• 30 a 1000 líneas por Hora
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    Cartel sencillo y directo

    También estoy abierto a otras tramas/temáticas. Si tienes alguna frustrada que involucre cítrico puedes compartirla conmigo y te diré si me interesa o no.

    Rol con personas que amen las biblias.

    SE INICIARÁ DIRECTO AL LEMON Y DE AHÍ PARTIRÁ A LO DEMAS.

    ACLARACIÓN: Aunque sea un rol lemon no estará del todo centrado en esto pues es aburrido(hasta para mi) aunque reitero que si tendrá bastante contenido de este un aproximado sería los siguientes: 40 al 60% lemon y romance(no me gusta el lemon sin amor(?))

    ¡LEER BIEN Y CON DETENIMIENTO!
    Rol a largo plazo
    Géneros: Lemon(principal), romance y otros

    Lo que se busca:

    Trama(s)cliché:

    Mujer poderosa-hombre"débil": Matrimonios arreglados, amigos de infancia, heroína y prisionero etc.

    Héroe traicionado y revivido-Mujer conspirativa/villana:Un héroe traicionado por quiénes dió su vida para proteger y resurge para buscar venganza esparciendo la muerte sobre la tierra de los vivos.

    Reina demonio/villana y Héroe viviendo juntos.

    Barista.

    Entre otros(abierto a sugerencias)

    El arquetipo de PERSONAJE FEMENINO BUSCADO debe cumplir con lo siguiente: VERSATIL, FEMME FATALE, de cualquier raza qué no sea humana, elfa oscura, demonio, succubus, vampiro, divinidad etc(preferencia por aquellas razas con estigma de ser malvadas), NADA DE PLANAS(pero tampoco algo irreal o desproporcionado)y semblante firme como aspecto maduro(30-35 años).


    Extensión de rol largo(se buscan biblias.) 25 LINEAS MÍNIMO(de celular).
    ROL EN TERCERA PERSONA.
    Buena ortografía y redacción(se aceptan errores pero no horrores cada 3 palabras).
    Mente abierta.
    Explícites y vulgaridad.
    Versatilidad (dom-sub).
    PACIENCIA .
    Seriedad.
    Madurez.
    Sinceridad (si te aburrió o no te gusta dímelo, no me ofenderé ni nada pues se rolea por diversión y gusto no por obligación)
    Buen rol.
    Diferenciar rol de realidad.
    Después de 3 días sin respuesta tuya se da por concluido.

    Lo qué se ofrece:
    Obviamente esto es recíproco y se da misma cantidad de lineas, redacción, ortografía etc.
    Personaje dominante en su mayoría.

    NOTA ESPECIAL: Si bien intento responder rápido no soy de aquéllos tipos de máquinas qué responden al instante y solo están aquí.

    PDD: odio qué me envíen mensajes cada 5 minutos para responder. Si después de 2-3 dias no respondí, agradeceré qué me lo recuerdes(Si debo reply, manda un puntito).
    Cartel sencillo y directo También estoy abierto a otras tramas/temáticas. Si tienes alguna frustrada que involucre cítrico puedes compartirla conmigo y te diré si me interesa o no. Rol con personas que amen las biblias. SE INICIARÁ DIRECTO AL LEMON Y DE AHÍ PARTIRÁ A LO DEMAS. ACLARACIÓN: Aunque sea un rol lemon no estará del todo centrado en esto pues es aburrido(hasta para mi) aunque reitero que si tendrá bastante contenido de este un aproximado sería los siguientes: 40 al 60% lemon y romance(no me gusta el lemon sin amor(?)) ¡LEER BIEN Y CON DETENIMIENTO! Rol a largo plazo Géneros: Lemon(principal), romance y otros Lo que se busca: Trama(s)cliché: Mujer poderosa-hombre"débil": Matrimonios arreglados, amigos de infancia, heroína y prisionero etc. Héroe traicionado y revivido-Mujer conspirativa/villana:Un héroe traicionado por quiénes dió su vida para proteger y resurge para buscar venganza esparciendo la muerte sobre la tierra de los vivos. Reina demonio/villana y Héroe viviendo juntos. Barista. Entre otros(abierto a sugerencias) El arquetipo de PERSONAJE FEMENINO BUSCADO debe cumplir con lo siguiente: VERSATIL, FEMME FATALE, de cualquier raza qué no sea humana, elfa oscura, demonio, succubus, vampiro, divinidad etc(preferencia por aquellas razas con estigma de ser malvadas), NADA DE PLANAS(pero tampoco algo irreal o desproporcionado)y semblante firme como aspecto maduro(30-35 años). Extensión de rol largo(se buscan biblias.) 25 LINEAS MÍNIMO(de celular). ROL EN TERCERA PERSONA. Buena ortografía y redacción(se aceptan errores pero no horrores cada 3 palabras). Mente abierta. Explícites y vulgaridad. Versatilidad (dom-sub). PACIENCIA . Seriedad. Madurez. Sinceridad (si te aburrió o no te gusta dímelo, no me ofenderé ni nada pues se rolea por diversión y gusto no por obligación) Buen rol. Diferenciar rol de realidad. Después de 3 días sin respuesta tuya se da por concluido. Lo qué se ofrece: Obviamente esto es recíproco y se da misma cantidad de lineas, redacción, ortografía etc. Personaje dominante en su mayoría. NOTA ESPECIAL: Si bien intento responder rápido no soy de aquéllos tipos de máquinas qué responden al instante y solo están aquí. PDD: odio qué me envíen mensajes cada 5 minutos para responder. Si después de 2-3 dias no respondí, agradeceré qué me lo recuerdes(Si debo reply, manda un puntito).
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  • Un contrato... O un amor verdadero
    Categoría Drama
    (El Jefe entra a la oficina con un café en la mano, parece algo cansado. Su Asistente ya está en su escritorio, revisando su computadora.)

