Entre los nombres que resuenan en el linaje prohibido de los Veiryth, uno en particular arde con intensidad propia: Razhiel, aunque en el mundo de los humanos se hace llamar Noah. Nacido un 12 de junio de 1902, su dualidad refleja su misma naturaleza híbrida: una mezcla impía entre yokai y demonio, destinada a ser temida y rechazada por ambos bandos.

De cabellos pelirrojos como brasas encendidas, Razhiel lleva en su apariencia el fuego que lo consume por dentro. Sus ojos, de un ámbar profundo con destellos carmesí, revelan la sangre demoníaca que corre por sus venas, mientras que su porte y sus movimientos muestran la astucia y gracia de un yokai ancestral. Su piel lleva marcas sutiles que parecen vibrar como llamas apagadas, despertando con cada uso de sus poderes.

Si Lucian representa la luna y la mente calculadora, Razhiel es el fuego indomable y el instinto. Donde su primo mantiene la calma y la estrategia, él actúa con la intensidad de una llamarada: impulsivo, directo y ferozmente leal. Juntos no son opuestos, sino dos extremos de la misma sangre prohibida, el equilibrio entre la razón y el corazón.

Su poder más temido —y al mismo tiempo el más hermoso— es la capacidad de transformarse en un zorro completo, herencia de su linaje yokai. En esa forma, su pelaje se vuelve un rojo incandescente con puntas ennegrecidas como cenizas, y de su cuerpo emana un fuego sobrenatural que no quema la carne, pero sí el espíritu. Sus ojos permanecen inhumanos, brillando como brasas, y a veces se manifiestan colas espectrales que revelan su herencia demoníaca. Sin embargo, esta transformación es un arma de doble filo: cuanto más tiempo permanece en ella, más cerca está de perderse en la furia de su sangre infernal.

Razhiel también comparte su vida con un compañero tan especial como él: Inari, un zorro etéreo que refleja su herencia yokai-demoníaca. Con pelaje rojizo oscuro y colas etéreas que cambian según su energía, Inari actúa como consejero, guardián y aliado en combate. Capaz de moverse entre planos y fusionarse temporalmente con Razhiel, Inari refuerza sus poderes y lo protege de amenazas invisibles.

A diferencia de Lucian, Razhiel eligió vivir más cerca de los humanos, ocultándose bajo el nombre de Noah. Su condición de Alfa lo convierte en líder natural, protector del pueblo y de su entorno, pero su personalidad ardiente y directa le permite también interactuar con los humanos sin temor, algo que su primo no hace con la misma facilidad.

En el mundo humano, Razhiel combina su fuego interior y su astucia para mantener un equilibrio discreto y poderoso: es dueño de un café-bar exclusivo para híbridos y seres sobrenaturales. Este lugar íntimo y elegante le permite proteger secretos, crear conexiones estratégicas, entrenar aliados y vigilar el pueblo sin exponerse completamente. Su residencia, ubicada cerca del café-bar, es una casa elegante y algo antigua, con jardines que florecen sin estación y pequeños encantamientos mágicos que protegen su hogar y ocultan su verdadero poder.

Aunque actúa con independencia, Razhiel es aliado y confidente de Lucian, compartiendo la misma sangre prohibida y el mismo objetivo: proteger su pueblo y sus secretos. Su relación es más que familiar; es un vínculo de hermanos de espíritu, donde el fuego de Razhiel complementa la sombra y el intelecto de Lucian.

Razhiel Noah Veiryth es, en definitiva, la llama que nunca se extingue, la chispa prohibida que ilumina y quema a la vez, la fuerza indomable que camina entre mundos y protege lo que ama sin pedir permiso.