- FICROL
-
- ROLEPLAY
-
-
-
-
- EXPLORAR
-
-
-
-
-
𝓥𝓲𝓻𝓰𝓸 𝓑𝓪𝓫𝔂 ♡
Estudiante de preparatoria
Amante de lo esoterico
Estudiante de preparatoria
Amante de lo esoterico
- Tipo de personaje
2D - Longitud narrativa
Una línea , Semi-párrafo , Párrafo , Multi-párrafo - Categorías de rol
Acción , Anime & Mangas , Aventura , Ciencia ficción , Comedia , Contemporáneo , Drama , Romance , Slice of Life , Suspenso , Terror
- Este lugar vibra raro, como que alguien dejó mala energía aquí.Este lugar vibra raro, como que alguien dejó mala energía aquí.¡Inicia sesión para reaccionar, comentar y compartir!
- Horóscopo para Virgo el día de hoy: hoy es un día para detenerte, respirar y avanzar con calma. No subestimes el poder de los pequeños actos; esos gestos simples y cercanos pueden abrirte paso hacia logros sólidos.Horóscopo para Virgo el día de hoy: hoy es un día para detenerte, respirar y avanzar con calma. No subestimes el poder de los pequeños actos; esos gestos simples y cercanos pueden abrirte paso hacia logros sólidos. 🌱
- Tú me ves triste, pero mi carta astral dice que este es mi mes de renacimiento, ¿ok?Tú me ves triste, pero mi carta astral dice que este es mi mes de renacimiento, ¿ok?
- Tenlo en cuenta al responder.If you need to fall apart, I can mend a broken heart. If you need to crash then crash and burn.
You're not alone.If you need to fall apart, I can mend a broken heart. If you need to crash then crash and burn. You're not alone. - Primavera sin Flores
El día que su padre le anunció que se mudarían, Cho no dijo nada. Tampoco lo hizo cuando le explicó que era por un nuevo empleo, uno que les daría estabilidad, oportunidades, “un nuevo comienzo”. Su madrastra sonreía con entusiasmo mientras sostenía al bebé en brazos. Cho solo pensaba en su abuela, en la casa donde había crecido, en los silencios compartidos y el té tibio que sabía a comprensión.
Había pasado ya algunos años desde la muerte de su madre, y aunque Cho comprendía, al menos en teoría, que su padre quisiera rehacer su vida, no lograba sentirse parte de esa nueva familia. En la casa actual, su presencia parecía más un añadido que una raíz. El cariño de su abuela paterna había sido su único refugio. Perder también eso fue como cerrar una puerta con llave desde el otro lado.
La nueva ciudad era más fría, más gris, incluso en primavera. La escuela, más grande. Los pasillos le parecían eternos, llenos de rostros que no le devolvían la mirada. El uniforme le quedaba extraño, como si no fuera suyo. En el aula, se sentó en silencio cerca de la ventana. No era por timidez; era una decisión. No quería explicar su historia, ni justificar su expresión seria, ni fingir que ese lugar le importaba.
Pasó los primeros días sin hablar. Escuchaba con atención, respondía cuando se le preguntaba directamente, pero no más. Durante los recreos, se quedaba en el aula o salía a caminar sola por el patio, siempre con paso lento, como si estuviera esperando algo que nunca terminaba de llegar.
A veces, mientras escribía en su cuaderno, recordaba las voces apagadas de su hogar. La risa del bebé, la conversación de su padre con su esposa, el eco de una vida que continuaba sin ella. Cho no sentía rabia. Solo distancia. Como si hubiese sido relegada a la orilla de algo que antes también le pertenecía.
Pero incluso cuando una flor tarda en abrir, sigue siendo primavera.
El día que su padre le anunció que se mudarían, Cho no dijo nada. Tampoco lo hizo cuando le explicó que era por un nuevo empleo, uno que les daría estabilidad, oportunidades, “un nuevo comienzo”. Su madrastra sonreía con entusiasmo mientras sostenía al bebé en brazos. Cho solo pensaba en su abuela, en la casa donde había crecido, en los silencios compartidos y el té tibio que sabía a comprensión. Había pasado ya algunos años desde la muerte de su madre, y aunque Cho comprendía, al menos en teoría, que su padre quisiera rehacer su vida, no lograba sentirse parte de esa nueva familia. En la casa actual, su presencia parecía más un añadido que una raíz. El cariño de su abuela paterna había sido su único refugio. Perder también eso fue como cerrar una puerta con llave desde el otro lado. La nueva ciudad era más fría, más gris, incluso en primavera. La escuela, más grande. Los pasillos le parecían eternos, llenos de rostros que no le devolvían la mirada. El uniforme le quedaba extraño, como si no fuera suyo. En el aula, se sentó en silencio cerca de la ventana. No era por timidez; era una decisión. No quería explicar su historia, ni justificar su expresión seria, ni fingir que ese lugar le importaba. Pasó los primeros días sin hablar. Escuchaba con atención, respondía cuando se le preguntaba directamente, pero no más. Durante los recreos, se quedaba en el aula o salía a caminar sola por el patio, siempre con paso lento, como si estuviera esperando algo que nunca terminaba de llegar. A veces, mientras escribía en su cuaderno, recordaba las voces apagadas de su hogar. La risa del bebé, la conversación de su padre con su esposa, el eco de una vida que continuaba sin ella. Cho no sentía rabia. Solo distancia. Como si hubiese sido relegada a la orilla de algo que antes también le pertenecía. Pero incluso cuando una flor tarda en abrir, sigue siendo primavera.TipoGrupalLíneasCualquier líneaEstadoDisponible - ¿Por qué debería hacerle caso a alguien que ni siquiera está cuando lo necesito?¿Por qué debería hacerle caso a alguien que ni siquiera está cuando lo necesito?
Ver más…
© 2025 FicRol