╭──╯ . . . . . ᴅᴀᴛᴏs ʙᴀsɪᴄᴏs . . . . . ╰──╮

 

ᴄᴀᴛᴇɢᴏʀɪᴀ ㋦ ────✧

╰─➛ SA

 

Bando ㋦ ────✧

╰─➛ Anti-villanl espiritual de naturaleza invasora. (Riku fue sellado por siglos, aislado del mundo. Su alma se fragmentó, perdiendo claridad entre protección, rencor y vacío espiritual).

 

(Anhela ayudar, pero su poder nace del caos. Actúa sin filtros morales claros, oscilando entre ternura profunda y destrucción desatada).

 

Nombre ㋦ ────✧

╰─➛ Riku kisaragi. 

 

Edad ㋦ ────✧

╰─➛ 1,233 (Aunque posee cuerpo de niño, Riku es un antiguo espíritu que ha vivido más de mil años).

 

Género ㋦ ────✧

╰─➛ masculino. 

 

Raza ㋦ ────✧

╰─➛ Espíritu ancestral tangible (caótico, invocador, poderoso, sellado, emocionalmente inestable, criatura espiritual).

 

Orientación ㋦ ────✧

╰─➛ Riku es demisexual, desarrolla atracción solo tras un fuerte lazo emocional o espiritual.

 

Historia ㋦ ────✧

╰─➛En los días arcanos, cuando los firmamentos aún no conocían la sombra del juicio, fue sellada la Criatura del Caos Absoluto, nombrada Rin por lenguas que no comprendían su designio. Y así, entre sutras rotos y pactos de fuego, los sabios de la era desterraron su espíritu a los confines del olvido, donde el tiempo se deshace como cera ante la llama del orden.

 

Mas he aquí, que con el quebranto del noveno sello y la desmemoria de los custodios, volvió la niña de mirada clara y siglos encallados. No por redención, ni por condena, sino por aquel susurro eterno que los hombres llamaron desequilibrio. Y los que la nieguen, sean tragados por el eco de su existencia.

Equipamiento ㋦ ────✧

╰─➛ 1. Ofuda maldito (su sello). 

 

2. Campana espiritual. 

 

╭──╯ . . . . . Habilidades y Poderes . . . . . ╰──╮

 

Afinidad de elemento㋦ ────✧

╰─➛Caos espiritual (innato).

Habilidades de personaje ㋦ ────✧

╰─➛

 

1 -shirokami no ikari (白神の怒り):

 

Rin tiene la capacidad de invocar espíritus menores, seres que se manifiestan con apariencia de animales y criaturas conocidas, pero con una peculiaridad que los hace inconfundibles: su cuerpo es completamente blanco, y en lugar de ojos comunes, miles de puntos rojos los forman en su rostro y todo su ser, dándoles una mirada penetrante y eterna. Estas criaturas varían en tamaño, desde diminutos insectos que caben en la palma de una mano hasta imponentes seres de medio edificio, todos con habilidades únicas que responden a la voluntad de Rin.

 

Entre ellos se encuentran los Hakuryu, lagartos cuya habilidad más destacada es su asombrosa regeneración. Incluso si sufren heridas tan devastadoras que destruyen la mayor parte de su cuerpo, siempre y cuando no sean completamente aniquilados, pueden restaurarse de manera casi milagrosa, permitiéndoles sobrevivir a los ataques más mortales y prolongar la lucha. Solo cuando el 90% de su ser es destruido dejan de existir, convirtiéndolos en guerreros incansables que resisten el paso del tiempo.

 

Las Shirasu, aves que surcan el aire, tienen un poder tan impresionante como mortal. Sus plumas, afiladas como cuchillas, son lanzadas a velocidades vertiginosas y atraviesan cualquier barrera material. Sin embargo, su verdadera fuerza radica en su capacidad para dañar no el cuerpo, sino el alma misma de sus enemigos. Cada pluma que se incrusta en la carne del adversario drena lentamente su energía vital, debilitándolo con cada ataque. La única forma de deshacer su poder es a través del fuego, que consume sus plumas y acaba con su amenaza.

 

Las Koshira, avispas dotadas de una peligrosísima capacidad, inyectan un veneno paralizante a través de sus aguijones. Inicialmente, el veneno actúa de forma sutil, pero con cada picadura adicional, la paralización avanza, hasta que el cuerpo del enemigo se ve completamente inmovilizado. Sin embargo, su peculiar habilidad no termina ahí. Si las avispas son dañadas, se multiplican, lo que convierte a un ataque en una amenaza constante e interminable. Solo el agua puede acabar con ellas, ya que esta les disuelve en cuestión de segundos.

 

Las Shirakumo, arañas de naturaleza astuta y estratégica, tienen la capacidad de extender un dominio de telarañas que cubre un área extensa. Estas telarañas no solo limitan los movimientos de los enemigos que las tocan, sino que las miniarañas que las componen pueden adherirse al cuerpo de su oponente, uniendo sus hilos a la ropa o piel, facilitando que Rin los lance por los aires o los atrape en su red. Estas telarañas son increíblemente resistentes, capaces de resistir cualquier ataque físico, y solo se pueden romper con un sonido estridente o un golpe contundente que las aplaste.

 

Los Shin'eika, gusanos capaces de moverse rápidamente bajo tierra, explotan en segmentos al impactar en su objetivo. Estos segmentos estallan en cadena, causando una serie de explosiones en su paso sin dañar a los aliados cercanos. Si uno de estos gusanos es cortado, se divide en más fragmentos, lo que hace aún más difícil derrotarlos. Su debilidad, sin embargo, radica en su incapacidad de atravesar estructuras altas fuera del alcance de la tierra o en escudos particularmente resistentes.

