Estimado lector

 

Este año los Smythe han sido bastante contradictorios, respecto al evento musical que cada año sin falta alguna celebran.                                                         Con el único fin de aterrorizar a sus invitados.                                                      Es fascinante a la habilidad que el matrimonio tiene para hacerse de oídos sordos, ante los nefastos y acertados comentarios, respecto a su velada.

Un garrafal fallo, lamentablemente esta temporada tuvo un gran comienzo, con el baile de Lady Danbury. Todo iba cuesta arriba, en una sola noche, ayer la velada musical Smythe Smith.

Hizo añicos la subida, para caer en picado, hasta ladesgracia absoluta.

Desconozco por completo cuál va a ser la siguiente celebración, que intenté remontar está nueva nefasta temporada.

¿Acaso este va a ser el nivel que tendremos el resto de la temporada?.

 

Sinceramente esperó que no lo sea. Si llegará a ser de ese modo, sería bastante decepcionante, continuar escribiendo sobre la temporada. Para ser más concisa, este es el primer número de mi revista de sociedad, que me está costando horrores escribir.

El aburrimiento sea apoderado de la cuidad.

O eso pensaba, parece que hubo un pequeño acercamiento, en la velada musical de anoche.

 

Nuestro encantador Colin Bridgerton, hizo acto de presencia, en compañía de su encantadora madre. Lady Bridgerton por fin consiguió captar a uno de sus hijos solteros, para acompañarla a la velada.

Lo único bueno y destacable de la velada, sucedió después de que finalizará el concierto.

Colin Bridgerton tuvó un fascinante encuentro con la señorita Penélope Featherington. Parece que entre los dos sigue sin haber la buena relación que antes había entre los dos.

 

Tengo mucha curiosidad entre lo que pasará al final con la relación de los que eran buenos amigos.

Ya que fue lo único destacable de la velada de ayer mismo se celebró.

 

 

Esperó que muy pronto pueda escribir algo emocionante, fascinante, cautivador, apoteosico. 

 

Como se suele decir, la esperanza es lo último que se pierde.

 

 

Revista de Sociedad de Lady Wisthledown

 

17 de Junio de 1815