• —Si tienen algo que decirme háganlo de manera directa no soy adivino —
    —Si tienen algo que decirme háganlo de manera directa no soy adivino —
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  • Así quiero tenerte siempre Nora Langdon
    Así quiero tenerte siempre [tidal_maroon_crow_298]
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  • n..no mi lady... como le explico que no soy un orco...de desos... y que a mi me gustan solo pulir las espadas y tratar a los guerreros...

    ...s..si correctamente... no siento nada por las curvas y la feminidad...con todo respeto. no quiero herirla...
    n..no mi lady... como le explico que no soy un orco...de desos... y que a mi me gustan solo pulir las espadas y tratar a los guerreros... ...s..si correctamente... no siento nada por las curvas y la feminidad...con todo respeto. no quiero herirla...
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  • EL ECO DE LA DEUDA ANTIGUA

    *Hice sonar mi laud haciendo vibrar las cuerdas *

    —El junco tiembla sin viento en la orilla del lago,
    ¿Qué mano invisible tejió esta densa niebla?
    Hay un sendero que se pierde, incierto, en la montaña,
    Cada paso es un eco de un juramento olvidado.
    No hay mapa para el alma, solo el camino andado.
    La linterna tiembla en la ventana, un secreto a media luz;
    ¿Es el fantasma del ayer quien acecha o soy yo mismo?
    El destino se presenta con un rostro de doble máscara,
    Ni el sabio conoce la suma de las cosechas del pasado.
    Solo el corazón presiente la inminente balanza.
    El río fluye sin cesar, llevando agua que ya pasó,
    Y cada gota regresa, transformada en rocío o tempestad.
    Lo que se dio en silencio, hoy se pide con estruendo.
    Si siembras pena, el fruto amargo ha de ser cosechado,
    Pues el Cielo, aunque mudo, lleva eterna cuenta.—
    🌙 EL ECO DE LA DEUDA ANTIGUA 🌙 *Hice sonar mi laud haciendo vibrar las cuerdas * —El junco tiembla sin viento en la orilla del lago, ¿Qué mano invisible tejió esta densa niebla? Hay un sendero que se pierde, incierto, en la montaña, Cada paso es un eco de un juramento olvidado. No hay mapa para el alma, solo el camino andado. La linterna tiembla en la ventana, un secreto a media luz; ¿Es el fantasma del ayer quien acecha o soy yo mismo? El destino se presenta con un rostro de doble máscara, Ni el sabio conoce la suma de las cosechas del pasado. Solo el corazón presiente la inminente balanza. El río fluye sin cesar, llevando agua que ya pasó, Y cada gota regresa, transformada en rocío o tempestad. Lo que se dio en silencio, hoy se pide con estruendo. Si siembras pena, el fruto amargo ha de ser cosechado, Pues el Cielo, aunque mudo, lleva eterna cuenta.—
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  • me dediqué un poco a pasar el rato para descansar de mis rondas habituales... me causó tanta curiosidad por que la arena de la horda...no estaba en su apogeo furtivo de bramidos de guerra y alardeos de batallas.... así que entré al restaurante del goblin barbudo para relajarme mas... y me sorprende que aún esta laborando...

    Es que acaso no se da cuenta?... depues de todo... la comida es buena y las bebidas deliciosas... pero la escaces de clientes es inusualmente ridicula... estaría bien un poco de compañia... venga, yo te invito a lo que gustes.
    me dediqué un poco a pasar el rato para descansar de mis rondas habituales... me causó tanta curiosidad por que la arena de la horda...no estaba en su apogeo furtivo de bramidos de guerra y alardeos de batallas.... así que entré al restaurante del goblin barbudo para relajarme mas... y me sorprende que aún esta laborando... Es que acaso no se da cuenta?... depues de todo... la comida es buena y las bebidas deliciosas... pero la escaces de clientes es inusualmente ridicula... estaría bien un poco de compañia... venga, yo te invito a lo que gustes.
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  • No solo le vino a la mente, el aspecto humano de Husk, si no tambien de aquellos que fueron los únicos momentos felices de su vida, aquel tiempo en el que pudieron estar juntos. Siendo solamente un par de idiotas perdidos por el mundo, siendo ellos mismos como nunca podían serlo con nadie.
    No solo le vino a la mente, el aspecto humano de Husk, si no tambien de aquellos que fueron los únicos momentos felices de su vida, aquel tiempo en el que pudieron estar juntos. Siendo solamente un par de idiotas perdidos por el mundo, siendo ellos mismos como nunca podían serlo con nadie.
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  • Fue una noche triste como miles de otras, cuando este hombre vino a verme para hablar..
    Fue una noche triste como miles de otras, cuando este hombre vino a verme para hablar..
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  • El Edén
    Fandom Hazbin Hotel
    Categoría Otros
    // Rp con: Lilith Magne //


