• This can be our secret… if you want.
    Fandom Game Of Thrones
    Categoría Romance
    STARTER PARA 𝚂𝙰𝙽𝙳𝙾𝚁 𝙲𝙻𝙴𝙶𝙰𝙽𝙴

    Aquella noche, tras temer durante horas soñar con el hombre que la mantenía en vilo, resultó soñar con el único que había conseguido calmarla. No solo a ella, sino a su dolor. Aquel que la había atormentado, que la había hecho sangrar en la bañera, que había conseguido que incluso él, el hombre más tosco de aquel lugar, arrugara el ceño.

    Aquella noche, Serenna soñó con Sandor.
    Pero no fue un sueño apacible, ni agradable. Fue uno de aquellos que te despiertan en mitad de la noche con la frente perlada.

    Las preocupaciones de la noche anterior la habían llevado hasta allí, hasta aquel recóndito lugar de su mente en el que se proyectaron sus miedos. Su temor a haber perdido el poco acercamiento que había tenido con su protector.

    El miedo de haberle asustado, de haberse sobrepasado, tal vez. El miedo a… perder lo único que le quedaba en aquel castillo y, probablemente, en aquel mundo.

    Lord Tywin Lannister parecía no sentir ni un mínimo resquicio de cariño, la mantenía aún en su encierro como un castigo que parecía eterno.

    Ella por supuesto, no sabía que Sandor le explicaba cada noche cómo había sido el día. Que el León sabía perfectamente cómo estaba, lo que hacía, y cómo seguía.

    Y tal vez por eso, su preocupación había pasado de estar en él a estar en Sandor Clegane: El Perro. Su guardián. Su sombra.

    ------------------------------------------------------

    Se había despertado aquella mañana, agitada, con el dolor aún retumbando en su vientre. No había olvidado la noche anterior, y la pesadilla hizo que fuese por ello imposible. Sandor todavía no estaba ahí, no había llegado aún. Pero sí las doncellas, quien la ayudaron a vestirse. La peinaron, la acicalaron y le colocaron el vestido.

    La puerta sonó, pero esta vez no fue Sandor quien aguardaba tras ella, sino Jaime Lannister.

    Vestido con su armadura dorada, aunque sin el casco, su cabello rubio caía desordenado sobre sus hombros.
    Jaime entró sin pedir permiso, mirando rápidamente a Serenna.

    —Parece que la princesa Velaryon —dijo, con su evidente tono irónico—, ha sobrevivido a otra luna. ¿Lista para un paseo matutino, mi lady? —Hizo un gesto exagerado con la mano, invitándola a seguirlo.

    Ella lo contempló ceñuda, sin esperarse encontrarle a él, menos aún, que le preguntara cómo estaba. O pareciera estar haciéndolo

    Las doncellas se apartaron rápidamente, inclinando la cabeza a modo de reverencia.

    —¿Paseo? —preguntó ella—. Ya bien sabéis ser Jaime, que no puedo salir de este lugar.

    Él se encogió de hombros.

    —No quiero estropearos la sorpresa. Digamos que es… un asunto familiar —Hizo una pausa, cruzando los brazos. Avanzó un paso más hacia ella, extendiendo la mano—. Después de vos… Mi Lady.

    “Un asunto familiar”. Aquello hizo que sus alarmas se dispararan.

    Serenna asomó la cabeza hacia la puerta, buscando la figura de Sandor.
    No tardó en ver parte de su armadura, aguardando fuera. Soltó despacio el aire y asintió. Las doncellas se apartaron, y Jaime la acompañó a la salida.

    Ahí estaba Sandor, de pie, sin siquiera mirarla.
    Ella esperó a que lo hiciera, pero parecía que la presencia de Jaime Lannister provocó que lo que la poca cercanía que hubo entre ellos dejara de existir.

    Jaime la tomó por el brazo y ella se negó a dejar de mirar a Sandor, como si esperara que él en cualquier momento fuese a devolverle la mirada. Un: ¿no venís conmigo? ¿Por qué no venís conmigo?...

    No fue sino hasta que ella por poco tropezó con sus propios pies que miró al frente y dejó de esperar, que Sandor la miró, y en sus labios se dibujó un gesto de hastío, incluso de asco.

    ¿Fue por ella? ¿Fue por Jaime?...

    La guio por los pasillos de la Fortaleza Roja.
    El camino los llevó a través de patios internos y escaleras empinadas, hasta llegar a la Torre de la Mano.
    La estructura irguiéndose imponente, casi como una forma de representar el poder que Tywin Lannister ejercía sobre el reino.

    Los guardias de capas carmesíes flanqueaban la entrada, apartándose sin articular palabra ante la llegada de Jaime.

