—Hay criaturas a las que es mejor no dejar ir a sus anchas por casa. Y una de ellas era precisamente Vox. Y es que, aunque sea en miniatura, un monstruo sigue siendo algo muy destructivo.
Después de pasarse el día cazando a todo bicho viviente del jardín y atacar a algunos “intrusos”, entró en una de las alcobas del palacio y se dedicó a “re decorar” la zona. Arañando muebles, cortinas, estrellando jarrones contra el suelo y arrasando como Atila el huno con todo lo que encontró por medio.
Una vez aburrido, salió satisfecho al pasillo, disimulando como si no hubiera hecho nada—
—Hay criaturas a las que es mejor no dejar ir a sus anchas por casa. Y una de ellas era precisamente Vox. Y es que, aunque sea en miniatura, un monstruo sigue siendo algo muy destructivo.
Después de pasarse el día cazando a todo bicho viviente del jardín y atacar a algunos “intrusos”, entró en una de las alcobas del palacio y se dedicó a “re decorar” la zona. Arañando muebles, cortinas, estrellando jarrones contra el suelo y arrasando como Atila el huno con todo lo que encontró por medio.
Una vez aburrido, salió satisfecho al pasillo, disimulando como si no hubiera hecho nada—