• 𝙏𝙚𝙣𝙞𝙖 𝙦𝙪𝙚 𝙨𝙖𝙡𝙞𝙧 𝙖 𝙡𝙖 𝙘𝙖𝙡𝙡𝙖 𝙩𝙖𝙥𝙖𝙣𝙙𝙤 𝙨𝙪 𝙧𝙤𝙨𝙩𝙧𝙤 𝙥𝙤𝙧 𝙘𝙤𝙢𝙥𝙡𝙚𝙩𝙤.
    𝙎𝙚𝙧𝙞𝙖 𝙗𝙖𝙨𝙩𝙖𝙣𝙩𝙚 𝙢𝙤𝙡𝙚𝙨𝙩𝙤 𝙦𝙪𝙚 𝙡𝙖𝙨 𝙥𝙚𝙧𝙨𝙤𝙣𝙖𝙨 𝙡𝙤 𝙨𝙞𝙜𝙪𝙞𝙚𝙧𝙖𝙣.
    𝙎𝙤𝙡𝙖𝙢𝙚𝙣𝙩𝙚 𝙩𝙚𝙣𝙞𝙖 𝙦𝙪𝙚 𝙞𝙧 𝙙𝙚 𝙘𝙤𝙢𝙥𝙧𝙖𝙧 𝙖𝙡 𝙨𝙪𝙥𝙚𝙧𝙢𝙚𝙧𝙘𝙖𝙙𝙤 𝙮 𝙖𝙨𝙞 𝙥𝙖𝙧𝙚𝙘𝙞𝙖 𝙪𝙣 𝙡𝙖𝙙𝙧𝙤𝙣.

    ── Esto es bastante molesto...
    𝙏𝙚𝙣𝙞𝙖 𝙦𝙪𝙚 𝙨𝙖𝙡𝙞𝙧 𝙖 𝙡𝙖 𝙘𝙖𝙡𝙡𝙖 𝙩𝙖𝙥𝙖𝙣𝙙𝙤 𝙨𝙪 𝙧𝙤𝙨𝙩𝙧𝙤 𝙥𝙤𝙧 𝙘𝙤𝙢𝙥𝙡𝙚𝙩𝙤. 𝙎𝙚𝙧𝙞𝙖 𝙗𝙖𝙨𝙩𝙖𝙣𝙩𝙚 𝙢𝙤𝙡𝙚𝙨𝙩𝙤 𝙦𝙪𝙚 𝙡𝙖𝙨 𝙥𝙚𝙧𝙨𝙤𝙣𝙖𝙨 𝙡𝙤 𝙨𝙞𝙜𝙪𝙞𝙚𝙧𝙖𝙣. 𝙎𝙤𝙡𝙖𝙢𝙚𝙣𝙩𝙚 𝙩𝙚𝙣𝙞𝙖 𝙦𝙪𝙚 𝙞𝙧 𝙙𝙚 𝙘𝙤𝙢𝙥𝙧𝙖𝙧 𝙖𝙡 𝙨𝙪𝙥𝙚𝙧𝙢𝙚𝙧𝙘𝙖𝙙𝙤 𝙮 𝙖𝙨𝙞 𝙥𝙖𝙧𝙚𝙘𝙞𝙖 𝙪𝙣 𝙡𝙖𝙙𝙧𝙤𝙣. ── Esto es bastante molesto...
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  • ── ¿En serio tengo que participar en esto?. Padre sabe que nunca fue de mi gusto hacer comerciales con temáticas. Y además que usen a las mujeres de una forma sensual para atraer mas clientes es algo que me desagrada bastante

