El paquete había llegado un lunes lluvioso, de esos en los que la ciudad olía a asfalto mojado. Iluna lo había desempacado con la misma ceremonia con que abría todo lo que olía a magia vieja: con tijeras de plata, con Rune observando a lo lejos como un juez peludo, y con los ojos de sus seguidores de TikTok e Instagram puestos sobre ella a través de la pantalla.
El espejo era precioso.
Ebano tallado con runas que no coincidían con ningún alfabeto que conociera. Lo coloco en un rincón de la tienda, entre velas y Tarots polvorientos.
El primer dia, solo fue un susurro.
— Iluna...
Tan suave que lo atribuyó al viento. A la madera vieja crujiendo. Al cansancio.
El segundo día, el reflejo comenzó a retrasarse.
Se peinaba, y su imagen en el espejo tardaba tres segundos en imitarla. Sonreía, y el reflejo fruncía –casi de forma imperceptible– el ceño.
El tercer dia, habló.
— ¿Cuánto miedo cabe en una bruja que no se atreve a mirar atrás?
Su propia voz, más joven, más dulce, como un murmullo en el viento, salió del cristal esa noche. Iluna no pestañeó. Sabía las reglas: "nunca muestres miedo a lo que vive en los espejos". Prefirió ignorarla.
Al cuarto día, la volvió a escuchar.
— ¿Extrañabas mi voz? —susurró el reflejo.
— Cállate —respondió finalmente— No eres yo...
El reflejo sonrió. Era ella, pero más joven, con los ojos brillando como brasas, y el vestido blanco que tenía puesto cuando el pueblo ardió.
— Claro que no —cabeza ladeada— Yo no hui. Yo disfruté el fuego. Y por eso él se fue. ¿Recuerdas su cara cuando–?
CRASH.
Iluna golpeó el espejo. El marco se astilló un poco, pero el vidrio permaneció intacto.
— ¡Mentira! —su voz salió quebrada, infantil, con una sonrisa incrédula.
El reflejo rió, antes de desvanecerse como humo.
— Búscame bajo las cenizas, Iluna...
Al día siguiente, el espejo apareció en su instagram y Tiktok:
( @WitchPleaseDont )
Iluna🔮:
Vendo espejo antiguo. Perfecto para decoración o... conversaciones íntimas. 🖤 #Oculto #LoVendoPorqueNecesitoEspacio #WitchTok
Alguien lo compró al instante.
El comprador no dejó nombre. Solo una dirección.
Y un mensaje:
✉️ "Siempre quise conocerte, Iluna Vaelström"