    Asistente: ¡Buenos días, jefe! ¿Listo para un nuevo día de caos controlado?

    Jefe: (Suspira) Buenos días, Samanta. No sé si estoy listo, pero aquí estamos. ¿Qué tenemos hoy?

    Asistente: Bueno, para empezar, reunión con el equipo de ventas a las 10:00 a.m. para ver cómo vamos este mes.

    Jefe: ¿Necesito preocuparme?

    Asistente: Mmm… no voy a decir que sí, pero tampoco voy a decir que no.

    Jefe: Genial. ¿Algo más emocionante en la agenda?

    Asistente: Sí, comida con el cliente de la familia Rodríguez a las 12:30 p.m. Ah, y ya confirmé la reserva en su restaurante favorito.

    Jefe: ¡Ese es el tipo de noticias que me gusta escuchar! ¿Algo más?

    Asistente: Sí, Ethan el de recursos humanos quiere hablar con usted sobre un problemita con un proyecto.

    Jefe: ¿Problemita o problemón?

    Asistente: Digamos que… mejor hable con él directamente.

    Jefe: Ya veo… Bueno, dile que pase después de la reunión.

    Asistente: Hecho. Y antes de que se me olvide, los presupuestos para el próximo trimestre están en su correo.

    Jefe: ¿Tengo que verlos hoy?

    Asistente: Debería… pero si quiere los muevo para mañana y finge que no se los di todavía.

    Jefe: (Sonríe) Tentador… pero mejor los veo hoy. Bloquéame un rato en la tarde.

    Asistente: ¡Eso es espíritu de jefe responsable!

    Jefe: O de alguien que no quiere más sorpresas esta semana.

    Asistente: Como diga, jefe.
    __________________________

    El rol trata sobre un jefe y una asistente los cuales al principio son prefesionales pero luego ocurre un problema donde tienen que fingir una relación ya que para que el jefe (tu oc) debe casarse con alguien y esa persona sera su asistente (mi oc) todo sera por un contrato y luego si sera la boda

