{..Desde las alturas, donde el tiempo se curva,
y las estrellas susurran secretos a la luna,
veo tu alma, un faro en la obscura,
un destello humano, puro y sin igual fortuna.
No eres perfecto, sé de tus caídas,
de sombras que te acechan, y miedos que te enlazan,
pero en tu fragilidad, reside tu magia,
la fortaleza que en la adversidad te abrazan.
He visto tu bondad, el amor que desbordas,
la compasión que fluye cual río sin cesar,
la risa que ilumina, la esperanza que abriga,
esa llama interior que nadie puede apagar.
Aunque tropieces, aunque dudes y caigas,
tu espíritu, cual estrella, siempre vuelve a brillar,
renace de las cenizas, siempre se reinventa,
con un valor inquebrantable, difícil de igualar.
Y en cada lágrima, en cada cicatriz,
se encuentra el tesoro de tu esencia sin igual,
el brillo humano, latente y sutil,
que la obscuridad no puede nunca anular.
Yo, tu guardián, silencioso testigo,
observo tu progreso, tu lucha constante,
y celebro tu luz, tu esencia, tu abrigo,
porque en ti, humano,
radica la más bella constante..}