Aimi como suele hacer, partio en busca de hierbas medicinales para medicamentos y crear antídotos, la chica estaba centrada en sus labores y metas como tal que hizo aun lado el hábito sentimental. 

En uno de sus tantos deberes, no se dio cuenta que el peligro estaba cerca de ella. 

Fue cuando paso.... 

De la nada, la nieve se salpico de algo azul, ese algo era la sangre de Aimi pues como vampira de la luna azul. 

Su sangre es de ese color. 

 

La herida fue tan profunda que se sitio desmayarse por la falta de sangre. 

Ella camino torpemente apuntó de desmayarse. 

Pero tenía, debía huir y ponerse a salvo. 

Quien la atacó fue un portador de la maldición que lastimosamente, el malomen ya estaba muy avanzado, no habia forma de recuperar a ese vampiro. 

 

Y ella no quería morir tan miserablemente, debía volver con Vanitas y los demás que seguro la esperan y debía estar preocupados por ella. 

 

No obstante ese portador de la maldición, la cazaba insesantemente. 

 

Ya no podía mas, su piernas estaba debiles, finalmente cayo en la nieve mientras su sangre teñida la blanca nieve de azul. 

 

Cerro los ojos rendía a su fastidico final... Pero... No pasó nada. 

Levantó la mirada y fue cuando lo vio, un joven de cabellera larga color oscura, estaba frente a ella dándole la espalda. 

Aimi intento reincoporase, pero aquel hombre habló. 

 

—Si te levantas, será peor. —.

Le advierte sin verla y si mas usando la droga para aumentar sus capacidades de lucha, se enfrentó y derrotó a ese vampiro. 

 

Aimi lo miro. —¿Porque me ayudaste, si soy vampira? —. Pregunto un tanto confusa.

 

Olivier voltea a verla y le apunta con su arma. —Porque nunca eh acabado con un vampiro de la luna azul. —. Comento aun en desconfianza pues en ese momento aun no sabía que podría haber vampiros pacíficos.

 

Aimi arrugo la ceja, apreto las manos para verlo nuevamente. —Entonces —. Comenzó a hablar.—No querías perder tu presa? —. Pregunto mas tirando a cinismo.

Olivier sonrie y se acercó a ella, ignorando su herida. —Asi es pero en ese estado, no me sirves—. Comento y guardo su arma. —Si te enfrentare, sera cuando estés al 100%—.

Dicho se acercó ella y le dejo cosas para tratar su herida, luego se fue, dejando esas últimas palabras como anuncio a una gran Rivalidad entre ambos.