• Las campanas suenan tres veces. El aire cambia en la Casa. Los pasillos se iluminan con faroles que desprenden una cálida luz y un apetecible aroma a tostado. Una puerta se abre en el ala este, revelando un comedor amplio y majestuoso, cubierto de polvo fino que no alcanza a opacar su esplendor.

    Candelabros de plata y velas altas que alumbran más de lo natural lanzan sombras largas por los muros decorados con tapices extraños, pinturas antiguas y pequeñas estatuillas que parecen cambiar de expresión si se las mira fijo.

    En el centro, una mesa exquisitamente servida espera.

    Hay tantos cubiertos como habitantes en la Casa.

    Todo está dispuesto. Cada silla lleva un nombre tallado en un cartoncito desgastado.

    Frente a cada plato, una copa de vino oscuro como tinta. Un aroma embriagador emana de ella: dulce, especiado, con una nota lejana de algo extrañamente familiar.

    Hay algo en el vino que invita a hablar, pero no permite mentir. Quien beba, hablará. Tal vez solo un detalle, tal vez toda una vida.

    Instrucciones:

    ¡Nuestro primer rol grupal! Las respuestas se darán en esta misma publicación, respetando el orden de llegada.

    Describe cómo llega tu personaje a la cena. ¿Va con desconfianza? ¿Bien vestido? ¿Qué siente? ¿Qué piensa?

    ¿Bebe del vino? Si lo hace, revela un dato personal, una emoción o recuerdo que el vino le obliga a confesar.

    Puedes comenzar con un monólogo, interactuar con otros personajes o simplemente observar.

    Participantes:

    El Murmullo
    Isidro Rubio Villa de Montemar
    Bella Mortem
    Kalhi NigDurgae
    Ashes
    Las campanas suenan tres veces. El aire cambia en la Casa. Los pasillos se iluminan con faroles que desprenden una cálida luz y un apetecible aroma a tostado. Una puerta se abre en el ala este, revelando un comedor amplio y majestuoso, cubierto de polvo fino que no alcanza a opacar su esplendor. Candelabros de plata y velas altas que alumbran más de lo natural lanzan sombras largas por los muros decorados con tapices extraños, pinturas antiguas y pequeñas estatuillas que parecen cambiar de expresión si se las mira fijo. En el centro, una mesa exquisitamente servida espera. Hay tantos cubiertos como habitantes en la Casa. Todo está dispuesto. Cada silla lleva un nombre tallado en un cartoncito desgastado. Frente a cada plato, una copa de vino oscuro como tinta. Un aroma embriagador emana de ella: dulce, especiado, con una nota lejana de algo extrañamente familiar. Hay algo en el vino que invita a hablar, pero no permite mentir. Quien beba, hablará. Tal vez solo un detalle, tal vez toda una vida. 🔮 Instrucciones: ¡Nuestro primer rol grupal! Las respuestas se darán en esta misma publicación, respetando el orden de llegada. Describe cómo llega tu personaje a la cena. ¿Va con desconfianza? ¿Bien vestido? ¿Qué siente? ¿Qué piensa? ¿Bebe del vino? Si lo hace, revela un dato personal, una emoción o recuerdo que el vino le obliga a confesar. Puedes comenzar con un monólogo, interactuar con otros personajes o simplemente observar. 🎭 Participantes: [spark_orange_mouse_555] [isimont12] [callefalsa123] [kalh1] [Ashes_Corben]
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  • Hay quienes llegan buscando. Otros llegan temblando.
    Y hay quienes, como tú, Bella Mortem, despiertan gritando mariposas.

    Tu presencia ha hecho vibrar los muros de la Casa de los Susurros.
    El fuego bailó en la nevera. El hielo se agazapó en el horno. Las reglas se rompieron porque tú dormías en ellas.
    Y eso, pequeña viajera de sueños torcidos, le gusta a la Casa.
    Hay quienes llegan buscando. Otros llegan temblando. Y hay quienes, como tú, [callefalsa123], despiertan gritando mariposas. Tu presencia ha hecho vibrar los muros de la Casa de los Susurros. El fuego bailó en la nevera. El hielo se agazapó en el horno. Las reglas se rompieron porque tú dormías en ellas. Y eso, pequeña viajera de sueños torcidos, le gusta a la Casa.
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    La Casa se estremece contigo.
    No hará ruido, no pedirá más de lo que ya ofreces: palabras que no necesitan tinta ni papel. Sangre que no necesita carne.

