-despues de tanto llorar y quién sabe a cuantos morder. Su llanto y dolor se calmaron cuando el demonio de la radio se acercó a ella luciendo como un inofensivo ciervo -
-despues de tanto llorar y quién sabe a cuantos morder. Su llanto y dolor se calmaron cuando el demonio de la radio se acercó a ella luciendo como un inofensivo ciervo -
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