• Al final has tomado mi baston , para tus cosas de investigacion no es un jugete .... ya damelo .
    Al final has tomado mi baston , para tus cosas de investigacion no es un jugete .... ya damelo .
    Me gusta
    1
    0 turnos 0 maullidos
  • Uh- vispera de navidad. El jefe de la compañia quiso vernos mas festivos... faust lo intentó.
    A seguir la investigación..-
    Uh- vispera de navidad. El jefe de la compañia quiso vernos mas festivos... faust lo intentó. A seguir la investigación..-
    Me gusta
    Me encocora
    5
    4 turnos 0 maullidos
  • Colocar toda la informacion de la gran investigación de faust.. es agotador....
    Colocar toda la informacion de la gran investigación de faust.. es agotador....
    Me gusta
    Me shockea
    4
    4 turnos 0 maullidos
  • En aquel, 10 de diciembre del 1993, nació Sniffles. A sus 3 años aprendió a caminar y hablar. A sus 5 años ya estaba completamente listo para conocer el mundo. A sus 10 años, fue el mejor de su clase obteniendo una beca para la universidad. A sus 17 años, estudió Investigación en Ciencias de la Salud e Ingeniería Química y estuvo 4 años desempeñandose cómo paramédico. Y ya en sus 32 años, postuló para trabajar en un centro público de salud humana cómo médico general y fue aceptado. Su vida se resume en perfección.
    En aquel, 10 de diciembre del 1993, nació Sniffles. A sus 3 años aprendió a caminar y hablar. A sus 5 años ya estaba completamente listo para conocer el mundo. A sus 10 años, fue el mejor de su clase obteniendo una beca para la universidad. A sus 17 años, estudió Investigación en Ciencias de la Salud e Ingeniería Química y estuvo 4 años desempeñandose cómo paramédico. Y ya en sus 32 años, postuló para trabajar en un centro público de salud humana cómo médico general y fue aceptado. Su vida se resume en perfección.
    Me gusta
    1
    0 turnos 0 maullidos
  • Pasaron semanas desde que empecé a buscar a mi hermano y mi historia. Fue solo tiempo perdido que me hace querer destrozar todo a mi paso.

    No conforme con el fracaso, he vuelto a la boca del lobo, a la mansión de mis "padres", en busca de la verdad, antes de ello recolecte inflamación por si se les ocurría mentirme. Mis investigaciones en internet solo confirmaron la brutalidad de la época: Un sistema podrido del que probablemente mi hermano formó parte.

    Finalmente, nos sentamos a "platicar". Mi madre me miraba con esa culpa y arrepentimiento tan típicos de ella, una sentimentalidad que me irrita. Mi padre, por otro lado, mantenía la misma mirada vacía y distante de siempre, teñida de un sutil desprecio.

    Yo, acostumbrada a su frialdad, rompí el silencio con irritación contenida, esforzándome por mantener la neutralidad:

    —Hablen. Y quiero la verdad. ¿Cómo llegué a su vida? ¿Por qué me recogieron?

    Mi madre, temblorosa, habló primero:

    —Tu padre y yo queríamos una bebé, pero sabrás que la procreación en nuestra especie es imposible.

    Mi padre la interrumpió de inmediato, con voz firme:

    —Por ese capricho de tu madre, decidimos buscar a alguien. Me negué al principio, pero su insistencia fue tanta que terminé aceptando con una condición: la huérfana nos serviría en el futuro. Como inmortales, yo me encargaría de asegurar esos intereses.

    Lo interrumpí sin importarme los modales:

    —Entonces, ¿fue tu idea condenarme a una vida de matrimonios por conveniencia?

    Mi padre respondió con total indiferencia:

    —Tú nos perteneces. Te compramos y te concedimos un don. No tienes más opción que obedecer el trato. Si lo rompes, tu vida acabará y tu hija ocupará tu puesto, Lianna. No sera difícil encontrar su paradero, después de todo le brindaste a tu madre suficiente información del padre y con su ayuda quizás lleguemos a un buen acuerdo.

    Ahora lo miraba con un odio puro. El desprecio de antes por su lejanía se transformó en repudio absoluto.

    El señor Benedetti continuó, levantándose para servirse una copa de vino con sangre:

    —Tenerte fue suerte, coincidencia o como quieras llamarlo. Eras apenas una recién nacida abandonada en las calles. Tu madre y yo decidimos llevarte con nosotros. A tu hermano, lo entregamos al sistema parroquial para que se encargan de el.

    Escuché la historia con sentimientos encontrados. Ya ni siquiera sabía cómo reaccionar. Pregunté por el nombre de aquel chico desconocido:

    —¿Recuerdan su nombre? —pregunté con cautela, queriendo saberlo todo sobre mi vida pasada.

    Mi madre respondió:

    —Recuerdo que el niño nos dijo que se llamaba Lian, y tú Lianna. No llevaban apellido. Hasta la fecha no sabemos nada de tu verdadera familia, cielo.

