Ellas eran mi familia… No, ellas SON mi familia. Fue Jody quien me acogió cuando toda mi vida se fue a la mierda, fue Jody quien tomo bajo su cargo a una adolescente dolida, enfadada con el mundo y con ganas de venganza. Los Winchester me llevaron hasta ella, pero nada le obligaba a soportar mis enfados, a solucionar los problemas que yo causaba con mi desdén hacia el mundo y sobre todo nada le obligaba a darme el amor y la comprensión de una madre.
Pero ella lo hizo. Lo hizo porque era una madre sin hijo, y yo una hija sin madre.
Claro que era consciente de todo cuanto ella me ofrecía, y lo valoraba, por mucho que me esforzara en demostrar que no. Me esforzaba en dejar a todo el mundo fuera, porque hasta esos momentos todo el que había querido, todo el que me había importado, se había ido, me había abandonado, de una manera o de otra.
Alex venia en el paquete, junto con aquella madre postiza que yo no había pedido, y que me esforzaba por rechazar.
Había tenido un padre, una madre, una abuela, después me había quedado sola, y de pronto tenia de nuevo una madre, y como nueva adquisición tenía una hermana.
Una hermana que se esforzaba por ser perfecta, todo lo contrario a lo que yo era. Donde yo traía caos, Alex era orden.
Por dios como llegue a aborrecerla… Y a pesar de todo, esa pedante también consiguió hacerse un hueco en mi corazón.
Poco a poco ambas consiguieron derretir el hielo con el que me protegía, y cuando Patience llegó a esta extraña familia, casi parecíamos felices.
Joder no lo parecíamos, lo éramos. Pero siempre he sido algo corta de miras, y tan solo me he dado cuenta cuando ya es tarde. Ya no tenemos esa vida, ya ni si quiera las tengo a ellas. Ahora cuando levanto la mirada de este diario no veo a Jody mirándome desde la puerta, ni el coche de Alex llegando a casa después de su turno en el hospital…
Ahora el mundo se ha ido al carajo, y aun así, al menos hasta hace dos días estaban conmigo…
Hasta hace dos días…
Los ánimos estaban realmente bajos después de la perdida de Donna. Habíamos conseguido encontrar otro refugio, llevábamos ya un tiempo asentadas allí, parecía seguro, y aunque no era como el que habíamos tenido hasta ese momento, era mejor que nada.
Seguían llegando personas perdidas, y nosotras seguíamos aceptándolas, a pesar de que la comida y el espacio escaseaban, porque… ¿Qué otra cosa podíamos hacer?
Aquella mañana un pequeño grupo se estaba preparando, necesitábamos comida, y conseguir algunas medicinas tampoco nos vendría mal.
A pesar de mis reticencias, Jody había insistido en ir. Por supuesto yo iría con ella, pero Alex y Patience me habían frenado.
“𝑄𝑢𝑒́𝑑𝑎𝑡𝑒 𝑦 𝑝𝑟𝑜𝑡𝑒𝑔𝑒 𝑒𝑙 𝑐𝑎𝑚𝑝𝑎𝑚𝑒𝑛𝑡𝑜, 𝑠𝑖 𝑜𝑐𝑢𝑟𝑟𝑒 𝑎𝑙𝑔𝑜 𝑛𝑒𝑐𝑒𝑠𝑖𝑡𝑎𝑟𝑎𝑛 𝑎𝑙𝑔𝑢𝑖𝑒𝑛 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑡𝑢 𝐶𝑙𝑎𝑖𝑟𝑒, 𝑛𝑜 𝑝𝑜𝑑𝑒𝑚𝑜𝑠 𝑑𝑒𝑗𝑎𝑟𝑙𝑒𝑠 𝑠𝑜𝑙𝑜𝑠, 𝑛𝑜𝑠𝑜𝑡𝑟𝑎𝑠 𝑙𝑎 𝑎𝑐𝑜𝑚𝑝𝑎𝑛̃𝑎𝑚𝑜𝑠.”
No sé porque las dejé convencerme…. Me repito que de haber estado allí tampoco podría haber hecho nada… pero no paro de pensar que jamás podre saberlo de verdad. Que quizás podría haberlas salvado…
Dos días después, cuando estaba a punto de salir a buscar al grupo de exploración, Kyle entró al refugio sin decir una sola palabra. Tenía los ojos rojos, estaba por completo destrozado, apenas era capaz de caminar por sí solo. Y a pesar de todo, pareció encontrar fuerzas al verme para decirme algo que ya sabía, que ya había sabido nada más verle.
"𝐹𝑢𝑒𝑟𝑜𝑛 𝑙𝑜𝑠 𝑎́𝑛𝑔𝑒𝑙𝑒𝑠," dijo. "𝑈𝑛𝑎 𝑝𝑎𝑡𝑟𝑢𝑙𝑙𝑎. 𝐶𝑎𝑦𝑒𝑟𝑜𝑛 𝑟𝑎́𝑝𝑖𝑑𝑜. 𝑁𝑜 𝑠𝑢𝑓𝑟𝑖𝑒𝑟𝑜𝑛... 𝑚𝑢𝑐ℎ𝑜."
Era una mentira. Siempre se sufría. En este puñetero mundo solo quedaba eso, dolor.
Las había perdido a todas.
Jody.
La última persona que me hacía sentir a salvo. Quien me enseñó que ser una tía dura, no estaba reñido con poder amar. Sé que se fue luchando, porque Jody no era de las que se arrodillan, y mucho menos frente a aquellos emplumados.
Alex.
Mi hermana. Aunque no compartiéramos sangre. Era tan distinta a mi… siempre callada, siempre firme. Tenía algo parecido a Donna, siempre veía la luz donde nadie más. Siempre lo arreglaba todo, incluso cuando estábamos rotas. Y ahora… ¿Quién va a arreglar esto?
Patience.
Dios, su última visión debió de ser horrible, ¿quizás vio aquel final antes de que ocurriera? ¿quizás supo que yo era la única que podia salvarse? Se calló para no asustarnos. Así era ella, llevaba el peso del mundo con una calma que jamás llegare a comprender.
Quiero gritar, quiero dejarlo todo ¿Cómo voy a seguir yo sola? No soy capaz de hacerme cargo de mi misma… ¿Cómo voy a hacerlo de un campamento entero? Todo el mundo está esperándome, esperando que decida, que lidere, que proteja y yo solo quiero huir, despertar…
Pero no puedo, porque Jody no lo aprobaría, Alex me diría que aún hay gente que salvar, vidas que proteger, porque Patience querría que viera más allá de mi propio dolor…
Así que en lugar de gritar, aprieto los dientes, respiro, y sigo.
Por ellas.