    #relacionfalsa #contrato
    (El Jefe entra a la oficina con un café en la mano, parece algo cansado. Su Asistente ya está en su escritorio, revisando su computadora.) Asistente: ¡Buenos días, jefe! ¿Listo para un nuevo día de caos controlado? Jefe: (Suspira) Buenos días, Samanta. No sé si estoy listo, pero aquí estamos. ¿Qué tenemos hoy? Asistente: Bueno, para empezar, reunión con el equipo de ventas a las 10:00 a.m. para ver cómo vamos este mes. Jefe: ¿Necesito preocuparme? Asistente: Mmm… no voy a decir que sí, pero tampoco voy a decir que no. Jefe: Genial. ¿Algo más emocionante en la agenda? Asistente: Sí, comida con el cliente de la familia Rodríguez a las 12:30 p.m. Ah, y ya confirmé la reserva en su restaurante favorito. Jefe: ¡Ese es el tipo de noticias que me gusta escuchar! ¿Algo más? Asistente: Sí, Ethan el de recursos humanos quiere hablar con usted sobre un problemita con un proyecto. Jefe: ¿Problemita o problemón? Asistente: Digamos que… mejor hable con él directamente. Jefe: Ya veo… Bueno, dile que pase después de la reunión. Asistente: Hecho. Y antes de que se me olvide, los presupuestos para el próximo trimestre están en su correo. Jefe: ¿Tengo que verlos hoy? Asistente: Debería… pero si quiere los muevo para mañana y finge que no se los di todavía. Jefe: (Sonríe) Tentador… pero mejor los veo hoy. Bloquéame un rato en la tarde. Asistente: ¡Eso es espíritu de jefe responsable! Jefe: O de alguien que no quiere más sorpresas esta semana. Asistente: Como diga, jefe. __________________________ El rol trata sobre un jefe y una asistente los cuales al principio son prefesionales pero luego ocurre un problema donde tienen que fingir una relación ya que para que el jefe (tu oc) debe casarse con alguien y esa persona sera su asistente (mi oc) todo sera por un contrato y luego si sera la boda #relacionfalsa #contrato
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    Individual
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    3
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    Disponible
    0 turnos 0 maullidos 159 vistas
  • Las noches espesas de los finales del invierno en una ciudad que para su gusto, era demasiado fría, su vida entera había sido en un lugar donde la mayor parte del año, era muy caluroso, tanto que parecía asfixiar a todo aquel que respiraba ese aire pesado de los manglares en el bayou, pero ahora más que calor cuando respiraba era todo lo contrario, era como miles de pequeños pedazos de hielo que se infiltraban en lo más profundo de los pulmones y que se burlaba de sí mismo como para recordarle que jamás podría congelarle le todo, por más que no usara una bufanda o incluso un cubrebocas, nunca se enfermaría o se congelaría, todo incluso el calor en el bayou no le harían ningún daño y ahora si lo pensaba, ni el sol mismo le hacía daño, entonces porque últimamente sentía que había un vacío que, al parecer nada podía llenar. Aveces se encontraba pensando en su hermana, otras en sus padres y otras más más simplemente parecía no querer salir de la ducha, suponía que no estar con su familia era su razón de sentir ese vacío, pero otras veces creía que era mejor así, no depender de nadie, no dar explicaciones.

    De pronto cuando llegaba a casa, el gato de su hermana lo recibía en la entrada, antes e igual que Lestat, él odiaba a cualquier animal que se le acercaba, eran la razón de alguna de las peleas entre sus padres, por lo que, los detestaba, pero ahora en ese pequeño departamento de Manhattan, el gato Alfonso se restregaba contra su pierna mientras él se agachaba para recogerlo con ambas manos y acariciando lo entre las orejas para tranquilizarlo.

    Era un poco agotador pero tenía toda una vida por delante y ante ese solo pensamiento le provocó una risa, ¿durante cuanto tiempo había pensado así?, no podía recordarlo, pero los últimos cuarenta años habían sido más que solo una experiencia. Un pequeño suspiro inundó sus pulmones, no sabía si se arrepentía de no haber detenido a su hermana o si más bien era culpa al no poder protegerla, justo como cuando eran niños, justo como cuando los habían convertido. Sacudió la cabeza con una mueca de dolor, ya no era un niño pero seguía cometiendo los mismos errores de cuando tenía cinco; bajo al gato y le sirvió un tazón de comida y agua. — Lo siento Alfonso, hay una partida de póquer y hay muchas cosas en juego, pórtate bien.—


