• Hay algo vibrando muy fuerte entre los dos ,Es tan oscilante cada que escucho tu voz, Me hice fan de esa mirada que me domina Y de tu piel que se volvió mi dopamina ,Hay algo concreto, estoy segura es magnetismo ,Al tocar tus manos nos volvemos uno mismo, No me importaría viajar contigo hacia el abismo
    Cuando vi tus ojos se me disipó el autismo
    Yo sólo quiero un dibujito en mi piel
    Que resbale de tus dedos toda la miel
    Yo ya no quiero más besitos de papel
    Solo tus labios, como pincel
    Ármate constelaciones con mi cabello
    Que la vida es una sola y nos fundimos en ello Aún recuerdo la primera vez que yo te vi ,Sé que tú lo sentiste y te pudiste ver en mí ,Muy cerquita de mí, tan cerquita de mí. ❤
    Hay algo vibrando muy fuerte entre los dos ,Es tan oscilante cada que escucho tu voz, Me hice fan de esa mirada que me domina Y de tu piel que se volvió mi dopamina ,Hay algo concreto, estoy segura es magnetismo ,Al tocar tus manos nos volvemos uno mismo, No me importaría viajar contigo hacia el abismo Cuando vi tus ojos se me disipó el autismo Yo sólo quiero un dibujito en mi piel Que resbale de tus dedos toda la miel Yo ya no quiero más besitos de papel Solo tus labios, como pincel Ármate constelaciones con mi cabello Que la vida es una sola y nos fundimos en ello Aún recuerdo la primera vez que yo te vi ,Sé que tú lo sentiste y te pudiste ver en mí ,Muy cerquita de mí, tan cerquita de mí. ❤
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  • Porque llora, ¿Si ella es la causante de tu castigo? No tiene sentido.

    Tu rompiste las reglas del tiempo por ella, te convirtió en su mascota, te puso una correa, te alejo de nosotros, fue tan egoísta para no dejar que tu expresaras lo que sentías, pero ella si era libre de decir su sentir. ¿Ella si tenia derecho para eso y tu no? Fue injusta contigo, una niña caprichosa.

    Y no le importaron tus palabras cuando le trataste de avisar, tu realmente no le importabas, solo se preocupaba por ella misma. ELLA Y NADIE MAS.

    Y ahora quiere aparentar que es la maldita victima de la situación... Lo mejor sera hacerte renacer, hacerte olvidar, asi... No tendras que escuchar su molesto llamado desesperado.

    Descansa en paz... Mi querido hermano pirañita, esta vez... Dare todo por protegerte. Kᴀᴇʀᴜ 𝚃𝚒𝚖𝚎 𝙶𝚞𝚊𝚛𝚍𝚒𝚊𝚗
    Porque llora, ¿Si ella es la causante de tu castigo? No tiene sentido. Tu rompiste las reglas del tiempo por ella, te convirtió en su mascota, te puso una correa, te alejo de nosotros, fue tan egoísta para no dejar que tu expresaras lo que sentías, pero ella si era libre de decir su sentir. ¿Ella si tenia derecho para eso y tu no? Fue injusta contigo, una niña caprichosa. Y no le importaron tus palabras cuando le trataste de avisar, tu realmente no le importabas, solo se preocupaba por ella misma. ELLA Y NADIE MAS. Y ahora quiere aparentar que es la maldita victima de la situación... Lo mejor sera hacerte renacer, hacerte olvidar, asi... No tendras que escuchar su molesto llamado desesperado. Descansa en paz... Mi querido hermano pirañita, esta vez... Dare todo por protegerte. [Kaeru_clock.guard]
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    !!A ver si ocurre tambien la magia con Elixen, si me regalan a un chico pasivo o algun skz de los que no haya creado soy mas que feliz, Elixen tiene mucho amor para dar y se lo quiere dar a la persona correcta (Sin importar si es chico o chica)
    !!A ver si ocurre tambien la magia con Elixen, si me regalan a un chico pasivo o algun skz de los que no haya creado soy mas que feliz, Elixen tiene mucho amor para dar y se lo quiere dar a la persona correcta (Sin importar si es chico o chica)
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  • Debo admitirlo, en algunas ocasiones es la fuerza bruta que predomina en mis acciones que estrategias de guerra .