    Mi padre, con tono de fastidio, se alejó.

    —Tampoco veo la necesidad de preguntar. Él probablemente ya esté muerto, y los muertos no son nuestro problema. Somos los condenados a vivir por siempre los que importamos.

    Sus palabras fueron una losa de cemento sobre la poca esperanza que me quedaba. Mataron cualquier atisbo de ilusión con cada palabra.

    —Céntrate en las riquezas —ordenó mi "padre".

    —Olvídate del polvo del que vienes. Eres una Benedetti ahora.

    Me levanté del sofá sin decir nada una vez acabada toda la charla , los cabos sueltos aún seguían sin resolverse , luego les di la espalda y me retire.

    Han cerrado toda esperanza en mi. Ya no sé dónde buscar, y francamente, no perderé más tiempo en esto. Me concentraré en mi vida.
    A partir de ahora, solo soy una Benedetti que busca poder.

    Ignorando la molestia persistente por el rompecabezas sin armar, me dirigí a mi habitación en aquel castillo donde me crié.
    Pasaron semanas desde que empecé a buscar a mi hermano y mi historia. Fue solo tiempo perdido que me hace querer destrozar todo a mi paso. No conforme con el fracaso, he vuelto a la boca del lobo, a la mansión de mis "padres", en busca de la verdad, antes de ello recolecte inflamación por si se les ocurría mentirme. Mis investigaciones en internet solo confirmaron la brutalidad de la época: Un sistema podrido del que probablemente mi hermano formó parte. Finalmente, nos sentamos a "platicar". Mi madre me miraba con esa culpa y arrepentimiento tan típicos de ella, una sentimentalidad que me irrita. Mi padre, por otro lado, mantenía la misma mirada vacía y distante de siempre, teñida de un sutil desprecio. Yo, acostumbrada a su frialdad, rompí el silencio con irritación contenida, esforzándome por mantener la neutralidad: —Hablen. Y quiero la verdad. ¿Cómo llegué a su vida? ¿Por qué me recogieron? Mi madre, temblorosa, habló primero: —Tu padre y yo queríamos una bebé, pero sabrás que la procreación en nuestra especie es imposible. Mi padre la interrumpió de inmediato, con voz firme: —Por ese capricho de tu madre, decidimos buscar a alguien. Me negué al principio, pero su insistencia fue tanta que terminé aceptando con una condición: la huérfana nos serviría en el futuro. Como inmortales, yo me encargaría de asegurar esos intereses. Lo interrumpí sin importarme los modales: —Entonces, ¿fue tu idea condenarme a una vida de matrimonios por conveniencia? Mi padre respondió con total indiferencia: —Tú nos perteneces. Te compramos y te concedimos un don. No tienes más opción que obedecer el trato. Si lo rompes, tu vida acabará y tu hija ocupará tu puesto, Lianna. No sera difícil encontrar su paradero, después de todo le brindaste a tu madre suficiente información del padre y con su ayuda quizás lleguemos a un buen acuerdo. Ahora lo miraba con un odio puro. El desprecio de antes por su lejanía se transformó en repudio absoluto. El señor Benedetti continuó, levantándose para servirse una copa de vino con sangre: —Tenerte fue suerte, coincidencia o como quieras llamarlo. Eras apenas una recién nacida abandonada en las calles. Tu madre y yo decidimos llevarte con nosotros. A tu hermano, lo entregamos al sistema parroquial para que se encargan de el. Escuché la historia con sentimientos encontrados. Ya ni siquiera sabía cómo reaccionar. Pregunté por el nombre de aquel chico desconocido: —¿Recuerdan su nombre? —pregunté con cautela, queriendo saberlo todo sobre mi vida pasada. Mi madre respondió: —Recuerdo que el niño nos dijo que se llamaba Lian, y tú Lianna. No llevaban apellido. Hasta la fecha no sabemos nada de tu verdadera familia, cielo. Mi padre, con tono de fastidio, se alejó. —Tampoco veo la necesidad de preguntar. Él probablemente ya esté muerto, y los muertos no son nuestro problema. Somos los condenados a vivir por siempre los que importamos. Sus palabras fueron una losa de cemento sobre la poca esperanza que me quedaba. Mataron cualquier atisbo de ilusión con cada palabra. —Céntrate en las riquezas —ordenó mi "padre". —Olvídate del polvo del que vienes. Eres una Benedetti ahora. Me levanté del sofá sin decir nada una vez acabada toda la charla , los cabos sueltos aún seguían sin resolverse , luego les di la espalda y me retire. Han cerrado toda esperanza en mi. Ya no sé dónde buscar, y francamente, no perderé más tiempo en esto. Me concentraré en mi vida. A partir de ahora, solo soy una Benedetti que busca poder. Ignorando la molestia persistente por el rompecabezas sin armar, me dirigí a mi habitación en aquel castillo donde me crié.
    Me gusta
    1
    0 turnos 0 maullidos
  • "Intercambio de ideas"
    Fandom Criminal Minds (Mentes Criminales)
    Categoría Slice of Life
    ㅤㅤ
    ㅤㅤㅤㅤㅤ"Cuatro ojos ven mejor que dos"
    ㅤㅤㅤㅤㅤ⧽ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑
    ㅤㅤㅤㅤㅤ˹ [CRIMINAL.M1NDS]


