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- — A pesar de los años, sigues comportándote como un cachorro. No hay duda de que te han consentido demasiado, Banwen.— A pesar de los años, sigues comportándote como un cachorro. No hay duda de que te han consentido demasiado, Banwen.
- El tiempo es como el agua de un río. Nunca permanece en el mismo sitio, siempre se mueve, siempre es diferente.El tiempo es como el agua de un río. Nunca permanece en el mismo sitio, siempre se mueve, siempre es diferente.
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Shangqiu siempre había sido interesante, pero en los últimos días lo era aún más. Ver a los sirvientes correr por los jardines detrás de los demás príncipes era divertido, nunca faltaba el que perdía el aire o el que se tropezaba con sus propios zapatos; era tan divertido de ver, que Ming Wei se podía pasar horas allí, imaginando y pensando lo que debía estar cruzando por sus cabezas, y los desesperadas que sus madres estaban de prepararlos.
No había duda que el líder del clan sabía cómo agitar a las serpientes de su templo, un simple anuncio podía ser capaz de poner de cabeza todos los salones. Desde los que tenían nombres de flores hasta las piedras preciosas, pero el más animado de todos, sin duda, era el Salón de la Fragancia donde moraba la reina madre. La más emocionada de todas las mujeres de la corte por el anuncio de un nuevo consejero para su nieto al mando.
— Más tiempo tardará el proceso de elección que el consejero en renunciar. ¿Tú qué dices, Zhao Yu? ¿Crees que podrá soportar la presión que pondrán sobre su cabeza?Shangqiu siempre había sido interesante, pero en los últimos días lo era aún más. Ver a los sirvientes correr por los jardines detrás de los demás príncipes era divertido, nunca faltaba el que perdía el aire o el que se tropezaba con sus propios zapatos; era tan divertido de ver, que Ming Wei se podía pasar horas allí, imaginando y pensando lo que debía estar cruzando por sus cabezas, y los desesperadas que sus madres estaban de prepararlos. No había duda que el líder del clan sabía cómo agitar a las serpientes de su templo, un simple anuncio podía ser capaz de poner de cabeza todos los salones. Desde los que tenían nombres de flores hasta las piedras preciosas, pero el más animado de todos, sin duda, era el Salón de la Fragancia donde moraba la reina madre. La más emocionada de todas las mujeres de la corte por el anuncio de un nuevo consejero para su nieto al mando. — Más tiempo tardará el proceso de elección que el consejero en renunciar. ¿Tú qué dices, Zhao Yu? ¿Crees que podrá soportar la presión que pondrán sobre su cabeza? - Tenlo en cuenta al responder.I JUST WANNA BE PART OF YOUR SYMPHONY
( Por cosas como estas no puedo tener una cuenta decente. (?) )I JUST WANNA BE PART OF YOUR SYMPHONY 🦁🦁🌈🌈 ( Por cosas como estas no puedo tener una cuenta decente. (?) ) - — Quién lo diría. A pesar de que los años pasan, te sigues comportando como un cachorro, Banwen. Por eso es que los demás no te toleran.— Quién lo diría. A pesar de que los años pasan, te sigues comportando como un cachorro, Banwen. Por eso es que los demás no te toleran.
- Memoria 001
Valor. Honor. Prestigio.
Alguna vez, hace mucho tiempo, esas eran las cualidades que el título de Príncipe heredero significaban para él. Donde quiera que su hermano mayor caminara, los ojos de las personas le seguían inmediatamente, parecían polillas atraídas por los faroles de media noche, dispuestas morir en las llamas si así lo deseaba. Li Jie era completa perfección, un chico que realmente había nacido para ser príncipe heredero y que, desde el momento en que vistiera las túnicas representativas, parecía ser la elección más amada de los dioses.
Ming Wei siempre le había mirado con admiración. En sus ojos, a diferencia de sus demás hermanos de padre, jamás se notaba la avaricia y la codicia de ese título, siempre era la admiración y la devoción quienes permeaban sus ojos y su voz al hablar con Li Jie sobre el futuro. Su hermano era diligente, visionario y dedicado completamente a sus labores como príncipe heredero; era fuerte, era bravo y era valiente, digno de portar en su uniforme el emblema del dragón de tres garras o el valiente león del clan Qiang. Sin duda, parecía que las prendas de habían confeccionado exclusivamente para él.
La primera vez que Ming estuvo delante de la túnica, tras largos meses de luto por la muerte del príncipe heredero, sintió que no la merecía. A pesar de que esa hubiese sido la última voluntad de su hermano, en su agonizante lecho de muerte, no se sentía con la capacidad de afrontar un desafío de esa magnitud. No cuando sentía que estaba rodeado de lobos hambrientos dispuestos a saltarle encima para destazarlo, pero detrás de todos ellos estaba el peor: Ese tigre viejo que le observaba con intención de ser el primero, además del único, de abalanzarse sobre de él para arrancarle el cuello.
Desde el primer instante que se colocó las túnicas, Ming Wei sintió que la magia de su infancia se había perdido. Las palabras de antaño ya no tenían el mismo significado, ya no sentía que le mirasen por voluntad propia como a su hermano, creía que todos los ojos estaban puestos sobre de él para asegurarse de estar ahí en el momento que pisara un madero y cayera al abismo. Porque sus pasos eran capaces de acelerar las lenguas en Shangqiu, pues un centenar de rumores salían a la luz cada vez que se ganaba el favor del rey.