    Ahora era el único dueño y anfitrión de ese casino, por lo que debía estar listo para cuando abrieran las puertas, por lo que, se duchó y se alistó con el mismo traje que había llevado los últimos dos años, una camisa blanca perfectamente planchada, unos pantalones negros, chaleco y saco a juego con el pantalón, odiaba las corbatas por lo que solía usar L camisa sin corbata y con un par de botones abiertos. No le gustaba tampoco usar perfume pero era un factor que muchas veces se podía usar como distractor por lo que en algunas ocasiones solía usarlo, solo lo necesario para crear el ambiente perfecto, el cabello bien arreglado, y el Rolex en su muñeca gritaban seriedad, pero al mismo tiempo lo hacían llamativo.
    Una vez que dejo el departamento y llego al casino, con ese paso firme y decidido, con el que siempre se movía entre las multitudes, sonriendo de forma “formal” cada vez que se requería, entró en la sala vip sentándose como uno más de los jugadores. Por un solo momento disfruto como si el vacío dentro de él se desvaneciera y por lo menos por un momento así era, ¿Qué tenía que perder?, aquí no se apostaban cosas materiales, bueno en ocasiones así era, pero nomás que dinero muchas veces se apostaban personas, que para él no eran más que un bien material, claro con algunas excepciones, pero los que realmente importaban jamás los podría en tela de apuesta. Pero normalmente el apostaba tiempo. Su hermana fue la primera en hacer esa clase de apuestas, ella siempre decía que lo que tenían de sobra las “personas” como ellos era el tiempo, por ello, él apostaba siempre tiempo y nunca solía poner reglas, normalmente todos los que llegaban a apostar eran “personas” del “otro mundo” por lo que podían hacer cualquier tipo de trampa, aquí ganaba el que tenía la mejor trampa, pero una vez ganada la apuesta, se debía pagar lo pactado o jamás saldrían del casino. — Bien… espero que puedan pagar este día sus apuestas.— Esto era más emocionante que dirigir los burdeles en el bayou, era más emocionante en general, nunca se sabe cuándo va terminar perdiendo, cuando alguien puede obtener su tiempo.
    Las noches espesas de los finales del invierno en una ciudad que para su gusto, era demasiado fría, su vida entera había sido en un lugar donde la mayor parte del año, era muy caluroso, tanto que parecía asfixiar a todo aquel que respiraba ese aire pesado de los manglares en el bayou, pero ahora más que calor cuando respiraba era todo lo contrario, era como miles de pequeños pedazos de hielo que se infiltraban en lo más profundo de los pulmones y que se burlaba de sí mismo como para recordarle que jamás podría congelarle le todo, por más que no usara una bufanda o incluso un cubrebocas, nunca se enfermaría o se congelaría, todo incluso el calor en el bayou no le harían ningún daño y ahora si lo pensaba, ni el sol mismo le hacía daño, entonces porque últimamente sentía que había un vacío que, al parecer nada podía llenar. Aveces se encontraba pensando en su hermana, otras en sus padres y otras más más simplemente parecía no querer salir de la ducha, suponía que no estar con su familia era su razón de sentir ese vacío, pero otras veces creía que era mejor así, no depender de nadie, no dar explicaciones. De pronto cuando llegaba a casa, el gato de su hermana lo recibía en la entrada, antes e igual que Lestat, él odiaba a cualquier animal que se le acercaba, eran la razón de alguna de las peleas entre sus padres, por lo que, los detestaba, pero ahora en ese pequeño departamento de Manhattan, el gato Alfonso se restregaba contra su pierna mientras él se agachaba para recogerlo con ambas manos y acariciando lo entre las orejas para tranquilizarlo. Era un poco agotador pero tenía toda una vida por delante y ante ese solo pensamiento le provocó una risa, ¿durante cuanto tiempo había pensado así?, no podía recordarlo, pero los últimos cuarenta años habían sido más que solo una experiencia. Un pequeño suspiro inundó sus pulmones, no sabía si se arrepentía de no haber detenido a su hermana o si más bien era culpa al no poder protegerla, justo como cuando eran niños, justo como cuando los habían convertido. Sacudió la cabeza con una mueca de dolor, ya no era un niño pero seguía cometiendo los mismos errores de cuando tenía cinco; bajo al gato y le sirvió un tazón de comida y agua. — Lo siento Alfonso, hay una partida de póquer y hay muchas cosas en juego, pórtate bien.— Ahora era el único dueño y anfitrión de ese casino, por lo que debía estar listo para cuando abrieran las puertas, por lo que, se duchó y se alistó con el mismo traje que había llevado los últimos dos años, una camisa blanca perfectamente planchada, unos pantalones negros, chaleco y saco a juego con el pantalón, odiaba las corbatas por lo que solía usar L camisa sin corbata y con un par de botones abiertos. No le gustaba tampoco usar perfume pero era un factor que muchas veces se podía usar como distractor por lo que en algunas ocasiones solía usarlo, solo lo necesario para crear el ambiente perfecto, el cabello bien arreglado, y el Rolex en su muñeca gritaban seriedad, pero al mismo tiempo lo hacían llamativo. Una vez que dejo el departamento y llego al casino, con ese paso firme y decidido, con el que siempre se movía entre las multitudes, sonriendo de forma “formal” cada vez que se requería, entró en la sala vip sentándose como uno más de los jugadores. Por un solo momento disfruto como si el vacío dentro de él se desvaneciera y por lo menos por un momento así era, ¿Qué tenía que perder?, aquí no se apostaban cosas materiales, bueno en ocasiones así era, pero nomás que dinero muchas veces se apostaban personas, que para él no eran más que un bien material, claro con algunas excepciones, pero los que realmente importaban jamás los podría en tela de apuesta. Pero normalmente el apostaba tiempo. Su hermana fue la primera en hacer esa clase de apuestas, ella siempre decía que lo que tenían de sobra las “personas” como ellos era el tiempo, por ello, él apostaba siempre tiempo y nunca solía poner reglas, normalmente todos los que llegaban a apostar eran “personas” del “otro mundo” por lo que podían hacer cualquier tipo de trampa, aquí ganaba el que tenía la mejor trampa, pero una vez ganada la apuesta, se debía pagar lo pactado o jamás saldrían del casino. — Bien… espero que puedan pagar este día sus apuestas.— Esto era más emocionante que dirigir los burdeles en el bayou, era más emocionante en general, nunca se sabe cuándo va terminar perdiendo, cuando alguien puede obtener su tiempo.
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  • — que es esta sensación? Porque me enoja tanto verlo con ese tipo? Y quien se cree que es? —