    ㅤㅤㅤ
    ㅤㅤㅤㅤCon la baja médica de Angie después del caso de Gilbert, con la degradación de Hammond como Jefe de Equipo y la instauración de JT en dicho puesto, lo cierto era que el equipo B de la UAC estaba pasando por un periodo bastante turbulento. Las cosas estaban algo tensas y aquella investigación se les había quedado ligeramente estancada.

    Wesson, Smith y Hammond se habían ido a casa. Era muy tarde y, dado que no tuvieron que salir del estado para trabajar en aquel caso, todos los agentes podían dormir en sus respectivos hogares. Pero JT no. JT llevaba un par de horas en su despacho concentrado en el perfil que habían trazado, en el modus operandi del sudes.

    Un asesino estaba actuando en uno de los barrios de DC, una de las zonas más pobres de la ciudad. Las víctimas parecían ser al azar, pero… algo no encajaba. El modus operandi era… bastante limpio para alguien que, según la victimología parecían víctimas por impulso. Por otro lado, no había firma como tal, pero la violencia era excesiva para un agresor organizado. Las víctimas no compartían un patrón claro, no del todo. Y la ultima escena del crimen tenía… elementos que parecían contradictorios, pero… ¿por qué?

    Algo no encajaba.

    Cerró la carpeta y resopló mientras la recogía y se dirigía a la pequeña cocina que las dos secciones de la UAC compartían. Desde allí, una vez que tuvo su café en la mano, comprobó que Hotchner seguía aun en su oficina. Estaba seguro de que su viejo amigo sabría arrojar algo más de luz sobre aquel asunto. Asi que, preparó otra taza de café y subió las escaleras hasta el despacho del Jefe de Equipo de la primera unidad de la UAC.

    La puerta estaba abierta.

    -Hotch -llamó JT- ¿Tienes un momento? Me vendría de perlas tu ayuda. También traigo café...

    #NuevoStarter #CriminalMinds
    #Personajes3D #3D #Comunidad3D

    ㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤ"Cuatro ojos ven mejor que dos" ㅤㅤㅤㅤㅤ⧽ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑 ㅤㅤㅤㅤㅤ˹ [CRIMINAL.M1NDS] ㅤ ㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤCon la baja médica de Angie después del caso de Gilbert, con la degradación de Hammond como Jefe de Equipo y la instauración de JT en dicho puesto, lo cierto era que el equipo B de la UAC estaba pasando por un periodo bastante turbulento. Las cosas estaban algo tensas y aquella investigación se les había quedado ligeramente estancada. Wesson, Smith y Hammond se habían ido a casa. Era muy tarde y, dado que no tuvieron que salir del estado para trabajar en aquel caso, todos los agentes podían dormir en sus respectivos hogares. Pero JT no. JT llevaba un par de horas en su despacho concentrado en el perfil que habían trazado, en el modus operandi del sudes. Un asesino estaba actuando en uno de los barrios de DC, una de las zonas más pobres de la ciudad. Las víctimas parecían ser al azar, pero… algo no encajaba. El modus operandi era… bastante limpio para alguien que, según la victimología parecían víctimas por impulso. Por otro lado, no había firma como tal, pero la violencia era excesiva para un agresor organizado. Las víctimas no compartían un patrón claro, no del todo. Y la ultima escena del crimen tenía… elementos que parecían contradictorios, pero… ¿por qué? Algo no encajaba. Cerró la carpeta y resopló mientras la recogía y se dirigía a la pequeña cocina que las dos secciones de la UAC compartían. Desde allí, una vez que tuvo su café en la mano, comprobó que Hotchner seguía aun en su oficina. Estaba seguro de que su viejo amigo sabría arrojar algo más de luz sobre aquel asunto. Asi que, preparó otra taza de café y subió las escaleras hasta el despacho del Jefe de Equipo de la primera unidad de la UAC. La puerta estaba abierta. -Hotch -llamó JT- ¿Tienes un momento? Me vendría de perlas tu ayuda. También traigo café... #NuevoStarter #CriminalMinds #Personajes3D #3D #Comunidad3D ㅤ
    Tipo
    Grupal
    Líneas
    Cualquier línea
    Estado
    Disponible
    Me gusta
    1
    0 turnos 0 maullidos
  • ❝𝑳𝒐𝒔 𝒕𝒓𝒆𝒔 𝒕𝒐𝒒𝒖𝒆𝒔❞
    Fandom Supernatural
    Categoría Acción
    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ
    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ♥ 𝑠𝑡𝑎𝑟𝑡𝑒𝑟 𝑝𝑎𝑟𝑎:
    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ⚆ Dean 𝕎inch𝙚s𝐭er