    Serenna sintió cómo algo se agitaba en su interior. Después de todo aquel tiempo volvería a verle.
    Y lo cierto es que no estaba segura de… querer hacerlo.

    O eso pensó hasta que entró, y lo vio. En el centro, sentado tras el escritorio macizo.

    Al verlos entrar, levantó la vista con deliberada lentitud, como si su tiempo fuera un recurso precioso que no malgastaba en saludos innecesarios.

    —Padre —dijo Jaime, soltando el brazo de Serenna—. Os traigo a Lady Velaryon, como ordenasteis.

    Tywin hizo un gesto casi imperceptible con la mano, despidiendo a su hijo. Jaime arqueó una ceja, pero no protestó; sonrió amargamente antes de girarse y salir.

    Tywin ni siquiera la miró, continuó escribiendo en el pergamino hasta que creyó suficiente el hacerla temblar. Entonces, la observó durante un largo momento, evaluándola, sabiendo que aquello la estaba poniendo demasiado nerviosa. Podía verlo en su mirada, en sus ojos, en su cuerpo… Debilidad, flaqueza. Su labio se arqueó un instante.

    Suficiente para que ella lo viera, y su corazón se resquebrajara un instante.

    —Has languidecido lo suficiente en tu jaula. He decidido poner fin a tu aislamiento.

    Ella contuvo el aliento.

    —Te permitiré vagar por la Fortaleza Roja y sus jardines, siempre bajo vigilancia.
    Y ahora, lo soltó de golpe. “Bajo vigilancia” Aquello significaba que Él seguiría a su lado.
    El alivio inicial se entremezcló con la cautela; nada con Tywin Lannister era tan simple. Se inclinó ligeramente, manteniendo la compostura. O al menos, intentándolo.

    —My lord... os agradezco vuestra clemencia.

    Él asintió.

    —¿Significa eso que...?

    Entonces él la interrumpió, con un gesto seco, levantándose de su asiento. Caminó alrededor del escritorio, deteniéndose a unos pasos de ella, su estatura imponente y su mirada perforante, dispararon su pulso. Al parcer, nada había cambiado…

    —No lo confundas… Hay una condición… El mar te está vetado. No pisarás los muelles, no olerás la brisa salada.

    En cierto punto de la conversación, Serenna se despegó de la realidad, se marchó lejos, al pensamiento de Sandor, como si de algún modo, algo la estuviera obligando a volver ahí, al sueño.

    Entonces, la voz de Tywin la hizo volver en sí.

    —¿He sido lo suficientemente claro?

    Serenna sintió el nudo en la garganta. El mar lo era todo para ella, pero sabía que aquello era más de lo que podía pedir. Le había levantado el castigo y aquello ya era demasiado.
    Casi podía escuchar a Cersei quejarse, diciéndole que era una mala decisión, que debería ser tan duro como lo fue con ellos.

    Asintió lentamente, bajando la vista.

    —Sí, mi lord. Lo entiendo.

    Tywin regresó a su asiento, como si el asunto estuviera zanjado, pero su voz
    —Bien... El Perro seguirá siendo tu sombra, vigilando cada uno de tus pasos. No se lo pongas más difícil. Créeme… no quieres enfadarlo.

    Ella tragó saliva y asintió una vez más.
    Y es cierto que no supo cómo actuar. Se quedó paralizada, como si aquella situación fuese extraña, como si… fuese diferente a todas las demás.

    ¿De verdad a él le importaba tan poco como estaba demostrando?

    Aquello hizo que su ceño se frunciera, que su mirada descendiera al suelo y que deseara marcharse de allí cuanto antes. Así que, y sin su permiso, Serenna asintió a modo de despedida, hizo una reverencia y se dio la vuelta, dispuesta a marcharse.
    Pero entonces, su voz la detuvo.

    —No recuerdo haberte dicho que pudieras irte.

    Serenna se quedó inmóvil.

    Tywin se levantó despacio. Caminó hacia ella, deteniéndose lo suficientemente cerca para que el calor de su cuerpo la envolviera, para que su aliento rozara apenas su nuca, evidenciando así que estaba tras ella.

    Ésta se giró lentamente, enfrentándole. Tragó saliva, el pulso acelerándosele en el cuello visiblemente.

    —No... no era mi intención desafiaros, My Lord —susurró ella. Su cuerpo traicionándola al inclinarse apenas hacia atrás.

    Tywin no dijo nada, tan solo la miró, analizándola en silencio. Aquellos ojos azules, penetrantes, se aguzaban mientras la escudriñaban. Su ceño fruncido, su ceja arqueada. Y ahí estaba… aquella expresión tan suya… Esa que utilizaba cuando diseccionaba a las personas, cuando evaluaba cada detalle. Y oh… en ella pudo ver mucho… Demasiado.