    𝘚𝘶 𝘱𝘢𝘥𝘳𝘦 𝘭𝘰 𝘩𝘪𝘻𝘰 𝘱𝘢𝘳𝘵𝘪𝘤𝘪𝘱𝘢𝘳 𝘦𝘯 𝘶𝘯 𝘤𝘰𝘮𝘦𝘳𝘤𝘪𝘢𝘭 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘮𝘦𝘫𝘰𝘳𝘢𝘳 𝘭𝘢 𝘪𝘮𝘢𝘨𝘦𝘯.
    𝘌𝘭 𝘤𝘰𝘮𝘦𝘳𝘤𝘪𝘢𝘭 𝘵𝘦𝘯𝘪𝘢 𝘥𝘦 𝘵𝘦𝘮𝘢𝘵𝘪𝘤𝘢 𝘷𝘢𝘮𝘱𝘪𝘳𝘰𝘴.
    𝘏𝘢𝘳𝘶 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘣𝘢 𝘦𝘯 𝘥𝘦𝘴𝘢𝘤𝘶𝘦𝘳𝘥𝘰 𝘱𝘶𝘦𝘴 𝘴𝘶 𝘤𝘰𝘮𝘱𝘢𝘯̃𝘦𝘳𝘢 𝘵𝘦𝘯𝘪𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘭𝘶𝘤𝘪𝘳 𝘴𝘦𝘯𝘴𝘶𝘢𝘭 𝘺 𝘦𝘯 𝘮𝘶𝘤𝘩𝘢𝘴 𝘱𝘢𝘳𝘵𝘦𝘴 𝘥𝘦𝘭 𝘤𝘰𝘮𝘦𝘳𝘤𝘪𝘢𝘭 𝘩𝘢𝘤𝘦𝘳 𝘤𝘰𝘴𝘢𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘱𝘶𝘦𝘥𝘢𝘯 𝘴𝘦𝘳 𝘣𝘢𝘴𝘵𝘢𝘯𝘵𝘦 𝘪𝘯𝘥𝘦𝘤𝘦𝘯𝘵𝘦𝘴. 𝘈𝘭𝘨𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘭 𝘰𝘥𝘪𝘢𝘣𝘢; 𝘦𝘭 𝘶𝘴𝘰 𝘥𝘦𝘭 𝘤𝘶𝘦𝘳𝘱𝘰 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘮𝘶𝘫𝘦𝘳 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘢𝘵𝘳𝘢𝘦𝘳
    ── ¿En serio tengo que participar en esto?. Padre sabe que nunca fue de mi gusto hacer comerciales con temáticas. Y además que usen a las mujeres de una forma sensual para atraer mas clientes es algo que me desagrada bastante 𝘚𝘶 𝘱𝘢𝘥𝘳𝘦 𝘭𝘰 𝘩𝘪𝘻𝘰 𝘱𝘢𝘳𝘵𝘪𝘤𝘪𝘱𝘢𝘳 𝘦𝘯 𝘶𝘯 𝘤𝘰𝘮𝘦𝘳𝘤𝘪𝘢𝘭 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘮𝘦𝘫𝘰𝘳𝘢𝘳 𝘭𝘢 𝘪𝘮𝘢𝘨𝘦𝘯. 𝘌𝘭 𝘤𝘰𝘮𝘦𝘳𝘤𝘪𝘢𝘭 𝘵𝘦𝘯𝘪𝘢 𝘥𝘦 𝘵𝘦𝘮𝘢𝘵𝘪𝘤𝘢 𝘷𝘢𝘮𝘱𝘪𝘳𝘰𝘴. 𝘏𝘢𝘳𝘶 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘣𝘢 𝘦𝘯 𝘥𝘦𝘴𝘢𝘤𝘶𝘦𝘳𝘥𝘰 𝘱𝘶𝘦𝘴 𝘴𝘶 𝘤𝘰𝘮𝘱𝘢𝘯̃𝘦𝘳𝘢 𝘵𝘦𝘯𝘪𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘭𝘶𝘤𝘪𝘳 𝘴𝘦𝘯𝘴𝘶𝘢𝘭 𝘺 𝘦𝘯 𝘮𝘶𝘤𝘩𝘢𝘴 𝘱𝘢𝘳𝘵𝘦𝘴 𝘥𝘦𝘭 𝘤𝘰𝘮𝘦𝘳𝘤𝘪𝘢𝘭 𝘩𝘢𝘤𝘦𝘳 𝘤𝘰𝘴𝘢𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘱𝘶𝘦𝘥𝘢𝘯 𝘴𝘦𝘳 𝘣𝘢𝘴𝘵𝘢𝘯𝘵𝘦 𝘪𝘯𝘥𝘦𝘤𝘦𝘯𝘵𝘦𝘴. 𝘈𝘭𝘨𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘭 𝘰𝘥𝘪𝘢𝘣𝘢; 𝘦𝘭 𝘶𝘴𝘰 𝘥𝘦𝘭 𝘤𝘶𝘦𝘳𝘱𝘰 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘮𝘶𝘫𝘦𝘳 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘢𝘵𝘳𝘢𝘦𝘳
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  • ── No te confundas. No te ayude por amor ni nada por el estilo, simplemente me criaron bien.