    Escribe, El Murmullo. Lo que de ti nazca, será parte de estos muros.
    La Casa se estremece contigo. No hará ruido, no pedirá más de lo que ya ofreces: palabras que no necesitan tinta ni papel. Sangre que no necesita carne. Escribe, El Murmullo. Lo que de ti nazca, será parte de estos muros.
    #DespertarEnLaCasa

    El murmullo no despertase, mas si apareciese en la casa, una habitación perfecta para él...

    Una habitación que no respira...
    Pero cada muro palpita.

    Piedra húmeda… no por agua.
    Grietas como venas.
    No hay luz,
    sólo el reflejo sordo de lo que alguna vez fue claro.
    Una claridad que no alumbra,
    pero tampoco deja escapar la sombra.

    El centro… sí…
    una mesa…
    no para comer… ni para descansar…
    Sino para sangrar en silencio.

    Sobre ella, hojas.
    Algunas aún empapadas de duda.
    Otras a medio escribir...
    Se escriben solas,
    o quizás…
    Es El murmullo el que las escribe.
    No hay manos.
    No hay tinta.
    Sea pues la sangre del murmullo la que plasme las palabras

    Una pluma… olvidada…
    quebrada...
    Pero aún ahí…
    esperando.

    Y los libros…
    oh… los libros…
    sus lomos duelen de tanto contener secretos.
    No tienen títulos.
    Porque lo que nombramos… escapa.
    Y lo que olvidamos… queda.

    Si abres uno,
    hallaras no la historia de otro,
    sino la propia.
    pues es obvio quien está escribiendo...
    Tú.

    Un constructo de la mente del escriba.
    Una ilusión hecha para el oyente.
    Una habitación hecha para El Murmullo.

    Y en la mente, escuchase los susurros...
    —...shhh...
    ...no digas nada… escribe.—

    Una nueva historia.
    La emoción de escribir me carcome.
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  • La vi.

    Vi cómo le ofrecía los hilos de su alma,
    deshilando su esencia poco a poco
    como si de remiendos pudieran nacer milagros.

    Él…
    Un hombre quebrado por sus propios silencios, astillado en rincones que ya ni recordaba, y ella, torpe en su ternura, creyó que podía reconstruirlo con amor.

    Le dio comprensión donde él ofrecía evasivas.
    Le dio calma cuando él respondía con muros.
    Le entregó trozos de sí
    para llenar los huecos que otros le dejaron… y él los tomó sin mirar.

    No por maldad.
    No por crueldad.
    Sino por la costumbre de quien ya no sabe recibir
    y solo sabe absorber.

    Y así la vi marchitarse.
    No por falta de amor, sino por el exceso de darlo sin retorno.

    ¿Sabes?
    El amor no basta para quien no quiere ser amado.
    La comprensión no repara a quien no desea ser entendido.
    Y a veces, el intento de salvar a otro
    es la forma más lenta de ahogarse.

    Ella no entendía por qué dolía.
    Por qué él se iba más completo
    y ella se quedaba en ruinas.
    Pero yo sí lo supe.

    Le tejió alas con sus propias fibras,
    y cuando él voló, no volteó a mirar que ella ya no tenía cómo sostenerse.

    No todas las reparaciones son justas.
    No todo el amor dado regresa.
    Y algunas veces, el alma no se rompe por el abandono, sino por haber amado a quien nunca tuvo la intención de quedarse.

    Y cuando corté su hilo, no lloró por él.
    Lloró por ella.
    Por todo lo que dio…
    y por todo lo que nunca volvería.
    La vi. Vi cómo le ofrecía los hilos de su alma, deshilando su esencia poco a poco como si de remiendos pudieran nacer milagros. Él… Un hombre quebrado por sus propios silencios, astillado en rincones que ya ni recordaba, y ella, torpe en su ternura, creyó que podía reconstruirlo con amor. Le dio comprensión donde él ofrecía evasivas. Le dio calma cuando él respondía con muros. Le entregó trozos de sí para llenar los huecos que otros le dejaron… y él los tomó sin mirar. No por maldad. No por crueldad. Sino por la costumbre de quien ya no sabe recibir y solo sabe absorber. Y así la vi marchitarse. No por falta de amor, sino por el exceso de darlo sin retorno. ¿Sabes? El amor no basta para quien no quiere ser amado. La comprensión no repara a quien no desea ser entendido. Y a veces, el intento de salvar a otro es la forma más lenta de ahogarse. Ella no entendía por qué dolía. Por qué él se iba más completo y ella se quedaba en ruinas. Pero yo sí lo supe. Le tejió alas con sus propias fibras, y cuando él voló, no volteó a mirar que ella ya no tenía cómo sostenerse. No todas las reparaciones son justas. No todo el amor dado regresa. Y algunas veces, el alma no se rompe por el abandono, sino por haber amado a quien nunca tuvo la intención de quedarse. Y cuando corté su hilo, no lloró por él. Lloró por ella. Por todo lo que dio… y por todo lo que nunca volvería.
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  • — Bajo el cielo que es el origen de todas las cosas, no hay muros, ni castillos, ni naciones.
    El Planeta Primordial deslumbra desde el fondo de la tierra. Te mostraré el dominio del alma... Garden of Avalon!
    — Bajo el cielo que es el origen de todas las cosas, no hay muros, ni castillos, ni naciones. El Planeta Primordial deslumbra desde el fondo de la tierra. Te mostraré el dominio del alma... Garden of Avalon!
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  • Through Space & Time - The Phantomhive Manor.
    Fandom Jujutsu Kaisen/ Kuroshitsuji.
    Categoría Slice of Life
    ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀Afueras de Londres, 03:14 hs
    ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀Ruinas de Waverley Abbey.

