¿Por qué sigo recordando todo? — gruñó, con una mezcla de enojo y nostalgia que nublaba sus pensamientos.
Esta rutina se había convertido en su ๐๐๐๐๐๐๐. No eran simples memorias las que lo acosaban, ๐ด๐ช๐ฏ๐ฐ ๐ท๐ช๐ฅ๐ข๐ด ๐ฆ๐ฏ๐ต๐ฆ๐ณ๐ข๐ด, ๐ค๐ฐ๐ฎ๐ฑ๐ญ๐ฆ๐ต๐ข๐ด y ๐ฅ๐ฆ๐ต๐ข๐ญ๐ญ๐ข๐ฅ๐ข๐ด, que se amontonaban en su mente como si buscaban aplastarlo bajo su peso, que lo asaltaban sin tregua. Sabía que aquello no era natural, que no se trataba de simples memorias sueltas. Era el precio de su ๐ค๐ฐ๐ฏ๐ฅ๐ฆ๐ฏ๐ข, el eco perpetuo de un ser que disfrutaba ๐๐ฉ๐ค๐ง๐ข๐๐ฃ๐ฉ๐๐ง๐ก๐ค. Marcado por su antigua ๐ข๐ท๐ข๐ณ๐ช๐ค๐ช๐ข, Adam podía sentir la presencia de ese ser, aquel que lo había marcado, aquel que lo había condenado a pagar una deuda imposible de saldar.
๐ฒ๐๐๐ ๐๐ข๐๐. ๐ฒ๐๐๐ ๐๐๐ง๐ญ๐ข๐ฆ๐ข๐๐ง๐ญ๐จ. ๐ฒ๐๐๐ ๐๐ง๐ฌ๐ข๐ ๐ง๐ข๐๐ข๐๐๐ง๐ญ๐. detalle de su existencia pasada se amontonaba en su cabeza, haciéndolo revivirlo todo en cuestión de segundos.
Cerró los ojos con fuerza, tratando de ahogar el ๐ค๐ข๐ฐ๐ด que habitaba en su mente, pero las imágenes no se detenían. Tomó un trago largo de su vaso, dejando que el ardor del alcohol intentara silenciar el ๐ฆ๐ค๐ฐ constante de su ๐ค๐ฐ๐ฏ๐ฅ๐ฆ๐ฏ๐ข.
Aclaró su garganta mientras una chispa de lucidez iluminaba brevemente sus ojos. Su mano tembló al sostener el cigarro, y por un instante, se quedó absorto observando el humo que danzaba en el aire, dejando un tenue aroma a trébol.
Recordó entonces una promesa hecha hace incontables vidas: nunca se rendiría, nunca sería un hombre sin propósito. Pero ahora... solo podía reírse con amargura. Esa promesa no era más que una ๐ถ๐ฟ๐ผ๐ป๐ถ๐ฎ ๐ฐ๐ฟ๐๐ฒ๐น. Dio una última calada antes de apagar el cigarro en el cenicero, dejando que el eco de su risa llenara el vacío del lugar.
Las cadenas estaban ahí. ๐ฃ๐ฒ๐๐ฎ๐ฑ๐ฎ๐, ๐ถ๐ป๐๐ถ๐๐ถ๐ฏ๐น๐ฒ๐, ๐ถ๐บ๐ฝ๐ผ๐๐ถ๐ฏ๐น๐ฒ๐ de ๐๐๐ฃ๐ค๐ง๐๐ง. Lo ๐ข๐ต๐ข๐ฃ๐ข๐ฏ, se enredaban en su ser como un recordatorio constante de su ๐ค๐ฐ๐ฏ๐ฅ๐ฆ๐ฏ๐ข. Y, sin embargo, ๐๐ง๐ ๐๐๐๐๐ฉ๐ค ๐ ๐๐ก๐ก๐๐จ, al peso, a la agonía de sentirlas, recordándole que por más que lo deseara, jamás sería ๐น๐ถ๐ฏ๐ฟ๐ฒ.
Se levantó con pesadez, y justo en ese momento una nueva canción comenzó a sonar, una melodía desconocida llenó el aire. No recordaba haberla añadido a su lista, pero no le dio importancia. Sosteniendo el vaso de ๐๐ญ๐ฅ ๐๐ข๐ด๐ฉ๐ช๐ฐ๐ฏ๐ฆ๐ฅ, lo contempló unos segundos antes de vaciarlo de un solo trago. Se ajustó los guantes y, al cruzar hacia el otro lado de la barra, su reflejo en un pequeño espejo lo atrapó. Por un momento, ese ๐ณ๐ฆ๐ง๐ญ๐ฆ๐ซ๐ฐ parecía ๐ผ๐๐ฟ๐ฎ ๐ฅ๐๐ง๐จ๐ค๐ฃ๐.