    El temblor sutil en sus hombros, el modo en que su pecho subía y bajaba con la respiración entrecortada, el pulso visible en su cuello…

    Avanzó un paso más, y luego otro, acorralándola. Su altura imponente obligándola a retroceder instintivamente hasta que su espalda rozó la piedra fría.

    Serenna levantó la vista hacia él, sus labios entreabriéndose por un deseo incontrolable.

    Intentó mantener la compostura, apretando los muslos con disimulo, mordiéndose el interior de la mejilla para no dejar escapar un suspiro, pero el calor de su proximidad la traicionaba, haciendo que su cuerpo respondiera con un pulso insistente entre sus piernas, un anhelo que rogaba no ser visto.

    Tywin se detuvo entonces, tan cerca que podía sentir el calor de su aliento en su rostro, sus ojos clavados en los de ella, notando cada matiz: el rubor que subía a sus mejillas, el leve temblor de sus labios, el deseo que emanaba de ella.

    Su mandíbula se tensó fugazmente, un atisbo de aquella debilidad que solo ella provocaba en él, pero lo contuvo, como siempre.

    Casi como si solo hubiera querido comprobar eso: que ella aún lo deseaba, que su atracción por él no se había extinguido, que seguía siendo capaz de encender ese fuego en ella con solo su presencia.

    Satisfecho, o al menos, aparentándolo, dio un paso atrás, rompiendo la tensión, dejándola con las ganas.

    —Que no se vuelva a repetir —advirtió, volviendo a su escritorio, sentándose como si nada hubiera pasado.

    Serenna asintió, temblorosa, saliendo de la torre con el cuerpo aún latiendo por el encuentro, el deseo no saciado quemándole por dentro.

    Confundida, volvió a sus aposentos, aunque allí ya no tuviese que estar. No por obligación, al menos.

    Cuando llegó, Sandor la esperaba, de nuevo con la mirada al frente, sin mirarla. Ella, desilusionada y con el reciente encuentro de Tywin, decidió no continuar presionándole. No volvió a mirarle, no esperó respuesta, tan solo entró en la habitación, se encerró y se echó a llorar. La espalda contra la puerta, el cuerpo encogido, sus brazos rodeándose.

    Le deseaba, le quería. Aún a pesar de todo lo que le había hecho. Aún a pesar de que le hubiera prohibido aquello que más quería.
    El mar.

    ------------------------------------------------------


    Una semana más tarde, cuando todo pareció asentarse, Tywin anunció su marcha.
    Debía viajar unos días para unos asuntos importantes. Sandor, como ya había aclarado, se quedaría con Serenna, cuidando de ella, y protegiéndola. Como había sido hasta ahora.

    La relación del Perro y la “princesa” había sido diferente aquellos días. Ella parecía haber aceptado que no volvería a repetirse lo que había sucedido en su encierro. Él era su protector, y nada más.
    Y es que, la joven Velaryon no podía permitirse perderle.

    Aquel día Sandor la acompañaba en lo alto del castillo. El mar se extendía bajo ellos. El cabello de la joven se mecía suavemente. El perfume de su piel llegaba hasta él, inundándolo.

    Entonces, ella se giró, y buscó su mirada.

    —Ser Clegane…

    Insistió en llamarlo así. A veces, eso hacía que él reaccionara, que… pareciera humano, que… pareciera el mismo hombre de aquellos días.

