Llegaron los caballeros del rey Arturo, quienes llenaron la mesa redonda, salvo uno que se mantuvo en pie, desarmado y avergonzado. Los cargos en su contra durante aquel juicio, fueron traición y perfidia de su juramento. Y si su culpa es demostrada ¡La muerte caerá sobre los traidores! Mientras tanto, los caballeros aconsejarían la difícil decisión de Arturo.

Fue entonces que Lancelot sostuvo su cabeza en alto y dijo: – Soy juzgado por mi amor por Guinevere… Mi crimen fue amar. –

El primero en hablar fue Sir Kay al pronunciar cortante: – Él es un hombre como cualquier otro. Las palabras del rey ordenan, pero su corazón realmente no obedece. Aún con toda su fuerza y valentía, la voluntad de este caballero es demasiado débil… ¡Su crimen no conoce excusas y no merece si quiera a buscar el favor! Las leyes del rey no flaquean y no pueden ser rotas. –

Fue entonces que Lancelot sostuvo su cabeza en alto y dijo: – Me mantengo en pie por mi amor por Guinevere… por orgullo en amar. –

– Conozco muy bien a este caballero… – pronunció Gawaine, – … él se ha parado a mi lado, con su acero el ha respondido insultos varios, defendió la caballería y este hombre lucho continuamente por el honor de su esposa. Sus acciones no fueron apropiadas, ¡Pero no deben costar su vida! Sus servicios deben merecer un poco de piedad. –

Y Lancelot sostuvo su cabeza en alto y dijo: – Pelee por amor a Guinevere… Pelearé por amor. –

Entonces, Sir Tristan habló: – Amo a la esposa de mi tío, por ella con gusto sufro; Ella es la alegría de mi corazón: Isolda, la única que me tienta; es ella por quien soy puro… Mi amor por ella suele confundirme y ella es todo por lo cual estoy seguro. Entiendo las contradicciones de mi hermano… –

Y Lancelot sostuvo su cabeza en alto y dijo: – Yo he de llorar mi amor por Guinevere… He llorado por amor. –

Después, el mas puro de todos, Galahad, habló: – No temo a predisposiciones, pero él es mi padre, él es la causa de mi vergüenza. Se unió en pecaminosa relación con mi inquebrantable madre que, a pesar de todo clamaba su virtud. ¡Él se ha ido y acostado con otra! Las leyes de Dios declaran este acto ¡Condena! –

Y Lancelot sostuvo su cabeza en alto y dijo: – Yo miento enamorado de Guinevere… He mentido por amor. –

Mientras Arthur lloró, invocó la ira de los Cielos sobre los amantes que lo traicionaron: Para el caballero que había llamado “hermano”, consideró su valor y confianza; para la reina que había escondido su engaño, pero pudo decir que aun lo amaba; pero su inocencia y belleza estaban perdidas… Y en justicia por sus culpas, el Rey Arturo sabía el único precio por traición…

Y Lancelot sostuvo su cabeza en alto y dijo: – Moriré enamorado de Guinevere… Moriría por amor. –

… Eventualmente, la sentencia de Lancelot fue reducida al exilio, mientras que la reina fue la única sentenciada a muerte. En su intento exitoso por rescatar a la reina, Lancelot mató a algunos de sus viejos camaradas de la mesa redonda, entre ellos los hermanos de Sir Gawain: Sir Gaheris y Sir Gareth, causando arrepentimiento en el hermano restante de su decisión por apelar en su pasado juicio, y un profundo resentimiento hacia el caballero del lago…