LILLIAN KYLE ISLEY QUINN.

 

BASIC DATA:

𝓝ombre completo: Lilliana Kyle Isley Quinn.

𝓐podos: Lilly, cachorrita ( solo Harley ), pequeña joya ( solo Selina ), florecilla ( solo Pamela ), animal, pequeño animal salvaje. También algunos que han tenido la desdicha de sufrirla la llaman esquizofrénica y loca de varias maneras.

𝓝acionalidad: Gotham.

𝓮dad: 22.

𝓒umpleaños: 25 de agosto.

𝓻esidencia: Gotham.

𝓸cupación: Veterinaria. Miembro de la nueva generación de las sirenas de Gotham.

𝓟oderes: Control animal. Tiene una conexión con estos que va más allá de lo humanamente posible. La posee desde nacimiento, nació con esos dones. Es capaz de comunicarse con los animales, todos sin excepción, pues entiende perfectamente a estos. También puede calmar incluso al más salvaje, así como ordenarlos a hacer lo que ella desee. Incluso se puede transformar en cualquier animal a su gusto.

𝓢exualidad: Bisexual.

𝓮stado civil: Soltera.

𝓘diomas: Inglés, galés, francés, nórdico, ruso, árabe, español, sueco, rumano, chino, japonés, portugués, alemán, indio, turco, vietnamita, coreano, persa, italiano y polaco.

𝓯c: ( sometido a constantes cambios hasta decidir uno fijo )

 

FAMILIA Y RELACIONES:

padre biológico : desconocido.

madre biológica : desconocida.

madres adoptivas: 

  1. Selina Kyle, catwoman: La más reticente en un inicio a quedarse con la menor, pero a ojos de la ley, la que ejerce como su tutora. Selina adora con pasión a esa niña, y Lillian la adora a ella de la misma incondicional manera. Gracias a Selina, no es tan salvaje como podría ser sin su influencia, y tiene algunos gustos refinados. De hecho, Selina no se detiene de intentar refinar un poco a la menor.
  2. Pamela Isley, poison Ivy: A la que más cercana es de sus tres madres, la que más la ha ayudado con sus propios poderes, y, sin duda, y sin hacer de menos a sus otras dos madres, su favorita. Lillian es la niña de sus ojos, su consentida, y la única capaz de rivalizar con Harley y sus plantas por el gran amor que le profesa. Los paseos que desde pequeña suelen dar juntas por el bosque, compartiendo tiempo a solas solo madre e hija con sus dones y la naturaleza con la que tan conectada ambas están, es uno de los pasatiempos favoritos de ambas féminas.
  3. Harleen " Harley " Quinzel: La madre divertida, ese título sin duda se lo lleva Harley. La que casi parece tu mejor amiga más que tu madre. Harley no es solo la que te anima a hacer todas las locuras, es la que se une a ellas. Tu mayor complice. Pero más allá de todo eso, o aparte de eso más bien, es de sus tres madres, con la que Lillian es más protectora. Al igual que su madre - Pamela - odia al Joker por todo el daño que le hizo a su madre - Harley - y siempre está ahí para protegerla de este y de cualquiera. De hecho, tal es así, que protegiendo a su madre - Harley - una vez fue secuestrada y torturada por el Joker.

 

GUSTOS Y DISGUSTOS:

𝓒omida favorita: Tiene bastante buen comer, cosa que se debe sin dudar agradecer a sus madres, de ahí que tenga varias comidas favoritas. Para merendar le encanta el sándwich especial de su madre Harley. Su postre favorito es el helado, el mismo por el cual su madre Selina le inculcó el gusto. Y para cenar u tranquilizarse, la bebida especial de su madre Pamela, preparada por esta misma y receta única de la mítica Poison Ivy.

𝓒omida menos favorita: Con el buen comer que tiene, es raro que hagas ascos cuando de comida se trata. Sin embargo, y para desgracia de Selina, odia el sushi. Con lo cercana que es a los animales eso de comer pescado, y encima crudo, como que no.

