Criado como un arma en la lucha de razas nunca pudo tener una vida normal, el peligro y la guerra lo asediaba de manera constante tanto que tuvo que forjarse un carácter fuerte ante las adversidades. Aún así, era un mundo vacío lleno de muerte, caos y venganza un ciclo que parecía no tener fin en dónde sobrevivir el más fuerte. No podia negar que quería algo mas que esa línea recta impuesta por la manada, aún así no desistió y continuo protegiendo a su tribu de los constantes ataques hasta que un día fue emboscado por su enemigo y después de una ardua batalla fue dado por muerto.
Un anciano humano se apiadó de su cuerpo moribundo llevándolo consigo y su familia para poder tratar sus heridas al mismo tiempo que le enseñaba lo basto que era el mundo y el conocimiento que poseía el mismo. Aquello alimentó su deseo por conocer más que solo la guerra, conocer personas, seres y sus historias; disfrutar de las emociones así fueran efímeras o tan solo una ilusión.