    Descendió desde los cielos, con los tres pares de alas extendidas, y tras tocar el suelo comenzó a mirar a su alrededor.
    Rumores habían llegado a sus oídos en el basto reino celestial. Aburrido, paseando por los pasillos, no paraba de oír a sus hermanos hablar una y otra vez de la maravillosa creación que su padre había hecho. Los serafines también parecían de lo más satisfechos.
    No era de extrañar que él no supiera nada al respecto, dejado de lado, como de costumbre, no era la primera vez que se lo excluía de los planes de la creación... Pero, sin embargo, los rumores de la última habían captado su interés y curiosidad.

    Gracias a la magia del cielo, había podido apreciar un poco de lo que era un gran jardín. Eso lo había decepcionado un poco... No encontrando nada singular o especial a lo que había en su tierra celestial... Incluso, apostaba, la vegetación del cielo era mucho más hermosa que la que apreciaba en ese jardín que, luego se enteró, se llamaba "El Edén".
    Se había negado a creer que ese simple jardín era lo que traía tan enloquecido de emoción y felicidad a sus compañeros y hermanos, por lo que tomó la decisión de escabullirse de los cielos y bajar a ver de qué se trataba todo aquello.

    Ahora recorría el lugar andando entre los árboles. Pudo notar algunas pequeñas criaturas cuadrúpedas correr de espanto cuando lo escuchaban acercarse.
    Criaturas de vida finita, por lo que había llegado a averiguar. Cuya existencia efímera no era nada en comparación a la eternidad que vivían los ángeles como él... Entonces ¿Cómo algo tan efímero, tan finito, casi insignificante podía realmente marcar un antes y un después en la tierra creada por su padre? En los planes que los ángeles con tanto esmero y cautela habían planeado. Planes en los que él jamás había podido participar a pesar de las ideas que había propuesto.
    Pero por más que se adentraba en ese extenso jardín, nada encontró que lo hiciera comprender el por qué de la exaltación del cielo... Estaba resignado, creyendo que sólo se trataría del jardín en sí...

    Hasta que de pronto, sus pasos se detuvieron. Una voz llegó hasta sus oídos, suave, hermosa... Una melodía única sin duda y de la voz más exquisita que jamás pudiera haber escuchado, ni siquiera en la eternidad del cielo.
    Se dejó llevar por el ruido, caminando en su dirección entre las plantas, corriendo sus ramas y bordeando árboles; hasta que de pronto lo encontró.
    Una criatura de lo más hermosa, perfecta... Estaba seguro. ¡Esa criatura debía de ser lo que tenía tan revuelto al cielo!

    — Woah.... —

    Exclamó en un susurró apenas audible. Sus ojos brillando, con rostro perplejo ante la mujer delante de sus ojos, metros más allá de donde él se hallaba oculto tras un árbol.
    Intentó no hacer ruido, preguntándose si se espantaría como los animales si lo viera llegar.
    Recargó sus manos en el árbol, sus mejillas teñidas de un suave carmín... Solo por inercia dio un paso al frente, pisando una rama que al crujir delataría su presencia.
    En pánico de ser descubierto, sólo pudo atinar a agacharse tras el árbol, casi abrazándose con sus seis pares de alas mientras cubría sus labios con sus manos... ¿Lo habría visto?....

