• ㅤㅤMitad de jornada y está harta, tiene sueño, quiere irse a casa. O prender fuego el establecimiento. O quizás solo fingir que hay fuego. O que un avión caiga directamente en su clase y ponga fin a la monótona voz de su profesora.

    ㅤㅤLlevó toda la mañana durmiendo, en realidad, pero con cada clase se daba cuenta lo aburrido que estaba siendo el día. Tal vez no lo sería tanto si tuviera amigos, pero con su carácter no hay quien la aguante mucho tiempo.
    ㅤㅤMitad de jornada y está harta, tiene sueño, quiere irse a casa. O prender fuego el establecimiento. O quizás solo fingir que hay fuego. O que un avión caiga directamente en su clase y ponga fin a la monótona voz de su profesora. ㅤㅤLlevó toda la mañana durmiendo, en realidad, pero con cada clase se daba cuenta lo aburrido que estaba siendo el día. Tal vez no lo sería tanto si tuviera amigos, pero con su carácter no hay quien la aguante mucho tiempo.
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  • Maldita Noche
    Fandom Original
    Categoría Otros
    || Puede participar quien guste, por aquí o mensaje. ||

    ㅤㅤOtra de muchas noches de mala muerte, en una tienda de conveniencia en una zona poco amistosa para turistas o incluso locales. Muchas veces se replanteó dejar de trabajar ahí, era una pérdida de tiempo, pero tenía que ganar dinero para mantener la estúpida casa donde estaba viviendo, junto con una madre que ahora servía para nada.

    ㅤㅤLos horarios nocturnos no eran para menores de 18, pero con una identificación falsa y decir que tenia 20 años era suficiente. De otra forma, se le complicaba el encajar los horarios diurnos con la mierda que tenía por colegio.

    —Entonces si despejó aquí, esto va así... —murmuró para sí misma mientras miraba el cuaderno con ecuaciones. Estaba haciendo la tarea al no tener nada mejor que hacer y porque su profesor le dijo que iba a hacerla quedar hasta última hora todos los días si no entregaba el trabajo y, mientras menos pasara en el colegio, mejor. Sin opciones, las matemáticas tenían que ser resueltas.

    ㅤㅤFue entonces que oyó unos pasos en la puerta, a lo que, sin levantar la vista del cuaderno y resolviendo los ejercicios, habló.

    —Ni se te ocurra tomar nada sin pagar, ya me sé esos trucos y si tengo que correrte mil bloques lo haré. —advirtió con un tono neutro, mayormente por estar concentrada.
    || Puede participar quien guste, por aquí o mensaje. || ㅤㅤOtra de muchas noches de mala muerte, en una tienda de conveniencia en una zona poco amistosa para turistas o incluso locales. Muchas veces se replanteó dejar de trabajar ahí, era una pérdida de tiempo, pero tenía que ganar dinero para mantener la estúpida casa donde estaba viviendo, junto con una madre que ahora servía para nada. ㅤㅤLos horarios nocturnos no eran para menores de 18, pero con una identificación falsa y decir que tenia 20 años era suficiente. De otra forma, se le complicaba el encajar los horarios diurnos con la mierda que tenía por colegio. —Entonces si despejó aquí, esto va así... —murmuró para sí misma mientras miraba el cuaderno con ecuaciones. Estaba haciendo la tarea al no tener nada mejor que hacer y porque su profesor le dijo que iba a hacerla quedar hasta última hora todos los días si no entregaba el trabajo y, mientras menos pasara en el colegio, mejor. Sin opciones, las matemáticas tenían que ser resueltas. ㅤㅤFue entonces que oyó unos pasos en la puerta, a lo que, sin levantar la vista del cuaderno y resolviendo los ejercicios, habló. —Ni se te ocurra tomar nada sin pagar, ya me sé esos trucos y si tengo que correrte mil bloques lo haré. —advirtió con un tono neutro, mayormente por estar concentrada.
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  • Pero cuánto dinero tiene la profesora como para regalarle una Switch a la chica de la piña.

    ¿Da para tanto el sueldo de profesor?
    Pero cuánto dinero tiene la profesora como para regalarle una Switch a la chica de la piña. ¿Da para tanto el sueldo de profesor?
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  • El Primer Día en Hogwarts: La Selección de Anlhein

    El Gran Comedor estaba iluminado por la luz de las velas flotantes y el techo encantado reflejaba un cielo estrellado. Los estudiantes de primer año, nerviosos y emocionados, estaban alineados frente al estrado donde el Sombrero Seleccionador descansaba. El bullicio de los estudiantes de las casas mayores se había calmado, y el ambiente estaba cargado de expectación.