    ⠀⠀El viento frío golpeaba las rocas demacradas de la antigua abadía con el implacable peso al que el tiempo las condenó. Entre los fríos muros derrumbados, golpeteos se escuchaban a la lejanía, sumado ruidos distorsionados y voces susurrantes, como si el viento intentase hablar en una lengua muerta.
    ⠀⠀Fundada en el 1128, el lugar fue objetivo de ritos durante la época de las Cruzadas, poco se sabía que en ese sitio, se encerraban fuerzas poderosas. Bueno, él sí sabía... estaba peleando con ellas.

    ⠀⠀A la lejanía, la silueta de un rubio con gabardina, corriente frente a una abominación más grande, la cual exhalaba fuego y relámpagos. Su inmenso puño fue a impactar directo al invasor de sus tierras, quien saltó con gracia felina. Su mano roza la tapa de un viejo diario que nació desde el extremo inferior de su gabardina, y posteriormente solo rugidos se escucharon, la lucha cruel y sangrienta, probablemente duró horas.

    ⠀⠀Un torbellino de arena y oscuridad reventó el vestigio del establecimiento, un sitio ritual olvidado durante siglos, retomaba sus funciones en orden de ese djinn. ⸻ "Estás bromeando... ¡¿en serio?!" ⸻ El ente compartió diversos mudras y ademanes, conjurando fuerzas muertas. No es un misterio que, los djinn en ocasiones, poseen control sobre las fuerzas temporales, intentaba abrir una puerta... como antaño lo hicieron sus maestros.

    ⠀⠀⸻ "Bien, amiguito. Eso... no será hoy..." ⸻ Cuando tocó el suelo luego de la confrontación física, sabía que puños no iban a resolver esto. El rubio formó con sus manos un mudra similar al uttarabodhi. ⸻ "...expansión de dominio." ⸻ La única manera de contrarrestar un dominio ajeno, era con uno más fuerte.

    ⠀⠀Pero apenas la barrera fue disipada por la imposición de su dominio, pero el cielo, todo, era diferente. No estaba dentro de una barrera, no sentía maleficio por ningún sitio, podía descartar cosas sobrenaturales.

    ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀Afueras de Londres, 15:16 hs
    ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀Mansión Phantomhive.

    ⠀⠀No reconocía nada, el lugar estaba impecable, la vegetación, la ubicación geográfica estaba seguro también era diferente, seguía siendo la flora de las afueras de Londras, pero estaba kilómetros desplazado.
    ⠀⠀Revisó su celular, no solo no había ni un gramo de señal, su batería estaba casi muerta. Apenas con un 6% de carga, y había venido con más de la mitad. Más importante, había un desfase de doce horas, eran casi las tres de la tarde, y él había luchado durante la madrugada, no podía ser más confuso.

    ⠀⠀Se mantuvo pensativo, ¿el hechizo tal vez?¿una sinergia? Pero era imposible, su dominio era superior. Debió simplemente erradicarlo... Y antes de que le llegara a preocupar realmente donde corno estaba, se encogió de hombros. ⸻ "Meh, lo averiguaré." ⸻ Mencionó con completa indiferencia.

    ⠀⠀A todo esto, miró a la lejanía, había una reja... él estaba TRAS la reja. Contempló las opciones de hipótesis, y solo podía concluir en que: ¡lo tomarían como criminal por invadir propiedad privada!

    ⠀⠀Se agarró la cabeza, ¡otra vez su mala suerte de nuevo!

