Cuando había recibido aquel pesado y ornamentado sobre, antes de ver quien lo mandaba, su mente vuela directamente hasta el complejo de los Mikaelson, hasta Klaus y sus eventos. Pero para su sorpresa, el lacre que cerraba el sobre no tenía el blasón de la familia Original, si no que en la cera habían estampado la conocida imagen de un gato.

Iba a acudir, era algo que tenía claro. Y desde que sus ojos terminan de leer las palabras que contenía el sobre se pone manos a la obra. Había reservado el día entero en un spa. Una vez terminado es ella misma la que se maquilla y peina, por supuesto no iba a dejar que nadie más lo hiciera por ella. Era demasiado meticulosa y tenía demasiado claro lo que le gustaba y lo que no. Lo que quería y lo que no. Y lo que iría perfecto con el vestido que se había comprado y que estaba colgado de la puerta del armario, evitando que se arrugara de forma alguna.

Suponía que, al igual que en los eventos organizados por Klaus Mikaelson allí todo el mundo luciría sus mejores galas, y con aquella premisa sabiendo que con el look elegido iría perfecta, contrata un servicio de chofer y vehículo de lujo.

No iba a negarlo, los nervios habían hecho que se quedara más segundos de los necesarios en el coche, después de que el chofer saliera de este para abrirle la puerta y le tendiera la mano para ayudarla a salir.

Al ver el despliegue que los organizadores del evento habían creado, se siente ligeramente fuera de lugar, la verdad era que aunque aquello lo había soñado miles de veces, lo había imaginado, y había jugado a ser la estrella de la mayor alfombra roja que el mundo había visto, no era lo mismo que estar allí realmente, saber que en pocos segundos iba a estar pisando con sus finos y altos tacones aquella aterciopelada tela, que todas las miradas estarían fijas en ella, que los flashes lloverían sobre su figura…

Aun así la pelirroja inspira hondo, se arma de valor y esboza su más esplendida sonrisa mientras sus pasos a cada momento se hacen más seguros, posando con toda la naturalidad y la elegancia que la caracteriza, y disfrutando de aquel momento único.