“𝑬𝒓𝒓....𝑵𝒐, 𝒏𝒐 𝒗𝒐𝒚 𝒂 𝒄𝒐𝒎𝒆𝒓 𝒍𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒔𝒆𝒂 𝒒𝒖𝒆 𝒉𝒂𝒚𝒂𝒔 𝒕𝒓𝒂í𝒅𝒐. 𝑵𝒐 𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒐 𝒎𝒐𝒓𝒊𝒓 𝒆𝒏𝒗𝒆𝒏𝒆𝒏𝒂𝒅𝒂”
Hace unos minutos que había llegado al lugar, en medio camino se había cambiado de ropa, pues la otra ya estaba manchada de sangré. Cuando bajo del auto, reportó lo de su trabajo a Kiev, como normalmente lo hacía, luego de aquella charla. Él le ofreció comida.
Se rió cuando lo escucho, esto debía ser una mala broma, no había parado de reir hasta que vio un paquete en manos de Kiev, un Topper que se le entendió uno de los hombres de él. Miro aquello con sospecha. Debía ser una pésima broma. Pero la cara sería de ese loco que era su jefe, decía lo contrario.
— Por más que quiera morir, no quiero hacerlo ahora ¿Qué tal si me lo ofreces cuando te haya matado? — Dijo con una sonrisa mientras arreglaba su cabello, si bien algo había aprendido, era en no aceptar nada de este hombre. ¿Y si eso estaba envenenado?
Hace unos minutos que había llegado al lugar, en medio camino se había cambiado de ropa, pues la otra ya estaba manchada de sangré. Cuando bajo del auto, reportó lo de su trabajo a Kiev, como normalmente lo hacía, luego de aquella charla. Él le ofreció comida.
Se rió cuando lo escucho, esto debía ser una mala broma, no había parado de reir hasta que vio un paquete en manos de Kiev, un Topper que se le entendió uno de los hombres de él. Miro aquello con sospecha. Debía ser una pésima broma. Pero la cara sería de ese loco que era su jefe, decía lo contrario.
— Por más que quiera morir, no quiero hacerlo ahora ¿Qué tal si me lo ofreces cuando te haya matado? — Dijo con una sonrisa mientras arreglaba su cabello, si bien algo había aprendido, era en no aceptar nada de este hombre. ¿Y si eso estaba envenenado?
“𝑬𝒓𝒓....𝑵𝒐, 𝒏𝒐 𝒗𝒐𝒚 𝒂 𝒄𝒐𝒎𝒆𝒓 𝒍𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒔𝒆𝒂 𝒒𝒖𝒆 𝒉𝒂𝒚𝒂𝒔 𝒕𝒓𝒂í𝒅𝒐. 𝑵𝒐 𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒐 𝒎𝒐𝒓𝒊𝒓 𝒆𝒏𝒗𝒆𝒏𝒆𝒏𝒂𝒅𝒂”
Hace unos minutos que había llegado al lugar, en medio camino se había cambiado de ropa, pues la otra ya estaba manchada de sangré. Cuando bajo del auto, reportó lo de su trabajo a Kiev, como normalmente lo hacía, luego de aquella charla. Él le ofreció comida.
Se rió cuando lo escucho, esto debía ser una mala broma, no había parado de reir hasta que vio un paquete en manos de Kiev, un Topper que se le entendió uno de los hombres de él. Miro aquello con sospecha. Debía ser una pésima broma. Pero la cara sería de ese loco que era su jefe, decía lo contrario.
— Por más que quiera morir, no quiero hacerlo ahora ¿Qué tal si me lo ofreces cuando te haya matado? — Dijo con una sonrisa mientras arreglaba su cabello, si bien algo había aprendido, era en no aceptar nada de este hombre. ¿Y si eso estaba envenenado?