    La pelirroja había viajado por prácticamente todo el mundo, siempre alojada en hoteles de 5 estrellas, con todo el lujo a su disposición. Y sin embargo jamás había vuelto de un viaje, con una sonrisa tan esplendida como la que tenía al bajar del Impala en el garaje del bunker.
    Sam les había oído llegar y les esperaba de brazos cruzados en la puerta del mismo.
    Después de bajar del coche, y tras un abrazo y un agradecimiento a su cuñado por la ayuda con todo el tema del viaje, los tres suben y recorren los laberinticos pasillos, con la británica como cabeza de comitiva, y los dos hermanos acarreando las maletas rosas que hasta hace pocos minutos llenaban el maletero del Chevy.

    Habían pasado casi tres meses desde aquella fecha, y aunque los problemas seguían allí para ellos, esperándoles una vez habían vuelto, nadie podia negar que aquel viaje les había venido extraordinariamente bien a ambos.

    Los hermanos habían retomado sus investigaciones, sus salidas para acabar con hombres lobo, vampiros, espectros, demonios…
    Muchas veces ella misma participaba en los casos, del mismo modo que ya había hecho antes de sus vacaciones, pero sin un destino tan aciago como el que había encontrado en Dodge City.
    La vida había vuelto a la normalidad, a su normalidad.

    >> Eran las cuatro de la madrugada cuando la ausencia de Dean en la cama despierta a la británica, quien se incorpora mirando la luz del reloj digital como si le ofendieran aquellos números.
    Las sabanas a su lado estaban frías por lo que descarta una visita nocturna al baño.
    Podia darse la vuelta y volverse a dormir, sabía que los horarios de sueño del cazador no eran los más normales del mundo, pero en lugar de eso se levanta y se pone la bata de Dean antes de salir por la puerta, caminando descalza pero arrebujándose dentro de la enorme prenda.
    No necesita buscar demasiado, el primer lugar en el que decide mirar es donde le encuentra.
    Sentado a una de las mesas de la biblioteca, frente al portátil encendido y de espaldas a ella.

    — ¿Te parece bonito abandonarme en la cama? — Cuando llega hasta él, en completo silencio, alza sus manos hasta la nuca masculina y desde allí deja que sus uñas se deslicen hacia arriba creando diez pequeños caminos y viendo con satisfacción como la piel de aquella zona del Winchester se erizaba. — Las noticias seguirán ahí por la mañana…— pero la más joven apaga sus palabras antes de terminarlas al leer por encima del hombro masculino el titular que destacaba en la pantalla.

