• No hiciste tu papeleo anoche.

    —En realidad siempre quiso decir eso y no hay papeleo por hacer...pero ya se enojó en serio imaginándose la situación.—
    No hiciste tu papeleo anoche. —En realidad siempre quiso decir eso y no hay papeleo por hacer...pero ya se enojó en serio imaginándose la situación.—
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  • Oye, fíjate que dejaste tu celular desbloqueado, y que por error me transferí 200 dólares, tehehehe, qué torpe soy, ¿no? ~
    Oye, fíjate que dejaste tu celular desbloqueado, y que por error me transferí 200 dólares, tehehehe, qué torpe soy, ¿no? ~
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  • Aveces hay cosas fascinantes ocultos en las profundidades de los bosques....

    *Fue lo que penso el esqueleto al notar aquel angel de piedra lleno de aquellas plantas, tan solo se quedaria observando a este con calma, de forma inconsiente llegaba a ladear su cabeza al estarlo observando*
    Aveces hay cosas fascinantes ocultos en las profundidades de los bosques.... *Fue lo que penso el esqueleto al notar aquel angel de piedra lleno de aquellas plantas, tan solo se quedaria observando a este con calma, de forma inconsiente llegaba a ladear su cabeza al estarlo observando*
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  • Llévenme a esa época donde era feliz durmiendo en el asiento trasero después de ir a la ópera, con mi barriga llena de quesos y jamón serrano.

    Donde mis sonrisas no se podían ocultar al percibir el aroma de la colonia de Abel ~ ♥
    Llévenme a esa época donde era feliz durmiendo en el asiento trasero después de ir a la ópera, con mi barriga llena de quesos y jamón serrano. Donde mis sonrisas no se podían ocultar al percibir el aroma de la colonia de Abel ~ ♥
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  • ¿Se sigue riendo de la humillada que le ha dado a ese criajo engreido?

    Por supuesto.

    ¿Que seguro Temachus irá a llorarle a su mamá?

    Obviamente.

    ¿Se arrepiente?

    Ni en lo más mínimo.
    ¿Se sigue riendo de la humillada que le ha dado a ese criajo engreido? Por supuesto. ¿Que seguro Temachus irá a llorarle a su mamá? Obviamente. ¿Se arrepiente? Ni en lo más mínimo.
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  • Relato en Post y comentario de la imagen 🩷

    La primera pesadilla

    La noche después de la transformación no sabe a descanso.

    Mi cuerpo debería estar agotado…
    pero algo dentro de mí no me deja dormir.

    Quema.
    Arde como brasas vivas.

    Y al mismo tiempo me da frío.
    Un frío que me cruje los huesos y me muerde los pulmones.

    Susurra.

    Una voz que no es voz.
    Un idioma que no entiendo… pero siento.
    Como si siempre hubiera estado en mí,
    esperando a que mi sombra despertara para recordármelo.

    Me enseña palabras imposibles.
    Palabras que entiendo sólo el instante antes de olvidarlas.
    O quizá… no las olvido.
    Quizá ellas me recuerdan a mí.

    Me duermo.

    Y el mundo cambia.

    Estoy de pie en un puente de madera vieja.
    El viento huele a sal y a sangre.
    Las tablas crujen bajo mis pies pequeños.
    Mis pies… no.
    No son mis pies.

    Yo no soy yo.

    A mi alrededor escucho gritos.
    Llamas.
    El estallido de un hogar ardiendo.
    La masacre de un pueblo pesquero.

    Corsarios.

    Docenas.
    Tal vez cientos.

    Queman casas.
    Se llevan niños.
    Arrastran mujeres.
    Degüellan hombres.

    Y yo corro.
    Corro sin saber a dónde.
    Sin saber quién soy.

    Mis piernas son cortas.
    Mi cuerpo es frágil.
    Mi respiración suena a un niño asustado.

    No a mí.
    No a Lili.

    Este no es mi cuerpo.

    Los corsarios me rodean.
    Sombras enormes contra la luna.
    Casco, hierro, parches, cicatrices.
    Espadas que brillan.

    No hay salida.

    Grito.

    Pero la voz que sale de mí no es la mía.
    Es más aguda.
    Más pequeña.
    Más rota.

    Una espada me atraviesa.

    Y otra.

    Y otra.

    Y el puente se llena de rojo.

    Despierto.

    Empapada en sudor, ahogándome en mi propio grito.
    Mis manos buscan mi torso, desesperada, temblando.
    No hay heridas.

    Soy yo.
    Lili.

    Pero el miedo no se va.
    Se queda enganchado a mis costillas.
    Me falta el aire.
    La oscuridad de la habitación parece viva.

    No quiero cerrar los ojos.
    No quiero volver a ese puente.
    No quiero saber quién era ese niño.
    No quiero saber por qué veo su muerte.

    No quiero…

    Me encojo bajo las mantas.
    Mis uñas arañan mis propios brazos.
    Mi respiración se convierte en sollozos.

