—𝐒𝐧𝐢𝐟—
" 𝐂𝐚𝐫𝐚𝐣𝐨...𝐁𝐢𝐞𝐧, 𝐡𝐚𝐛𝐥𝐚𝐫é 𝐜𝐨𝐧 𝐞𝐬𝐚 𝐥𝐨𝐜𝐚, 𝐢𝐫é 𝐜𝐨𝐧 𝐑𝐮𝐛í "
Hace unos dos días se sentía algo inestable mentalmente, sus hombres le aconsejaron, hablarlo con alguien, hablarlo con Rubí.
Si bien alguien normal diría que, hablara con psicólogo y tomara medicamentos. Eso no le servía de nada. No, su mente está bien, es la muerte quien le está jugando sucio. Y obviamente no le diría eso a un psicólogo. Si Ryan, estuviera acá, probablemente estaría haciendo bromas que le terminarían haciendo gracia, se calmaría y puff. Pero ese niño andaba de vacaciones por su cumpleaños y no volvería hasta el Martes.
Tenía otras opciones, pero nada seguras. Sus hombres mencionaron el nombre de la pelirroja, le degustaba, no le agradaba esa mujer (intento matarlo 20 veces pese a que era su jefe) , y ella lo odiaba. Claro, trabajaba para él, pero la circunstancia de ambos, era...complicada.
— A ella le gusta los dulces de su país, ¿Recuerda? Creo que con eso podría comprarla. — Mencionó uno de sus hombres.
— ¿Qué? — preguntó con desconcierto, hizo memoria, río, era cierto, a esa mujer, se le podía comprar con comida o dinero. Y que mejor que, comida del país de la pelirroja, Alemania.
—𝐒𝐧𝐢𝐟—
" 𝐂𝐚𝐫𝐚𝐣𝐨...𝐁𝐢𝐞𝐧, 𝐡𝐚𝐛𝐥𝐚𝐫é 𝐜𝐨𝐧 𝐞𝐬𝐚 𝐥𝐨𝐜𝐚, 𝐢𝐫é 𝐜𝐨𝐧 𝐑𝐮𝐛í "
Hace unos dos días se sentía algo inestable mentalmente, sus hombres le aconsejaron, hablarlo con alguien, hablarlo con Rubí.
Si bien alguien normal diría que, hablara con psicólogo y tomara medicamentos. Eso no le servía de nada. No, su mente está bien, es la muerte quien le está jugando sucio. Y obviamente no le diría eso a un psicólogo. Si Ryan, estuviera acá, probablemente estaría haciendo bromas que le terminarían haciendo gracia, se calmaría y puff. Pero ese niño andaba de vacaciones por su cumpleaños y no volvería hasta el Martes.
Tenía otras opciones, pero nada seguras. Sus hombres mencionaron el nombre de la pelirroja, le degustaba, no le agradaba esa mujer (intento matarlo 20 veces pese a que era su jefe) , y ella lo odiaba. Claro, trabajaba para él, pero la circunstancia de ambos, era...complicada.
— A ella le gusta los dulces de su país, ¿Recuerda? Creo que con eso podría comprarla. — Mencionó uno de sus hombres.
— ¿Qué? — preguntó con desconcierto, hizo memoria, río, era cierto, a esa mujer, se le podía comprar con comida o dinero. Y que mejor que, comida del país de la pelirroja, Alemania.