    Simplemente me dejo consumir por la ira y lanzo mi ataque sin importar las consecuencias. debe ser esa la razón principal de la mayoría de mis cicatrices.
    Debo admitirlo, en algunas ocasiones es la fuerza bruta que predomina en mis acciones que estrategias de guerra . Simplemente me dejo consumir por la ira y lanzo mi ataque sin importar las consecuencias. debe ser esa la razón principal de la mayoría de mis cicatrices.
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  • — Está sentada en el borde de un edificio, disfrutando del calor suave del sol. El ruido de la ciudad parece lejano mientras se relaja, con las piernas colgando despreocupadamente sobre el vacío. Su cabello rosa brilla bajo la luz del día, y su falda de rejilla ondea ligeramente con la brisa.

    Un pequeño raspón adorna su muslo, la piel enrojecida por el roce con el borde del concreto. No parece importarle, como si fuera solo otro recuerdo que añadir a su colección.

    Con una sonrisa tranquila, observa el paisaje, pero nota la mirada de alguien acercándose. Su rostro se gira lentamente hacia él, una chispa en sus ojos fucsia.

    ── "¿Te molesta ver un poco de sangre?" ──

    Dice con tono suave, casi burlón, mientras pasa un dedo sobre la herida.

    ── "No te preocupes, no es nada... Aunque, un poquito de dolor puede ser interesante."

    Se inclina ligeramente hacia atrás, disfrutando del sol, mientras lo observa con una sonrisa desafiante.
    — Está sentada en el borde de un edificio, disfrutando del calor suave del sol. El ruido de la ciudad parece lejano mientras se relaja, con las piernas colgando despreocupadamente sobre el vacío. Su cabello rosa brilla bajo la luz del día, y su falda de rejilla ondea ligeramente con la brisa. Un pequeño raspón adorna su muslo, la piel enrojecida por el roce con el borde del concreto. No parece importarle, como si fuera solo otro recuerdo que añadir a su colección. Con una sonrisa tranquila, observa el paisaje, pero nota la mirada de alguien acercándose. Su rostro se gira lentamente hacia él, una chispa en sus ojos fucsia. ── "¿Te molesta ver un poco de sangre?" ── Dice con tono suave, casi burlón, mientras pasa un dedo sobre la herida. ── "No te preocupes, no es nada... Aunque, un poquito de dolor puede ser interesante." Se inclina ligeramente hacia atrás, disfrutando del sol, mientras lo observa con una sonrisa desafiante.
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  • El viento soplaba suavemente entre las montañas. Frieren se detuvo al borde del acantilado, con su capa ondeando a su espalda y los ojos entrecerrados por la brisa fresca. Frente a ella, el atardecer bañaba el mundo en tonos dorados y naranjas. Era un lugar tranquilo… demasiado tranquilo.

    Sacó de su bolso una pequeña flor marchita, conservada entre páginas de un viejo libro de conjuros. Himmel la había recogido hacía muchos años, cuando apenas comenzaban su viaje. La había encontrado en un campo igual de silencioso, y sin razón aparente, se la ofreció con esa sonrisa despreocupada que tanto lo caracterizaba.

    —Para ti, Frieren. Porque te gustan las cosas bonitas —había dicho él.

    Ella no lo entendió en ese entonces. Solo asintió, guardando la flor como quien guarda un objeto sin valor real. Ahora, décadas después, la sostenía como si fuera frágil vidrio.

    —Himmel… eras ridículo —murmuró, con una sombra de sonrisa en los labios—. Pero me hiciste reír más veces de las que admití.

    El silencio respondió con un susurro entre los árboles, como si el viento le devolviera la voz de su viejo amigo.

    Recordó cómo él insistía en ayudar a todos, sin importar lo pequeño del problema. Cómo su risa resonaba en los campamentos nocturnos. Cómo se detenía a mirar las estrellas aunque tuviesen prisa. Himmel no tenía prisa por llegar. Él tenía prisa por vivir.

    —Y yo solo pensaba en completar el viaje.

    Cerró los ojos. Se permitió unos segundos más, solo unos pocos, para quedarse en ese momento. En el eco de un pasado que solo ella recordaba con nitidez. Todos los demás ya se habían desvanecido con el tiempo.

    Cuando abrió los ojos, la flor ya no estaba. Una ráfaga de viento la había arrastrado, volando hacia el cielo como si quisiera alcanzar a alguien.