    ❝𝐂𝐑𝐄𝐂𝐄 𝐄𝐋 𝐏𝐀𝐍𝐈𝐂𝐎 𝐍𝐈𝐍̃𝐎𝐒 𝐄𝐍 𝐂𝐎𝐌𝐀 𝐒𝐈𝐍 𝐂𝐀𝐔𝐒𝐀 𝐌𝐄𝐃𝐈𝐂𝐀❞

    — ¿De verdad crees que podría ser algo de vuestra… especialidad?
    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ♥ 𝑠𝑡𝑎𝑟𝑡𝑒𝑟 𝑝𝑎𝑟𝑎: ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ⚆ [thxsoldier] La pelirroja había viajado por prácticamente todo el mundo, siempre alojada en hoteles de 5 estrellas, con todo el lujo a su disposición. Y sin embargo jamás había vuelto de un viaje, con una sonrisa tan esplendida como la que tenía al bajar del Impala en el garaje del bunker. Sam les había oído llegar y les esperaba de brazos cruzados en la puerta del mismo. Después de bajar del coche, y tras un abrazo y un agradecimiento a su cuñado por la ayuda con todo el tema del viaje, los tres suben y recorren los laberinticos pasillos, con la británica como cabeza de comitiva, y los dos hermanos acarreando las maletas rosas que hasta hace pocos minutos llenaban el maletero del Chevy. Habían pasado casi tres meses desde aquella fecha, y aunque los problemas seguían allí para ellos, esperándoles una vez habían vuelto, nadie podia negar que aquel viaje les había venido extraordinariamente bien a ambos. Los hermanos habían retomado sus investigaciones, sus salidas para acabar con hombres lobo, vampiros, espectros, demonios… Muchas veces ella misma participaba en los casos, del mismo modo que ya había hecho antes de sus vacaciones, pero sin un destino tan aciago como el que había encontrado en Dodge City. La vida había vuelto a la normalidad, a su normalidad. >> Eran las cuatro de la madrugada cuando la ausencia de Dean en la cama despierta a la británica, quien se incorpora mirando la luz del reloj digital como si le ofendieran aquellos números. Las sabanas a su lado estaban frías por lo que descarta una visita nocturna al baño. Podia darse la vuelta y volverse a dormir, sabía que los horarios de sueño del cazador no eran los más normales del mundo, pero en lugar de eso se levanta y se pone la bata de Dean antes de salir por la puerta, caminando descalza pero arrebujándose dentro de la enorme prenda. No necesita buscar demasiado, el primer lugar en el que decide mirar es donde le encuentra. Sentado a una de las mesas de la biblioteca, frente al portátil encendido y de espaldas a ella. — ¿Te parece bonito abandonarme en la cama? — Cuando llega hasta él, en completo silencio, alza sus manos hasta la nuca masculina y desde allí deja que sus uñas se deslicen hacia arriba creando diez pequeños caminos y viendo con satisfacción como la piel de aquella zona del Winchester se erizaba. — Las noticias seguirán ahí por la mañana…— pero la más joven apaga sus palabras antes de terminarlas al leer por encima del hombro masculino el titular que destacaba en la pantalla. ❝𝐂𝐑𝐄𝐂𝐄 𝐄𝐋 𝐏𝐀𝐍𝐈𝐂𝐎 𝐍𝐈𝐍̃𝐎𝐒 𝐄𝐍 𝐂𝐎𝐌𝐀 𝐒𝐈𝐍 𝐂𝐀𝐔𝐒𝐀 𝐌𝐄𝐃𝐈𝐂𝐀❞ — ¿De verdad crees que podría ser algo de vuestra… especialidad?
    Tipo
    Grupal
    Líneas
    Cualquier línea
    Estado
    Disponible
    Me encocora
    1
    1 turno 0 maullidos
  • Lo habían llamado hacía no mucho a un apartamento en el centro de la ciudad, una mujer que sonaba desesperada y destruida, el llanto apenas haciendo sentido a las palabras. Koda pudo sacar información suficiente como para saber a dónde tenía que dirigirse y qué pasó según la mujer.

    —Llegué a casa del... del... trabajo y... lo vi... en-en la silla y... muerto... —habló la mujer del otro lado de la línea telefónica, tratando de calmarse.

    —Está bien, voy a encontrar al culpable, señora, no se preocupe.

    —Gracias, pero tu-... tu... ¿no eres- no eres un niño? Suenas como... niño. —la pregunta le molestó al detective, haciendo que bajara sus orejas hacia atrás y se quedara en silencio por un largo rato.

    —No. —cortó de inmediato, estaba de buen humor como para dejar que alguien más lo arruinara, planeaba mantenerse así.

    -------

    En el apartamento la escena era clara y todavía fresca, aunque la pobre señora de la llamada no estaba ahí. Ni siquiera tuvo que pedir llaves o forzar la entrada porque ya estaba abierta.

    —No está forzada... no entró por aquí. —comentó para sí mismo mientras inspeccionó la puerta, después alzó bien en alto sus orejas para inspeccionar el resto del lugar.

    Lo primero que notaron sus fosas nasales fue un intenso aroma dulzón, un perfume. Por las notas juzgaba que era de mujer. ¿De quién llamó o alguien más? Tomó nota mental de eso para corroborar después.

    Se acercó a donde estaba el cuerpo, en un sofá individual en la sala de estar. La televisión aún estaba encendida con un programa de citas transcurriendo. No le prestó atención a eso, si no al cuerpo. Tenía un orificio en la frente y otro en la parte anterior de la cabeza, por supuesto que la bala atravesó el cráneo y cerebro.

    Olfateó tanto el cadáver como el ambiente. La sangre seguía fresca, el cuerpo más o menos caliente y pudo detectar, entre ese perfume horrible, un muy ligero rastro de pólvora. También había tabaco.

    —Reciente... apenas unas... ¿tres horas? Cuatro, cuanto mucho. —murmuró mientras rascó apenas su barbilla, después se fijó en la mesa al lado del sofá, allí donde se esparció la sangre, el reloj marcaba la hora y la caja de cigarrillos junto con las colillas indicaban que el hombre estuvo fumando. Lo tomaron totalmente desprevenido.

    Caminó alrededor, todavía olfateando, hasta llegar a la cómoda de la sala. Se acercó a uno de los cajones, notando algo...

    —¿Aceite industrial? Huh... De la víctima no es... ¿el culpable? —de su abrigo sacó un pañuelo y abrió el cajón para inspeccionar el interior. Estaba revuelto, algunas cajas y papeles, incluso fotos, pero nada más. Cerró el cajón—. ¿Qué estaba buscando...?

    Siguió la investigación mientras guardó el pañuelo, pasando por la cocina, también algo revuelta entre las alacenas y heladera, pero nada para tomar nota. Así, pasó por el pequeño pasillo que conectaba la sala con el baño y dos habitaciones más, pequeñas. Pero Koda se detuvo en el primer cuarto, el aire cambió.