    STARTER PARA [THEH0UND] Aquella noche, tras temer durante horas soñar con el hombre que la mantenía en vilo, resultó soñar con el único que había conseguido calmarla. No solo a ella, sino a su dolor. Aquel que la había atormentado, que la había hecho sangrar en la bañera, que había conseguido que incluso él, el hombre más tosco de aquel lugar, arrugara el ceño. Aquella noche, Serenna soñó con Sandor. Pero no fue un sueño apacible, ni agradable. Fue uno de aquellos que te despiertan en mitad de la noche con la frente perlada. Las preocupaciones de la noche anterior la habían llevado hasta allí, hasta aquel recóndito lugar de su mente en el que se proyectaron sus miedos. Su temor a haber perdido el poco acercamiento que había tenido con su protector. El miedo de haberle asustado, de haberse sobrepasado, tal vez. El miedo a… perder lo único que le quedaba en aquel castillo y, probablemente, en aquel mundo. Lord Tywin Lannister parecía no sentir ni un mínimo resquicio de cariño, la mantenía aún en su encierro como un castigo que parecía eterno. Ella por supuesto, no sabía que Sandor le explicaba cada noche cómo había sido el día. Que el León sabía perfectamente cómo estaba, lo que hacía, y cómo seguía. Y tal vez por eso, su preocupación había pasado de estar en él a estar en Sandor Clegane: El Perro. Su guardián. Su sombra. ------------------------------------------------------ Se había despertado aquella mañana, agitada, con el dolor aún retumbando en su vientre. No había olvidado la noche anterior, y la pesadilla hizo que fuese por ello imposible. Sandor todavía no estaba ahí, no había llegado aún. Pero sí las doncellas, quien la ayudaron a vestirse. La peinaron, la acicalaron y le colocaron el vestido. La puerta sonó, pero esta vez no fue Sandor quien aguardaba tras ella, sino Jaime Lannister. Vestido con su armadura dorada, aunque sin el casco, su cabello rubio caía desordenado sobre sus hombros. Jaime entró sin pedir permiso, mirando rápidamente a Serenna. —Parece que la princesa Velaryon —dijo, con su evidente tono irónico—, ha sobrevivido a otra luna. ¿Lista para un paseo matutino, mi lady? —Hizo un gesto exagerado con la mano, invitándola a seguirlo. Ella lo contempló ceñuda, sin esperarse encontrarle a él, menos aún, que le preguntara cómo estaba. O pareciera estar haciéndolo Las doncellas se apartaron rápidamente, inclinando la cabeza a modo de reverencia. —¿Paseo? —preguntó ella—. Ya bien sabéis ser Jaime, que no puedo salir de este lugar. Él se encogió de hombros. —No quiero estropearos la sorpresa. Digamos que es… un asunto familiar —Hizo una pausa, cruzando los brazos. Avanzó un paso más hacia ella, extendiendo la mano—. Después de vos… Mi Lady. “Un asunto familiar”. Aquello hizo que sus alarmas se dispararan. Serenna asomó la cabeza hacia la puerta, buscando la figura de Sandor. No tardó en ver parte de su armadura, aguardando fuera. Soltó despacio el aire y asintió. Las doncellas se apartaron, y Jaime la acompañó a la salida. Ahí estaba Sandor, de pie, sin siquiera mirarla. Ella esperó a que lo hiciera, pero parecía que la presencia de Jaime Lannister provocó que lo que la poca cercanía que hubo entre ellos dejara de existir. Jaime la tomó por el brazo y ella se negó a dejar de mirar a Sandor, como si esperara que él en cualquier momento fuese a devolverle la mirada. Un: ¿no venís conmigo? ¿Por qué no venís conmigo?... No fue sino hasta que ella por poco tropezó con sus propios pies que miró al frente y dejó de esperar, que Sandor la miró, y en sus labios se dibujó un gesto de hastío, incluso de asco. ¿Fue por ella? ¿Fue por Jaime?... La guio por los pasillos de la Fortaleza Roja. El camino los llevó a través de patios internos y escaleras empinadas, hasta llegar a la Torre de la Mano. La estructura irguiéndose imponente, casi como una forma de representar el poder que Tywin Lannister ejercía sobre el reino. Los guardias de capas carmesíes flanqueaban la entrada, apartándose sin articular palabra ante la llegada de Jaime. Serenna sintió cómo algo se agitaba en su interior. Después de todo aquel tiempo volvería a verle. Y lo cierto es que no estaba segura de… querer hacerlo. O eso pensó hasta que entró, y lo vio. En el centro, sentado tras el escritorio macizo. Al verlos entrar, levantó la vista con deliberada lentitud, como si su tiempo fuera un recurso precioso que no malgastaba en saludos innecesarios. —Padre —dijo Jaime, soltando el brazo de Serenna—. Os traigo a Lady Velaryon, como ordenasteis. Tywin hizo un gesto casi imperceptible con la mano, despidiendo a su hijo. Jaime arqueó una ceja, pero no protestó; sonrió amargamente antes de girarse y salir. Tywin ni siquiera la miró, continuó escribiendo en el pergamino hasta que creyó suficiente el hacerla temblar. Entonces, la observó durante un largo momento, evaluándola, sabiendo que aquello la estaba poniendo demasiado nerviosa. Podía verlo en su mirada, en sus ojos, en su cuerpo… Debilidad, flaqueza. Su labio se arqueó un instante. Suficiente para que ella lo viera, y su corazón se resquebrajara un instante. —Has languidecido lo suficiente en tu jaula. He decidido poner fin a tu aislamiento. Ella contuvo el aliento. —Te permitiré vagar por la Fortaleza Roja y sus jardines, siempre bajo vigilancia. Y ahora, lo soltó de golpe. “Bajo vigilancia” Aquello significaba que Él seguiría a su lado. El alivio inicial se entremezcló con la cautela; nada con Tywin Lannister era tan simple. Se inclinó ligeramente, manteniendo la compostura. O al menos, intentándolo. —My lord... os agradezco vuestra clemencia. Él asintió. —¿Significa eso que...? Entonces él la interrumpió, con un gesto seco, levantándose de su asiento. Caminó alrededor del escritorio, deteniéndose a unos pasos de ella, su estatura imponente y su mirada perforante, dispararon su pulso. Al parcer, nada había cambiado… —No lo confundas… Hay una condición… El mar te está vetado. No pisarás los