    Frieren no hizo nada por detenerla.

    —Gracias por esperarme tanto tiempo.

    Y volvió a caminar.
    El viento soplaba suavemente entre las montañas. Frieren se detuvo al borde del acantilado, con su capa ondeando a su espalda y los ojos entrecerrados por la brisa fresca. Frente a ella, el atardecer bañaba el mundo en tonos dorados y naranjas. Era un lugar tranquilo… demasiado tranquilo. Sacó de su bolso una pequeña flor marchita, conservada entre páginas de un viejo libro de conjuros. Himmel la había recogido hacía muchos años, cuando apenas comenzaban su viaje. La había encontrado en un campo igual de silencioso, y sin razón aparente, se la ofreció con esa sonrisa despreocupada que tanto lo caracterizaba. —Para ti, Frieren. Porque te gustan las cosas bonitas —había dicho él. Ella no lo entendió en ese entonces. Solo asintió, guardando la flor como quien guarda un objeto sin valor real. Ahora, décadas después, la sostenía como si fuera frágil vidrio. —Himmel… eras ridículo —murmuró, con una sombra de sonrisa en los labios—. Pero me hiciste reír más veces de las que admití. El silencio respondió con un susurro entre los árboles, como si el viento le devolviera la voz de su viejo amigo. Recordó cómo él insistía en ayudar a todos, sin importar lo pequeño del problema. Cómo su risa resonaba en los campamentos nocturnos. Cómo se detenía a mirar las estrellas aunque tuviesen prisa. Himmel no tenía prisa por llegar. Él tenía prisa por vivir. —Y yo solo pensaba en completar el viaje. Cerró los ojos. Se permitió unos segundos más, solo unos pocos, para quedarse en ese momento. En el eco de un pasado que solo ella recordaba con nitidez. Todos los demás ya se habían desvanecido con el tiempo. Cuando abrió los ojos, la flor ya no estaba. Una ráfaga de viento la había arrastrado, volando hacia el cielo como si quisiera alcanzar a alguien. Frieren no hizo nada por detenerla. —Gracias por esperarme tanto tiempo. Y volvió a caminar.
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  • Usando las ropas de Topaz, no esta asi que no le va importar, ya si llega aparecer, esto ya habrá pasado, asi que a modelar sus ropas.
    Usando las ropas de Topaz, no esta asi que no le va importar, ya si llega aparecer, esto ya habrá pasado, asi que a modelar sus ropas.
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  • No pienso mirar hacia atras.

    Estoy aqui porque supere un sinnumero de adversidades, y asi me mantendre sin importar nada mas.
    No pienso mirar hacia atras. Estoy aqui porque supere un sinnumero de adversidades, y asi me mantendre sin importar nada mas.
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  • Su obra final es solo un chiste mal contado.

    Descubrir la infidelidad de su ex esposa fue la gota que derramó el vaso. Pensó que sin importar cuánto esfuerzo pusiera sobre la mesa, no era suficiente, nunca lo fue.

    A los 13 años sus padres lo cambiaron por unas monedas con un viejo rabo verde y solo él sabe que tipo de cosas sufrió. Escapó a los meses y vivió entre vagabundos, cuando su vida empezó a cambiar sintió que era capaz de ayudar a otros de la forma en que él jamás recibió consuelo.

    Estudio y recibió una beca completa. Su vida se compuso por un tiempo. Estabilidad económica, una profesión, su trabajo y una prometida que él juraba era su media naranja.

    — Tal vez todo empezó a ir mal desde ese día.— Un recuerdo vago sobre el felino Noir que rescato de las calles. Flaco, pulgoso, enfermo y viejo, nadie quería un gato con tantos problemas y tampoco costearse los gastos médicos. Pero Kyo era humano de corazón, lo llevo a casa donde su prometida algo malhumorada, acepto al viejo Noir.

    Y un día cuando él salió, el gato murió. Según su prometida, escapó de casa y un auto lo arrolló. Kyo jamás supo la verdad que escondía su prometida porque para él y su tonta visión del amor, era incapaz.

    No lloró. Un hombre no llora. Se casó y formó una pequeña familia en un departamento que le costó sudor y lágrimas. Pero ella, en especial ella, era interesada y cruel. A los meses de casarse noto los cambios, salidas con sus amigas por días enteros, compras exageradas con las tarjetas de débito, las deudas iban en aumento, solía verla más en las calles que en su propio hogar, pero el amor ciega.