    Esa noche la pasé llorando.
    Sola.
    Llorando con la almohada mordida,
    esperando que nadie escuchara,
    esperando que la sombra no volviera a hablarme.

    La Luna, desde la ventana, me miraba en silencio.
    Relato en Post y comentario de la imagen 🩷 La primera pesadilla La noche después de la transformación no sabe a descanso. Mi cuerpo debería estar agotado… pero algo dentro de mí no me deja dormir. Quema. Arde como brasas vivas. Y al mismo tiempo me da frío. Un frío que me cruje los huesos y me muerde los pulmones. Susurra. Una voz que no es voz. Un idioma que no entiendo… pero siento. Como si siempre hubiera estado en mí, esperando a que mi sombra despertara para recordármelo. Me enseña palabras imposibles. Palabras que entiendo sólo el instante antes de olvidarlas. O quizá… no las olvido. Quizá ellas me recuerdan a mí. Me duermo. Y el mundo cambia. Estoy de pie en un puente de madera vieja. El viento huele a sal y a sangre. Las tablas crujen bajo mis pies pequeños. Mis pies… no. No son mis pies. Yo no soy yo. A mi alrededor escucho gritos. Llamas. El estallido de un hogar ardiendo. La masacre de un pueblo pesquero. Corsarios. Docenas. Tal vez cientos. Queman casas. Se llevan niños. Arrastran mujeres. Degüellan hombres. Y yo corro. Corro sin saber a dónde. Sin saber quién soy. Mis piernas son cortas. Mi cuerpo es frágil. Mi respiración suena a un niño asustado. No a mí. No a Lili. Este no es mi cuerpo. Los corsarios me rodean. Sombras enormes contra la luna. Casco, hierro, parches, cicatrices. Espadas que brillan. No hay salida. Grito. Pero la voz que sale de mí no es la mía. Es más aguda. Más pequeña. Más rota. Una espada me atraviesa. Y otra. Y otra. Y el puente se llena de rojo. Despierto. Empapada en sudor, ahogándome en mi propio grito. Mis manos buscan mi torso, desesperada, temblando. No hay heridas. Soy yo. Lili. Pero el miedo no se va. Se queda enganchado a mis costillas. Me falta el aire. La oscuridad de la habitación parece viva. No quiero cerrar los ojos. No quiero volver a ese puente. No quiero saber quién era ese niño. No quiero saber por qué veo su muerte. No quiero… Me encojo bajo las mantas. Mis uñas arañan mis propios brazos. Mi respiración se convierte en sollozos. Esa noche la pasé llorando. Sola. Llorando con la almohada mordida, esperando que nadie escuchara, esperando que la sombra no volviera a hablarme. La Luna, desde la ventana, me miraba en silencio.
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  • El evento del año
    Fandom Free rol
    Categoría Drama
    Angelina Granger Y yo hemos sido invitados esta noche a un evento que celebraran unos amigos en común.
    No soy muy amigo de los trajes pero tampoco me producen alergia cuando llevo uno.
    Voy conduciendo el nuevo todoterreno que nos compramos juntos, mi vieja furgoneta sigue funcionando pero Angelina ni de coña iba a subirse en ella para ir a la finca a las a fueras de la cuidad donde se celebra dicho evento.
    [blast_cx] Y yo hemos sido invitados esta noche a un evento que celebraran unos amigos en común. No soy muy amigo de los trajes pero tampoco me producen alergia cuando llevo uno. Voy conduciendo el nuevo todoterreno que nos compramos juntos, mi vieja furgoneta sigue funcionando pero Angelina ni de coña iba a subirse en ella para ir a la finca a las a fueras de la cuidad donde se celebra dicho evento.
    Tipo
    Individual
    Líneas
    Cualquier línea
    Estado
    Terminado
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  • For surely, Someday,
    We'll be together once again
    I know that this is not the end,
    We'll meet again, some way.

    And somehow, Someday,
    I will repay the love you gave,
    My memories of you will never fade.
    I'll find a way to you
    Someday.
    For surely, Someday, We'll be together once again I know that this is not the end, We'll meet again, some way. And somehow, Someday, I will repay the love you gave, My memories of you will never fade. I'll find a way to you Someday.
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  • ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ𝑭𝙚𝒍𝙞𝒛 𝒄𝙪𝒎𝙥𝒍𝙚𝒂𝙣̃𝒐𝙨, 𝑨𝙣𝒈𝙚𝒍𝙞𝒒𝙪𝒆
    ㅤㅤ
    ㅤㅤ
    ㅤㅤㅤㅤㅤEl atardecer empezaba a teñir ya de colores rojizos la ciudad, y el apartamento de Angelique estaba iluminado solo por una lámpara cálida que difuminaba sombras suaves sobre las estanterías llenas de libros y cuadernos. Era un espacio suyo, muy suyo… organizado, científico, pero con esa vida tan característica que Stephen siempre encontraba tan fascinante.