 

 los Byakuren, ciempiés que avanzan como una máquina de destrucción. Al enrollarse en un espiral cubierto por una coraza de filosas cuchillas, pueden moverse a gran velocidad y devastar todo a su paso. Su ataque es como un torrente de acero afilado, capaz de triturar cualquier cosa que se cruce en su camino. La única forma de detenerlos es a través de movimientos rápidos y erráticos, como un zigzagueo preciso, o con un ataque lo suficientemente fuerte para romper su coraza, que solo ofrece protección una vez.

 

Tsubakaze son libélulas alargadas y elegantes, de alas transparentes que vibran con una energía apenas perceptible. Cuando surcan el aire, emiten una bruma cortante, pequeñas ráfagas invisibles que causan microcortes en la piel de quienes las rodean, generando un dolor persistente y creciente que entorpece el enfoque en combate. Además, su cuerpo refleja la luz como un prisma, generando un destello prismático que distorsiona el entorno con ilusiones ópticas efímeras pero desorientadoras, útiles para confundir a enemigos sin visión espiritual refinada.

 

Sin embargo, las Tsubakaze son frágiles. Cualquier sustancia que ensucie sus alas, como barro, aceite o ceniza, les impide mantenerse en vuelo. Las vibraciones fuertes o sonidos agudos las desorientan por completo, haciéndolas caer en picado. Por último, sus cuerpos no resisten impactos contundentes o trampas hechas con redes finas, haciéndolas vulnerables si se logra capturarlas.

 

Kirisame son mantis esbeltas y alzadas, cuyos brazos afilados vibran con una calma peligrosa. Al ser invocadas, exhalan una niebla sangrienta, una bruma rojiza que nubla la visión y reactiva viejas heridas en quien la inhale, causando molestia y debilidad en aquellos con historial de combate. Su segunda habilidad, danza cortante, se activa al percibir el miedo o la duda, lo que las hace entrar en un frenesí de movimientos rápidos y certeros, capaces de cortar incluso campos de energía débiles.

 

No obstante, las Kirisame poseen limitaciones claras. Son extremadamente sensibles al frío, que entumece sus reflejos y ralentiza su danza. Su niebla puede ser dispersada por fuertes ráfagas de viento o habilidades que controlen el aire. Finalmente, su exoesqueleto, aunque resistente, no soporta ataques mágicos de impacto expansivo, como ondas o ráfagas elementales de corto alcance.

 

Hebitsuyu es una serpiente alargada y etérea, de escamas tan blancas como la cal y una lengua bifurcada que emite un leve tintineo al vibrar. Su primer efecto, llanto de seda, libera una sustancia pegajosa desde su boca que, al contacto, ralentiza los movimientos del enemigo y nubla su percepción sensorial, como si estuvieran bajo agua espesa. Su segundo efecto, sello de la raíz, se manifiesta cuando Hebitsuyu rodea a su objetivo: una marca espiritual se adhiere a la piel del enemigo y, si no se remueve a tiempo, empieza a sellar lentamente las habilidades mágicas o energéticas de la víctima, limitando su potencial en combate.

 

Sin embargo, Hebitsuyu tiene puntos débiles evidentes. Es completamente vulnerable al calor extremo, ya que su viscosidad se evapora con facilidad. La marca del sello puede ser removida con técnicas de purificación o si el afectado recibe un golpe emocional fuerte, como un grito o un recuerdo intenso. Además, si la serpiente es atrapada o inmovilizada físicamente, sus habilidades se cancelan al perder el flujo continuo de movimiento que necesita para existir.

 

Estos espíritus menores, invocados por Rin con un simple gesto, son su extensión en la batalla, cada uno con una habilidad letal que se adapta a cualquier situación. Con su poder y presencia, Rin tiene el control absoluto sobre el caos que estos espíritus desatan.

2 -Kōjō no Kage (降浄の影):

 

 Rin posee la habilidad de absorber y adaptar los poderes de sus espíritus menores, tomando prestado un fragmento de su fuerza. Aunque nunca igualará la potencia original, logra imitar sus habilidades con una eficiencia del 30%, creando una versión más accesible y flexible de los poderes. Esta adaptación le permite sorprender a sus enemigos con ataques que, aunque limitados, mantienen la esencia destructiva de sus invocaciones.

 

Rin posee la habilidad de moldear su cuerpo como una masa espiritual blanca, sin estructura ósea definida. Puede alargarse, comprimirse, expandirse o transformarse en cualquier forma. Esta capacidad le permite adaptarse a entornos, esquivar ataques o infiltrar espacios reducidos, manteniendo siempre su esencia espiritual intacta y consciente.

 

3- Aka no Shōnen" (赤の小焰):

 

Rin es capaz de invocar Yoken, entidades demoníacas conocidas en la mitología japonesa como onis o apariciones, cuyo poder está basado en las temidas "Artes Sangrientas". Estas artes se dividen en dos tipos: las Artes Sangrientas de Estado, que permiten a cada Yoken realizar habilidades específicas y persistentes, como la manipulación del fuego, la ilusión o la manipulación de la oscuridad(rango alto A rango débil C) ; y las Artes Sangrientas de Área, que confieren a los Yoken un dominio limitado donde sus habilidades se vuelven mucho más poderosas, dominando el espacio a su alrededor. Aunque no hacen invencibles a los Yoken dentro de su territorio, sus habilidades adquieren una nueva magnitud, lo que les otorga una ventaja decisiva al enfrentarse a sus enemigos. Esta habilidad permite que Rin desate el caos y la destrucción de una forma aún más imparable, canalizando la furia de estos demonios ancestrales en su beneficio.