    ⠀⠀Rápidamente saltó intentando treparse a la cerca, casi se cae cuando escuchó una voz. Su cabeza dio un giro brusco, buscando su origen.

    Jean Phantomhive
    ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀Afueras de Londres, 03:14 hs ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀Ruinas de Waverley Abbey. ⠀ ⠀⠀El viento frío golpeaba las rocas demacradas de la antigua abadía con el implacable peso al que el tiempo las condenó. Entre los fríos muros derrumbados, golpeteos se escuchaban a la lejanía, sumado ruidos distorsionados y voces susurrantes, como si el viento intentase hablar en una lengua muerta. ⠀⠀Fundada en el 1128, el lugar fue objetivo de ritos durante la época de las Cruzadas, poco se sabía que en ese sitio, se encerraban fuerzas poderosas. Bueno, él sí sabía... estaba peleando con ellas. ⠀⠀A la lejanía, la silueta de un rubio con gabardina, corriente frente a una abominación más grande, la cual exhalaba fuego y relámpagos. Su inmenso puño fue a impactar directo al invasor de sus tierras, quien saltó con gracia felina. Su mano roza la tapa de un viejo diario que nació desde el extremo inferior de su gabardina, y posteriormente solo rugidos se escucharon, la lucha cruel y sangrienta, probablemente duró horas. ⠀⠀Un torbellino de arena y oscuridad reventó el vestigio del establecimiento, un sitio ritual olvidado durante siglos, retomaba sus funciones en orden de ese djinn. ⸻ "Estás bromeando... ¡¿en serio?!" ⸻ El ente compartió diversos mudras y ademanes, conjurando fuerzas muertas. No es un misterio que, los djinn en ocasiones, poseen control sobre las fuerzas temporales, intentaba abrir una puerta... como antaño lo hicieron sus maestros. ⠀⠀⸻ "Bien, amiguito. Eso... no será hoy..." ⸻ Cuando tocó el suelo luego de la confrontación física, sabía que puños no iban a resolver esto. El rubio formó con sus manos un mudra similar al uttarabodhi. ⸻ "...expansión de dominio." ⸻ La única manera de contrarrestar un dominio ajeno, era con uno más fuerte. ⠀⠀Pero apenas la barrera fue disipada por la imposición de su dominio, pero el cielo, todo, era diferente. No estaba dentro de una barrera, no sentía maleficio por ningún sitio, podía descartar cosas sobrenaturales. ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀Afueras de Londres, 15:16 hs ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀Mansión Phantomhive. ⠀ ⠀⠀No reconocía nada, el lugar estaba impecable, la vegetación, la ubicación geográfica estaba seguro también era diferente, seguía siendo la flora de las afueras de Londras, pero estaba kilómetros desplazado. ⠀⠀Revisó su celular, no solo no había ni un gramo de señal, su batería estaba casi muerta. Apenas con un 6% de carga, y había venido con más de la mitad. Más importante, había un desfase de doce horas, eran casi las tres de la tarde, y él había luchado durante la madrugada, no podía ser más confuso. ⠀⠀Se mantuvo pensativo, ¿el hechizo tal vez?¿una sinergia? Pero era imposible, su dominio era superior. Debió simplemente erradicarlo... Y antes de que le llegara a preocupar realmente donde corno estaba, se encogió de hombros. ⸻ "Meh, lo averiguaré." ⸻ Mencionó con completa indiferencia. ⠀⠀A todo esto, miró a la lejanía, había una reja... él estaba TRAS la reja. Contempló las opciones de hipótesis, y solo podía concluir en que: ¡lo tomarían como criminal por invadir propiedad privada! ⠀⠀Se agarró la cabeza, ¡otra vez su mala suerte de nuevo! ⠀⠀Rápidamente saltó intentando treparse a la cerca, casi se cae cuando escuchó una voz. Su cabeza dio un giro brusco, buscando su origen. ⠀ [littl3gr3y]
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  • ⎣ Segundo Contacto. ⎤

    Viper avanzaba arrastrándose entre muros derretidos y cadáveres medio disueltos.

    El corazón de la criatura latía como un tambor de guerra, oculto en algún punto de la oscuridad. Cada pulsación se sentía en el acero doblado, vibrando en los cimientos.

    Ya la había visto una vez. Bastaba con eso.

    "Ocho extremidades. Flanco izquierdo expuesto tras cargar. Siente el miedo. Carga sin medida, no le importa herirse a sí misma en el proceso. La sangre que salpica es corrosiva".