    Le fue inevitable no asomarse un poco para ver de reojo si es que acaso tal hermosa creación se había percatado de su presencia.
    // Rp con: [He11greatestmom] // Descendió desde los cielos, con los tres pares de alas extendidas, y tras tocar el suelo comenzó a mirar a su alrededor. Rumores habían llegado a sus oídos en el basto reino celestial. Aburrido, paseando por los pasillos, no paraba de oír a sus hermanos hablar una y otra vez de la maravillosa creación que su padre había hecho. Los serafines también parecían de lo más satisfechos. No era de extrañar que él no supiera nada al respecto, dejado de lado, como de costumbre, no era la primera vez que se lo excluía de los planes de la creación... Pero, sin embargo, los rumores de la última habían captado su interés y curiosidad. Gracias a la magia del cielo, había podido apreciar un poco de lo que era un gran jardín. Eso lo había decepcionado un poco... No encontrando nada singular o especial a lo que había en su tierra celestial... Incluso, apostaba, la vegetación del cielo era mucho más hermosa que la que apreciaba en ese jardín que, luego se enteró, se llamaba "El Edén". Se había negado a creer que ese simple jardín era lo que traía tan enloquecido de emoción y felicidad a sus compañeros y hermanos, por lo que tomó la decisión de escabullirse de los cielos y bajar a ver de qué se trataba todo aquello. Ahora recorría el lugar andando entre los árboles. Pudo notar algunas pequeñas criaturas cuadrúpedas correr de espanto cuando lo escuchaban acercarse. Criaturas de vida finita, por lo que había llegado a averiguar. Cuya existencia efímera no era nada en comparación a la eternidad que vivían los ángeles como él... Entonces ¿Cómo algo tan efímero, tan finito, casi insignificante podía realmente marcar un antes y un después en la tierra creada por su padre? En los planes que los ángeles con tanto esmero y cautela habían planeado. Planes en los que él jamás había podido participar a pesar de las ideas que había propuesto. Pero por más que se adentraba en ese extenso jardín, nada encontró que lo hiciera comprender el por qué de la exaltación del cielo... Estaba resignado, creyendo que sólo se trataría del jardín en sí... Hasta que de pronto, sus pasos se detuvieron. Una voz llegó hasta sus oídos, suave, hermosa... Una melodía única sin duda y de la voz más exquisita que jamás pudiera haber escuchado, ni siquiera en la eternidad del cielo. Se dejó llevar por el ruido, caminando en su dirección entre las plantas, corriendo sus ramas y bordeando árboles; hasta que de pronto lo encontró. Una criatura de lo más hermosa, perfecta... Estaba seguro. ¡Esa criatura debía de ser lo que tenía tan revuelto al cielo! — Woah.... — Exclamó en un susurró apenas audible. Sus ojos brillando, con rostro perplejo ante la mujer delante de sus ojos, metros más allá de donde él se hallaba oculto tras un árbol. Intentó no hacer ruido, preguntándose si se espantaría como los animales si lo viera llegar. Recargó sus manos en el árbol, sus mejillas teñidas de un suave carmín... Solo por inercia dio un paso al frente, pisando una rama que al crujir delataría su presencia. En pánico de ser descubierto, sólo pudo atinar a agacharse tras el árbol, casi abrazándose con sus seis pares de alas mientras cubría sus labios con sus manos... ¿Lo habría visto?.... Le fue inevitable no asomarse un poco para ver de reojo si es que acaso tal hermosa creación se había percatado de su presencia.
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    Individual
    Líneas
    Cualquier línea
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  • —Entonceees... ¿Te gusta por atras o por adelante?.—

    *Cuando no esta enojado en lo mas minimo, Kendo tenia un aspecto mucho mas joven, siendo ese su aspecto real; aun que lo malo es que se vuelve algo mas infaltil y... Vulgar, intrusivo, idiota, molesto, ordinario, y un largo etc.*
    —Entonceees... ¿Te gusta por atras o por adelante?.— *Cuando no esta enojado en lo mas minimo, Kendo tenia un aspecto mucho mas joven, siendo ese su aspecto real; aun que lo malo es que se vuelve algo mas infaltil y... Vulgar, intrusivo, idiota, molesto, ordinario, y un largo etc.*
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  • "— ͓̽N͓͓̽̽o͓̽ ͓̽t͓͓̽̽e͓̽ a͓͓̽̽t͓͓̽̽r͓͓̽̽e͓͓̽̽v͓̽a͓͓̽̽s͓̽ a͓̽ ͓̽j͓͓̽̽o͓͓̽̽d͓͓̽̽e͓͓̽̽r͓̽ ͓̽c͓͓̽̽o͓͓̽̽n͓̽ ͓̽u͓͓̽̽n͓̽ ͓̽d͓͓̽̽i͓͓̽̽o͓͓̽̽s͓̽, ͓̽y͓̽ ͓̽m͓͓̽̽e͓͓̽̽n͓͓̽̽o͓͓̽̽s͓̽ ͓̽c͓͓̽̽o͓͓̽̽n͓̽ ͓̽u͓͓̽̽n͓̽ ͓̽d͓͓̽̽i͓͓̽̽o͓͓̽̽s͓̽ ͓̽c͓͓̽̽o͓͓̽̽m͓͓̽̽o͓̽ ͓̽y͓͓̽̽o͓̽!... ͓̽P͓͓̽̽u͓͓̽̽e͓͓̽̽d͓͓̽̽o͓̽ ͓̽e͓͓̽̽l͓͓̽̽i͓͓̽̽m͓͓̽̽i͓͓̽̽n͓̽a͓͓̽̽r͓͓̽̽t͓͓̽̽e͓̽ ͓̽d͓͓̽̽e͓̽ ͓̽m͓̽a͓͓̽̽n͓͓̽̽e͓͓̽̽r͓̽a͓͓̽̽s͓̽ ͓̽q͓͓̽̽u͓͓̽̽e͓̽ ͓̽t͓͓̽̽u͓̽ ͓̽p͓̽a͓͓̽̽t͓̽é͓̽t͓͓̽̽i͓͓̽̽c͓̽a͓̽ ͓̽m͓͓̽̽e͓͓̽̽n͓͓̽̽t͓͓̽̽e͓͓̽̽s͓͓̽̽i͓͓̽̽t͓̽a͓̽ ͓̽d͓͓̽̽e͓̽ ͓̽s͓͓̽̽e͓͓̽̽r͓̽ ͓̽i͓͓̽̽n͓͓̽̽f͓͓̽̽e͓͓̽̽r͓͓̽̽i͓͓̽̽o͓͓̽̽r͓̽ ͓̽n͓͓̽̽o͓̽ ͓̽s͓͓̽̽e͓͓̽̽r͓̽ía͓̽ ͓̽c͓̽a͓͓̽̽p͓̽a͓͓̽̽z͓̽ ͓̽d͓͓̽̽e͓̽ ͓̽c͓͓̽̽o͓͓̽̽m͓͓̽̽p͓͓̽̽r͓͓̽̽e͓͓̽̽n͓͓̽̽d͓͓̽̽e͓͓̽̽r͓̽..."