    Decia para si mismo, por primera vez el chico alegría experimentaba lo que son "Celos"
    — que es esta sensación? Porque me enoja tanto verlo con ese tipo? Y quien se cree que es? — Decia para si mismo, por primera vez el chico alegría experimentaba lo que son "Celos"
    Me enjaja
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  • Cuéntame todos tus problemas
    Fandom Oc
    Categoría Contemporáneo
    Nica se encontraba en su escritorio rodeada de libros y apuntes. Con una sonrisa en el rostro, tomó el teléfono y miró la pantalla. Era el inicio de su nuevo proyecto universitario. “¡Este es mi momento!”, pensó mientras se preparaba para hacer la primera llamada. Había diseñado un estudio donde escucharía los problemas emocionales y psicológicos de las personas, con el fin de entender mejor cómo el cerebro procesa las emociones. La idea de ayudarla y aprender al mismo tiempo la llenaba de energía. Marcó el número y esperó pacientemente a que alguien al otro lado de la línea respondiera.

    (No importa el largo de líneas ni el tipo de personaje que roleas solo responde si te sientes con ganas de rolear.)

    Nica se encontraba en su escritorio rodeada de libros y apuntes. Con una sonrisa en el rostro, tomó el teléfono y miró la pantalla. Era el inicio de su nuevo proyecto universitario. “¡Este es mi momento!”, pensó mientras se preparaba para hacer la primera llamada. Había diseñado un estudio donde escucharía los problemas emocionales y psicológicos de las personas, con el fin de entender mejor cómo el cerebro procesa las emociones. La idea de ayudarla y aprender al mismo tiempo la llenaba de energía. Marcó el número y esperó pacientemente a que alguien al otro lado de la línea respondiera. (No importa el largo de líneas ni el tipo de personaje que roleas solo responde si te sientes con ganas de rolear.)
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  • Jimoto se deslizó entre las sombras, con la vista fija en la gran caja metálica dentro del almacén enemigo. Había sido difícil infiltrarse en la base de la Patrulla Roja, pero ahí estaba: la esfera del dragón, custodiada por unos pocos soldados distraídos. Solo tenía que actuar rápido, tomarla y desaparecer antes de que sonara la alarma.

    Pero entonces, un estruendo sacudió el suelo. Desde el intercomunicador de uno de los soldados, una voz chillona resonó:

    —¡El ataque ha comenzado! ¡Reduciremos la ciudad a cenizas hasta que nos entreguen la información!

    Jimoto sintió un escalofrío. *¿Ataque?* ¿A qué ciudad se referían?

    Salió sigilosamente del almacén y se trepó a una torre de vigilancia para ver a lo lejos. Un humo espeso se alzaba en el horizonte. Desde ahí, pudo ver el resplandor de las llamas devorando los edificios de una ciudad cercana. Gritos, explosiones… gente corriendo por sus vidas.

    Apretó los puños. Tenía la oportunidad de llevarse la esfera ahora. Podía completar su misión.

    Pero…

    Miró la caja. Luego la ciudad.

    Chasqueó la lengua con frustración.

    —Maldición…

    Sin pensarlo dos veces, se lanzó en dirección al caos.