    Encendió su linterna de emergencia. Nunca la necesitaba dada su visión nocturna. Pero esta vez requería de una fuente de luz blanca constante. La criatura parecía temerle, era su única ventaja.
    Dos minutos de batería.
    Nada más.

    Y el silencio se acabó.

    "Lúgubre" cayó desde lo alto como un alud de carne, huesos y furia. Viper rodó hacia un costado justo a tiempo. La criatura embistió contra una pared, se rompió la cabeza y siguió andando como si nada. La sangre que brotó no era sangre: era una sustancia oscura, viscosa, con vida propia.

    Una gota salpicó el brazo de Viper. La tela se deshizo, la piel se oscureció al instante. Era necrosis acelerada.
    Sin vacilar, sacó su cuchillo táctico y cortó la zona afectada de un tajo. Sin anestesia. Sin sonido alguno.
    Si no lo hacía, perdería el brazo.
    Ya lo había visto pasar.

    El monstruo giró la cabeza, sus múltiples mandíbulas crispándose en direcciones sin lógica anatómica.

    Viper se agazapó. Respiró una vez. Encendió su linterna y bañó de luz los ojos de Lúgubre, que sacudió la cabeza, enceguecido. Alzó el lanzagranadas y apuntó a una de las patas traseras. Disparó una granada de fósforo, la explosión y el posterior incendio desmaterializó buena parte de los músculos retorcidos que sostenían la pata. Disparó una vez más, esta vez hacia el techo, y las vigas de acero derretido cayeron de lo más alto alrededor y encima de la criatura. Estaba encerrada. Inmovilizada.

    Era todo lo que Viper necesitaba.

    Se acercó y saltó, cayó sobre el lomo resbaladizo de sangre corrosiva y carne expuesta. Sus botas se quemaron, después sus pies. Clavó la jeringa con la toxina modificada directo entre las vértebras de la columna expuesta, entre placas óseas abiertas como galletas picadas.

    El veneno interrumpiría el latido interdimensional de la criatura, desconectándola de su fuente vital.

    Lúgubre chilló, aunque sin ruido: con vibración. Una ráfaga de infrasonidos que aturdieron el oído de serpiente del naga.

    Viper se tambaleó y cayó, resbaló por el costado de la criatura hasta dar contra el suelo. Y Lúgubre sacudió las patas en el aire, víctima de un infarto interdimensional. De pronto, clavó sus patas contra el piso, una de ellas atravesó a Viper de lado a lado.

    Lúgubre convulsionó, luego comenzó a inclinarse. Hasta que cayó de costado, aplastando las piernas de Viper.

    Viper sintió como su sangre se mezclaba con la de la criatura en un charco debajo de ambos, luego sintió su cuerpo deteriorándose, sus piernas empezaban a necrosarse. La corrosión de Lúgubre le alcanzaba. Pero no avanzó más allá, su propia regeneración se adaptaba a la corrosión para neutralizarla.

