“La chica, se hallaba dentro de una pequeña celda, viendo como preparaban el material para la operación, ya esto era rutina, la misma tortura, los mismos experimentos, por momentos quería morir para no tener que sufrirlos más pero por otra parte, pensaba que debía ser fuerte y escapar. Dos de los cinco médicos que allí había, la sacaron de la celda y la ataron a la camilla, gritó y pataleó revolviéndose pero era en vano. Ya perdió, la cuenta de cuantas veces le hicieron pasar por todo aquello, comenzaron a inyectarle fármacos, entre todos ellos, se hallaba Aequs. El dolor era horrible, haciéndole gritar nuevamente, pero una cachetada le hizo callar."