[9:00 am]

—  Why do birds suddenly appear
Every time you are near?Just like me, they long to beClose to you

Como siempre estaba en "The Bar" haciendo sus actividades de todos los días, inició la mañana con una taza de humeante café y ahora se dedicaba cual Cenicienta a limpiar el local. Está tan enfocada en su labor cuando alguien le llamó la atención y le entrega un sobre con un bonito sello de gato y se fue sin más. Ella camina hasta uno de los sillones tomando asiento y cruzando una pierna sobre la otra y mirando el sobre con curiosidad, lo abre cuidadosamente revelando la invitación a la "Gran Fiesta De Gala Ficrol" Su gesto es de asombro ya que a ella nunca le invitaron a un evento de gran alcance, ¿qué se pondría? ¿cómo actuaría? pensó en no asistir, pero luego de un buen rato se dijo — ¿Por qué no ir? Nunca salgo a una fiesta. Bueno vamos, Skylar. —  

Se puso de pie terminando lo que estaba haciendo hasta dejar el lugar como se dice comúnmente "una taza de té" Sube al ático donde se cambia por una ropa de salir a la calle, de una cajita que tiene escondida saca una buena cantidad de dinero y la guarda en su bolso y sale sin bien antes cerrar las puertas del bar poniendo un letrero que reza lo siguiente "No hay atención, gracias por su comprensión" para irse hacia las tiendas.

[15:30]

— Mira que estás guapa, es tu color; el vestido te sienta como un guante a tu figura, sólo serían unos detalles chiquitines, pero luego serás la reina entre esa gente. ¡Te verás exquisita!

El amanerado diseñador, chilla de emoción al ver que ella escoge ese vestido del maniquí de su tienda. Se siente una figura de yeso más, mientras el diseñador y sus asistentas la miraban con excitación. Luego de dos eternas horas, ya estaba de regreso al bar con una bolsa grande que contiene el vestido y en otra una caja con los zapatos; entra al bar cerrando la puerta y luego de comer algo, espera algún momento para empresar a preparse para la fiesta. 


[21:00]

Llega al lugar del evento donde los flashes cegaban a los asistentes que hacen lo posible para posar con la mejor de las sonrisas y modelar sus elegantes atuendos; el vestido escarlata le quedaba perfecto, donde los hilos plateados que estaban en la zona del pecho y las caderas tenían un brillo sútil pero hermoso. No usa joyas a juego, nunca le gustó esos adornos, su rostro levemente maquillado era su único accesorio a parte del pequeño bolso donde tiene sus infaltables cigarrillos, camina hacia la alfombra y nuevamente los flashes la asaltan y sólo atina a sonreír.