— Ha~... Supongo que ir contra la ๐น๐ฒ๐ de vez en cuando no es tan ๐ข๐๐ก๐ค.
Una ventisca ligera recorrió el bar, como si respondiera a su pensamiento. Notó entonces que la señal en la puerta se había movido para mostrar "Abierto". Esbozó una leve sonrisa y murmuró al viento:
— ๐๐ง๐๐๐๐๐จ...
Mientras lavaba el vaso, su mirada se perdió en el vacío.
— Espero que no estén tan ๐ฅ๐ฆ๐ค๐ฆ๐ฑ๐ค๐ช๐ฐ๐ฏ๐ข๐ฅ๐ฐ๐ด... Alcancé la ๐ฅ๐๐ฏ que buscaba. Pero, a veces, siento que el ๐ฝ๐ฟ๐ฒ๐ฐ๐ถ๐ผ fue demasiado ๐ฎ๐น๐๐ผ...
Un suspiro escapó de sus labios, seguido de un murmullo apenas audible.
— Ah... Estoy volviendo a hablar solo. — Resopló, resignado a lo inevitable. Por más que lo intentara, no podía dejar de pensar, ni de recordar. Tal vez, reflexionaría más profundamente en otro momento.
Su mano apretó el vaso que estaba limpiando, y pequeñas grietas comenzaron a formarse en el cristal. Los ๐ณ๐ฆ๐ค๐ถ๐ฆ๐ณ๐ฅ๐ฐ๐ด lo arrastraban una y otra vez hacia el ser que lo había condenado, aquel que lo encadenó a una vida de ๐ณ๐ฆ๐ฆ๐ฏ๐ค๐ข๐ณ๐ฏ๐ข๐ค๐ช๐ฐ๐ฏ๐ฆ๐ด ๐ช๐ฏ๐ต๐ฆ๐ณ๐ฎ๐ช๐ฏ๐ข๐ฃ๐ญ๐ฆ๐ด... ๐ฎ ๐ฆ๐ช๐ ๐ฃ๐ช๐ฃ๐๐ ๐ก๐ค ๐๐๐๐๐ง๐๐ ๐๐ง.
๐๐ฎ๐ง๐๐ ๐ฏ๐จ๐ฅ๐ฏ๐๐ซí๐ ๐ ๐ข๐ง๐ฏ๐จ๐ฅ๐ฎ๐๐ซ๐๐ซ๐ฌ๐ ๐๐จ๐ง ๐๐ฅ๐ ๐จ ๐๐ ๐ฌ๐ฎ๐ฌ ๐ญ๐๐ง๐ญ๐๐ฌ ๐ฏ๐ข๐๐๐ฌ ๐ฉ๐๐ฌ๐๐๐๐ฌ.
Aunque podía sentirlas en su ser, en la sangre que corría por sus venas, se negaba a usarlas. ๐ฝ๐ ๐๐๐๐๐๐í๐ ๐ ๐๐๐ ๐๐๐๐๐ ๐๐๐๐๐๐๐, ese ser inmortalizado en incontables épocas como un símbolo de maldad. Y, sin embargo, en lo más profundo de su mente, la tentación seguía presente, susurrándole al oído, burlándose de su resolución.
๐ ๐๐ฒ๐ฐ๐ฒ๐, ๐ฝ๐ฒ๐ป๐๐ฎ๐ฏ๐ฎ ๐พ๐๐ฒ ๐ฒ๐๐ฒ ๐๐ฒ๐ฟ ๐ฟ๐ฒ๐ฎ๐น๐บ๐ฒ๐ป๐๐ฒ ๐ฑ๐ถ๐๐ณ๐ฟ๐๐๐ฎ๐ฏ๐ฎ ๐๐ผ๐ฟ๐๐๐ฟ๐ฎ๐ป๐ฑ๐ผ๐น๐ผ.
Mientras no intentara nada… Adam se permitiría disfrutar de esta vida. Después de todo, ๐ฒ๐น ๐๐ถ๐ฒ๐บ๐ฝ๐ผ ๐ป๐ผ ๐๐ถ๐ด๐ป๐ถ๐ณ๐ถ๐ฐ๐ฎ๐ฏ๐ฎ nada para ๐ข๐ญ๐จ๐ถ๐ช๐ฆ๐ฏ como él.
El sonido de las puertas abriéndose lo devolvió al presente. La música cambió a un suave jazz, y los pasos que se acercaban rompieron el silencio del lugar. Adam levantó la vista, recordando de repente el juramento que había hecho. Todo esto... todo lo que había soportado, había sido por un único ๐ข๐ฏ๐ฉ๐ฆ๐ญ๐ฐ: ๐๐ฎ๐น๐บ๐ฎ.
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