    Podría haber aparecido sin más, haber creado un portal y aparecer como solía hacerlo, pero aquello le restaria encanto a aquel momento. Llamó a la puerta con los nudillos, dos golpes suaves. Cuando ella abrió, el Hechicero la observó con esa mezcla entre serenidad y afecto que solo mostraba con ella. Vulnerable, tal vez.

    —No quería interrumpir tu noche —dijo, manteniendo el tono bajo, privado e íntimo— Pero hoy no podía quedarme en el Sanctum, no sin venir a verte...

    Entró cuando ella se lo permitió, dejando atrás el ruido de la calle. El abrigo oscuro contrastaba con la calidez de aquel apartamento, pero él parecía relajarse al estar allí, como si ese piso fuera un refugio inesperado.

    —Tengo algo para ti —continuó, sacando una pequeña caja de terciopelo de uno de los bolsillos internos. No había dramatismo, eso se lo dejaba a Stark.

    Se la ofreció en silencio. Dentro, el colgante de plata, la estructura molecular de la dopamina, brillaba con una simplicidad preciosa.

    —Lo vi y pensé en ti de inmediato —confesó, sin rodeos—. No por la molécula en sí, sino por lo que representa. Científica o no… tú generas esto en mí sin ningún esfuerzo.

    Ella lo miró, sorprendida, con esa mezcla de ternura y emoción que él adoraba. Stephen se acercó despacio, tomándole el colgante entre los dedos.

    —¿Puedo? —preguntó, pidiendo permiso a su propia manera.

    Cuando ella asintió, él rodeó su cintura con un paso suave; se situó detrás de la joven, retiró su cabello con cuidado y abrochó la cadena en su nuca. Sus dedos rozaron su piel con una suavidad que no solía permitirse frente a nadie.

    —No lleva ningún hechizo —susurró cerca de su oído—. Es sólo plata, ciencia… y un poco de mí. Feliz cumpleaños, An.


    ㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ𝑭𝙚𝒍𝙞𝒛 𝒄𝙪𝒎𝙥𝒍𝙚𝒂𝙣̃𝒐𝙨, 𝑨𝙣𝒈𝙚𝒍𝙞𝒒𝙪𝒆 ㅤㅤ ㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤEl atardecer empezaba a teñir ya de colores rojizos la ciudad, y el apartamento de Angelique estaba iluminado solo por una lámpara cálida que difuminaba sombras suaves sobre las estanterías llenas de libros y cuadernos. Era un espacio suyo, muy suyo… organizado, científico, pero con esa vida tan característica que Stephen siempre encontraba tan fascinante. Podría haber aparecido sin más, haber creado un portal y aparecer como solía hacerlo, pero aquello le restaria encanto a aquel momento. Llamó a la puerta con los nudillos, dos golpes suaves. Cuando ella abrió, el Hechicero la observó con esa mezcla entre serenidad y afecto que solo mostraba con ella. Vulnerable, tal vez. —No quería interrumpir tu noche —dijo, manteniendo el tono bajo, privado e íntimo— Pero hoy no podía quedarme en el Sanctum, no sin venir a verte... Entró cuando ella se lo permitió, dejando atrás el ruido de la calle. El abrigo oscuro contrastaba con la calidez de aquel apartamento, pero él parecía relajarse al estar allí, como si ese piso fuera un refugio inesperado. —Tengo algo para ti —continuó, sacando una pequeña caja de terciopelo de uno de los bolsillos internos. No había dramatismo, eso se lo dejaba a Stark. Se la ofreció en silencio. Dentro, el colgante de plata, la estructura molecular de la dopamina, brillaba con una simplicidad preciosa. —Lo vi y pensé en ti de inmediato —confesó, sin rodeos—. No por la molécula en sí, sino por lo que representa. Científica o no… tú generas esto en mí sin ningún esfuerzo. Ella lo miró, sorprendida, con esa mezcla de ternura y emoción que él adoraba. Stephen se acercó despacio, tomándole el colgante entre los dedos. —¿Puedo? —preguntó, pidiendo permiso a su propia manera. Cuando ella asintió, él rodeó su cintura con un paso suave; se situó detrás de la joven, retiró su cabello con cuidado y abrochó la cadena en su nuca. Sus dedos rozaron su piel con una suavidad que no solía permitirse frente a nadie. —No lleva ningún hechizo —susurró cerca de su oído—. Es sólo plata, ciencia… y un poco de mí. Feliz cumpleaños, An.
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  • Cocinar me ayudará a distraerme un poco y no pensar tanto... Con mucho amor toda comida queda deliciosa.
    -Prepara de almuerzo arroz con lentejas y otras verduras.-
    Cocinar me ayudará a distraerme un poco y no pensar tanto... Con mucho amor toda comida queda deliciosa. -Prepara de almuerzo arroz con lentejas y otras verduras.-
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