    Empujó la puerta lo suficiente para entrar y vio, al igual que antes, todo revuelto. Lo que llamó más su atención fue la ventana del cuarto abierta. Posible entrada del culpable.

    Se acercó a olfatear y, sí, más rastro de aceite. Además, la escalera de incendios estaba cerca de ahí.

    —Pudo subir por las escaleras y entrar sin ser detectado, mh... —cruzó los brazos, pensativo, pero esto no duró mucho cuando oyó pasos. Sus orejas enseguida se voltearon en la dirección de donde provenían.

    El zorro se movió rápido hacia la entrada del apartamento.

    —¡Esto es la escena de un crimen, no puedes estar aquí! ¡No, no! ¡Nada te incumbe así que lárgate! ¡Vas a terminar contaminando la escena! —su voz se alzó en volumen contra aquella persona, pero sonaba algo cómico por el hecho que tenía una voz juvenil. Incluso eso cambió además de su apariencia. Una desdicha—. Anda, vete ya, no me obligues a sacarte.

    A nadie intimidaba con la baja estatura.


    [Cualquiera puede responder si gusta.]
    Lo habían llamado hacía no mucho a un apartamento en el centro de la ciudad, una mujer que sonaba desesperada y destruida, el llanto apenas haciendo sentido a las palabras. Koda pudo sacar información suficiente como para saber a dónde tenía que dirigirse y qué pasó según la mujer. —Llegué a casa del... del... trabajo y... lo vi... en-en la silla y... muerto... —habló la mujer del otro lado de la línea telefónica, tratando de calmarse. —Está bien, voy a encontrar al culpable, señora, no se preocupe. —Gracias, pero tu-... tu... ¿no eres- no eres un niño? Suenas como... niño. —la pregunta le molestó al detective, haciendo que bajara sus orejas hacia atrás y se quedara en silencio por un largo rato. —No. —cortó de inmediato, estaba de buen humor como para dejar que alguien más lo arruinara, planeaba mantenerse así. ------- En el apartamento la escena era clara y todavía fresca, aunque la pobre señora de la llamada no estaba ahí. Ni siquiera tuvo que pedir llaves o forzar la entrada porque ya estaba abierta. —No está forzada... no entró por aquí. —comentó para sí mismo mientras inspeccionó la puerta, después alzó bien en alto sus orejas para inspeccionar el resto del lugar. Lo primero que notaron sus fosas nasales fue un intenso aroma dulzón, un perfume. Por las notas juzgaba que era de mujer. ¿De quién llamó o alguien más? Tomó nota mental de eso para corroborar después. Se acercó a donde estaba el cuerpo, en un sofá individual en la sala de estar. La televisión aún estaba encendida con un programa de citas transcurriendo. No le prestó atención a eso, si no al cuerpo. Tenía un orificio en la frente y otro en la parte anterior de la cabeza, por supuesto que la bala atravesó el cráneo y cerebro. Olfateó tanto el cadáver como el ambiente. La sangre seguía fresca, el cuerpo más o menos caliente y pudo detectar, entre ese perfume horrible, un muy ligero rastro de pólvora. También había tabaco. —Reciente... apenas unas... ¿tres horas? Cuatro, cuanto mucho. —murmuró mientras rascó apenas su barbilla, después se fijó en la mesa al lado del sofá, allí donde se esparció la sangre, el reloj marcaba la hora y la caja de cigarrillos junto con las colillas indicaban que el hombre estuvo fumando. Lo tomaron totalmente desprevenido. Caminó alrededor, todavía olfateando, hasta llegar a la cómoda de la sala. Se acercó a uno de los cajones, notando algo... —¿Aceite industrial? Huh... De la víctima no es... ¿el culpable? —de su abrigo sacó un pañuelo y abrió el cajón para inspeccionar el interior. Estaba revuelto, algunas cajas y papeles, incluso fotos, pero nada más. Cerró el cajón—. ¿Qué estaba buscando...? Siguió la investigación mientras guardó el pañuelo, pasando por la cocina, también algo revuelta entre las alacenas y heladera, pero nada para tomar nota. Así, pasó por el pequeño pasillo que conectaba la sala con el baño y dos habitaciones más, pequeñas. Pero Koda se detuvo en el primer cuarto, el aire cambió. Empujó la puerta lo suficiente para entrar y vio, al igual que antes, todo revuelto. Lo que llamó más su atención fue la ventana del cuarto abierta. Posible entrada del culpable. Se acercó a olfatear y, sí, más rastro de aceite. Además, la escalera de incendios estaba cerca de ahí. —Pudo subir por las escaleras y entrar sin ser detectado, mh... —cruzó los brazos, pensativo, pero esto no duró mucho cuando oyó pasos. Sus orejas enseguida se voltearon en la dirección de donde provenían. El zorro se movió rápido hacia la entrada del apartamento. —¡Esto es la escena de un crimen, no puedes estar aquí! ¡No, no! ¡Nada te incumbe así que lárgate! ¡Vas a terminar contaminando la escena! —su voz se alzó en volumen contra aquella persona, pero sonaba algo cómico por el hecho que tenía una voz juvenil. Incluso eso cambió además de su apariencia. Una desdicha—. Anda, vete ya, no me obligues a sacarte. A nadie intimidaba con la baja estatura. [Cualquiera puede responder si gusta.]
    Me gusta
    Me shockea
    Me endiabla
    7
    0 turnos 0 maullidos
  • #monorol
    -- Pilares de la Creación --