𝓛ibro favorito: Aquí, finalmente sí pudo salir vencedora Selina. Su libro favorito fue uno que le regaló esta, y que leyó gracias a la misma: el arte de la guerra.

𝓛ibro menos favorito: Probablemente la biblia. Ni la ha leído, ni le interesa.

𝓢erie o película favorita: Harley era la que siempre la sentaba con ella frente al televisor y ponía uno y mil programas ( no todos recomendados para una niña, pero siendo Harley Quinn, ¿qué esperabas realmente? ). De forma que, sus favoritos, así tengan muchos años y sean muy antiguos, por lo cual no van a la " moda " ( cosa que no podría importarle menos ), son aquellos que siempre veía con su madre. También los documentales, es una friki total de estos.

𝓢erie o película menos favorita: Cualquier cosa que catalogue como aburrida. Las segundas oportunidades no van con ella, ni siquiera cuando de un entretenimiento se trata.

𝓜úsica favorita: Otra de las cosas en las que Selina consiguió ganar. Pese a que tiene buen oído, y le gusta casi todo género musical, su predilección iría dirigida a la música clásica. Pese a que adora bailar con su madre Harley las canciones de moda y tan ruidosas que esta pone a todo volumen en la cadena musical.

𝓜úsica menos favorita: Las canciones donde más que cantar parece que solo se den gritos, o las que incluyen sonidos molestos similares a pitidos. Tampoco es de baladas, pero puede soportarlas mejor que las dos menciones anteriores.

𝓒olor favorito: No es muy exquisita en este campo, tampoco, sin embargo, adora los colores de sus tres madres, precisamente por estas. El negro de Selina, con el cual su oscura alma puede identificarse. El verde de Pamela, pero también el rojo de su cabellera y del fuego que habita en el interior de la joven. El rosa, color del cual ella misma se tiene el cabello, y el azul, ambos por Harley.

𝓒olor menos favorito: Como decíamos, no es muy exquisita. Aunque no le gustan los colores muy chillones. El amarillo chillón o el naranja chillón, por ejemplo.

BACKGROUND:

Era un día como otro cualquiera en la vida de Pamela Isley. Se había adentrado en el bosque, siempre tan conectada con la naturaleza. A punto de irse y volver a casa, donde Harley la esperaba ( y a la que sabía que no podía dejar mucho tiempo sola ), además, estaba comenzando a llover y ya se hacía tarde, la luz solar se esfumaba lentamente, cuando de pronto... Algo llamó su atención.

¿O deberíamos decir alguien?

Se acercó hacia un árbol, viendo a ras de este a una bebé abandonada. Una recién nacida. No tendría más que unos días, o puede que unas semanas.

La villana la habría dejado ahí. Habría dado media vuelta y se habría largado sin mirar atrás. O puede que se hubiera quedado y disfrutado de ver como los lobos que se acercaban a la niña la devorasen. Sin embargo, no pudo. Fue incapaz cuando sus ojos conectaron con los de la menor y fue como un certero golpe directo al corazón. De esos que te sacan el aire de los pulmones. Así se sentía, podría jurarlo. Por primera vez experimentaba una conexión especial con otro ser humano que no eran Harley o Selina.

Pero eso no era todo. Pamela se había quedado estática, sin poder moverse, observando a la menor, mientras que a diferencia de ella, los lobos sí se acercaban. Con el cuerpo en tensión, veía a estos olfatearla, y cuando creía que iban a comerla y sentía los deseos de intervenir, más que preparada para hacerlo . . . La bebé alzaba una de sus pequeñas manitas, inocente y sin saber que hacía seguramente. Dicha manita terminaba posándose sobre la nariz del lobo, y entonces, ante los ojos de Pamela, se obró la magia. Se vio a si misma con sus plantas, vio la misma conexión. Con asombro vio como los lobos dejaban su hambre atrás, y en su lugar, parecían querer cuidar de la niña.