    𝘋𝘦 𝘱𝘦𝘲𝘶𝘦𝘯̃𝘰 𝘴𝘶 𝘱𝘢𝘥𝘳𝘦 𝘴𝘪𝘦𝘮𝘱𝘳𝘦 𝘭𝘦 𝘥𝘦𝘤𝘪́𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘱𝘳𝘰𝘵𝘦𝘨𝘪𝘦𝘳𝘢 𝘢 𝘶𝘯𝘢 𝘥𝘢𝘮𝘢 𝘦𝘯 𝘱𝘦𝘭𝘪𝘨𝘳𝘰.
    𝘗𝘰𝘳 𝘦𝘴𝘰 𝘦𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘥𝘦𝘤𝘪𝘥𝘪𝘰 𝘢𝘺𝘶𝘥𝘢𝘳 𝘢 𝘭𝘢 𝘤𝘩𝘪𝘤𝘢 𝘤𝘶𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘷𝘪𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘣𝘢𝘯 𝘢𝘨𝘳𝘦𝘥𝘪𝘦𝘯𝘥𝘰𝘭𝘢 𝘢 𝘱𝘦𝘴𝘢𝘳 𝘥𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘭 𝘯𝘰 𝘴𝘢𝘣𝘦 𝘱𝘦𝘭𝘦𝘢𝘳.
    ── No te confundas. No te ayude por amor ni nada por el estilo, simplemente me criaron bien. 𝘋𝘦 𝘱𝘦𝘲𝘶𝘦𝘯̃𝘰 𝘴𝘶 𝘱𝘢𝘥𝘳𝘦 𝘴𝘪𝘦𝘮𝘱𝘳𝘦 𝘭𝘦 𝘥𝘦𝘤𝘪́𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘱𝘳𝘰𝘵𝘦𝘨𝘪𝘦𝘳𝘢 𝘢 𝘶𝘯𝘢 𝘥𝘢𝘮𝘢 𝘦𝘯 𝘱𝘦𝘭𝘪𝘨𝘳𝘰. 𝘗𝘰𝘳 𝘦𝘴𝘰 𝘦𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘥𝘦𝘤𝘪𝘥𝘪𝘰 𝘢𝘺𝘶𝘥𝘢𝘳 𝘢 𝘭𝘢 𝘤𝘩𝘪𝘤𝘢 𝘤𝘶𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘷𝘪𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘣𝘢𝘯 𝘢𝘨𝘳𝘦𝘥𝘪𝘦𝘯𝘥𝘰𝘭𝘢 𝘢 𝘱𝘦𝘴𝘢𝘳 𝘥𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘭 𝘯𝘰 𝘴𝘢𝘣𝘦 𝘱𝘦𝘭𝘦𝘢𝘳.
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  • ⸻"𝑇𝑟𝑒𝑚𝑏𝑙𝑎𝑛𝑡𝑠, 𝑒́𝑝𝑒𝑟𝑑𝑢𝑠, 𝘩𝑜𝑟𝑠 𝑑'𝘩𝑎𝑙𝑒𝑖𝑛𝑒,
    𝐼𝑙𝑠 𝑣𝑜𝑛𝑡, 𝑎𝑏𝑎𝑛𝑑𝑜𝑛𝑛𝑒́𝑠 𝑎̀ 𝑠𝑜𝑛 𝑝𝑜𝑢𝑣𝑜𝑖𝑟 𝑓𝑎𝑡𝑎𝑙 ;
    𝐼𝑙𝑠 𝑣𝑒𝑢𝑙𝑒𝑛𝑡 𝑐𝑢𝑒𝑖𝑙𝑙𝑖𝑟 𝑙𝑎 𝑓𝑙𝑒𝑢𝑟 𝑑𝑒 𝑠𝑒𝑠 𝑙𝑒̀𝑣𝑟𝑒𝑠
    𝐷𝑜𝑛𝑡 𝑙𝑒 𝑝𝑎𝑟𝑓𝑢𝑚 𝑑𝑜𝑛𝑛𝑒 𝑙𝑎 𝑚𝑜𝑟𝑡!"
    ⸻"𝑇𝑟𝑒𝑚𝑏𝑙𝑎𝑛𝑡𝑠, 𝑒́𝑝𝑒𝑟𝑑𝑢𝑠, 𝘩𝑜𝑟𝑠 𝑑'𝘩𝑎𝑙𝑒𝑖𝑛𝑒, 𝐼𝑙𝑠 𝑣𝑜𝑛𝑡, 𝑎𝑏𝑎𝑛𝑑𝑜𝑛𝑛𝑒́𝑠 𝑎̀ 𝑠𝑜𝑛 𝑝𝑜𝑢𝑣𝑜𝑖𝑟 𝑓𝑎𝑡𝑎𝑙 ; 𝐼𝑙𝑠 𝑣𝑒𝑢𝑙𝑒𝑛𝑡 𝑐𝑢𝑒𝑖𝑙𝑙𝑖𝑟 𝑙𝑎 𝑓𝑙𝑒𝑢𝑟 𝑑𝑒 𝑠𝑒𝑠 𝑙𝑒̀𝑣𝑟𝑒𝑠 𝐷𝑜𝑛𝑡 𝑙𝑒 𝑝𝑎𝑟𝑓𝑢𝑚 𝑑𝑜𝑛𝑛𝑒 𝑙𝑎 𝑚𝑜𝑟𝑡!"
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  • ── ¿Que estas viendo?. Solo son pastillas para la ansiedad

    𝘋𝘦𝘣𝘪𝘥𝘰 𝘢 𝘴𝘶 𝘧𝘰𝘳𝘮𝘢 𝘥𝘦 𝘴𝘦𝘳 𝘤𝘳𝘪𝘢𝘥𝘰 𝘦𝘭 𝘦𝘮𝘱𝘦𝘻𝘰́ 𝘶𝘯 𝘵𝘳𝘢𝘵𝘢𝘮𝘪𝘦𝘯𝘵𝘰 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘭𝘢 𝘢𝘯𝘴𝘪𝘦𝘥𝘢𝘥 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘮𝘱𝘦𝘻𝘰́ 𝘢 𝘴𝘦𝘯𝘵𝘪𝘳 𝘢 𝘥𝘪𝘢𝘳𝘪𝘰.
    𝘗𝘰𝘳 𝘳𝘦𝘣𝘦𝘭𝘥𝘪́𝘢 𝘢𝘣𝘶𝘴𝘢𝘣𝘢 𝘥𝘦𝘭 𝘶𝘴𝘰 𝘥𝘦 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘴 𝘱𝘢𝘴𝘵𝘪𝘭𝘭𝘢𝘴 𝘺 𝘭𝘢𝘴 𝘤𝘰𝘯𝘴𝘶𝘮𝘪́𝘢 𝘥𝘦 𝘧𝘰𝘳𝘮𝘢 𝘪𝘯𝘥𝘦𝘣𝘪𝘥𝘢, 𝘰𝘤𝘢𝘴𝘪𝘰𝘯𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘢𝘭𝘨𝘶𝘯𝘰𝘴 𝘱𝘦𝘲𝘶𝘦𝘯̃𝘰𝘴 𝘱𝘳𝘰𝘣𝘭𝘦𝘮𝘢𝘴.
    ── ¿Que estas viendo?. Solo son pastillas para la ansiedad 𝘋𝘦𝘣𝘪𝘥𝘰 𝘢 𝘴𝘶 𝘧𝘰𝘳𝘮𝘢 𝘥𝘦 𝘴𝘦𝘳 𝘤𝘳𝘪𝘢𝘥𝘰 𝘦𝘭 𝘦𝘮𝘱𝘦𝘻𝘰́ 𝘶𝘯 𝘵𝘳𝘢𝘵𝘢𝘮𝘪𝘦𝘯𝘵𝘰 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘭𝘢 𝘢𝘯𝘴𝘪𝘦𝘥𝘢𝘥 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘮𝘱𝘦𝘻𝘰́ 𝘢 𝘴𝘦𝘯𝘵𝘪𝘳 𝘢 𝘥𝘪𝘢𝘳𝘪𝘰. 𝘗𝘰𝘳 𝘳𝘦𝘣𝘦𝘭𝘥𝘪́𝘢 𝘢𝘣𝘶𝘴𝘢𝘣𝘢 𝘥𝘦𝘭 𝘶𝘴𝘰 𝘥𝘦 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘴 𝘱𝘢𝘴𝘵𝘪𝘭𝘭𝘢𝘴 𝘺 𝘭𝘢𝘴 𝘤𝘰𝘯𝘴𝘶𝘮𝘪́𝘢 𝘥𝘦 𝘧𝘰𝘳𝘮𝘢 𝘪𝘯𝘥𝘦𝘣𝘪𝘥𝘢, 𝘰𝘤𝘢𝘴𝘪𝘰𝘯𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘢𝘭𝘨𝘶𝘯𝘰𝘴 𝘱𝘦𝘲𝘶𝘦𝘯̃𝘰𝘴 𝘱𝘳𝘰𝘣𝘭𝘦𝘮𝘢𝘴.
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  • 𝐸𝑠𝑒 𝑚𝑢𝑟𝑜, 𝑛𝑜 𝑑𝑢𝑟𝑎𝑟𝑎 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑠𝑖𝑒𝑚𝑝𝑟𝑒
    Fandom Castle
    Categoría Acción
    · 🇸​🇹​🇦​🇷​🇹​🇪​🇷​ 🇹​🇴​...
    ㅤㅤ⤹ Kate Beckett