muelles, no olerás la brisa salada. En cierto punto de la conversación, Serenna se despegó de la realidad, se marchó lejos, al pensamiento de Sandor, como si de algún modo, algo la estuviera obligando a volver ahí, al sueño. Entonces, la voz de Tywin la hizo volver en sí. —¿He sido lo suficientemente claro? Serenna sintió el nudo en la garganta. El mar lo era todo para ella, pero sabía que aquello era más de lo que podía pedir. Le había levantado el castigo y aquello ya era demasiado. Casi podía escuchar a Cersei quejarse, diciéndole que era una mala decisión, que debería ser tan duro como lo fue con ellos. Asintió lentamente, bajando la vista. —Sí, mi lord. Lo entiendo. Tywin regresó a su asiento, como si el asunto estuviera zanjado, pero su voz —Bien... El Perro seguirá siendo tu sombra, vigilando cada uno de tus pasos. No se lo pongas más difícil. Créeme… no quieres enfadarlo. Ella tragó saliva y asintió una vez más. Y es cierto que no supo cómo actuar. Se quedó paralizada, como si aquella situación fuese extraña, como si… fuese diferente a todas las demás. ¿De verdad a él le importaba tan poco como estaba demostrando? Aquello hizo que su ceño se frunciera, que su mirada descendiera al suelo y que deseara marcharse de allí cuanto antes. Así que, y sin su permiso, Serenna asintió a modo de despedida, hizo una reverencia y se dio la vuelta, dispuesta a marcharse. Pero entonces, su voz la detuvo. —No recuerdo haberte dicho que pudieras irte. Serenna se quedó inmóvil. Tywin se levantó despacio. Caminó hacia ella, deteniéndose lo suficientemente cerca para que el calor de su cuerpo la envolviera, para que su aliento rozara apenas su nuca, evidenciando así que estaba tras ella. Ésta se giró lentamente, enfrentándole. Tragó saliva, el pulso acelerándosele en el cuello visiblemente. —No... no era mi intención desafiaros, My Lord —susurró ella. Su cuerpo traicionándola al inclinarse apenas hacia atrás. Tywin no dijo nada, tan solo la miró, analizándola en silencio. Aquellos ojos azules, penetrantes, se aguzaban mientras la escudriñaban. Su ceño fruncido, su ceja arqueada. Y ahí estaba… aquella expresión tan suya… Esa que utilizaba cuando diseccionaba a las personas, cuando evaluaba cada detalle. Y oh… en ella pudo ver mucho… Demasiado. El temblor sutil en sus hombros, el modo en que su pecho subía y bajaba con la respiración entrecortada, el pulso visible en su cuello… Avanzó un paso más, y luego otro, acorralándola. Su altura imponente obligándola a retroceder instintivamente hasta que su espalda rozó la piedra fría. Serenna levantó la vista hacia él, sus labios entreabriéndose por un deseo incontrolable. Intentó mantener la compostura, apretando los muslos con disimulo, mordiéndose el interior de la mejilla para no dejar escapar un suspiro, pero el calor de su proximidad la traicionaba, haciendo que su cuerpo respondiera con un pulso insistente entre sus piernas, un anhelo que rogaba no ser visto. Tywin se detuvo entonces, tan cerca que podía sentir el calor de su aliento en su rostro, sus ojos clavados en los de ella, notando cada matiz: el rubor que subía a sus mejillas, el leve temblor de sus labios, el deseo que emanaba de ella. Su mandíbula se tensó fugazmente, un atisbo de aquella debilidad que solo ella provocaba en él, pero lo contuvo, como siempre. Casi como si solo hubiera querido comprobar eso: que ella aún lo deseaba, que su atracción por él no se había extinguido, que seguía siendo capaz de encender ese fuego en ella con solo su presencia. Satisfecho, o al menos, aparentándolo, dio un paso atrás, rompiendo la tensión, dejándola con las ganas. —Que no se vuelva a repetir —advirtió, volviendo a su escritorio, sentándose como si nada hubiera pasado. Serenna asintió, temblorosa, saliendo de la torre con el cuerpo aún latiendo por el encuentro, el deseo no saciado quemándole por dentro. Confundida, volvió a sus aposentos, aunque allí ya no tuviese que estar. No por obligación, al menos. Cuando llegó, Sandor la esperaba, de nuevo con la mirada al frente, sin mirarla. Ella, desilusionada y con el reciente encuentro de Tywin, decidió no continuar presionándole. No volvió a mirarle, no esperó respuesta, tan solo entró en la habitación, se encerró y se echó a llorar. La espalda contra la puerta, el cuerpo encogido, sus brazos rodeándose. Le deseaba, le quería. Aún a pesar de todo lo que le había hecho. Aún a pesar de que le hubiera prohibido aquello que más quería. El mar. ------------------------------------------------------ Una semana más tarde, cuando todo pareció asentarse, Tywin anunció su marcha. Debía viajar unos días para unos asuntos importantes. Sandor, como ya había aclarado, se quedaría con Serenna, cuidando de ella, y protegiéndola. Como había sido hasta ahora. La relación del Perro y la “princesa” había sido diferente aquellos días. Ella parecía haber aceptado que no volvería a repetirse lo que había sucedido en su encierro. Él era su protector, y nada más. Y es que, la joven Velaryon no podía permitirse perderle. Aquel día Sandor la acompañaba en lo alto del castillo. El mar se extendía bajo ellos. El cabello de la joven se mecía suavemente. El perfume de su piel llegaba hasta él, inundándolo. Entonces, ella se giró, y buscó su mirada. —Ser Clegane… Insistió en llamarlo así. A veces, eso hacía que él reaccionara, que… pareciera humano, que… pareciera el mismo hombre de aquellos días.
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    — SECCIÓN DE PREGUNTAS #2.
    Súbanle el nivel a las preguntas, sin miedo.
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    𝗣𝗥𝗘𝗚𝗨𝗡𝗧𝗔𝗦 𝗬 𝗥𝗘𝗦𝗣𝗨𝗘𝗦𝗧𝗔𝗦 𝗖𝗢𝗡 𝗞𝗜𝗬𝗢.
    ::::::
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  • "Intercambio de ideas"
    Fandom Criminal Minds (Mentes Criminales)
    Categoría Slice of Life
    ㅤㅤ
    ㅤㅤㅤㅤㅤ"Cuatro ojos ven mejor que dos"
    ㅤㅤㅤㅤㅤ⧽ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑
    ㅤㅤㅤㅤㅤ˹ Aaron Hotchner