    La Profesora McGonagall, con su rígida postura y sus gafas de montura recta, avanzó al estrado. Con un movimiento elegante y autoritario, levantó su varita y el Sombrero Seleccionador se colocó sobre el taburete. McGonagall, con su voz clara y firme, comenzó a llamar los nombres de los estudiantes.

    —Petro, Anlhein.

    El nombre resonó en el Gran Comedor y todos los ojos se volvieron hacia Anlhein. Con el corazón latiéndole en el pecho, Anlhein avanzó hacia el taburete, sintiendo el peso de la expectación de sus compañeros de clase y el murmullo de las casas. Se sentó en el taburete, sintiendo el frío del sombrero sobre su cabeza mientras el Sombrero Seleccionador se ajustaba a su nuevo portador.

    El sombrero parecía susurrar en su mente, y Anlhein trató de concentrarse en sus pensamientos más profundos, sabiendo que esta elección podría definir su futuro. Pensó en sus sueños y en sus ambiciones, esperando que el sombrero captara su verdadero yo. El Gran Comedor estaba en silencio, observando cada movimiento mientras el sombrero se desplazaba ligeramente sobre su cabeza.

    Finalmente, el sombrero se quedó en silencio y Anlhein sintió un alivio cuando el sombrero empezó a hablar en voz alta.

    —¡Slytherin!
    El Primer Día en Hogwarts: La Selección de Anlhein El Gran Comedor estaba iluminado por la luz de las velas flotantes y el techo encantado reflejaba un cielo estrellado. Los estudiantes de primer año, nerviosos y emocionados, estaban alineados frente al estrado donde el Sombrero Seleccionador descansaba. El bullicio de los estudiantes de las casas mayores se había calmado, y el ambiente estaba cargado de expectación. La Profesora McGonagall, con su rígida postura y sus gafas de montura recta, avanzó al estrado. Con un movimiento elegante y autoritario, levantó su varita y el Sombrero Seleccionador se colocó sobre el taburete. McGonagall, con su voz clara y firme, comenzó a llamar los nombres de los estudiantes. —Petro, Anlhein. El nombre resonó en el Gran Comedor y todos los ojos se volvieron hacia Anlhein. Con el corazón latiéndole en el pecho, Anlhein avanzó hacia el taburete, sintiendo el peso de la expectación de sus compañeros de clase y el murmullo de las casas. Se sentó en el taburete, sintiendo el frío del sombrero sobre su cabeza mientras el Sombrero Seleccionador se ajustaba a su nuevo portador. El sombrero parecía susurrar en su mente, y Anlhein trató de concentrarse en sus pensamientos más profundos, sabiendo que esta elección podría definir su futuro. Pensó en sus sueños y en sus ambiciones, esperando que el sombrero captara su verdadero yo. El Gran Comedor estaba en silencio, observando cada movimiento mientras el sombrero se desplazaba ligeramente sobre su cabeza. Finalmente, el sombrero se quedó en silencio y Anlhein sintió un alivio cuando el sombrero empezó a hablar en voz alta. —¡Slytherin!
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  • El amor no tiene sentido
    Fandom oc
    Categoría Romance
    Cuando era pequeño, soñaba con ser muchas cosas: escritor, actor, cantante... La lista era interminable. Pero había algo que todos esos sueños compartían: en cada uno de ellos, yo sería exitoso. Me veía triunfando en escenarios, firmando libros, o escuchando a multitudes cantar mis canciones. Sentía que el éxito era mi destino inevitable.

    Pero la realidad no fue tan amable. Con el tiempo, esos sueños se desvanecieron como humo, dejando tras de sí solo el eco de lo que pudo haber sido. Nunca logré alcanzar esas metas; de hecho, nunca llegué ni siquiera a acercarme. Cuando era adolescente, todo parecía ir en la dirección correcta. Era el genio de la clase, el que siempre sacaba las mejores calificaciones y el que los profesores elogiaban constantemente. Mi comportamiento era ejemplar, y mi futuro, según todos, prometía ser brillante.