    Un día de noviembre la descubrió teniendo relaciones sexuales con su compañero de trabajo. Su corazón se rompió y ella, con toda esa arrogancia lo comparo con su amante y finalmente lo dejo.

    ¿Qué hice mal?. Se pregunto durante largas noches mientras el divorcio empezó su curso. Pero Kyo no podía llorar, estaba tan roto por dentro que su mente se desconecto. Como una máquina: despertar, comer, dormir, trabajar, ida y vuelta a casa/trabajo. En el trabajo ya no rendía y termino por cerrar su oficina, las deudas se acumularon, no había nadie con quién hablar de estás cosas y fue en su penumbra que escucho la voz.

    " Solo la muerte nos libra del dolor. Decide por una vez. "

    Una voz en lo profundo de su cabeza. Algo que lo llamaba a terminar con esa comedia trágica. Por fin, podía llorar por todas las penas que le habían tocado.

    Y así es como consiguió un arma y se voló la cabeza.
    Y así fue como el parásito tomo su cuerpo y suplantó su identidad.
    Así fue como el Kyo Wakana de esa realidad desapareció.
    Su obra final es solo un chiste mal contado. Descubrir la infidelidad de su ex esposa fue la gota que derramó el vaso. Pensó que sin importar cuánto esfuerzo pusiera sobre la mesa, no era suficiente, nunca lo fue. A los 13 años sus padres lo cambiaron por unas monedas con un viejo rabo verde y solo él sabe que tipo de cosas sufrió. Escapó a los meses y vivió entre vagabundos, cuando su vida empezó a cambiar sintió que era capaz de ayudar a otros de la forma en que él jamás recibió consuelo. Estudio y recibió una beca completa. Su vida se compuso por un tiempo. Estabilidad económica, una profesión, su trabajo y una prometida que él juraba era su media naranja. — Tal vez todo empezó a ir mal desde ese día.— Un recuerdo vago sobre el felino Noir que rescato de las calles. Flaco, pulgoso, enfermo y viejo, nadie quería un gato con tantos problemas y tampoco costearse los gastos médicos. Pero Kyo era humano de corazón, lo llevo a casa donde su prometida algo malhumorada, acepto al viejo Noir. Y un día cuando él salió, el gato murió. Según su prometida, escapó de casa y un auto lo arrolló. Kyo jamás supo la verdad que escondía su prometida porque para él y su tonta visión del amor, era incapaz. No lloró. Un hombre no llora. Se casó y formó una pequeña familia en un departamento que le costó sudor y lágrimas. Pero ella, en especial ella, era interesada y cruel. A los meses de casarse noto los cambios, salidas con sus amigas por días enteros, compras exageradas con las tarjetas de débito, las deudas iban en aumento, solía verla más en las calles que en su propio hogar, pero el amor ciega. Un día de noviembre la descubrió teniendo relaciones sexuales con su compañero de trabajo. Su corazón se rompió y ella, con toda esa arrogancia lo comparo con su amante y finalmente lo dejo. ¿Qué hice mal?. Se pregunto durante largas noches mientras el divorcio empezó su curso. Pero Kyo no podía llorar, estaba tan roto por dentro que su mente se desconecto. Como una máquina: despertar, comer, dormir, trabajar, ida y vuelta a casa/trabajo. En el trabajo ya no rendía y termino por cerrar su oficina, las deudas se acumularon, no había nadie con quién hablar de estás cosas y fue en su penumbra que escucho la voz. " Solo la muerte nos libra del dolor. Decide por una vez. " Una voz en lo profundo de su cabeza. Algo que lo llamaba a terminar con esa comedia trágica. Por fin, podía llorar por todas las penas que le habían tocado. Y así es como consiguió un arma y se voló la cabeza. Y así fue como el parásito tomo su cuerpo y suplantó su identidad. Así fue como el Kyo Wakana de esa realidad desapareció.
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  • Andale, pues, sigue diciendo más cosas. Igual no me va a importar, pero te escucho.JAJAJAJ
    Andale, pues, sigue diciendo más cosas. Igual no me va a importar, pero te escucho.JAJAJAJ
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