━─━─━─━─◈─━─━─━─━

Aviso:

1.Habrá un tanto para leer en lo que es su habilidad e historia (no considero que sea demasiado largo).

2.Me gustaría explorar mucho lo que es el poder de Isaac y qué camino llegará a tomar. Se pueden rolear distintas etapas de su vida, desde el primer momento en que su gen mutante se activó o desde algún otro punto, incluso el futuro. Explorar el aspecto psicológico en respuesta a su habilidad también sería genial. Por esto mismo es que el alcance de sus habilidades dependerá en qué momento de su vida esté y qué alineación tenga.

Él puede ser un aliado o un enemigo según prefieran y cómo sea la historia (que acepto de todo).

━─━─━─━─◈─━─━─━─━

Nombre: Isaac Crawford.

Edad: 20 años (Actual) / 10 años (Gen mutante despertado).

Familia: Sus padres, Emilia y Ryan, fallecidos. Su hermano menor, Cyrus, también fallecido. Su tía Jade, con quien se quedó luego de la muerte de sus padres y hermano.

Nacionalidad: Estadounidense.

Habilidad:

Hemokinesis, la capacidad de controlar la sangre, tanto propia como ajena.

Como ventaja puede crear armas a partir de la sangre al solidificarla, también puede controlar el cuerpo de los demás o incluso hacer que el flujo del líquido se detenga por completo. Si la otra persona tiene heridas es capaz de causar hemorragias para que muera en segundos. Así mismo, puede portar enfermedades o curas en su propia sangre, inyectándola en otros para causar los efectos deseados, basta con unas pocas gotas para hacer que se extienda. Curar a otro de heridas abiertas también es posible.
Al hacer control de su propia sangre logra incluso aumentar su propia velocidad y resistencia, a la vez que se regenera mucho más rápido. Su capacidad de supervivencia aumenta.

Como desventaja está que usar mucha de su propia sangre es peligroso, pues podría morir. Tampoco puede hacer nada si sus rivales no tienen sangre (como en el caso de robots, por ejemplo) y debe buscarla en otras fuentes, aunque si no quiere matar a nadie debe racionar el uso para evitar debilitar demasiado a lo que o quien sea que use como fuente. //Dependerá si está en la ruta buena o mala//. Solo puede controlar, como máximo, a dos personas o animales a la vez. Si debe curar necesita usar mucha de su concentración, por lo que está débil a ataques. //Esto ocurre en su etapa temprana, cuando aún no desarrolla demasiado su poder//

Factores externos como campos electromagnéticos logran interrumpir la hemokinesis, entre otros.

Potencial de desarrollar su habilidad sería capaz de muchas cosas, como el simplemente sacar la sangre del cuerpo de alguien sin necesidad que sea a través de una herida, causar hemorragias internas, también el aumentar tanto el flujo que el propio corazón no podría seguir el paso y terminar en la muerte, o el aumentar o disminuir la temperatura, o el modificar la estructura para que ya no sea compatible con el cuerpo del individuo y todo comience a fallar. Si lo usara para el bien dedicarse en el campo de la medicina sería muy fácil, evitaría cualquier pérdida de sangre en operaciones, sería capaz de realizar transfusiones rápidas y el de curar cualquier enfermedad al modificar la sangre, desde los glóbulos blancos y rojos hasta cualquier patógeno que esta pudiera tener. Por ende, reparar y/o sanar diferentes complicaciones o composiciones en la sangre lo haría muy útil. Además, hasta sería capaz de alterar un poco la genética del individuo (no a un nivel demasiado profundo), como el alterar la producción de proteínas y comportamiento celular, en sí la metilación del ADN.

Historia:

Siempre fue el más frágil de su familia, aquel que debían de cuidar con mucho esmero. No era porque sí, Isaac nació con hemofilia, la cual avanzó a medida que crecía, los tratamientos nunca fueron suficientes. Incluso algunos médicos le dijeron a sus padres que él podría no llegar a la adultez si no se estabilizaba la condición.

Estudiar desde casa, apenas pudiendo salir fuera, ser tratado como si fuera un cristal, todo por el miedo de sus padres de que cualquier pequeño accidente iba a desencadenar algo peor en él, lo hicieron algo dependiente. Pero también creció el sentimiento de incapacidad, de que no podía valerse por sí mismo porque “era muy peligroso”. La constante supervisión de sus padres llegó a ser sofocante. Ni siquiera lo dejaban jugar con su pequeño hermano cuando este nació, ni después.