    ¿Sería su cuerpo capaz de restituir la carne necrosada?
    No estaría despierto para descubrirlo.
    ⎣ Segundo Contacto. ⎤ Viper avanzaba arrastrándose entre muros derretidos y cadáveres medio disueltos. El corazón de la criatura latía como un tambor de guerra, oculto en algún punto de la oscuridad. Cada pulsación se sentía en el acero doblado, vibrando en los cimientos. Ya la había visto una vez. Bastaba con eso. "Ocho extremidades. Flanco izquierdo expuesto tras cargar. Siente el miedo. Carga sin medida, no le importa herirse a sí misma en el proceso. La sangre que salpica es corrosiva". Encendió su linterna de emergencia. Nunca la necesitaba dada su visión nocturna. Pero esta vez requería de una fuente de luz blanca constante. La criatura parecía temerle, era su única ventaja. Dos minutos de batería. Nada más. Y el silencio se acabó. "Lúgubre" cayó desde lo alto como un alud de carne, huesos y furia. Viper rodó hacia un costado justo a tiempo. La criatura embistió contra una pared, se rompió la cabeza y siguió andando como si nada. La sangre que brotó no era sangre: era una sustancia oscura, viscosa, con vida propia. Una gota salpicó el brazo de Viper. La tela se deshizo, la piel se oscureció al instante. Era necrosis acelerada. Sin vacilar, sacó su cuchillo táctico y cortó la zona afectada de un tajo. Sin anestesia. Sin sonido alguno. Si no lo hacía, perdería el brazo. Ya lo había visto pasar. El monstruo giró la cabeza, sus múltiples mandíbulas crispándose en direcciones sin lógica anatómica. Viper se agazapó. Respiró una vez. Encendió su linterna y bañó de luz los ojos de Lúgubre, que sacudió la cabeza, enceguecido. Alzó el lanzagranadas y apuntó a una de las patas traseras. Disparó una granada de fósforo, la explosión y el posterior incendio desmaterializó buena parte de los músculos retorcidos que sostenían la pata. Disparó una vez más, esta vez hacia el techo, y las vigas de acero derretido cayeron de lo más alto alrededor y encima de la criatura. Estaba encerrada. Inmovilizada. Era todo lo que Viper necesitaba. Se acercó y saltó, cayó sobre el lomo resbaladizo de sangre corrosiva y carne expuesta. Sus botas se quemaron, después sus pies. Clavó la jeringa con la toxina modificada directo entre las vértebras de la columna expuesta, entre placas óseas abiertas como galletas picadas. El veneno interrumpiría el latido interdimensional de la criatura, desconectándola de su fuente vital. Lúgubre chilló, aunque sin ruido: con vibración. Una ráfaga de infrasonidos que aturdieron el oído de serpiente del naga. Viper se tambaleó y cayó, resbaló por el costado de la criatura hasta dar contra el suelo. Y Lúgubre sacudió las patas en el aire, víctima de un infarto interdimensional. De pronto, clavó sus patas contra el piso, una de ellas atravesó a Viper de lado a lado. Lúgubre convulsionó, luego comenzó a inclinarse. Hasta que cayó de costado, aplastando las piernas de Viper. Viper sintió como su sangre se mezclaba con la de la criatura en un charco debajo de ambos, luego sintió su cuerpo deteriorándose, sus piernas empezaban a necrosarse. La corrosión de Lúgubre le alcanzaba. Pero no avanzó más allá, su propia regeneración se adaptaba a la corrosión para neutralizarla. ¿Sería su cuerpo capaz de restituir la carne necrosada? No estaría despierto para descubrirlo.
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  • The Altar Awaits
    Fandom OC, JJK
    Categoría Suspenso
    Rol con : Tascio A Echeverri

    El viento arrastraba la tierra a través del pueblo muerto, donde las casas de madera, abandonadas hace tiempo, yacían intactas, acumulando polvo, como si todo ser vivo las hubiera abandonado con prisas. Ventanas y puertas abiertas, muebles intactos. No quedaba nadie. Ni perros, ni pájaros, ni el eco de una voz. Solo ruinas, tierra estéril y el aullido del viento pasando por las ventanas.

    En el corazón de ese vacío, se alzaban los restos de una iglesia.

    Sus muros de piedra estaban partidos por raíces y el peso de los años. Las puertas, alguna vez sagradas, colgaban de bisagras oxidadas, crujiendo apenas con cada soplo del viento. La cruz de la iglesia que antaño se alzaba en el tejado, yacía tirada en el suelo de la entrada. Los vitrales ahora llenos de tierra y polvo, apenas reflejaban la luz por el desgaste y la suciedad.

    Y allí, dentro de la iglesia, estaba él.

    Elías Ainsworth.

    De pie bajo el rosetón, por donde se colaba un rayo de luz. Alto, imponente, inmóvil. La túnica negra ondeaba levemente con la brisa, y la piedra azul de su corbatín reflejaba la escasa luz que entraba.

    Su apariencia parecía una broma retorcida. Un cuerpo humanoide, vestido de manera elegante pero al alzar la mirada...

    Un cráneo de lobo alargado, unos cuernos de cabra con una tela roja y una cadena dorada conectándolos, era una apariencia casi ceremonial. Sus ojos, dos luces rojas dentro de sus cuencas vacías, con una mirada intensa, que nunca temblaba, nunca se desviaba.

    Un ser así nunca debió entrar a un lugar como ese, y sin embargo, pertenecía más que nadie.

    Sus manos, enguantadas, descansaban sobre el respaldo de un banco roto. Su cabeza estaba inclinada, no en oración, sino en recuerdo.

