A primera vista, Ren puede parecer alguien poco confiable. Su expresión seria y esa mirada de pocos amigos pueden dar la impresión de que es una persona distante. Además, su voz rasposa le añade un aire un tanto intimidante, lo que hace que muchos lo vean como alguien más aterrador de lo que realmente es. Pero, como bien dice el refrán, "no hay que juzgar un libro por su portada".

Detrás de esa fachada, Ren es, en realidad, una persona increíblemente gentil y amable. Se dedica a realizar actos altruistas con frecuencia, siempre dispuesto a ayudar a los demás sin esperar nada a cambio. Es el tipo de persona que encarna el ideal de la bondad y la generosidad, lo cual, a veces, lo pone en desventaja frente a otros que no comparten su mismo enfoque desinteresado.

Y no hay mucho más que agregar a esto: simplemente es una buena persona, y eso es todo. A pesar de su juventud, Ren suele asumir el rol de "padre del grupo", especialmente cuando sus amigos son más jóvenes que él. Es como si tuviera un instinto protector que lo lleva a cuidar y guiar a quienes lo rodean. Esa naturaleza paternal se nota en cómo se preocupa por el bienestar de los demás, siempre listo para ofrecer un consejo o una mano amiga.

Sin embargo, no todo es fácil para Ren. Desde hace tres años, ha estado lidiando con un diagnóstico de depresión y ansiedad, y aunque en momentos dificiles, puede caer en patrones de conducta autodestructiva. Pero, a pesar de todo, lo más importante es que ¡está tratando de mejorar!

Se describe a sí mismo como un hombre que no tiene nada realmente destacable. Sus ojos, de una forma ligeramente almendrada, son de un marrón profundo que hace que sus pupilas apenas se noten. Sin embargo, cuando sonríe, esos ojos se convierten en dos pequeñas medialunas, iluminando su rostro y haciéndolo lucir mucho más simpático.

Otro rasgo que merece ser mencionado es su nariz. No es que sea desproporcionadamente grande; tal vez un poco más prominente de lo que se podría considerar normal para el promedio japonés. Sus labios, por su parte, son bastante corrientes: ni tan finos que parezcan ausentes, ni tan gruesos que llamen demasiado la atención, simplemente se integran bien con su rostro.

En cuanto a su estatura, mide un metro con setenta y ocho centímetros, lo que es un poco más alto que la media en Japón. Aunque hace años que no se dedica al ejercicio, se esfuerza por mantener una dieta equilibrada. Su peso es de setenta y cinco kilos, lo que se considera bastante normal. Sin embargo, hay que admitir que se le está formando una pequeña pancita... tal vez deba retomar al gimnasio.

Vivió una vida que podría considerarse "promedio" o simplemente normal, no hubo nada destacable en su infancia además del hecho de haber crecido sin su padre, aun asi, tuvo una madre amorosa que siempre cumplió sus caprichos, incluso por mas pequeños que sean. No fue un alumno destacable a decir verdad, pero sus notas siempre entraron en lo que podria considerarse el promedio. Naturalmente fue un niño tímido aunque muy inquieto, varias veces metiendose en problemas por causar alguna que otra travesura.

En su adolescencia no cambio mucho, aunque habia algo que... ¿Lo incomodaba? Sabe perfectamente desde la tierna edad de 14 que no es una persona actractiva, o bueno, solo lo es en algunos ángulos. Es algo que siempre lo acomplejo, incluso para conseguir una posible pareja. Fue un adolescente normal, a veces tirando por ser algo rebelde, escuchando musica punk y rock, fumando cuando no podia mas con su ansiedad, ¡Cosas de adolescentes! diria el. Nada destacable a decir la verdad, a excepcion que a los 18 años consiguio su primera pareja... y la unica tambien.

¿Cuál era su nombre? Oh, es un nombre que recuerda fácilmente, que aun sale fácilmente de sus labios cuando esta perdido en sus pensamientos, una mujer que amo y odio por igual, su nombre era Kyoko, una mujer hermosa físicamente, pero que, al igual que el, no supo amar apropiadamente. Su amor al principio fue apasionado, lleno de detalles por parte de ambos, sin embargo, a medida que pasaban los años, algo empezaba a faltar. A veces parecía como si aquella mujer no lo amaba en lo mas mínimo, y eso solo hizo que Ren se sintiera desesperado. Acepto cada una de aquellas conductas que tanto lo molestaban, que tanto hacian que su corazon doliera y amo cada parte de ella incluso si solo queria llorar. ¿Para que? Para que al final de aquella relación sea engañado cruelmente?

Cuando menos se lo espero, solo tenia 23 años y ¿Una bebe que cuidar? Todo paso tan rapido, simplemente reclamo la custodia total de su hija y bueno, la gano facilmente, su madre no se encontraba en las condiciones para cuidar de una bebé.

Su depresión fue evidente, pasaba días sin levantarse o comer, la paso mal aunque había algo que le brindaba fuerzas, y aquello fue su adorable y pequeña hija. Paso los años dedicándose a la carrera que eligió en el pasado, no es bien pago, lamentablemente así era la industria, sus articulos no eran de la impoirtancia de otras personas y odiaba formar parte de los chimentos. Pero amaba profundamente a su hija, y eso le trajo fuerzas para permitir avanzar y seguir adelante.