•| Información General |•

Nombre: Aki Inari

Clase: Yokai - zorro blanco 

Género: Masculino

Edad: 19 (aparente)

Altura: 1.77 m

Peso: 68 kg

Orientación: Homosexual

Ocupación: Errante – Protector de un antiguo santuarios olvidado

 

•| Información Psicologica |•

Personalidad: Aki aparenta ser distante y frío, mostrando pocas emociones en su rostro. Sin embargo, en su interior guarda una calidez y empatía profundas, aunque rara vez deja que otros lo noten. Es protector con quienes logran ganarse su confianza. Suele reflexionar mucho y tiene un aire melancólico.

Es introvertido pero con gran capacidad de liderazgo cuando es necesario.

Gustos: La luna llena, el silencio de los bosques, el sonido del agua, leer historias antiguas, los dulces tradicionales.

Disgustos: La traición, los lugares abarrotados, el fuego excesivo (por razones de su pasado), las mentiras.

 

•| Características |•

Vestimenta: Suele usar vestimentas tradicionales en color blanco con bordados dorados y toques de rojo y negro, a conjunto con sandalias tradicionales.

Amuletos: Katana espiritual “Hakuryuu” (Dragón Blanco). Talismán de sellado para contener energías oscuras.

•| Historia |•

Aki Inari nació como un espíritu zorro blanco ligado a los santuarios de Inari. Mucho de su tiempo lo dedicó a ser guardián de la pureza y mensajero de los dioses. Sin embargo, con el paso de los años y el olvido de las tradiciones, su santuario fue abandonado. Obligado a sobrevivir en un mundo que ya no cree en espíritus, Aki se convirtió en un errante que vaga entre lo humano y lo espiritual pero con un cuerpo físico.

 

Su frialdad exterior surgió al presenciar cómo la humanidad destruía los lugares que alguna vez juró proteger. Pese a ello, no ha perdido la bondad en su interior: todavía ayuda a quienes lo necesitan, aunque rara vez acepte agradecimientos.

 

Poderes: Manipulación de ilusiones, control parcial sobre el hielo y la nieve, transformación en zorro blanco de múltiples colas, invocación de llamas espirituales puras.

 

Debilidad: En lo profundo, Aki teme al fuego devorador. Durante un ataque de monjes exorcistas, siglos atrás, perdió a su hermano gemelo en un incendio que no pudo detener. Esa herida lo atormenta y, aunque lo oculta, cualquier confrontación con fuego intenso debilita su espíritu y lo llena de inseguridad.

 

En silencio, Aki busca redención y quizás un lugar donde volver a pertenecer, aunque sabe que su camino será solitario… a menos que alguien logre atravesar las murallas de hielo que rodean su corazón.