Fue inevitable para Pamela acercarse a ella, y al cargarla, dejó todas sus dudas atrás. Su corazón latiendo como nunca, como ni siquiera Harley había conseguido. El instinto de cuidar de esa niña parecía competir con su instinto de proteger a Harley del Joker.

Esa tarde-noche, Pamela volvió a la casa que compartía con Harley - aquella amiga con la cual estaban comenzando una relación, con Pamela más enamorada que la rubia, y ayudando a esta a intentar sanar de la toxicidad del Joker - con la bebé en sus brazos.

Resultaba que, Harley no estaba sola. Selina se había autoinvitado, como solía hacer bastante a menudo, a decir verdad.

Las dos se quedaron sorprendidas al ver a la pelirroja, o más bien lo que tenía entre sus brazos.

Harley fue la primera en recuperarse, y dando un saltito y alegres palmadas, comenzó a dar vueltas sobre a si misma, antes de acercarse, con alegres saltitos, hacia Pamela y la bebé.

—— ¿Nos la vamos a comer?

Sí. Esas fueron las primeras palabras de rubia. A las que Pamela negó. Selina, por su parte, se encontraba cruzada de brazos, y negándose bastante en un principio. Ambas escucharon a Pamela, pero aquello no era suficiente con esas dos mujeres. No fue hasta que la menor abrió los ojos, y tanto los de Harley como los de Selina chocaron con estos, que sintieron lo mismo que la más alta del trío de amigas.

Intentando ser la voz de la razón, Selina se continuaba negando, aunque ya no tenía tanta fuerza - ni ganas -, al parecer. Harley por su parte fue la que propuso la idea que, aunque sonase a locura, las tres se dieron cuenta que deseaban: ser las mamás de esa pequeña.

Claro que no cualquiera permitiría que esas tres mujeres adoptaran a nadie, por eso, varios días después, cuando Selina las convenció de hacerlo oficial, fue solamente la de cabello oscuro la que firmó la adopción. De las tres era la que más probabilidades tenía.

Pese a ello, la niña viviría con Harley y Pamela, aunque Selina las visitaba todos los días, ya no solo por sus amigas: por la niña. Si la dejaba criándose sola con esas dos, por más que las amase, también le aterraba incluso a ella lo que podría ocurrir. Es que no quería ni pensarlo.

Y poco a poco, así fue como la niña creció. Con aquellas tres mujeres que la educaban a su peculiar manera, que le inculcaban lo mejor y lo peor de ambas. Nadie jamás pondría la mano en el fuego y jurarían que no era hija de estas, no cuando la menor resultaba ser la mezcla perfecta de aquellas tres mujeres. Tenía lo mejor y lo peor ( para el punto de vista de los héroes ) de las sirenas originales de Gotham. Incluso un gran desequilibrio mental que la convertía en una paciente mental real, lo que juraban que venía de Harley. Tenía con los animales la misma conexión y similitud que Pamela con sus plantas. Tan sigilosa, ágil, y a su vez, pese a que era una criatura salvaje, sabiendo tener su parte refinada gracias a Selina.

La menor resultó ser un genio, y aprendía rápido todo. Se empapaba de todo con gusto. Con Pamela estudiaba las plantas, la ciencia y sus propios dones con los animales. Con Harley hacía gimnasia, e incluso esta le dejó las antiguas notas que tenía de cuando era Harleen Francés Quinzel. Selina también la entrenaba y enseñaba, pese a que fue la misma Selina gracias a la que fue a la escuela, pues insistió hasta convencer a sus dos amigas. Y fue cuando descubrieron que la menor era un genio, tanto que, a la hora de estudiar una carrera, ella cursó varias a la vez. Una por si misma y sus dones: quería ser veterinaria, sí. Otra por el amor a dos de sus madres, y lo bien que se le daba y siempre había aprendido en casa con ellas: consiguió convertirse en científica y contar con varios doctorados a sus espaldas pese a ser tan joven. Pero, ¿qué hay de Selina? Fue por su tercera madre, siguiendo los consejos de esta, que estudió finanzas también.