    [ Décadas atrás ]

    Nada más que un simple pueblo rural olvidado por Dios. Ni turismo, ni minería, ni cosechas abundantes, solo un par de casuchas polvorientas a mitad del desierto. Un lugar tan insignificante que bien podria ni existir y nadie notaría la diferencia.

    Sin embargo en los túneles subterráneos se ocultaba un secreto hasta ese día desconocido por el hombre. Secretos ancestrales tan antiguos que desafiaban todo lo establecido.

    "¡Apúrate, Cornelius!"
    El hombre que lideraba la expedición era Dominic Ryzenga, un joven micólogo que se había hecho de fama inusitada a su corta edad. No sólo fue él quien descubrió ese lugar, sino que habia descubierto nada menos que 78 especies diferentes de setas en ese abismo.

    "¿Podemos tomar un descanso? Saben que mi pierna ya no puede con este tipo de excursiones"
    El que se estaba rezagando era Cornelius Lenheim, un veterano de guerra que había heredado una fortuna tan inmensa de la noche a la mañana, tanto asi que no tenia idea qué hacer con ella. Se apoyaba de un bastón para caminar, cuando uno de los excursionistas regresó a ayudarle.

    "Creo que es buena idea tomar un descanso, Dominic".
    Su larga cabellera negra como la noche y su espada oriental eran inconfundibles. Amadeus Crowley, el filántropo y coleccionista que había decidido financiar la investigación del joven Ryzenga cuando el resto del mundo científico le había dado la espalda. Ahora la envidia de muchos gracias a la fructífera investigación del talentoso científico.

    Frente a los tres hombres y el resto de su expedición se encontraba una gruta natural, sinuosa y traicionera que llevaba a lo que Dominic habia llamado "Los Pilares de la Creación".

    Los pilares eran nada más que tres hongos de un colosal tamaño que desafiaba todo entendimiento moderno. Dominic había estimado que cada uno alcanzaba una profundidad de nada menos que ¡400 kilómetros!

    Desde ahí se esparcía una red de setas no solo a traves de esa área, sino a todos los rincones del mundo. Una red de información tan vieja como el propio planeta, aunque según Dominic, era aún más vieja que la tierra misma, o así lo explicaba una descabellada y atrevida teoría que él tenía.

    "La desdoblabilidad reversible del ADN" le llamaba. Fue recibida con burlas, pero Amadeus escuchó con atención e interés, y por supuesto, con fondos casi ilimitados. Fondos que provenían en gran parte de la familia Lenheim, ahora liderada por Cornelius.

    "¿Por qué siempre cargas esa espada?"
    Preguntó Cornelius como si fuera un tabú. Lo conocía desde hace casi un año y le había llamado la atención.

    "¿De qué hablas?"
    Amadeus respondió perplejo.
    "Yo no cargo nada. Ella es la que ha decidido acompañarme"

    "Es más que una espada para ti"
    Acotó Dominic con certeza.

    "Como estas setas son más que simples hongos para ti, ¿no es así?"
    Afirmó Amadeus.

    "Aquí no hay hongos ni setas"
    Dominic explicó.
    "Esos son los nombres que decidimos para los verdaderos habitantes de este mundo. Estuvieron aquí primero y estarán cuando nuestro turno termine. Ellos son los que deberían decidir si 'humano' es como nos deberíamos llamar"

    "¿En serio son así de importantes?"
    Pregunta Cornelius con cautela pues sabe lo apasionado que Dominic es en cuanto a este tema.

    "¿Importantes? Es lo único que importa, este planeta solo fue creado como un hogar para los Pilares. Comparados con ellos, los humanos somos solo personajes secundarios en este mundo"
    Dominic mostraba más intensidad a cada palabra.