    ㅤㅤㅤ
    ㅤㅤㅤㅤCon la baja médica de Angie después del caso de Gilbert, con la degradación de Hammond como Jefe de Equipo y la instauración de JT en dicho puesto, lo cierto era que el equipo B de la UAC estaba pasando por un periodo bastante turbulento. Las cosas estaban algo tensas y aquella investigación se les había quedado ligeramente estancada.

    Wesson, Smith y Hammond se habían ido a casa. Era muy tarde y, dado que no tuvieron que salir del estado para trabajar en aquel caso, todos los agentes podían dormir en sus respectivos hogares. Pero JT no. JT llevaba un par de horas en su despacho concentrado en el perfil que habían trazado, en el modus operandi del sudes.

    Un asesino estaba actuando en uno de los barrios de DC, una de las zonas más pobres de la ciudad. Las víctimas parecían ser al azar, pero… algo no encajaba. El modus operandi era… bastante limpio para alguien que, según la victimología parecían víctimas por impulso. Por otro lado, no había firma como tal, pero la violencia era excesiva para un agresor organizado. Las víctimas no compartían un patrón claro, no del todo. Y la ultima escena del crimen tenía… elementos que parecían contradictorios, pero… ¿por qué?

    Algo no encajaba.

    Cerró la carpeta y resopló mientras la recogía y se dirigía a la pequeña cocina que las dos secciones de la UAC compartían. Desde allí, una vez que tuvo su café en la mano, comprobó que Hotchner seguía aun en su oficina. Estaba seguro de que su viejo amigo sabría arrojar algo más de luz sobre aquel asunto. Asi que, preparó otra taza de café y subió las escaleras hasta el despacho del Jefe de Equipo de la primera unidad de la UAC.

    La puerta estaba abierta.

    -Hotch -llamó JT- ¿Tienes un momento? Me vendría de perlas tu ayuda. También traigo café...