    ***

    Las calles estaban sumidas en el terror. Soldados de la Patrulla Roja disparaban sin piedad, causando explosiones que derrumbaban edificios enteros. La gente huía, algunos atrapados entre escombros, otros rodeados sin salida.

    Entonces, una sombra veloz irrumpió en la escena.

    —¡Hey! ¡Cobardes con uniforme! —gritó Jimoto, aterrizando con un golpe que hizo temblar el pavimento—. ¿Por qué no prueban su suerte con alguien que puede devolver los golpes?

    Los soldados voltearon, sorprendidos.

    —¡Es ese tipo! ¡El de la máscara!

    Sin darles tiempo para reaccionar, Jimoto se lanzó contra ellos, derribando a los primeros con una patada giratoria y esquivando las balas con movimientos ágiles. Cada golpe suyo derribaba a un enemigo, cada salto lo acercaba a más civiles para ponerlos a salvo.

    Pero sabía la verdad: mientras él estaba aquí, los villanos escapaban con la esfera.

    No importaba.

    Ver a las familias reunirse, a los niños correr hacia los brazos de sus padres, le confirmó que había tomado la decisión correcta.

    Cuando el humo se disipó y la Patrulla Roja ya no estaba, Jimoto se quedó de pie entre los escombros, respirando con dificultad.

    Había perdido la esfera… pero había salvado una ciudad.

    Y eso valía más.
    Jimoto se deslizó entre las sombras, con la vista fija en la gran caja metálica dentro del almacén enemigo. Había sido difícil infiltrarse en la base de la Patrulla Roja, pero ahí estaba: la esfera del dragón, custodiada por unos pocos soldados distraídos. Solo tenía que actuar rápido, tomarla y desaparecer antes de que sonara la alarma. Pero entonces, un estruendo sacudió el suelo. Desde el intercomunicador de uno de los soldados, una voz chillona resonó: —¡El ataque ha comenzado! ¡Reduciremos la ciudad a cenizas hasta que nos entreguen la información! Jimoto sintió un escalofrío. *¿Ataque?* ¿A qué ciudad se referían? Salió sigilosamente del almacén y se trepó a una torre de vigilancia para ver a lo lejos. Un humo espeso se alzaba en el horizonte. Desde ahí, pudo ver el resplandor de las llamas devorando los edificios de una ciudad cercana. Gritos, explosiones… gente corriendo por sus vidas. Apretó los puños. Tenía la oportunidad de llevarse la esfera ahora. Podía completar su misión. Pero… Miró la caja. Luego la ciudad. Chasqueó la lengua con frustración. —Maldición… Sin pensarlo dos veces, se lanzó en dirección al caos. *** Las calles estaban sumidas en el terror. Soldados de la Patrulla Roja disparaban sin piedad, causando explosiones que derrumbaban edificios enteros. La gente huía, algunos atrapados entre escombros, otros rodeados sin salida. Entonces, una sombra veloz irrumpió en la escena. —¡Hey! ¡Cobardes con uniforme! —gritó Jimoto, aterrizando con un golpe que hizo temblar el pavimento—. ¿Por qué no prueban su suerte con alguien que puede devolver los golpes? Los soldados voltearon, sorprendidos. —¡Es ese tipo! ¡El de la máscara! Sin darles tiempo para reaccionar, Jimoto se lanzó contra ellos, derribando a los primeros con una patada giratoria y esquivando las balas con movimientos ágiles. Cada golpe suyo derribaba a un enemigo, cada salto lo acercaba a más civiles para ponerlos a salvo. Pero sabía la verdad: mientras él estaba aquí, los villanos escapaban con la esfera. No importaba. Ver a las familias reunirse, a los niños correr hacia los brazos de sus padres, le confirmó que había tomado la decisión correcta. Cuando el humo se disipó y la Patrulla Roja ya no estaba, Jimoto se quedó de pie entre los escombros, respirando con dificultad. Había perdido la esfera… pero había salvado una ciudad. Y eso valía más.
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  • He pilotado en Juggernaut muchas veces. Realmente no tengo nada que aprender porque ya lo sé todo. Siempre me regañaban los técnicos de reparación en el hangar 18 porque decían que sobre explotaba la máquina.
    Puede que tuvieran razón. Pero si no lo hiciera quizás no habría sido tan efectivo en cada batalla...
    La posibilidad de aprender a pilotar el Baritec es emocionante. La principal diferencia es que el Baritec va por el cielo, y el Juggernaut va por tierra...
    Pero aún si no ingresara a la fuerza aérea, igual puedo ser piloto, y no me desagrada. Como un soldado tengo que poder hacer múltiples cosas a fin de ser efectivo con cada misión, con cada orden...
    En el fondo, el instinto de sobrevivir es el motor de toda mi vida.
    He pilotado en Juggernaut muchas veces. Realmente no tengo nada que aprender porque ya lo sé todo. Siempre me regañaban los técnicos de reparación en el hangar 18 porque decían que sobre explotaba la máquina. Puede que tuvieran razón. Pero si no lo hiciera quizás no habría sido tan efectivo en cada batalla... La posibilidad de aprender a pilotar el Baritec es emocionante. La principal diferencia es que el Baritec va por el cielo, y el Juggernaut va por tierra... Pero aún si no ingresara a la fuerza aérea, igual puedo ser piloto, y no me desagrada. Como un soldado tengo que poder hacer múltiples cosas a fin de ser efectivo con cada misión, con cada orden... En el fondo, el instinto de sobrevivir es el motor de toda mi vida.
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    Tips para sacar el APT APT de mi cabeza. Anyone?
    Tips para sacar el APT APT de mi cabeza. Anyone?
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  • ¿Sabes algo? Odio este tipo de reuniones aburridas.