    La realidad supera a la ficción.
    A él cómo escritor de misterio esa frase nunca le había hecho especial gracia. Y hasta ese momento había mantenido sin mucho problema si teoría de que a pesar de que todo escritor necesitaba de una inspiración para llevar sus historias a término, el toque que su imaginación les daba a los libros no era algo que se pudiera conseguir en la aleatoriedad del universo.
    Y sin embargo, en los últimos tiempos… todo aquello había cambiado.

    Cualquiera diría que estaba viviendo una trama de sus novelas. Pero aquello era la vida real y sin embargo había arrastrado fuera de hangar a Kate, habían matado a Montgomery, habían disparado a la inspectora, había eludido la muerte…
    Ante el miedo de perderla Castle le había confesado lo que casi no había aceptado ni ante sí mismo.
    No… aquello no estaba guionizado, ni si quiera se le podría haber ocurrido a la mente más aguda del mejor escritor del mundo…

    Y allí estaba él, en medio de toda aquella vorágine, investigando a escondidas, tratando de encontrar el culpable, de saber quién había contratado aquel francotirador para acabar con la vida de Kate, luchando contra ella y su obsesión por encontrar al asesino su madre. Debia mantenerla lejos de todo aquello, no porque el escritor no quisiera que descubrir aquello y darle a Kate la paz y la justicia que ansiaba, sino porque era la única forma de mantenerla a salvo.

    Como guinda de todo aquello, Richard Castle, un hombre intrínsecamente irónico, el cual usaba el humor como escape, arma y escudo, había pasado a lidiar con la decepción ante la falta de recuerdos de Kate en todo lo referente a su ataque, y por consiguiente a su estúpida y ridícula declaración.
    No ponía en duda en ningún momento la veracidad de todo aquello, pero si sabía, y así se lo había dicho porque no era capaz de guardárselo más, que Kate se refugiaba en su obsesión, y en relaciones con hombres que realmente no amaba.
    No estaba diciendo con todo aquello que le amara a él…
    No, no era tan ingenuo, aunque mentiría si dijera que en ocasiones no le era difícil imaginarse que era verdad. Aquellas miradas de la inspectora, sus gestos, sus palabras, la complicidad más que patente entre ellos… no estaban solo en su cabeza, todo aquello existía de verdad y daba alas a su prolífica mente.

    Sabía que aquel muro tras el que se protegía Kate no duraría para siempre, tan solo necesitaba ser lo suficientemente paciente, y por el momento parecía valerle ser el único en aquella relación.
    Parecía valerle hasta tal punto que aquella mañana había cambiado su “𝑚𝑜𝑑𝑢𝑠 𝑜𝑝𝑒𝑟𝑎𝑛𝑑𝑖” había pasado por la misma cafetería de siempre donde ya le tenían preparados los dos cafés de todas las mañanas.
    Había sacado su móvil y lo había pasado por el datafono que le tendía la dependienta mientras le miraba directamente a los ojos con una enorme sonrisa y se despedía con un travieso guiño de ojos.

    De camino hasta su meta le habían pedido un par de fotos, había saludado a un grupo de turistas asiáticos en la acera de enfrente… Nada fuera de lo común, nada a excepción de su destino. En aquella mañana no era la comisaria, si no…

    Su dedo índice derecho busca por unos segundos, revoloteando sobre la tabla con la lista de los pisos y sus respectivos botones.
    Cuando encuentra el que busca hunde el dedo y espera unos segundos antes de escuchar la voz femenina.