No fue hasta que levantó la cabeza, comprendiendo la importancia de su posición y su prevalencia en ella, que las palabras volvieron a cambiar en su mente. Se había dejado aplastar tanto tiempo por su propia inseguridad, que se había convertido en una marioneta más de la Reina Madre y de los ministros, era un príncipe heredero cuya cabeza estaba debajo de una espada que pendía de un hilo.
Respeto. Autoridad. Poder.
El príncipe heredero tenía derecho a todo. Podía hacer lo que deseara acorde a las reglas del Clan y del Rey, podía poner de cabeza el palacio o los salones si lo deseaba, podía levantar su voz por encima de las demás y solo callar cuando el rey hablara. Si tenía tanta libertad, entonces, ¿por qué iba a dejarse vencer? ¿Por qué tenía que agacharse ante los demás si él estaba por encima de todos? Mientras que él viviera en esa posición, su cabeza y la de sus hermanos menores se mantendría en su lugar, su madre seguiría recibiendo tratamiento para la rotura en su corazón y, también, se aseguraría de encontrar al culpable de la muerte de Li Jie para vengarse.
Desde ese día, la vida de Ming Wei había cambiado. Sus pensamientos, sus ideologías, sus sentimientos y su naturaleza se comenzaron a encaminar para lograr sus objetivos, para hacer sus pasos sonar y, así, recordarles a todos en Shangqiu porqué había sido elegido él de entre todos los príncipes para suceder al anterior.
Memoria 001Memoria 001 Valor. Honor. Prestigio. Alguna vez, hace mucho tiempo, esas eran las cualidades que el título de Príncipe heredero significaban para él. Donde quiera que su hermano mayor caminara, los ojos de las personas le seguían inmediatamente, parecían polillas atraídas por los faroles de media noche, dispuestas morir en las llamas si así lo deseaba. Li Jie era completa perfección, un chico que realmente había nacido para ser príncipe heredero y que, desde el momento en que vistiera las túnicas representativas, parecía ser la elección más amada de los dioses. Ming Wei siempre le había mirado con admiración. En sus ojos, a diferencia de sus demás hermanos de padre, jamás se notaba la avaricia y la codicia de ese título, siempre era la admiración y la devoción quienes permeaban sus ojos y su voz al hablar con Li Jie sobre el futuro. Su hermano era diligente, visionario y dedicado completamente a sus labores como príncipe heredero; era fuerte, era bravo y era valiente, digno de portar en su uniforme el emblema del dragón de tres garras o el valiente león del clan Qiang. Sin duda, parecía que las prendas de habían confeccionado exclusivamente para él. La primera vez que Ming estuvo delante de la túnica, tras largos meses de luto por la muerte del príncipe heredero, sintió que no la merecía. A pesar de que esa hubiese sido la última voluntad de su hermano, en su agonizante lecho de muerte, no se sentía con la capacidad de afrontar un desafío de esa magnitud. No cuando sentía que estaba rodeado de lobos hambrientos dispuestos a saltarle encima para destazarlo, pero detrás de todos ellos estaba el peor: Ese tigre viejo que le observaba con intención de ser el primero, además del único, de abalanzarse sobre de él para arrancarle el cuello. Desde el primer instante que se colocó las túnicas, Ming Wei sintió que la magia de su infancia se había perdido. Las palabras de antaño ya no tenían el mismo significado, ya no sentía que le mirasen por voluntad propia como a su hermano, creía que todos los ojos estaban puestos sobre de él para asegurarse de estar ahí en el momento que pisara un madero y cayera al abismo. Porque sus pasos eran capaces de acelerar las lenguas en Shangqiu, pues un centenar de rumores salían a la luz cada vez que se ganaba el favor del rey. No fue hasta que levantó la cabeza, comprendiendo la importancia de su posición y su prevalencia en ella, que las palabras volvieron a cambiar en su mente. Se había dejado aplastar tanto tiempo por su propia inseguridad, que se había convertido en una marioneta más de la Reina Madre y de los ministros, era un príncipe heredero cuya cabeza estaba debajo de una espada que pendía de un hilo. Respeto. Autoridad. Poder. El príncipe heredero tenía derecho a todo. Podía hacer lo que deseara acorde a las reglas del Clan y del Rey, podía poner de cabeza el palacio o los salones si lo deseaba, podía levantar su voz por encima de las demás y solo callar cuando el rey hablara. Si tenía tanta libertad, entonces, ¿por qué iba a dejarse vencer? ¿Por qué tenía que agacharse ante los demás si él estaba por encima de todos? Mientras que él viviera en esa posición, su cabeza y la de sus hermanos menores se mantendría en su lugar, su madre seguiría recibiendo tratamiento para la rotura en su corazón y, también, se aseguraría de encontrar al culpable de la muerte de Li Jie para vengarse. Desde ese día, la vida de Ming Wei había cambiado. Sus pensamientos, sus ideologías, sus sentimientos y su naturaleza se comenzaron a encaminar para lograr sus objetivos, para hacer sus pasos sonar y, así, recordarles a todos en Shangqiu porqué había sido elegido él de entre todos los príncipes para suceder al anterior. Memoria 001
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