    -El joven mafioso mostraba una notable molestia en su rostro. Realmente algo extraño, tomando en cuenta que suele ser bastante bromista ante todo. La organización continuaba siendo un exito a pasos agigantados. Tal vez incluso las mayores responsabilidades le han estado pasando factura. Eso, o simplemente estar en constante peligro estaba ya haciendo su efecto-


    Bueno bueno, ve al punto. No tengo todo lo que queda de la noche disponible. Y tampoco es que tenga muchas ganas de andar peleando en estos momentos contra chupa sangres, los pulgosos o cualquier otra mierda sobrenatural que algún idiota está intentando invocar para sus beneficios.
    ¿Sabes algo? Odio este tipo de reuniones aburridas. -El joven mafioso mostraba una notable molestia en su rostro. Realmente algo extraño, tomando en cuenta que suele ser bastante bromista ante todo. La organización continuaba siendo un exito a pasos agigantados. Tal vez incluso las mayores responsabilidades le han estado pasando factura. Eso, o simplemente estar en constante peligro estaba ya haciendo su efecto- Bueno bueno, ve al punto. No tengo todo lo que queda de la noche disponible. Y tampoco es que tenga muchas ganas de andar peleando en estos momentos contra chupa sangres, los pulgosos o cualquier otra mierda sobrenatural que algún idiota está intentando invocar para sus beneficios.
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  • ### **La Noche de los Titanes**

    El **Gran Hotel Imperial de Tokio** resplandecía bajo la luz de cientos de candelabros de cristal. En el salón principal, techos dorados reflejaban el resplandor de las lámparas de araña, mientras alfombras de terciopelo rojo amortiguaban los pasos de los magnates y combatientes que llenaban la estancia. Era una noche de lujo, pero también de tensión.

    Los empresarios más poderosos de Japón se paseaban con sus mejores trajes, acompañados de guardaespaldas y asistentes. Algunos intercambiaban sonrisas y brindaban con copas de champán, otros se observaban con miradas afiladas, midiendo a sus futuros rivales. Esta gala no era solo una celebración, era la antesala de la guerra.

    En el centro del salón, una enorme mesa de caoba estaba decorada con centros de flores exóticas y bandejas de los platillos más exclusivos. Wagyu de la más alta calidad, mariscos traídos del otro lado del mundo, caviar servido en pequeñas cucharas de oro. El vino fluía sin cesar, mientras los meseros, vestidos impecablemente de negro, se deslizaban entre los asistentes con la precisión de una coreografía bien ensayada.

    Takeru, vestido con un traje negro a la medida, ajustó su corbata con incomodidad. No estaba acostumbrado a este tipo de eventos. Se sentía fuera de lugar rodeado de multimillonarios y jefes de la yakuza, pero sabía que debía estar ahí.

    —Te ves como un maldito pingüino—murmuró Christopher, su entrenador, apoyado contra una columna con un cigarro entre los labios.

    Takeru resopló. —Y tú como si hubieras salido de un callejón.

    Christopher sonrió con sorna. A diferencia de los demás, él solo llevaba una camisa blanca abierta en el cuello y una chaqueta oscura algo arrugada.

    La conversación se interrumpió cuando un repique de copas llamó la atención de todos. En el estrado, un hombre mayor con un porte imponente alzó su copa de vino. Su cabello plateado estaba peinado con precisión y su mirada fría evaluaba a cada persona en la sala.