    — Su pedido de 𝑉𝑒𝑛𝑖𝑒𝑟𝑜'𝑠 𝑃𝑎𝑠𝑡𝑖𝑐𝑐𝑒𝑟𝑖𝑎 & 𝐶𝑎𝑓𝑓𝑒 ha llegado, ¿sería tan amable de permitirnos la entrada?
    · 🇸​🇹​🇦​🇷​🇹​🇪​🇷​ 🇹​🇴​... ㅤㅤ⤹ [D0ntCallMeMuse] La realidad supera a la ficción. A él cómo escritor de misterio esa frase nunca le había hecho especial gracia. Y hasta ese momento había mantenido sin mucho problema si teoría de que a pesar de que todo escritor necesitaba de una inspiración para llevar sus historias a término, el toque que su imaginación les daba a los libros no era algo que se pudiera conseguir en la aleatoriedad del universo. Y sin embargo, en los últimos tiempos… todo aquello había cambiado. Cualquiera diría que estaba viviendo una trama de sus novelas. Pero aquello era la vida real y sin embargo había arrastrado fuera de hangar a Kate, habían matado a Montgomery, habían disparado a la inspectora, había eludido la muerte… Ante el miedo de perderla Castle le había confesado lo que casi no había aceptado ni ante sí mismo. No… aquello no estaba guionizado, ni si quiera se le podría haber ocurrido a la mente más aguda del mejor escritor del mundo… Y allí estaba él, en medio de toda aquella vorágine, investigando a escondidas, tratando de encontrar el culpable, de saber quién había contratado aquel francotirador para acabar con la vida de Kate, luchando contra ella y su obsesión por encontrar al asesino su madre. Debia mantenerla lejos de todo aquello, no porque el escritor no quisiera que descubrir aquello y darle a Kate la paz y la justicia que ansiaba, sino porque era la única forma de mantenerla a salvo. Como guinda de todo aquello, Richard Castle, un hombre intrínsecamente irónico, el cual usaba el humor como escape, arma y escudo, había pasado a lidiar con la decepción ante la falta de recuerdos de Kate en todo lo referente a su ataque, y por consiguiente a su estúpida y ridícula declaración. No ponía en duda en ningún momento la veracidad de todo aquello, pero si sabía, y así se lo había dicho porque no era capaz de guardárselo más, que Kate se refugiaba en su obsesión, y en relaciones con hombres que realmente no amaba. No estaba diciendo con todo aquello que le amara a él… No, no era tan ingenuo, aunque mentiría si dijera que en ocasiones no le era difícil imaginarse que era verdad. Aquellas miradas de la inspectora, sus gestos, sus palabras, la complicidad más que patente entre ellos… no estaban solo en su cabeza, todo aquello existía de verdad y daba alas a su prolífica mente. Sabía que aquel muro tras el que se protegía Kate no duraría para siempre, tan solo necesitaba ser lo suficientemente paciente, y por el momento parecía valerle ser el único en aquella relación. Parecía valerle hasta tal punto que aquella mañana había cambiado su “𝑚𝑜𝑑𝑢𝑠 𝑜𝑝𝑒𝑟𝑎𝑛𝑑𝑖” había pasado por la misma cafetería de siempre donde ya le tenían preparados los dos cafés de todas las mañanas. Había sacado su móvil y lo había pasado por el datafono que le tendía la dependienta mientras le miraba directamente a los ojos con una enorme sonrisa y se despedía con un travieso guiño de ojos. De camino hasta su meta le habían pedido un par de fotos, había saludado a un grupo de turistas asiáticos en la acera de enfrente… Nada fuera de lo común, nada a excepción de su destino. En aquella mañana no era la comisaria, si no… Su dedo índice derecho busca por unos segundos, revoloteando sobre la tabla con la lista de los pisos y sus respectivos botones. Cuando encuentra el que busca hunde el dedo y espera unos segundos antes de escuchar la voz femenina. — Su pedido de 𝑉𝑒𝑛𝑖𝑒𝑟𝑜'𝑠 𝑃𝑎𝑠𝑡𝑖𝑐𝑐𝑒𝑟𝑖𝑎 & 𝐶𝑎𝑓𝑓𝑒 ha llegado, ¿sería tan amable de permitirnos la entrada?
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    Individual
    Líneas
    Cualquier línea
    Estado
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  • ── ¿No habias visto a un multimillonario tan joven antes?, o porque estas mirando tanto a esta direccion~

