Hoy, aprovechando la tranquilidad que se respiraba en la ciudad, subió desde su habitación alquilada en «El Ganso Dorado» hasta el tejado de la posada, donde se sentó y se puso a contemplar las estrellas…
Hacía mucho que no miraba a las estrellas.
Hoy, aprovechando la tranquilidad que se respiraba en la ciudad, subió desde su habitación alquilada en «El Ganso Dorado» hasta el tejado de la posada, donde se sentó y se puso a contemplar las estrellas…
Hacía mucho que no miraba a las estrellas.