    —Bienvenidos—su voz resonó con autoridad—. Hoy damos inicio al **Torneo Kengan**, la batalla definitiva para decidir quién realmente controla la economía de Japón.

    Las conversaciones se apagaron.

    —Las reglas son simples—continuó—. Para ganar, el oponente debe **rendirse, quedar inconsciente o morir**. No hay límites de tiempo ni árbitros que detengan la pelea. Solo hay una restricción: **las armas están prohibidas**. Todo lo demás… es válido.

    Hubo un murmullo en la multitud. Algunos sonrieron con ambición, otros mantuvieron sus expresiones impasibles.

    —Así que disfruten esta velada—concluyó el hombre—. Bañémonos en el lujo antes de que comience el verdadero infierno.

    Con un leve movimiento de la muñeca, brindó y bebió un sorbo.

    El ambiente cambió de inmediato. Las apuestas comenzaron a hacerse entre murmullos, empresarios estrechaban manos sellando acuerdos en la sombra, y los combatientes se miraban unos a otros, evaluando a sus futuros oponentes.

    Takeru tomó una copa de vino, pero no bebió. En su interior, una sensación de adrenalina comenzaba a burbujear.

    La caza había comenzado.
    ### **La Noche de los Titanes** El **Gran Hotel Imperial de Tokio** resplandecía bajo la luz de cientos de candelabros de cristal. En el salón principal, techos dorados reflejaban el resplandor de las lámparas de araña, mientras alfombras de terciopelo rojo amortiguaban los pasos de los magnates y combatientes que llenaban la estancia. Era una noche de lujo, pero también de tensión. Los empresarios más poderosos de Japón se paseaban con sus mejores trajes, acompañados de guardaespaldas y asistentes. Algunos intercambiaban sonrisas y brindaban con copas de champán, otros se observaban con miradas afiladas, midiendo a sus futuros rivales. Esta gala no era solo una celebración, era la antesala de la guerra. En el centro del salón, una enorme mesa de caoba estaba decorada con centros de flores exóticas y bandejas de los platillos más exclusivos. Wagyu de la más alta calidad, mariscos traídos del otro lado del mundo, caviar servido en pequeñas cucharas de oro. El vino fluía sin cesar, mientras los meseros, vestidos impecablemente de negro, se deslizaban entre los asistentes con la precisión de una coreografía bien ensayada. Takeru, vestido con un traje negro a la medida, ajustó su corbata con incomodidad. No estaba acostumbrado a este tipo de eventos. Se sentía fuera de lugar rodeado de multimillonarios y jefes de la yakuza, pero sabía que debía estar ahí. —Te ves como un maldito pingüino—murmuró Christopher, su entrenador, apoyado contra una columna con un cigarro entre los labios. Takeru resopló. —Y tú como si hubieras salido de un callejón. Christopher sonrió con sorna. A diferencia de los demás, él solo llevaba una camisa blanca abierta en el cuello y una chaqueta oscura algo arrugada. La conversación se interrumpió cuando un repique de copas llamó la atención de todos. En el estrado, un hombre mayor con un porte imponente alzó su copa de vino. Su cabello plateado estaba peinado con precisión y su mirada fría evaluaba a cada persona en la sala. —Bienvenidos—su voz resonó con autoridad—. Hoy damos inicio al **Torneo Kengan**, la batalla definitiva para decidir quién realmente controla la economía de Japón. Las conversaciones se apagaron. —Las reglas son simples—continuó—. Para ganar, el oponente debe **rendirse, quedar inconsciente o morir**. No hay límites de tiempo ni árbitros que detengan la pelea. Solo hay una restricción: **las armas están prohibidas**. Todo lo demás… es válido. Hubo un murmullo en la multitud. Algunos sonrieron con ambición, otros mantuvieron sus expresiones impasibles. —Así que disfruten esta velada—concluyó el hombre—. Bañémonos en el lujo antes de que comience el verdadero infierno. Con un leve movimiento de la muñeca, brindó y bebió un sorbo. El ambiente cambió de inmediato. Las apuestas comenzaron a hacerse entre murmullos, empresarios estrechaban manos sellando acuerdos en la sombra, y los combatientes se miraban unos a otros, evaluando a sus futuros oponentes. Takeru tomó una copa de vino, pero no bebió. En su interior, una sensación de adrenalina comenzaba a burbujear. La caza había comenzado.
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