El original se acuclilló frente al primer cuerpo que encontró. Era una joven, apenas tendría la edad de Hope. Su rostro estaba plácido, echada desnuda boca arriba con los ojos cerrados, sus manos descansaban junto a su rostro, una posición casi tan natural que a Elijah le pareció que dormía placidamente en el lecho de hojas secas del bosque.Pero no estaba dormida, ninguno de ellos lo estaban.
Elijah levantó la mirada a la docena de cadaveres que se alzaban sobre la explanada del bosque, todos integrantes del clan Labonair... No había rastro de sangre, tampoco marcas en los cuerpos, quemaduras o moratones endiduras en sus cuellos, absolutamente nada, simplemente habían caido muertos sobre la hierba de aquella explanada del bosque casi 50 millas al oeste de donde habían desaparecido. No había señales de ataduras en sus muñecas y sus dedos no mostraban sintomas de resistencia. Era como si simplemente se hubiesen separado de la manada para morir...
Hubiese deseado que Hope le hubiese acompañado tan pronto como supo de la desaparición de los lobos... pero su estado no lo permitió.
Suspiró, incorporandose mientras se acomodaba de nuevo la chaqueta oscura. Había encontrado a los desaparecidos. Ahora tendria que encontrar al asesino.