    Entonces, ¿qué fue lo que me pasó? Esa es la pregunta que me persigue, y lo peor es que ni siquiera yo tengo una respuesta clara. Todo comenzó a desmoronarse en la universidad. No sé si fue el cambio de ambiente, las expectativas que no supe manejar, o simplemente una crisis interna que no vi venir. Pero lo cierto es que ahí fue donde todo comenzó a irse al traste, y cuando la cagué, lo hice a lo grande.

    Y aquí estoy, a mis 32 años, siendo mantenido por mi madre. Un fracasado, ni más ni menos. Aunque ella detesta que me llame así, no puedo evitar sentir que es la verdad. Me miro al espejo y solo veo a alguien que ha fallado en cada paso del camino, alguien cuyo potencial se quedó atrapado en esa adolescencia prometedora.

    Pero todo cambió el día en que, después de meses de estar encerrado en mi casa, decidí finalmente salir para buscar empleo. No tenía grandes expectativas, solo la intención de dar un pequeño paso hacia algo diferente. Caminé hasta una cafetería cercana, el lugar donde solía ir cuando las cosas todavía parecían posibles. No tenía mucho dinero, pero al menos para un café me alcanzaba.

    Pero de repente alguien me interrumpe.
    Cuando era pequeño, soñaba con ser muchas cosas: escritor, actor, cantante... La lista era interminable. Pero había algo que todos esos sueños compartían: en cada uno de ellos, yo sería exitoso. Me veía triunfando en escenarios, firmando libros, o escuchando a multitudes cantar mis canciones. Sentía que el éxito era mi destino inevitable. Pero la realidad no fue tan amable. Con el tiempo, esos sueños se desvanecieron como humo, dejando tras de sí solo el eco de lo que pudo haber sido. Nunca logré alcanzar esas metas; de hecho, nunca llegué ni siquiera a acercarme. Cuando era adolescente, todo parecía ir en la dirección correcta. Era el genio de la clase, el que siempre sacaba las mejores calificaciones y el que los profesores elogiaban constantemente. Mi comportamiento era ejemplar, y mi futuro, según todos, prometía ser brillante. Entonces, ¿qué fue lo que me pasó? Esa es la pregunta que me persigue, y lo peor es que ni siquiera yo tengo una respuesta clara. Todo comenzó a desmoronarse en la universidad. No sé si fue el cambio de ambiente, las expectativas que no supe manejar, o simplemente una crisis interna que no vi venir. Pero lo cierto es que ahí fue donde todo comenzó a irse al traste, y cuando la cagué, lo hice a lo grande. Y aquí estoy, a mis 32 años, siendo mantenido por mi madre. Un fracasado, ni más ni menos. Aunque ella detesta que me llame así, no puedo evitar sentir que es la verdad. Me miro al espejo y solo veo a alguien que ha fallado en cada paso del camino, alguien cuyo potencial se quedó atrapado en esa adolescencia prometedora. Pero todo cambió el día en que, después de meses de estar encerrado en mi casa, decidí finalmente salir para buscar empleo. No tenía grandes expectativas, solo la intención de dar un pequeño paso hacia algo diferente. Caminé hasta una cafetería cercana, el lugar donde solía ir cuando las cosas todavía parecían posibles. No tenía mucho dinero, pero al menos para un café me alcanzaba. Pero de repente alguien me interrumpe.
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  • — Soy leyenda... soy capaz de sentir el flujo de la vida, he burlado a la muerte incontables veces, puedo convertir el plomo en oro, simples rocas en joyas... Fui médico, soldado, librero, profesor, ladrón y alquimista, fui invitado por reyes y emperadores... me conocían como El Alquimista... y ahora, soy todo tuyo, mon cher chiot. ♡—


    //Gracias por la imagen July. ♡
    — Soy leyenda... soy capaz de sentir el flujo de la vida, he burlado a la muerte incontables veces, puedo convertir el plomo en oro, simples rocas en joyas... Fui médico, soldado, librero, profesor, ladrón y alquimista, fui invitado por reyes y emperadores... me conocían como El Alquimista... y ahora, soy todo tuyo, mon cher chiot. ♡— //Gracias por la imagen July. ♡
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  • LA HABITACION COMPARTIDA
    Fandom OC
    Categoría Original
    Por fin había descargado todo su equipaje y podía tomarse el resto del día libre. Una parte de Irene ya echaba de menos las vacaciones: el olor de la playa, sentir la arena entre los dedos de los pies, bullicio a su alrededor en medio de una calle abarrotada de gente (aunque sólo fuera por un momento); pero, sobre todo, el poder dibujar lo que quisiera sin plazos ni presiones de por medio.

