*Un día común y corriente, los rayos del sol atravesaron la sutil tela que cubría la ventana de la pequeña casa habitada por la demonesa, Anne apretó los ojos a dicho acto de la naturaleza, obligándola a abrirlos con pesadez, se estiró ampliamente, permaneciendo recostada*.
— Un día más. - *Susurró al contemplar la ventana junto a la cama, despacio, se logró poner de pie. —<Zhazhara>. - Los labios de la mujer se abrieron para invocar, la ropa de cama desapareció, dando paso al atuendo clásico, cabellos lisos y azabaches, enlazados en una trenza larga, se apreciaba un lindo día. Al sonar la campana en el pueblo aseguraba la recolección de basura, Anne volteó a la derecha, observando el recipiente de residuos orgánicos, algo de vegetales y frutos y restos de carne*
—Hoy, si tendré que bajar, no tardan en llegar esos molestos animales.
* Se refería a las moscas, tomó el recipiente con ambas manos dirigiéndose a la puerta, susurró de nuevo, haciendo su esta se abriera sin tocarla. Los aldeanos se estaban juntando, alrededor del carretón de la basura, Aradia en el cuerpo de la pueblerina Anne, tendría que mostrarles su mejor cara frente a ellos, para pasar desapercibida, algunos niños ya estaban despiertos, saludaban a los vecinos corriendo para todos lados, portando uniformes y pequeñas mochilas, Anne solo observaba esos detalles al bajar de la colina, tomó su lugar en la fila, esperando el turno para la recolección de basura, el viento seducía con las pequeñas brisas que se enredaban en los hilos oscuros que brotaban de la cabeza de la demonesa* .
—Ese...ese aroma, me es muy familiar. [Sigmaleo25]
*Un día común y corriente, los rayos del sol atravesaron la sutil tela que cubría la ventana de la pequeña casa habitada por la demonesa, Anne apretó los ojos a dicho acto de la naturaleza, obligándola a abrirlos con pesadez, se estiró ampliamente, permaneciendo recostada*.
— Un día más. - *Susurró al contemplar la ventana junto a la cama, despacio, se logró poner de pie. —<Zhazhara>. - Los labios de la mujer se abrieron para invocar, la ropa de cama desapareció, dando paso al atuendo clásico, cabellos lisos y azabaches, enlazados en una trenza larga, se apreciaba un lindo día. Al sonar la campana en el pueblo aseguraba la recolección de basura, Anne volteó a la derecha, observando el recipiente de residuos orgánicos, algo de vegetales y frutos y restos de carne*
—Hoy, si tendré que bajar, no tardan en llegar esos molestos animales.
* Se refería a las moscas, tomó el recipiente con ambas manos dirigiéndose a la puerta, susurró de nuevo, haciendo su esta se abriera sin tocarla. Los aldeanos se estaban juntando, alrededor del carretón de la basura, Aradia en el cuerpo de la pueblerina Anne, tendría que mostrarles su mejor cara frente a ellos, para pasar desapercibida, algunos niños ya estaban despiertos, saludaban a los vecinos corriendo para todos lados, portando uniformes y pequeñas mochilas, Anne solo observaba esos detalles al bajar de la colina, tomó su lugar en la fila, esperando el turno para la recolección de basura, el viento seducía con las pequeñas brisas que se enredaban en los hilos oscuros que brotaban de la cabeza de la demonesa* .
—Ese...ese aroma, me es muy familiar. [Sigmaleo25]