Estaba encerrado en una burbuja para que nada malo le ocurriera y cada vez que sufría de dolor o hemorragias internas sus padres actuaban como si fuera el fin del mundo, lo que le generó un gran miedo de mostrar cada vez que algo así pasaba, por lo que intentó callarse muchas veces, ocasionando situaciones más graves en su interior.

A la edad de 10 años Isaac empezó a mejorar de repente, los reemplazos con el tratamiento se hicieron más efectivos, en un lapso de unos 5 meses ya podía hacer actividad física sin problemas o riesgos demasiado altos. Y si bien sus padres aún estaban asustados, el médico de cabecera les indicó que era lo mejor para que su hijo no quedara en un estado sedentario.

Todo empezó a mejorar y pudo obtener un poco más de libertad, aunque sí debía cuidarse de cortes o heridas que estuvieran demasiado abiertas.

En su cumpleaños número 11 Emilia decidió que todos debían ir a festejarlo fuera de casa, a un restaurante familiar donde habían algunos juegos y así Isaac podría invitar a sus amigos. La fiesta nunca ocurrió.

En el viaje en coche, como era invierno, las calles estaban demasiado congeladas. Aún con la precaución de Ryan no fue suficiente para evitar que un idiota en una camioneta terminara colicionando contra ellos y causara una reacción en cadena. El choque trasero de la camioneta los hizo ir contra un camión que había unos metros frente de ellos. El desliz de las ruedas fue tanto que aumentó la velocidad, dejando una escena bastante fea.

La policía y paramédicos llegaron tarde, pensaron que toda la familia había muerto. Los sacaron uno por uno hasta que llegaron a Isaac, quien de repente empezó a toser, aún herido, pero vivo. Inmediatamente lo llevaron al hospital para tratarlo. Su recuperación fue impresionante, tardó pocos días en que todos los sistemas de su cuerpo se recuperaran. Lo extraño fue que, al realizarle pruebas de sangre, estas no establecieron un tipo ni un factor rh al principio, tuvieron que realizarle varias pruebas pensando que sus propias máquinas no estaban funcionando.

Estuvo alrededor de un mes y medio internado en el hospital, donde su tía Jade se hizo cargo de él y, al ser la pariente más cercana, terminó con la custodia para poder criarlo.

Pasaron alrededor de 8 meses en los que estuvo en un estado depresivo, Jade siendo la única que ayudó para salir de ese pozo.

Intentó hacer su vida normal, pero otra tragedia llegó a su vida más pronto de lo que quiso y esperó. Luego de llegar de la escuela un jueves, se encontró con que la puerta principal estaba abierta, luego que varias decoraciones en el interior se habían roto y quedaron en el suelo. Finalmente encontró a su tía en la cocina, tirada, con un charco de sangre alrededor. Por lo poco que pudo ver había sido apuñalada. Con rapidez se acercó a ella, en pánico y con lágrimas, sin saber qué hacer salvo pedirle que no muriera. Esa desesperación de querer que toda la sangre derramada volviera a su cuerpo empezó a actuar, causando eso mismo sin darse cuenta.

Casi logró que las heridas de ella se cerraran antes de escuchar un grito, “¡Engendro!”. Al darse la vuelta vio al atacante, el ex de su tía, quien (aparentemente) fue escaleras arriba por un momento, pero logró ver lo que sucedió con la sangre.

Isaac estaba tan enojado como asustado, más aún cuando lo vio acercarse. Levantó una de sus manos para decirle que se detuviera, pero ni siquiera hizo falta hacerlo para que el hombre quedara completamente inmóvil, como congelado. “¡Aléjate!”, gritó él, y el sujeto salió disparado contra una de las paredes, el choque fue tan fuerte que lo dejó sin aire y, poco después, inconsciente.

Esa fue la segunda vez que sus poderes fueron usados. Jade se recuperó enseguida, abrazando a su sobrino con fuerza y decidiendo en ese momento que nadie más debía enterarse de lo ocurrido. Tuvo que encargarse de las palabras de su ex cuando la policía llegó para buscarlo, por suerte haciéndoles creer que el tipo estaba loco.

Desde entonces, Isaac ha intentado practicar ese poder, primero con cosas pequeñas, luego escalando progresivamente, pero sin tener a alguien que realmente comprenda cómo funcionan sus poderes, nunca pudo desarrollarlo demasiado—además de tenerle miedo, muchas veces hasta queriendo ignorar ese poder. Para su mala suerte tuvo algunos problemas en sus prácticas, llevándolo a diferentes situaciones.