[Este personaje está ambientado dentro de la novela gótica de Gaston Leroux y el musical de Andrew Lloyd Webber, así como su reproducción cinematográfica del año 2004. Personaje Original de creación propia. FCs: Imogen Poots (con ediciones propias) como Elettra y Gerard Butler como Erik.]

  • BIOGRAFÍA

La historia de Elettra Dantelli no es la más especial de todas cuanto se pueden contar. Nació como hija de la institutriz Vittoria D'angelo y el lutier florentino Alessandro Dantelli, un 21 de abril de 1850, pero no nació sola; un mellizo de nombre Oliviero vino con ella al mundo. Y a ellos se les sumaron tres hermanos y cuatro hermanas, en los años sucesivos: Guido, Fabrizio, Giulia, Mariana, Cordelia, Tiziano y Valeria, siendo esta la más pequeña.

Elettra nació con una malformación en el corazón que los médicos llamaban "la enfermedad del corazón grande" (1) y eso le acarreó problemas durante toda su vida, como era el que le faltase el aire en algunas ocasiones, los latidos arrítmicos... La idea de Vittoria de que aprendiera ballet en la academia florentina fue una buena manera de hacer su corazón más fuerte, además de la mejor forma de mostrar su grandioso talento.


Tal vez fue eso lo que la hizo llamativa a los ojos del conde Philippe, de Chagny en 1867, cuando ella contaba diecisiete años, le ofreció ser una de las bailarinas de la gran Ópera Popular de París que otrora albergaba la Real Academia de Danza. O tal vez fue su hermoso atractivo, ese cabello largo y cobrizo con flequillo abierto, sus ojos azules y vivarachos, su delicada y estilizada figura, sus 165 cm de estatura o aquellos labios que incitaban a besarlos lo que le llevó a proponerla en matrimonio con su hermano menor, Raoul. Para Elettra supuso paliar la situación económica de su familia, que se había endeudado para pagar las medicinas y tratamientos que le hacían falta para mantener controlada su enfermedad. De esta forma, los Dantelli fabricarían instrumentos en exclusiva para la Ópera y, así, su situación mejoraría considerablemente. Sin embargo, lo que era un matrimonio de conveniencia (y beneficioso para ambas partes) terminó despertando sentimientos muy fuertes en la mujer por el Vizconde.

No sería hasta tres años después, en 1870, cuando extraños sucesos, achacados a un ente en principio sobrenatural, llevarían a la figura de Christine Daaé a lo más alto de su carrera... y a la perdición de Elettra. Pues Raoul estaba enamorado de Christine y durante la noche del estreno de "Il Muto", la nueva producción que se estrenaba en febrero de 1871, el vizconde no apareció en la fastuosa catedral de Notre Dame para cumplir con su parte del acuerdo. Elettra no lo vio venir... Y en ese instante sus ojos se llenaron de ira y odio, al encontrar a Raoul y Christine jurándose amor eterno, faltando a su promesa.

Pero lo que sus ojos también encontraron fue a un hombre desolado, con casi medio rostro oculto bajo una máscara blanca, que destrozaba una rosa en pleno enfado... y que intentó deshacerse de ella por haber descubierto que su existencia no era un mero rumor. 

Erik Destler. El Fantasma de la Ópera. Genio y figura, oculto al mundo por la deformidad de su rostro y, sin embargo, letrado y culto. Joven, en contra de lo que muchos creían, pues en el año en que nuestra historia se desarrolla, Erik contaba con apenas veintisiete años. Era lo que tenían los genios: un cerebro privilegiado a muy temprana edad, rechazado por sus padres a causa de la deformidad del lado derecho de su rostro que ocultó tras una máscara de porcelana blanca. Un viajero que aprendió demasiado, que se ganó demasiados enemigos. Cuyos sueños, más mundanos que irreales, no eran más que eso. 