    #NuevoStarter #CriminalMinds
    #Personajes3D #3D #Comunidad3D

    ㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤ"Cuatro ojos ven mejor que dos" ㅤㅤㅤㅤㅤ⧽ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑 ㅤㅤㅤㅤㅤ˹ [CRIMINAL.M1NDS] ㅤ ㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤCon la baja médica de Angie después del caso de Gilbert, con la degradación de Hammond como Jefe de Equipo y la instauración de JT en dicho puesto, lo cierto era que el equipo B de la UAC estaba pasando por un periodo bastante turbulento. Las cosas estaban algo tensas y aquella investigación se les había quedado ligeramente estancada. Wesson, Smith y Hammond se habían ido a casa. Era muy tarde y, dado que no tuvieron que salir del estado para trabajar en aquel caso, todos los agentes podían dormir en sus respectivos hogares. Pero JT no. JT llevaba un par de horas en su despacho concentrado en el perfil que habían trazado, en el modus operandi del sudes. Un asesino estaba actuando en uno de los barrios de DC, una de las zonas más pobres de la ciudad. Las víctimas parecían ser al azar, pero… algo no encajaba. El modus operandi era… bastante limpio para alguien que, según la victimología parecían víctimas por impulso. Por otro lado, no había firma como tal, pero la violencia era excesiva para un agresor organizado. Las víctimas no compartían un patrón claro, no del todo. Y la ultima escena del crimen tenía… elementos que parecían contradictorios, pero… ¿por qué? Algo no encajaba. Cerró la carpeta y resopló mientras la recogía y se dirigía a la pequeña cocina que las dos secciones de la UAC compartían. Desde allí, una vez que tuvo su café en la mano, comprobó que Hotchner seguía aun en su oficina. Estaba seguro de que su viejo amigo sabría arrojar algo más de luz sobre aquel asunto. Asi que, preparó otra taza de café y subió las escaleras hasta el despacho del Jefe de Equipo de la primera unidad de la UAC. La puerta estaba abierta. -Hotch -llamó JT- ¿Tienes un momento? Me vendría de perlas tu ayuda. También traigo café... #NuevoStarter #CriminalMinds #Personajes3D #3D #Comunidad3D ㅤ
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    En nuestra nueva seccion, frases motivacionales de Lili:

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  • Llamaré a esta sección.