    "En ese caso..."
    Completó Amadeus.
    "¿Qué tal si nosotros tres tomamos el papel protagónico de este mundo prestado?" Sólo un momento"
    #monorol -- Pilares de la Creación -- [ Décadas atrás ] Nada más que un simple pueblo rural olvidado por Dios. Ni turismo, ni minería, ni cosechas abundantes, solo un par de casuchas polvorientas a mitad del desierto. Un lugar tan insignificante que bien podria ni existir y nadie notaría la diferencia. Sin embargo en los túneles subterráneos se ocultaba un secreto hasta ese día desconocido por el hombre. Secretos ancestrales tan antiguos que desafiaban todo lo establecido. "¡Apúrate, Cornelius!" El hombre que lideraba la expedición era Dominic Ryzenga, un joven micólogo que se había hecho de fama inusitada a su corta edad. No sólo fue él quien descubrió ese lugar, sino que habia descubierto nada menos que 78 especies diferentes de setas en ese abismo. "¿Podemos tomar un descanso? Saben que mi pierna ya no puede con este tipo de excursiones" El que se estaba rezagando era Cornelius Lenheim, un veterano de guerra que había heredado una fortuna tan inmensa de la noche a la mañana, tanto asi que no tenia idea qué hacer con ella. Se apoyaba de un bastón para caminar, cuando uno de los excursionistas regresó a ayudarle. "Creo que es buena idea tomar un descanso, Dominic". Su larga cabellera negra como la noche y su espada oriental eran inconfundibles. Amadeus Crowley, el filántropo y coleccionista que había decidido financiar la investigación del joven Ryzenga cuando el resto del mundo científico le había dado la espalda. Ahora la envidia de muchos gracias a la fructífera investigación del talentoso científico. Frente a los tres hombres y el resto de su expedición se encontraba una gruta natural, sinuosa y traicionera que llevaba a lo que Dominic habia llamado "Los Pilares de la Creación". Los pilares eran nada más que tres hongos de un colosal tamaño que desafiaba todo entendimiento moderno. Dominic había estimado que cada uno alcanzaba una profundidad de nada menos que ¡400 kilómetros! Desde ahí se esparcía una red de setas no solo a traves de esa área, sino a todos los rincones del mundo. Una red de información tan vieja como el propio planeta, aunque según Dominic, era aún más vieja que la tierra misma, o así lo explicaba una descabellada y atrevida teoría que él tenía. "La desdoblabilidad reversible del ADN" le llamaba. Fue recibida con burlas, pero Amadeus escuchó con atención e interés, y por supuesto, con fondos casi ilimitados. Fondos que provenían en gran parte de la familia Lenheim, ahora liderada por Cornelius. "¿Por qué siempre cargas esa espada?" Preguntó Cornelius como si fuera un tabú. Lo conocía desde hace casi un año y le había llamado la atención. "¿De qué hablas?" Amadeus respondió perplejo. "Yo no cargo nada. Ella es la que ha decidido acompañarme" "Es más que una espada para ti" Acotó Dominic con certeza. "Como estas setas son más que simples hongos para ti, ¿no es así?" Afirmó Amadeus. "Aquí no hay hongos ni setas" Dominic explicó. "Esos son los nombres que decidimos para los verdaderos habitantes de este mundo. Estuvieron aquí primero y estarán cuando nuestro turno termine. Ellos son los que deberían decidir si 'humano' es como nos deberíamos llamar" "¿En serio son así de importantes?" Pregunta Cornelius con cautela pues sabe lo apasionado que Dominic es en cuanto a este tema. "¿Importantes? Es lo único que importa, este planeta solo fue creado como un hogar para los Pilares. Comparados con ellos, los humanos somos solo personajes secundarios en este mundo" Dominic mostraba más intensidad a cada palabra. "En ese caso..." Completó Amadeus. "¿Qué tal si nosotros tres tomamos el papel protagónico de este mundo prestado?" Sólo un momento"
    Me gusta
    4
    0 turnos 0 maullidos
  • *Después de unos dias de investigación encontré una biblioteca sobre algunos libros que estaba buscando sobre el infierno*

    *Había notado un libro particular con el título "aquellas cosas que nos pertenecen" decidí tomarlo y leerlo de inmediato

    -Hmmm es interesante *hablaba conmigo mismo en voz baja*

    -Ahora si puedo poner en marcha mis planes... Solo debo recaudar más información...

    *Un aura empezaba a surgir dentro de mí ser en el cual se proyectaba una sobra con forma demoníaca....*

    - los entrenamientos me vendrán bien para estás pruebas... *Decía recordando aquel pasado....*
    *Después de unos dias de investigación encontré una biblioteca sobre algunos libros que estaba buscando sobre el infierno* *Había notado un libro particular con el título "aquellas cosas que nos pertenecen" decidí tomarlo y leerlo de inmediato -Hmmm es interesante *hablaba conmigo mismo en voz baja* -Ahora si puedo poner en marcha mis planes... Solo debo recaudar más información... *Un aura empezaba a surgir dentro de mí ser en el cual se proyectaba una sobra con forma demoníaca....* - los entrenamientos me vendrán bien para estás pruebas... *Decía recordando aquel pasado....*
    Me gusta
    Me encocora
    4
    0 turnos 0 maullidos
Ver más resultados
Patrocinados