Había cumplido su promesa, y aunque le había tomado más tiempo del que había previsto llegó al ensayo con el repertorio aprendido a la perfección.

Claro estaba que sus partituras solo le describían las melodías a través del patrón de notas inscriptas en ella ,quitando ese detalle , el inglés hasta ese momento había ignorado por completo lo que decía cada una de las letras de las canciones que habían convertido a su ex novia en una actual cantante famosa.

El británico no comentó nada al principio, quizás se lo estaba imaginando y nada de eso que contaba la rubia tenía que ver con él sin embargo su intuición le decía lo contrario.

Luther se dedicó a tocar impecablemente, al menos sus manos respondían correctamente porque lo que era su rostro era un poema a medida que más se metía en las líricas. Cuando llegó el break, el músico dejó el instrumento a resguardo dispuesto a encarar a la rubia.

Tan pronto había terminado de llenar la forma de inscripción, millones de pensamientos habían asediado su mente ¿Podía recordar la última vez que se habían visto? No con exactitud pero si podía acordarse que no había sido en los mejores términos.


Sin embargo había pasado el tiempo, las cosas habían cambiado, ellos habían cambiado ¿No?

Era lo que se repetía el inglés mientras terminaba de meter la guitarra en la funda, para dirigirse al auditorio donde se daría la prueba.

Cuando su familia se había mudado a Estados Unidos por el trabajo de su padre Luther nunca se había imaginado en la cantidad de situaciones en las que iba a terminar participando.

No solía pensar mucho en ello, pero ahora que estaba a punto de reencontrarse (probablemente) con la primera novia que había tenido era imposible no darle vueltas a muchas cosas.


Desde su lugar detrás de bambalinas revivió sus mejores recuerdos, la adrenalina que había sentido en las competencias nacionales de coros era similar, hasta que por las bocinas escuchó que le llamaban.

La funda descansaba en un lugar, mientras la correa de la guitarra eléctrica ya afinada descansaba contra su cuerpo, salió al centro del escenario y aprovechó a conectarla en el amplificador.

Con la pequeña púa rasgo cuerdas al azar asegurandose de tal modo que estuviese afinada, y haciendo uso del micrófono que tenía en frente con su sonrisa más segura se presentó.

— Buenas tardes, soy Luther Grimson y esta es mí audición. —

Habiendo dicho eso, y adoptando su máxima expresión de concentración, el británico empezó con su presentación.

Había preparado un mashup de the Rolling stones para su gran momento, Satisfaction serviría para demostrar su destreza a la guitarra eléctrica como tenía planeado desde el inicio, no obstante había decidido añadir una pequeña sorpresa que podía ser su boleto a ganar. A mitad de la canción, sin que está perdiese su magia, logró enganchar la siguiente nota y fue así como Scarlet también pasó a formar parte de la ecuación mientras él cantaba.

Perdió la noción del tiempo allí arriba, y cuando su presentación concluyó se despidió con una reverencia antes de abandonar el escenario con una buena corazonada.