    El campus poco había cambiado. El color vivo de la primavera había dado paso a unos tonos amarillentos y anaranjados que presagiaban la inminente llegada del otoño, poco más. Ah, y la hierba: toda recortada y perfecta para el inicio de un nuevo curso.

    Dio una vuelta por el lugar, reencontrándose con conocidos y profesores del curso pasado. Ahí estaba su profesora favorita, que este año volvería a darle clase para diversión de la chica. Era la favorita de todo el campus, y un secreto a voces que muchos alumnos casi guardaban sentimientos más allá de la admiración por dicha profesora.

    Irene era uno de ellos.

    Comenzaba a anochecer cuando volvió a su habitación. Quería darse una ducha antes de bajar al comedor, sacó la llave del bolsillo pero cuál fue su sorpresa cuando no le hizo falta, pues la puerta estaba entreabierta y podían oírse risas en su interior. Con paso firme, abrió la puerta por completo para encontrarse con una melena oscura que ya conocía… demasiado.

    —¿Otra vez tú? No me lo puedo creer —dijo tras irse directa a su cama, tumbándose boca arriba—. Otro curso más soportando tu compañía todas las noches.
    Por fin había descargado todo su equipaje y podía tomarse el resto del día libre. Una parte de Irene ya echaba de menos las vacaciones: el olor de la playa, sentir la arena entre los dedos de los pies, bullicio a su alrededor en medio de una calle abarrotada de gente (aunque sólo fuera por un momento); pero, sobre todo, el poder dibujar lo que quisiera sin plazos ni presiones de por medio. El campus poco había cambiado. El color vivo de la primavera había dado paso a unos tonos amarillentos y anaranjados que presagiaban la inminente llegada del otoño, poco más. Ah, y la hierba: toda recortada y perfecta para el inicio de un nuevo curso. Dio una vuelta por el lugar, reencontrándose con conocidos y profesores del curso pasado. Ahí estaba su profesora favorita, que este año volvería a darle clase para diversión de la chica. Era la favorita de todo el campus, y un secreto a voces que muchos alumnos casi guardaban sentimientos más allá de la admiración por dicha profesora. Irene era uno de ellos. Comenzaba a anochecer cuando volvió a su habitación. Quería darse una ducha antes de bajar al comedor, sacó la llave del bolsillo pero cuál fue su sorpresa cuando no le hizo falta, pues la puerta estaba entreabierta y podían oírse risas en su interior. Con paso firme, abrió la puerta por completo para encontrarse con una melena oscura que ya conocía… demasiado. —¿Otra vez tú? No me lo puedo creer —dijo tras irse directa a su cama, tumbándose boca arriba—. Otro curso más soportando tu compañía todas las noches.
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    oc/ fantasía / harry potter.
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    * Profesor de música y director del coro escolar. Mejor amigo de Emilia ( EMILIA HUNT ) Posibilidad de friends to lovers.

    fc sugerido : Ben Hardy.

    { Kaijucatedits polarr filter}
    * Profesor de música y director del coro escolar. Mejor amigo de Emilia ( [FCRLESSLION] ) Posibilidad de friends to lovers. fc sugerido : Ben Hardy. { Kaijucatedits polarr filter}
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    Juego de Tronos
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    ❱❱ modern!
    ❱❱ se conocen desde niños
    ❱❱ ninguno ha expresado nunca sus sentimientos por el otro
    ❱❱ mismo trabajo (profesores, abogados)
    ❱❱ friends reales to lovers
    ❱❱ rol 1x1 super chill (solo pido avisar por tw si vienes de alli o por dm aquí, cuando se responda para estar atenta, que a veces me despisto)
    ❱❱ modern! ❱❱ se conocen desde niños ❱❱ ninguno ha expresado nunca sus sentimientos por el otro ❱❱ mismo trabajo (profesores, abogados) ❱❱ friends reales to lovers ❱❱ rol 1x1 super chill (solo pido avisar por tw si vienes de alli o por dm aquí, cuando se responda para estar atenta, que a veces me despisto)
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  • —Un antiguo proverbio japonés expresa que "Puede que solo necesites tu espada una vez en tu vida, pero es necesario que la lleves siempre" eso era algo que se explicaba muy bien en el código de honor de un alquimista, puesto que ellos nunca buscaban realizar el primer movimiento; estos seres ante la adversidad y las provocaciones siempre dejaban que la agresión fuese del lado contrario y nunca que proviniera de ellos. Uno de los profesores más cercanos a Alex le había enseñado esa lección hacia muchas décadas atrás.

