"๐•Š๐•– ๐•–๐•ฉ๐•ฅ๐•ฃ๐•’ñ๐•’ ๐•ฆ๐•Ÿ๐•š๐•”๐•’๐•ž๐•–๐•Ÿ๐•ฅ๐•– ๐•๐•  ๐•ข๐•ฆ๐•– ๐•—๐•ฆ๐•– ๐•ž๐•ฆ๐•ฅ๐•ฆ๐• ; ๐•๐•’๐•ค ๐•ฃ๐•š๐•ค๐•’๐•ค, ๐•๐•’๐•ค ๐•”๐•’๐•Ÿ๐•”๐•š๐• ๐•Ÿ๐•–๐•ค, ๐•–๐• ๐•ค๐•š๐•๐•–๐•Ÿ๐•”๐•š๐• , ๐•–๐• ๐•ก๐•’๐•š๐•ค๐•’๐•›๐•–, ๐•–๐• ๐•’๐•ž๐• ๐•ฃ"

En un rincón del mundo, donde las estrellas parecen más cercanas y el aire huele a nostalgia, Nica y Rigel se conocieron una tarde lluviosa.

El cielo estaba cubierto de nubes, pero no eran nubes grises, sino de un suave tono plateado que reflejaba la luz de las farolas. 

Rigel había estado observando las gotas de lluvia danzar sobre las hojas, tal vez esperando que el agua le revelara alguna verdad oculta. Nica, con su habitual curiosidad, se acercó sin ser invitada.

—¿Crees que la lluvia guarda secretos? —preguntó Nica, viéndolo inmóvil, como si la tormenta fuera parte de su meditación.

Rigel la miró, sorprendido por la simpleza de la pregunta. Pero en sus ojos brillaba una chispa de entendimiento, como si algo en su interior se hubiera despertado con ese encuentro.

—No creo que guarde secretos, pero tal vez sí respuestas. —respondió con voz suave, como si la respuesta hubiera estado esperando a ser descubierta, igual que las estrellas en el cielo nocturno.

De alguna forma, el instante se alargó más allá del tiempo, y por un momento, ninguno de los dos sintió el peso del reloj. Rigel, fascinado por la serenidad de Nica, se acercó lentamente.

—¿Y tú, Nica? ¿Buscas respuestas en la lluvia o en las estrellas? —preguntó, con una sonrisa que delataba una dulzura inesperada.

—Tal vez, sólo busco alguien con quien compartir el silencio que hay entre una pregunta y su respuesta.

Rigel la miró por un largo momento. Algo en ella parecía tan frágil como las gotas que caían suavemente sobre el suelo, pero al mismo tiempo tan fuerte como el universo en expansión. Era una contradicción, un misterio que la atraía irremediablemente.

Esa noche, entre charlas bajo la lluvia, se prometieron compartir los silencios y las respuestas.