    𝘏𝘢𝘳𝘶 𝘵𝘪𝘦𝘯𝘦 𝘶𝘯𝘢 𝘷𝘪𝘴𝘪𝘰𝘯 𝘮𝘶𝘺 𝘦𝘭𝘦𝘷𝘢𝘥𝘢 𝘥𝘦 𝘦𝘭...
    𝘧𝘢𝘤𝘪𝘭𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘴𝘦 𝘤𝘰𝘮𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘢 𝘴𝘪 𝘮𝘪𝘴𝘮𝘰 𝘤𝘰𝘯 𝘶𝘯 𝘥𝘪𝘰𝘴
    ── ¿No habias visto a un multimillonario tan joven antes?, o porque estas mirando tanto a esta direccion~ 𝘏𝘢𝘳𝘶 𝘵𝘪𝘦𝘯𝘦 𝘶𝘯𝘢 𝘷𝘪𝘴𝘪𝘰𝘯 𝘮𝘶𝘺 𝘦𝘭𝘦𝘷𝘢𝘥𝘢 𝘥𝘦 𝘦𝘭... 𝘧𝘢𝘤𝘪𝘭𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘴𝘦 𝘤𝘰𝘮𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘢 𝘴𝘪 𝘮𝘪𝘴𝘮𝘰 𝘤𝘰𝘯 𝘶𝘯 𝘥𝘪𝘰𝘴
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  • 𝑷𝒍𝒆𝒂𝒔𝒆, 𝒑𝒍𝒆𝒂𝒔𝒆, 𝒑𝒍𝒆𝒂𝒔𝒆
    𝑫𝒐𝒏'𝒕 𝒑𝒓𝒐𝒗𝒆 𝑰'𝒎 𝒓𝒊𝒈𝒉𝒕
    𝑨𝒏𝒅 𝒑𝒍𝒆𝒂𝒔𝒆, 𝒑𝒍𝒆𝒂𝒔𝒆, 𝒑𝒍𝒆𝒂𝒔𝒆
    𝑫𝒐𝒏'𝒕 𝒃𝒓𝒊𝒏𝒈 𝒎𝒆 𝒕𝒐 𝒕𝒆𝒂𝒓𝒔 𝒘𝒉𝒆𝒏 𝑰 𝒋𝒖𝒔𝒕 𝒅𝒊𝒅 𝒎𝒚 𝒎𝒂𝒌𝒆𝒖𝒑 𝒔𝒐 𝒏𝒊𝒄𝒆
    𝑯𝒆𝒂𝒓𝒕𝒃𝒓𝒆𝒂𝒌 𝒊𝒔 𝒐𝒏𝒆 𝒕𝒉𝒊𝒏𝒈
    𝑴𝒚 𝒆𝒈𝒐'𝒔 𝒂𝒏𝒐𝒕𝒉𝒆𝒓
    𝑰 𝒃𝒆𝒈 𝒚𝒐𝒖: 𝑫𝒐𝒏'𝒕 𝒆𝒎𝒃𝒂𝒓𝒓𝒂𝒔𝒔 𝒎𝒆, 𝒎𝒐𝒕𝒉𝒆𝒓𝒇𝒖𝒄𝒌𝒆𝒓, 𝒂𝒉-𝒐𝒉 ~
    𝑷𝒍𝒆𝒂𝒔𝒆, 𝒑𝒍𝒆𝒂𝒔𝒆, 𝒑𝒍𝒆𝒂𝒔𝒆 𝑫𝒐𝒏'𝒕 𝒑𝒓𝒐𝒗𝒆 𝑰'𝒎 𝒓𝒊𝒈𝒉𝒕 𝑨𝒏𝒅 𝒑𝒍𝒆𝒂𝒔𝒆, 𝒑𝒍𝒆𝒂𝒔𝒆, 𝒑𝒍𝒆𝒂𝒔𝒆 𝑫𝒐𝒏'𝒕 𝒃𝒓𝒊𝒏𝒈 𝒎𝒆 𝒕𝒐 𝒕𝒆𝒂𝒓𝒔 𝒘𝒉𝒆𝒏 𝑰 𝒋𝒖𝒔𝒕 𝒅𝒊𝒅 𝒎𝒚 𝒎𝒂𝒌𝒆𝒖𝒑 𝒔𝒐 𝒏𝒊𝒄𝒆 𝑯𝒆𝒂𝒓𝒕𝒃𝒓𝒆𝒂𝒌 𝒊𝒔 𝒐𝒏𝒆 𝒕𝒉𝒊𝒏𝒈 𝑴𝒚 𝒆𝒈𝒐'𝒔 𝒂𝒏𝒐𝒕𝒉𝒆𝒓 𝑰 𝒃𝒆𝒈 𝒚𝒐𝒖: 𝑫𝒐𝒏'𝒕 𝒆𝒎𝒃𝒂𝒓𝒓𝒂𝒔𝒔 𝒎𝒆, 𝒎𝒐𝒕𝒉𝒆𝒓𝒇𝒖𝒄𝒌𝒆𝒓, 𝒂𝒉-𝒐𝒉 ~
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  • ༒☬ Давным-давно... ☬༒

    𝐔𝐧 𝐝í𝐚 𝐝𝐞𝐥𝐞𝐢𝐭𝐚𝐬 𝐞𝐥 𝐩𝐚𝐥𝐚𝐝𝐚𝐫 𝐜𝐨𝐧 𝐥𝐚𝐬 𝐦𝐢𝐞𝐥𝐞𝐬 𝐝𝐞𝐥 𝐩𝐚𝐫𝐚í𝐬𝐨; 𝐚𝐥 𝐬𝐢𝐠𝐮𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞, 𝐩𝐫𝐮𝐞𝐛𝐚𝐬 𝐞𝐥 𝐚𝐦𝐚𝐫𝐠𝐨 𝐲 á𝐜𝐢𝐝𝐨 𝐬𝐚𝐛𝐨𝐫 𝐝𝐞𝐥 𝐢𝐧𝐟𝐢𝐞𝐫𝐧𝐨.





    𝙰𝚕𝚎𝚔𝚜𝚎𝚒 𝙺𝚒𝚎𝚟 𝙽𝚘𝚟𝚊𝚔𝚘𝚟 𝚁𝚘𝚖𝚊𝚕𝚜𝚔𝚘 - 𝟸𝟶𝟷𝟽

    Fue hace mucho tiempo. Había un hombre fuerte, de piel blanca y mirada oscura, que parecía tragarse el abismo más profundo. Un hombre conocido, respetado, admirado y querido.

    Su nombre pasaba de boca en boca en las iglesias que visitaba. Sus donaciones exorbitantes eran como un gran milagro para la ayuda de la Iglesia Católica. Aquellos que tuvieron la suerte de mantener una conversación con él juraban que hablaban con un santo. A pesar de poseer empresas de armas, era una figura pública amada.

    Incluso llegaba a reservar iglesias para oraciones dedicadas a todo su personal. ¿Cómo podrían odiar a ese hombre? Incluso cuando el gobierno les daba la espalda, él tendía la mano a quienes le ofrecían lealtad, sin que ellos supieran que aquel hombre no era más que el mismo diablo con la máscara de un mesías.
    Aquellas reservas no eran más que reuniones para controlar a su gente. El agua bendita caía sobre sus armas, y la religión no era más que una herramienta para engañar a la gente incauta. Sus palabras eran tan dulces como el korovka, mientras que sus amenazas eran tan amargas como el nastoyka.

    Estaba más que involucrado en asuntos de Estado, siendo los políticos su baraja de cartas favorita. Gobernó la tierra helada de Rusia desde las sombras, reemplazando al “Zar”. Utilizaba a los presidentes como títeres de carne y hueso, solo para mantenerlos gobernados y, muy pronto, tomar todo el poder político.