    ×Alguien se ah comido su chocolate, es el dios de la creación y perfectamente podria hacer 20 chocolates mas, pero aun asi esta enojado.×
    "— ͓̽N͓͓̽̽o͓̽ ͓̽t͓͓̽̽e͓̽ a͓͓̽̽t͓͓̽̽r͓͓̽̽e͓͓̽̽v͓̽a͓͓̽̽s͓̽ a͓̽ ͓̽j͓͓̽̽o͓͓̽̽d͓͓̽̽e͓͓̽̽r͓̽ ͓̽c͓͓̽̽o͓͓̽̽n͓̽ ͓̽u͓͓̽̽n͓̽ ͓̽d͓͓̽̽i͓͓̽̽o͓͓̽̽s͓̽, ͓̽y͓̽ ͓̽m͓͓̽̽e͓͓̽̽n͓͓̽̽o͓͓̽̽s͓̽ ͓̽c͓͓̽̽o͓͓̽̽n͓̽ ͓̽u͓͓̽̽n͓̽ ͓̽d͓͓̽̽i͓͓̽̽o͓͓̽̽s͓̽ ͓̽c͓͓̽̽o͓͓̽̽m͓͓̽̽o͓̽ ͓̽y͓͓̽̽o͓̽!... ͓̽P͓͓̽̽u͓͓̽̽e͓͓̽̽d͓͓̽̽o͓̽ ͓̽e͓͓̽̽l͓͓̽̽i͓͓̽̽m͓͓̽̽i͓͓̽̽n͓̽a͓͓̽̽r͓͓̽̽t͓͓̽̽e͓̽ ͓̽d͓͓̽̽e͓̽ ͓̽m͓̽a͓͓̽̽n͓͓̽̽e͓͓̽̽r͓̽a͓͓̽̽s͓̽ ͓̽q͓͓̽̽u͓͓̽̽e͓̽ ͓̽t͓͓̽̽u͓̽ ͓̽p͓̽a͓͓̽̽t͓̽é͓̽t͓͓̽̽i͓͓̽̽c͓̽a͓̽ ͓̽m͓͓̽̽e͓͓̽̽n͓͓̽̽t͓͓̽̽e͓͓̽̽s͓͓̽̽i͓͓̽̽t͓̽a͓̽ ͓̽d͓͓̽̽e͓̽ ͓̽s͓͓̽̽e͓͓̽̽r͓̽ ͓̽i͓͓̽̽n͓͓̽̽f͓͓̽̽e͓͓̽̽r͓͓̽̽i͓͓̽̽o͓͓̽̽r͓̽ ͓̽n͓͓̽̽o͓̽ ͓̽s͓͓̽̽e͓͓̽̽r͓̽ía͓̽ ͓̽c͓̽a͓͓̽̽p͓̽a͓͓̽̽z͓̽ ͓̽d͓͓̽̽e͓̽ ͓̽c͓͓̽̽o͓͓̽̽m͓͓̽̽p͓͓̽̽r͓͓̽̽e͓͓̽̽n͓͓̽̽d͓͓̽̽e͓͓̽̽r͓̽..." ×Alguien se ah comido su chocolate, es el dios de la creación y perfectamente podria hacer 20 chocolates mas, pero aun asi esta enojado.×
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