    Entonces ocurrió algo inesperado.

    los pasos de alguien hicieron eco al entrar, pero Elías no se molestó en mirar quien era.
    Rol con : [demon_of_spirits] El viento arrastraba la tierra a través del pueblo muerto, donde las casas de madera, abandonadas hace tiempo, yacían intactas, acumulando polvo, como si todo ser vivo las hubiera abandonado con prisas. Ventanas y puertas abiertas, muebles intactos. No quedaba nadie. Ni perros, ni pájaros, ni el eco de una voz. Solo ruinas, tierra estéril y el aullido del viento pasando por las ventanas. En el corazón de ese vacío, se alzaban los restos de una iglesia. Sus muros de piedra estaban partidos por raíces y el peso de los años. Las puertas, alguna vez sagradas, colgaban de bisagras oxidadas, crujiendo apenas con cada soplo del viento. La cruz de la iglesia que antaño se alzaba en el tejado, yacía tirada en el suelo de la entrada. Los vitrales ahora llenos de tierra y polvo, apenas reflejaban la luz por el desgaste y la suciedad. Y allí, dentro de la iglesia, estaba él. Elías Ainsworth. De pie bajo el rosetón, por donde se colaba un rayo de luz. Alto, imponente, inmóvil. La túnica negra ondeaba levemente con la brisa, y la piedra azul de su corbatín reflejaba la escasa luz que entraba. Su apariencia parecía una broma retorcida. Un cuerpo humanoide, vestido de manera elegante pero al alzar la mirada... Un cráneo de lobo alargado, unos cuernos de cabra con una tela roja y una cadena dorada conectándolos, era una apariencia casi ceremonial. Sus ojos, dos luces rojas dentro de sus cuencas vacías, con una mirada intensa, que nunca temblaba, nunca se desviaba. Un ser así nunca debió entrar a un lugar como ese, y sin embargo, pertenecía más que nadie. Sus manos, enguantadas, descansaban sobre el respaldo de un banco roto. Su cabeza estaba inclinada, no en oración, sino en recuerdo. Entonces ocurrió algo inesperado. los pasos de alguien hicieron eco al entrar, pero Elías no se molestó en mirar quien era.
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    || Dudas de alta/media importancia...

    ¿Me quedo con él para la apariencia fija de Arcades?

    Les dejo unos pasteles con forma de muros.
    || Dudas de alta/media importancia... ¿Me quedo con él para la apariencia fija de Arcades? Les dejo unos pasteles con forma de muros.
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  • The Princess & The Vagabond - Hogwarts' Legacy.
    Fandom Jujutsu Kaisen/Harry Potter.
    Categoría Fantasía
    ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀Fueras de Hogwarts, 20:09 hs
    ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀Entrada Norte.

    ⠀⠀La noche caía sobre Hogwarts, la institución arcana. Fría pero acogedora, estrellas por doquier, contrastando los peligros dormidos tras sus paredes.

    ⠀⠀Una sombra se deslizaba más allá de los límites del Bosque Prohibido, abriéndose paso entre raíces como si el suelo lo temiera, las hierbas se retraían en su presencia, su silueta dibujó huellas en el pastizal. Tascio caminaba con las manos en los bolsillos, encorvado apenas. Vestía de negro, pero no de ese negro ceremonial de los magos modernos, si no de la discreción, el subterfugio. Y sobre su espalda, colgaba una mochila de cuero la cual depositó en el suelo.

    ⠀⠀Se detuvo.

    ⠀⠀Un leve zumbido al conjurar un ademán, la presencia de esa mochila se desvaneció como el viento. Luego miró al castillo a la lejanía.

    ⠀⠀⸻ "Ahí estás…" ⸻ Murmuró con una sonrisa ladeada, clavando la vista en un tramo de tierra húmeda junto al lago.

    ⠀⠀Era débil, casi imperceptible, pero estaba: un rastro maldito, un eco de algo vivo y viejo. Demasiado viejo para seguir existiendo sin ayuda, probablemente tenía un soporte, no creía que fuera artificial. Apoyó dos dedos contra el suelo, cerró los ojos y dejó que la maldición hablara. No en palabras, sino en sensaciones: soledad, hambre, ira. Una criatura herida, atrapada entre planos, aferrándose a lo que quedaba de sí misma.

    ⠀⠀La energía estaba mal contenida. Como si alguien hubiera querido encerrarla… sin entender lo que estaba sellando. Era extraño, en su mente surgió la forma de una bestia, un animal... ¿Qué diantres era esto? Tascio se incorporó con lentitud. Miró hacia los muros de piedra del castillo, alzándose contra el cielo, ajenos a lo que latía bajo ellos.

    ⠀⠀⸻ "Hogwarts… " ⸻ Dijo, casi con desdén ⸻ "Siempre escondiendo cosas." ⸻

    ⠀⠀Se movió con naturalidad, como si no estuviera cometiendo una violación grave a las leyes mágicas. Lo suyo no era infiltrarse, pero de que sabía ser sigiloso, lo sabía. Un giro de muñeca, una cortina de energía maldita cubrió su silueta, el aire alrededor se onduló. Ocultación arcana, de las buenas, qué poco práctico sería tenerlo en algo como una capa, ¿verdad?