    “𝘏𝘢𝘺 𝘲𝘶𝘦 𝘥𝘦𝘴𝘩𝘢𝘤𝘦𝘳𝘯𝘰𝘴 𝘥𝘦 é𝘭”.

    Los enemigos no estaban contentos con su dominio sobre gran parte de Rusia. Su influencia no solo creaba alianzas, sino que también los arrinconaba, obligándolos a comer las sobras que él dejaba.
    Cada noche no era más que un intento de matarlo: veneno, francotiradores y bombas. Sin embargo, este hombre se reía junto con la muerte, como si fuera su amiga de toda la vida, y terminaba con la existencia de aquellos que intentaban asesinarlo.

    Debían tener cuidado, incluso si las reuniones eran secretas. Él siempre se presentaba, y una vez más, cabezas rodaban. A sus enemigos no les agradaba cómo terminaba todo esto. Los rivales se sumaban, y solo entonces surgió una idea:

    “𝘋𝘦𝘣𝘦𝘮𝘰𝘴 𝘱𝘰𝘯𝘦𝘳 𝘢𝘭 𝘡𝘢𝘳 𝘦𝘯 𝘴𝘶 𝘤𝘰𝘯𝘵𝘳𝘢”.

    La idea era tan descabellada. Todos en Rusia sabían que él era su hijo más querido, el primogénito de la misma madre rusa.
    Pero, ¿Quién iba a imaginar que solo bastarían la cabeza de una mujer y tres niños para dejarlo completamente débil y loco, hasta el punto en que su padre lo considerara un peligro?

    Los rumores marcaron su sentencia, y un abogado se encargó de sellar su destino por completo.


    A̶l̶e̶k̶s̶e̶i̶ 𝙺𝚒𝚎𝚟 N̶o̶v̶a̶k̶o̶v̶ 𝚁𝚘𝚖𝚊𝚕𝚜𝚔𝚘 - 𝟸𝟶𝟸𝟻


    Lo tenían aprisionado peor que a un animal. El sonido de las cadenas resonaba en el aire mientras sus muñecas, sujetas por gruesos eslabones, lo mantenían suspendido. Entre sus dientes apretaba una barra de metal que le impedía articular palabra alguna. ¿Cuánto tiempo llevaba ahí? No podía saberlo con certeza; no había ni una sola gota de luz que rompiera la oscuridad opresiva de su calvario.

    Las quemaduras recientes en su cuerpo comenzaban a cerrarse lentamente, mientras el olor a carne chamuscada se desvanecía con el pasar de los segundos. Las profundas heridas, de las que aún brotaba sangre, teñían el suelo bajo él. Poco a poco, estas también empezaban a sellarse. Pero el ardor del líquido que le inyectaban en las venas seguía consumiéndolo por dentro, un tormento desesperante que lo llevaba al borde de la locura. Esta vez, las dosis habían aumentado considerablemente, dejando su mente en blanco, inmóvil, incapaz de resistirse a las torturas.

