El hijo menor de 23.
Pedro Páramo, el ultimo hijo de Lucas Páramo, es un hombre firme en convicciones, fuerte al decidir y actuar. Nacido en una población rural, fue abandonado por su progenitor y se vio obligado a trabajar en los campos durante un tiempo, al menos hasta el momento en el que fue adoptado por el médico del pueblo, mismo que le instruyo en la medicina. La madre de Pedro falleció más o menos por las fechas en las que este tenía los 19 años, razón por la cual se vio obligado a meterse al ejército, lugar donde se curtió e hizo una carrera como médico de combate.
Tras algunos años en el ejército y tras ser enviado por todo el país, a sus 23 años de edad, Pedro decidió tomarse un descanso y regresar a su Pueblo, reconectando con sus raíces y visitando a su madre, quien se encontraba enterrada en el panteón de la iglesia, aunque, al menos en este punto, es sumamente confuso entender por qué la tumba ya no estaba ahí y de hecho, es aún más complicado el explicar cómo es que la gente en el pueblo, gente que Pedro vio siendo enterrada, camina por las calles como si jamás hubiesen fallecido, incluso la mujer que le crío.
Pedro es un hombre firme, fuerte, terco y estoico, así como resiliente, pero, sobre todo, es alguien empático, víctima de la firmeza que tiene al actuar y conectar con el mundo. La humanidad de Pedro viene vinculada a su infancia, misma donde casi todo el mundo le dio la espalda y, tan solo unos pocos le ofrecieron la mano. Su personalidad, con algunas personas, es mucho más amable y tranquila, demostrando que es adaptable al con quien trata en el momento. Por otra parte, con base a su forma de actuar con alguien que le llama la atención, tenemos a un hombre amoroso, pícaro y masculino, en una comparación podríamos ponerle a la par a Pedro Infante en cuanto a personalidad.
Pedro actualmente tiene 23 años de edad — edad con adaptabilidad a la trama —, es, evidentemente, un hombre, que se identifica con su genero y se siente comodo con este, aunque su orientacion sexual esta direccionada por hombres y mujeres, sin quejarse por su apariencia o personalidad, de hecho, en varías ocaciones ha hecho hincapie a su interes por mantener una relación poliamorosa, puesto que puede compartir su amor con más de una persona, siempre y cuando sea amado en la misma magnitud en la cual el ofrece su amor. En algún momento de su vida, en su batallón le llamaban "El aventurero", pero terminó como "El rencoroso", porque no perdona nada, el es feliz pasando sus días con quien quiera pasarlos a su lado, incluso si es con más de una persona. Pedro no es del todo humano, su fuerza fisica es sorprendentemente alta, al igual que su velocidad y resistencia, aunque esto conlleva un gran desgaste de energia y necesidad de alimentos.
Pedro no es tan simple como parece, nadie en su familia lo es. Resulta curioso, al menos, en México, para Pedro la cultura de los nahuales y las brujas, o los chamanes no es algo desconocido, no al menos al oido, sin embargo, hay algo, un hecho sobre el cual las personas hablaban a puerta cerrada, un chisme local, sobre que la madre del moreno se quitaba las piernas y volaba, que era una bruja y que el, por ende, era hijo del diablo, cosa que nadie dudaba por su padre, quien tenía un caracter de los mil demonios y realmente parecia ser una bestía, de quien se rumoraba, gruñía y arañaba las paredes de su hacienda hacía muchos años ya, como un loco, o un lobo enjaulado. ¿Será que Pedro heredó de sus padres alguna de estas caracteristicas?, ¿a que se deberán sus capacidades sobrehumanas?.
— Apartado especial para rol con temática de fantasía/mítos. —
Pedro es descendiente de un largo linaje de "Nahuales", así como tiene una fuerte conexión con el mundo de lo mágico, pues usualmente se relaciona al Nahual con la bruja. La forma en la que se presenta este linaje sobre Pedro es de manera relativamente superficial, otorgándole fuerza sobrehumana, una piel dura, como el propio cobre, así como un aura inhumana, una mística. La presencia de sus habilidades sobrehumanas son simplemente la punta del iceberg, puesto que sus capacidades van enfocadas a hechos más profundos, desde una sensibilidad espiritual profunda, hasta una capacidad de moverse en un plano onírico, bajo la ambigüedad de los sueños. Sus habilidades como nahual le brindan una relación estrecha con el mundo, con sus criaturas. El hombre convertido en nahual no siempre es un brujo, pero sí que tiene una particular resistencia aumentada a las magias y brujerías empleadas sobre el mismo. El Nahual, por ende, no es una criatura fácil de vencer, no al menos en el caso de Pedro.
El cuerpo de Pedro está sumamente desarrollado en un estado base, por lo que, en su forma de "Nahual", este cuenta con un cuerpo corpulento, robusto, musculoso, su estatura aumenta exponencialmente y sus habilidades físicas se multiplican bastante. La forma en la que Pedro adquiere esta forma es simple, puesto que este está conectado con su tonal (su espíritu animal, al cual está ligado), a tal punto que no le es necesario colocarse encima una piel para conseguir sus habilidades. En cuanto a la metamorfosis que sufre, tenemos la apariencia similar a la de un hombre lobo o licántropo, ya sea en un aspecto cuadrúpedo o más bien, bípedo. Su cuerpo se cubre de un espeso pelaje, cambia, además, a un tonó más oscuro, de color negruzco, sus ojos, usualmente dorados, pasan a ser mucho más salvajes, idénticos a los de su tonal, el lobo. Le crecen colmillos y su rostro se deforma, se convierte en otra cosa, su hocico se alarga, sus uñas crecen, pero por suerte, Pedro mantiene su mente, aunque su salvajismo interior crece de manera exponencial. Es necesario destacar que no es un hombre lobo, o un licántropo, por lo que las armas y herramientas de plata no le hacen daño más allá de algo superficial. Este no cuenta con una regeneración alta, como sus contrapartes europeas, pero sí que puede curarse en tiempos cortos, es, además, sumamente resistente a la magia extranjera y a las armas imbuidas con magia, o empuñadas por criaturas mágicas, por lo que es común pensar en que solo entes humanos, divinos o con magias arcanas, pueden afectarlo directamente sin verse opacados por su enorme resistencia.
En una forma cuadrúpeda, la velocidad e instinto de Pedro se ve sumamente potenciada, así como su resistencia y cardio, llegando a no verse agotado después de recorrer largas distancias. En este estado Pedro cuenta con una perspectiva del mundo distinta, sus sentidos son mucho más agudos y su salvajismo solo se mantiene en alza sin que este pueda evitarlo en su totalidad. Su actitud se ve trastornada, volviéndose huraño y grosero, pero controlando su impulsividad y mostrándose estratégico si está cazando o persiguiendo. En esta forma su tamaño aumenta exponencialmente, muy posiblemente al punto de superar el de un oso polar.
En una forma bípeda, Pedro se muestra con una apariencia similar a su forma cuadrúpeda, con una apariencia salvaje. En esta forma, Pedro es mucho más fuerte y ágil, mantiene su humanidad y es capaz de distinguir entre aliados y enemigos, así como de hablar y mantener conversaciones a largo plazo. Cabe destacar que Pedro puede igualmente acceder parcialmente a esta forma, cambiando sus orejas, manos por garras, entre otros, no es necesario ningún ritual, o intervención especifica externa.