El sonido de los tambores era tan fuerte que resonaba en mi pecho y mi corazón latía con la misma intensidad.

Mi cuerpo se dejaba guiar por la melodía tan enérgica y alegre, mientras mi cuerpo era cubierto por las luces junto a una fina capa de sudor que hacía mi cuerpo brillar.

Un paso, dos pasos, una vuelta. No podía prestar atención a nada más que a la música y a mí misma, perdiéndome por completó en el hambiente.

El tintineo de las joyas que me decoraban tintineaban con cada movimiento y mi mirada podía ser la misma que la de una serpiente lista para atacar o la de un gato viendo a su presa, sin que la gente saliera corriendo despavorida, en vez de ello la gente gritaba y aplaudía con más emoción.

Mis pies se movían libremente en una área cerrada por una barrera invisible para todo el mundo menos para mí.

Mi cuerpo se torcía con cada retumbar, la gente se emocionaba aún más.

Ahora, solo en este momento, no era humano, no era un demonio, no importaba lo que fuera solo importaba era continuar con este espectáculo.

Me doble hacia tras tomando la carta de reina de uno de las personas del público y con una sonrisa coqueta y un giño jugeton, continúe con mi danza pasando de un parpadeo la carta a los dedos de mi mano derecha para justo después juntar las palmas y sin algún movimiento evidente de que moviera los dedos movía la cabeza de un lado a otro en sincronía de la tarjeta y el golpeteo de los tambores.

Mis caderas se sacudían y el tintineo se hacía más persistente, mezclandose a la perfección con la música.

Las telas rojas que cubrían mis brazos cubrían por segundos toda mi fijura para dejar ver un nuevo paso en la danza.

Está noche, en este momento era libre de todas cosa en el mundo, libre de mi misma, libre de nuestras cadenas.

#Historia #Oc #Recuerdo #Original
El sonido de los tambores era tan fuerte que resonaba en mi pecho y mi corazón latía con la misma intensidad. Mi cuerpo se dejaba guiar por la melodía tan enérgica y alegre, mientras mi cuerpo era cubierto por las luces junto a una fina capa de sudor que hacía mi cuerpo brillar. Un paso, dos pasos, una vuelta. No podía prestar atención a nada más que a la música y a mí misma, perdiéndome por completó en el hambiente. El tintineo de las joyas que me decoraban tintineaban con cada movimiento y mi mirada podía ser la misma que la de una serpiente lista para atacar o la de un gato viendo a su presa, sin que la gente saliera corriendo despavorida, en vez de ello la gente gritaba y aplaudía con más emoción. Mis pies se movían libremente en una área cerrada por una barrera invisible para todo el mundo menos para mí. Mi cuerpo se torcía con cada retumbar, la gente se emocionaba aún más. Ahora, solo en este momento, no era humano, no era un demonio, no importaba lo que fuera solo importaba era continuar con este espectáculo. Me doble hacia tras tomando la carta de reina de uno de las personas del público y con una sonrisa coqueta y un giño jugeton, continúe con mi danza pasando de un parpadeo la carta a los dedos de mi mano derecha para justo después juntar las palmas y sin algún movimiento evidente de que moviera los dedos movía la cabeza de un lado a otro en sincronía de la tarjeta y el golpeteo de los tambores. Mis caderas se sacudían y el tintineo se hacía más persistente, mezclandose a la perfección con la música. Las telas rojas que cubrían mis brazos cubrían por segundos toda mi fijura para dejar ver un nuevo paso en la danza. Está noche, en este momento era libre de todas cosa en el mundo, libre de mi misma, libre de nuestras cadenas. #Historia #Oc #Recuerdo #Original
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