    Las voces eran lo único que lo acompañaban, un eco persistente que lo mantenía aferrado a un frágil hilo de “cordura”. Eran suaves, pero extrañamente irreconocibles, y su cerebro, enredado en el dolor y la confusión. Una mansión incendiada, una mujer extraña que simplemente provocaba el dolor más profundo en su pecho, y personas sin rostro que pasaban fugazmente por su memoria. Nombres, había nombres que no había dejado de repetir en su mente desde que tenía uso de razón, pero que a poco a poco se iban perdiendo con el viento. Si tan solo… si tan solo pudiera recordar quien era en realidad seria mas fácil para él o sin tan solo pudiera morir.
    ༒☬ Давным-давно... ☬༒ 𝐔𝐧 𝐝í𝐚 𝐝𝐞𝐥𝐞𝐢𝐭𝐚𝐬 𝐞𝐥 𝐩𝐚𝐥𝐚𝐝𝐚𝐫 𝐜𝐨𝐧 𝐥𝐚𝐬 𝐦𝐢𝐞𝐥𝐞𝐬 𝐝𝐞𝐥 𝐩𝐚𝐫𝐚í𝐬𝐨; 𝐚𝐥 𝐬𝐢𝐠𝐮𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞, 𝐩𝐫𝐮𝐞𝐛𝐚𝐬 𝐞𝐥 𝐚𝐦𝐚𝐫𝐠𝐨 𝐲 á𝐜𝐢𝐝𝐨 𝐬𝐚𝐛𝐨𝐫 𝐝𝐞𝐥 𝐢𝐧𝐟𝐢𝐞𝐫𝐧𝐨. 𝙰𝚕𝚎𝚔𝚜𝚎𝚒 𝙺𝚒𝚎𝚟 𝙽𝚘𝚟𝚊𝚔𝚘𝚟 𝚁𝚘𝚖𝚊𝚕𝚜𝚔𝚘 - 𝟸𝟶𝟷𝟽 Fue hace mucho tiempo. Había un hombre fuerte, de piel blanca y mirada oscura, que parecía tragarse el abismo más profundo. Un hombre conocido, respetado, admirado y querido. Su nombre pasaba de boca en boca en las iglesias que visitaba. Sus donaciones exorbitantes eran como un gran milagro para la ayuda de la Iglesia Católica. Aquellos que tuvieron la suerte de mantener una conversación con él juraban que hablaban con un santo. A pesar de poseer empresas de armas, era una figura pública amada. Incluso llegaba a reservar iglesias para oraciones dedicadas a todo su personal. ¿Cómo podrían odiar a ese hombre? Incluso cuando el gobierno les daba la espalda, él tendía la mano a quienes le ofrecían lealtad, sin que ellos supieran que aquel hombre no era más que el mismo diablo con la máscara de un mesías. Aquellas reservas no eran más que reuniones para controlar a su gente. El agua bendita caía sobre sus armas, y la religión no era más que una herramienta para engañar a la gente incauta. Sus palabras eran tan dulces como el korovka, mientras que sus amenazas eran tan amargas como el nastoyka. Estaba más que involucrado en asuntos de Estado, siendo los políticos su baraja de cartas favorita. Gobernó la tierra helada de Rusia desde las sombras, reemplazando al “Zar”. Utilizaba a los presidentes como títeres de carne y hueso, solo para mantenerlos gobernados y, muy pronto, tomar todo el poder político. “𝘏𝘢𝘺 𝘲𝘶𝘦 𝘥𝘦𝘴𝘩𝘢𝘤𝘦𝘳𝘯𝘰𝘴 𝘥𝘦 é𝘭”. Los enemigos no estaban contentos con su dominio sobre gran parte de Rusia. Su influencia no solo creaba alianzas, sino que también los arrinconaba, obligándolos a comer las sobras que él dejaba. Cada noche no era más que un intento de matarlo: veneno, francotiradores y bombas. Sin embargo, este hombre se reía junto con la muerte, como si fuera su amiga de toda la vida, y terminaba con la existencia de aquellos que intentaban asesinarlo. Debían tener cuidado, incluso si las reuniones eran secretas. Él siempre se presentaba, y una vez más, cabezas rodaban. A sus enemigos no les agradaba cómo terminaba todo esto. Los rivales se sumaban, y solo entonces surgió una idea: “𝘋𝘦𝘣𝘦𝘮𝘰𝘴 𝘱𝘰𝘯𝘦𝘳 𝘢𝘭 𝘡𝘢𝘳 𝘦𝘯 𝘴𝘶 𝘤𝘰𝘯𝘵𝘳𝘢”. La idea era tan descabellada. Todos en Rusia sabían que él era su hijo más querido, el primogénito de la misma madre rusa. Pero, ¿Quién iba a imaginar que solo bastarían la cabeza de una mujer y tres niños para dejarlo completamente débil y loco, hasta el punto en que su padre lo considerara un peligro? Los rumores marcaron su sentencia, y un abogado se encargó de sellar su destino por completo. A̶l̶e̶k̶s̶e̶i̶ 𝙺𝚒𝚎𝚟 N̶o̶v̶a̶k̶o̶v̶ 𝚁𝚘𝚖𝚊𝚕𝚜𝚔𝚘 - 𝟸𝟶𝟸𝟻 Lo tenían aprisionado peor que a un animal. El sonido de las cadenas resonaba en el aire mientras sus muñecas, sujetas por gruesos eslabones, lo mantenían suspendido. Entre sus dientes apretaba una barra de metal que le impedía articular palabra alguna. ¿Cuánto tiempo llevaba ahí? No podía saberlo con certeza; no había ni una sola gota de luz que rompiera la oscuridad opresiva de su calvario. Las quemaduras recientes en su cuerpo comenzaban a cerrarse lentamente, mientras el olor a carne chamuscada se desvanecía con el pasar de los segundos. Las profundas heridas, de las que aún brotaba sangre, teñían el suelo bajo él. Poco a poco, estas también empezaban a sellarse. Pero el ardor del líquido que le inyectaban en las venas seguía consumiéndolo por dentro, un tormento desesperante que lo llevaba al borde de la locura. Esta vez, las dosis habían aumentado considerablemente, dejando su mente en blanco, inmóvil, incapaz de resistirse a las torturas. Las voces eran lo único que lo acompañaban, un eco persistente que lo mantenía aferrado a un frágil hilo de “cordura”. Eran suaves, pero extrañamente irreconocibles, y su cerebro, enredado en el dolor y la confusión. Una mansión incendiada, una mujer extraña que simplemente provocaba el dolor más profundo en su pecho, y personas sin rostro que pasaban fugazmente por su memoria. Nombres, había nombres que no había dejado de repetir en su mente desde que tenía uso de razón, pero que a poco a poco se iban perdiendo con el viento. Si tan solo… si tan solo pudiera recordar quien era en realidad seria mas fácil para él o sin tan solo pudiera morir.
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  • ❝ Coᥒsᥱjo dᥱᥣ Sr. Sᥲᥒtι. ❞

    ❝ 𝘘𝘶𝘦 𝘭𝘰𝘴 𝘣𝘢𝘫𝘰𝘯𝘦𝘴 𝘴𝘦𝘢𝘯 𝘥𝘦 𝘤𝘢𝘭𝘻𝘰𝘯𝘦𝘴, 𝘺 𝘯𝘰 𝘦𝘮𝘰𝘤𝘪𝘰𝘯𝘢𝘭𝘦𝘴. ❞ ──── 𝙎𝙪𝙣𝙙𝙖𝙮 𝙈𝙤𝙤𝙙.
    ❝ Coᥒsᥱjo dᥱᥣ Sr. Sᥲᥒtι. ❞ ❝ 𝘘𝘶𝘦 𝘭𝘰𝘴 𝘣𝘢𝘫𝘰𝘯𝘦𝘴 𝘴𝘦𝘢𝘯 𝘥𝘦 𝘤𝘢𝘭𝘻𝘰𝘯𝘦𝘴, 𝘺 𝘯𝘰 𝘦𝘮𝘰𝘤𝘪𝘰𝘯𝘢𝘭𝘦𝘴. ❞ ──── 𝙎𝙪𝙣𝙙𝙖𝙮 𝙈𝙤𝙤𝙙.
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