    "Los humanos siempre tienden a torcer todo según su perspectiva; son seres llenos de odio, capaces de inventar mentiras y calumnias con tal de ser las víctimas de un cuento mal contado. Pueden apuñalarte por la espalda cuando menos lo esperes. Y aún así, aún con todo eso, un humano fue quien me salvó cuando estuve en el umbral entre la vida y la muerte; recuerda esta lección joven Alex, no todos los humanos son iguales, así como no todos los alquimistas somos lo que la gente dice que somos."

    Esas palabras retumbaban en el pecho del erudito cada que reflexionaba acerca de su viejo maestro y sus enseñanzas, quizá no era tan claro como el agua y hasta agregaba intrincados laberintos de razonamiento y lógica para poder llegar a una simple conclusión, aún así siempre sus lecciones dejaban pensando a un neófito Alex en aquellas épocas.


    Incluso ahora mientras el Maestro de las Artes Arcanas estaba luchando a muerte con un espadachín diestro con la espada, las palabras y la sabiduría de su antiguo profesor hacían eco en su corrompida alma. El segador acero de su contrario ensordecía los afilados sentidos amplificados del mutante, haciendo retroceder su postura de ataque. Ese mercenario había aprovechado muy bien el agotamiento y las heridas acumuladas del dañado Alquimista para hacerle frente en un estado deplorable.

    Los ojos serpentinos y amarillos del mutante no buscaban una excusa; su alma ardía de pura adrenalina y de respeto hacia su oponente; de cierta forma felicitando en silencio sepulcral e intimidante por haberlo llevado hasta esos extremos. Realmente iba a ser un combate a muerte sumamente emocionante. —
    —Un antiguo proverbio japonés expresa que "Puede que solo necesites tu espada una vez en tu vida, pero es necesario que la lleves siempre" eso era algo que se explicaba muy bien en el código de honor de un alquimista, puesto que ellos nunca buscaban realizar el primer movimiento; estos seres ante la adversidad y las provocaciones siempre dejaban que la agresión fuese del lado contrario y nunca que proviniera de ellos. Uno de los profesores más cercanos a Alex le había enseñado esa lección hacia muchas décadas atrás. "Los humanos siempre tienden a torcer todo según su perspectiva; son seres llenos de odio, capaces de inventar mentiras y calumnias con tal de ser las víctimas de un cuento mal contado. Pueden apuñalarte por la espalda cuando menos lo esperes. Y aún así, aún con todo eso, un humano fue quien me salvó cuando estuve en el umbral entre la vida y la muerte; recuerda esta lección joven Alex, no todos los humanos son iguales, así como no todos los alquimistas somos lo que la gente dice que somos." Esas palabras retumbaban en el pecho del erudito cada que reflexionaba acerca de su viejo maestro y sus enseñanzas, quizá no era tan claro como el agua y hasta agregaba intrincados laberintos de razonamiento y lógica para poder llegar a una simple conclusión, aún así siempre sus lecciones dejaban pensando a un neófito Alex en aquellas épocas. Incluso ahora mientras el Maestro de las Artes Arcanas estaba luchando a muerte con un espadachín diestro con la espada, las palabras y la sabiduría de su antiguo profesor hacían eco en su corrompida alma. El segador acero de su contrario ensordecía los afilados sentidos amplificados del mutante, haciendo retroceder su postura de ataque. Ese mercenario había aprovechado muy bien el agotamiento y las heridas acumuladas del dañado Alquimista para hacerle frente en un estado deplorable. Los ojos serpentinos y amarillos del mutante no buscaban una excusa; su alma ardía de pura adrenalina y de respeto hacia su oponente; de cierta forma felicitando en silencio sepulcral e intimidante por haberlo llevado hasta esos extremos. Realmente iba a ser un combate a muerte sumamente emocionante. —
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