Tal fue que ambos entendieron el mutuo sufrimiento que padecían, y su tiempo empezó a compartirse de manera sistemática; comenzó como una disculpa velada, un malentendido aclarado que acabó partiendo desde inesperadas notas cuidadosamente colocadas en los más inhóspitos lugares del fantástico teatro a encuentros furtivos, nada casuales, buscados y deseados. Hasta que el corazón, que pudo más que cualquier razón, decidió unirlos por algo más que la música y la venganza. Pues Elettra aceptó la deformidad de Erik y la amó sin condición ninguna; y Erik se prendó del fuego de su alma, llegando a decir de ella 《que era pasión, caos y armonía al mismo tiempo, etérea como las llamas descontroladas que todo lo devoran a su paso.》


Toda historia de amor tiene su parte trágica, ya que la fantasmal pareja (a quien Erik presentó como su Novia Espectral la noche de Carnaval de 1872) ignoraba por completo la contraofensiva de los traidores. Intentarían destruirlos, crearles una trampa, engañar a Erik haciendo creer que había perdido a su Elettra, en vano.

Solo entonces, cuando el entuerto se resolviera, Erik y Elettra huirían a Florencia, donde Alessandro los esperaba, donde recibiría a Erik como uno más de sus hijos, consintiendo el matrimonio entre su hija y el Fantasma el 24 de junio de 1874, negándose a esperar más tiempo. 

Pero quién sabe lo que a la pareja le queda por vivir. Pues nuevas caras, y otras viejas, aparecerían una vez más para atormentarlos y conducirlos por un misterioso sendero. Esta vez, juntos.

  • FÍSICO Y CARÁCTER

Elettra y su mellizo comparten los mismos rasgos: ojos azules, cabello rubio cobrizo ligeramente ondulado y sonrisa traviesa. Además su rostro cuenta con dos lunares estratégicamente ubicados, discretos, uno sobre la comisura del lado izquierdo y otro bajo el derecho. Es hermosa, grácil y ágil en sus movimientos, expresiva en su danzar, resultando una bailarina talentosa. La deformidad de su corazón provoca que se ahogue en ocasiones, pero puede controlarlo. Inteligente, culta, entiende de música y le apasionan las artes escénicas, los museos, las labores, los libros y la música de Erik. Su acento italiano es característico y puede llegar a hablar su lengua natal sin darse cuenta de que no la entienden. Para ella, la familia es clan, sagrada, todos sus integrantes están íntimamente unidos. Puede enfadarse y, en verdad, al hacerlo se tensa, discute, llegando a decir cosas que no piensa realmente y cuando se tensa, deja de respirar. No es vengativa, sino que es de las que prefieren sufrir en silencio, pese a que se vengó de Raoul. Es un ser cariñoso, que siempre trata con afecto y respeto a la gente y demuestra ese cariño que siente no sólo con palabras. Elettra es valiente y buena, pero no ingenua; sin embargo, necesita (y busca) sentirse protegida a raíz de las muchas inseguridades que su fallida boda con Raoul trajo como consecuencias. No es de las que se prendan de un hombre a primera vista, pero a Erik lo ama con verdadera pasión, al margen de su físico, lo cuida y defiende sin importar lo que venga después. Le agobia la prensa, la gente intrusiva y empezó a rehuir de los encuentros sociales masivos tras haber sido plantada en el altar.


  • ACERCA DE LA RELACIÓN ENTRE ERIK Y ELETTRA.

Cabría destacar que esta inusual pareja comparte un amor puro y sincero como sólo los niños pueden compartir. Se protegen mutuamente, se respetan, se hacen libres. Ella baila las canciones que él le compone, pues las óperas que componía para Christine, poco a poco se transformaron en ballets para Elettra; pues en cuanto la vio danzar libre como el viento, ese amor se transformó en devoción. Elettra enseñó a Erik, y Erik enseñó a Elettra. Se necesitan, como el aire para respirar o el agua para vivir, son dos mitades imperfectas de un todo perfecto. Y es un amor que compartieron durante muchos, muchísimos años. Tal es, que cuando Elettra murió a muy avanzada edad, Erik le siguió apenas un par de horas después por el dolor que le suponía afrontar su existencia sin ella. Y están enterrados juntos, féretro con féretro, donde se pueden apreciar, siempre frescos, ramos de lirios blancos y rojos que parecen negarse a abandonarlos. 

Y los Dantelli los amaban, pues no habían visto algo así desde la trágica historia de Abelardo y Eloísa. 

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(1). La enfermedad que padece Elettra es hipertrofia cardiaca, que provoca un agrandamiento anormal del corazón. En su caso, se mantiene estable y controlada gracias a ciertas medicinas de la época y la resistencia muscular desarrollada con el ballet.