    ⠀⠀Pasó entre los límites del castillo cuando las protecciones bajaban por el cambio de turno de los elfos domésticos. Un resquicio en las barreras, él sabía dónde estaban, sabía de estas cosas, eran su especialidad. Tascio no corría, pero se escondía, esquivando gentes con túnicas largas, aurores, guardias... ¡Hasta un gato! Uno muy maloliente además. Los cuadros hablaban, qué cosa más rara...

    ⠀⠀Y mientras los estudiantes dormían, sus pasos no se oían... O eso creía. Porque ni el olfato de un sabueso es infalible, cuando se tropezó con algo, con alguien. Cabellos ondulados de casi blanquecino pálido le hicieron perder la concentración, ¡la cortina se fue! Y él estaba expuesto como beluga al desnudo.

    ⠀⠀⸻ "Oh mier-" ⸻ Pasos se escucharon... ¡Venía gente, aurores!

    Ryna Scamander
    ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀Fueras de Hogwarts, 20:09 hs ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀Entrada Norte. ⠀ ⠀⠀La noche caía sobre Hogwarts, la institución arcana. Fría pero acogedora, estrellas por doquier, contrastando los peligros dormidos tras sus paredes. ⠀⠀Una sombra se deslizaba más allá de los límites del Bosque Prohibido, abriéndose paso entre raíces como si el suelo lo temiera, las hierbas se retraían en su presencia, su silueta dibujó huellas en el pastizal. Tascio caminaba con las manos en los bolsillos, encorvado apenas. Vestía de negro, pero no de ese negro ceremonial de los magos modernos, si no de la discreción, el subterfugio. Y sobre su espalda, colgaba una mochila de cuero la cual depositó en el suelo. ⠀⠀Se detuvo. ⠀⠀Un leve zumbido al conjurar un ademán, la presencia de esa mochila se desvaneció como el viento. Luego miró al castillo a la lejanía. ⠀⠀⸻ "Ahí estás…" ⸻ Murmuró con una sonrisa ladeada, clavando la vista en un tramo de tierra húmeda junto al lago. ⠀⠀Era débil, casi imperceptible, pero estaba: un rastro maldito, un eco de algo vivo y viejo. Demasiado viejo para seguir existiendo sin ayuda, probablemente tenía un soporte, no creía que fuera artificial. Apoyó dos dedos contra el suelo, cerró los ojos y dejó que la maldición hablara. No en palabras, sino en sensaciones: soledad, hambre, ira. Una criatura herida, atrapada entre planos, aferrándose a lo que quedaba de sí misma. ⠀⠀La energía estaba mal contenida. Como si alguien hubiera querido encerrarla… sin entender lo que estaba sellando. Era extraño, en su mente surgió la forma de una bestia, un animal... ¿Qué diantres era esto? Tascio se incorporó con lentitud. Miró hacia los muros de piedra del castillo, alzándose contra el cielo, ajenos a lo que latía bajo ellos. ⠀⠀⸻ "Hogwarts… " ⸻ Dijo, casi con desdén ⸻ "Siempre escondiendo cosas." ⸻ ⠀⠀Se movió con naturalidad, como si no estuviera cometiendo una violación grave a las leyes mágicas. Lo suyo no era infiltrarse, pero de que sabía ser sigiloso, lo sabía. Un giro de muñeca, una cortina de energía maldita cubrió su silueta, el aire alrededor se onduló. Ocultación arcana, de las buenas, qué poco práctico sería tenerlo en algo como una capa, ¿verdad? ⠀⠀Pasó entre los límites del castillo cuando las protecciones bajaban por el cambio de turno de los elfos domésticos. Un resquicio en las barreras, él sabía dónde estaban, sabía de estas cosas, eran su especialidad. Tascio no corría, pero se escondía, esquivando gentes con túnicas largas, aurores, guardias... ¡Hasta un gato! Uno muy maloliente además. Los cuadros hablaban, qué cosa más rara... ⠀⠀Y mientras los estudiantes dormían, sus pasos no se oían... O eso creía. Porque ni el olfato de un sabueso es infalible, cuando se tropezó con algo, con alguien. Cabellos ondulados de casi blanquecino pálido le hicieron perder la concentración, ¡la cortina se fue! Y él estaba expuesto como beluga al desnudo. ⠀⠀⸻ "Oh mier-" ⸻ Pasos se escucharon... ¡Venía gente, aurores! ⠀ [ember_jade_snake_251]
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