¡¡Quiero guerra!! ¡Sangre! ¡Sacrilegio! ¡Pollo frito!.

Se detiene en medio del jardín del campus universitario. Alza sus brazos para recogerse el cabello en una coleta despeinada. Entre sus dedos, quedan atrapados algunos mechones rebeldes y el resplandor anaranjado del atardecer.

— Ugh, ¿De verdad pasé tres horas diseñando personajes para que el profesor diga "filti prifindidad" —vocecita imitando al profesor. Saca su cuaderno de bocetos abultado. Las páginas se abren solas en una ilustración que muestra el diseño de varios personajes— ¡¡Aquí tienes profundidad, imbécil!!

Con un suspiro cansado se sienta sobre el césped. En ese momento, el viento hace volar una hoja suelta del cuaderno. Estira el brazo para atraparla, pero el papel se detiene en el aire, como si algo invisible lo sostuviera.

— ... Aggh, ¿Y ahora qué? —arranca el papel de un tirón -a lo que sea que lo estuviese sosteniendo-, sus ojos brillan con curiosidad, y el dibujo en la hoja, que era un bosquejo de una puerta, ahora tenía algo escrito en el margen que ella no recordaba haber puesto:

«Busca a quien mira desde el segundo piso.»

Por puro instinto su vista de desliza hacia el segundo piso del edificio que se alza frente a ella, pero no logra ver a nadie.

Hora de trabajar, hacer música, mi pasión, mientras espero con ansias la noticia de si seré padre o no

Bloom parecia estarse arreglando para su cita con orvahn pero su hermana no era de mucha ayuda pues cada traje que ella le daba a su hermano era mas sugestivo y revelador que lso anteriores -COMO CREES QUE VOY A ESTAR USANDO ESTO?!- el rostro de Bloom estaba completamente rojo de vergüenza cuando se probo el primer traje, pero al ver a su hermana llegar con el segundo su cabeza se puso roja y por momentos parecia estar hechando humo de la pena

Son pocas veces... Las oportunidades donde la risa se me escapa, por las ganas de acabar una patética vida. Pero cuando sucede, aprovechen, tal vez les ilumine su camino en su oscura noche (?

Hazel caminaba por las calles empedradas de Eiderfall, con la capa rozando el suelo y el bastón golpeando a ritmo lento. Los frascos de su cinturón tintineaban con cada paso.

—Tres días sin señal de la Aguja Umbría... O han fallado… o me han vendido.

Se susurró a si misma, dando un suspiro resignado y sonoro, aumentando la velocidad de su paso.

*En su torre jugando videojuegos, porque ya se aburrió. *

— ¡Que alguien me explique!
¡¿Cómo p*#nes quieren que mate un dragón de 3 cabezas, con una jodida espada de madera?! —

Odiaba mucho que se metieran con el por lo que los golpes que proporciona en la cara de aquellas personas es evidente de su claro enojo contra ellos.

Que bueno que aprendieron la lección, de no molestar ma al líder Riddle.

✧ 𝐇𝐢𝐫𝐨𝐤𝐨 ✧

— Esa botella de " no es veneno " con esa calavera me convenció. No me culpes a mi por etiquetar mal tus cosas. Ahora, lo importante. ¿Le debo ayudar a la luna?.¡Awoooo!. — ¿?