    Nadamas no pongo un restaurante por qué no tengo dinero, pero si lo tuviera tendría mi cafetería + foto vieja.
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    ❖ “𝑵𝒐 𝒉𝒂𝒃𝒍𝒐 𝒂𝒏𝒕𝒆𝒔 𝒅𝒆𝒍 𝒑𝒓𝒊𝒎𝒆𝒓 𝒔𝒐𝒓𝒃𝒐 𝒅𝒆 𝒄𝒂𝒇𝒆́. 𝑬𝒔 𝒑𝒐𝒍𝜾́𝒕𝒊𝒄𝒂 𝒊𝒏𝒕𝒆𝒓𝒏𝒂.”
    ╔═══ ❖ ABOUT ME ❖ ═══╗
    ⟡ I. EXPERIENCE
    He estado en el mundo del rol desde el año 2015. Con los años, he explorado distintos universos, estilos narrativos y personajes, perfeccionando la forma en la que doy vida a cada historia.
    Disfruto del detalle, la coherencia y la construcción paciente de vínculos dentro del rol.
    ⟡ II. TIME & RESPONSIBILITY
    Soy una persona adulta con responsabilidades fuera de este espacio, por lo que mi disponibilidad puede variar. Agradezco la paciencia y la comprensión cuando las respuestas tarden en llegar —siempre valdrá la espera.
    ⟡ III. BOUNDARIES
    Mantengo una clara línea entre el rol y la vida real. Lo que ocurre en las tramas pertenece al universo narrativo; no debe confundirse con mi vida personal.
    ⟡ IV. INTERACTION
    Soy una persona amable y cercana. Valoro el respeto, la comunicación y la buena energía. Si la confianza mutua se da, la cordialidad puede trascender más allá del rol, siempre con límites claros y respeto.
    ⟡ V. PRIVACY
    No comparto información personal. Prefiero que el intercambio se base en la escritura, las ideas y el disfrute creativo mutuo.
    ╚══════════════════════╝
    ❖ ““𝑵𝒐 𝒕𝒆𝒎𝒐 𝒂𝒍 𝒄𝒐𝒏𝒇𝒍𝒊𝒄𝒕𝒐, 𝒕𝒆𝒎𝒐 𝒑𝒆𝒓𝒅𝒆𝒓 𝒍𝒂 𝒓𝒂𝒛𝒐́𝒏 𝒆𝒏 𝒎𝒆𝒅𝒊𝒐 𝒅𝒆 𝒆́𝒍.”
    ╔═══ ❖ ROLEPLAY GUIDELINES ❖ ═══╗
    ⟡ I. CHARACTER
    El personaje principal con el que roleo es **mayor de edad**.
    Se trata de un **Original Character**, con historia, trasfondo y desarrollo propios. Entiendo que algunas personas prefieran rolear únicamente con personajes canónicos, y respeto totalmente esa decisión.
    Personalmente disfruto también de interactuar con personajes de universos ya existentes, explorando sus reacciones ante nuevos escenarios.
    ⟡ II. EXCLUSIVITY
    No otorgo exclusividad de rol.
    Mi personaje puede interactuar en distintas líneas narrativas simultáneamente. Creo en la libertad creativa y en la posibilidad de que cada historia explore un rumbo distinto.
    ⟡ III. DEDICATION
    Me comprometo plenamente con cada historia.
    Desarrollo ideas con base, contexto y coherencia, incluyendo personajes secundarios o NPCs cuando la trama lo requiere.
    Valoro el esfuerzo y la reciprocidad en la narrativa compartida.
    ⟡ IV. WRITING STYLE
    Escribo en **primera persona**, con extensión promedio de **15 líneas o más**.
    No suelo rolear con personas que escriban menos de 10 líneas.
    Aun así, me adapto al ritmo del compañero para mantener una experiencia cómoda para ambos.
    ⟡ V. CONTENT & CONTEXT
    Puedo incluir contenido **+18**, siempre que esté **justificado dentro de la trama** y exista un desarrollo narrativo o emocional que lo respalde.
    No participo en tramas cuyo único propósito sea el contenido explícito.
    Toda escena debe tener coherencia y un trasfondo que le dé sentido.
    ⟡ VI. RELATIONSHIPS
    Mi personaje es **bisexual**, y su orientación narrativa se adapta según la conexión y el desarrollo con el otro personaje.
    Lo importante es que la relación —del tipo que sea— nazca de una historia bien construida.
    ⟡ VII. COMMUNICATION
    Soy paciente y comprensiva.
    Entiendo que cada uno tiene responsabilidades fuera del rol.
    Sin embargo, pido que se me avise si habrá ausencias prolongadas.
    Si pasan varios días sin respuesta o señal de actividad, y la otra persona sigue en línea sin aviso, considero la historia cerrada y procedo a archivarla.
    ⟡ VIII. ADDITIONS
    Esta sección puede ampliarse con el tiempo conforme surjan nuevos puntos o aclaraciones.
    ╚══════════════════════════════════╝
    ╔═══❖═══❖═══❖═══❖═══╗
    ❖ “𝑪𝒂𝒅𝒂 𝒅𝒆𝒄𝒊𝒔𝒊𝒐́𝒏 𝒅𝒆𝒋𝒂 𝒔𝒖 𝒉𝒖𝒆𝒍𝒍𝒂. 𝑷𝒓𝒐𝒄𝒖𝒓𝒂 𝒒𝒖𝒆 𝒔𝒆𝒂 𝒇𝒊𝒓𝒎𝒆.”
    — Lt. Gen. Midory Sakimoto
    ╚═══❖═══❖═══❖═══❖═══╝
    ❖ “𝑵𝒐 𝒉𝒂𝒃𝒍𝒐 𝒂𝒏𝒕𝒆𝒔 𝒅𝒆𝒍 𝒑𝒓𝒊𝒎𝒆𝒓 𝒔𝒐𝒓𝒃𝒐 𝒅𝒆 𝒄𝒂𝒇𝒆́. 𝑬𝒔 𝒑𝒐𝒍𝜾́𝒕𝒊𝒄𝒂 𝒊𝒏𝒕𝒆𝒓𝒏𝒂.” ╔═══ ❖ ABOUT ME ❖ ═══╗ ⟡ I. EXPERIENCE He estado en el mundo del rol desde el año 2015. Con los años, he explorado distintos universos, estilos narrativos y personajes, perfeccionando la forma en la que doy vida a cada historia. Disfruto del detalle, la coherencia y la construcción paciente de vínculos dentro del rol. ⟡ II. TIME & RESPONSIBILITY Soy una persona adulta con responsabilidades fuera de este espacio, por lo que mi disponibilidad puede variar. Agradezco la paciencia y la comprensión cuando las respuestas tarden en llegar —siempre valdrá la espera. ⟡ III. BOUNDARIES Mantengo una clara línea entre el rol y la vida real. Lo que ocurre en las tramas pertenece al universo narrativo; no debe confundirse con mi vida personal. ⟡ IV. INTERACTION Soy una persona amable y cercana. Valoro el respeto, la comunicación y la buena energía. Si la confianza mutua se da, la cordialidad puede trascender más allá del rol, siempre con límites claros y respeto. ⟡ V. PRIVACY No comparto información personal. Prefiero que el intercambio se base en la escritura, las ideas y el disfrute creativo mutuo. ╚══════════════════════╝ ❖ ““𝑵𝒐 𝒕𝒆𝒎𝒐 𝒂𝒍 𝒄𝒐𝒏𝒇𝒍𝒊𝒄𝒕𝒐, 𝒕𝒆𝒎𝒐 𝒑𝒆𝒓𝒅𝒆𝒓 𝒍𝒂 𝒓𝒂𝒛𝒐́𝒏 𝒆𝒏 𝒎𝒆𝒅𝒊𝒐 𝒅𝒆 𝒆́𝒍.” ╔═══ ❖ ROLEPLAY GUIDELINES ❖ ═══╗ ⟡ I. CHARACTER El personaje principal con el que roleo es **mayor de edad**. Se trata de un **Original Character**, con historia, trasfondo y desarrollo propios. Entiendo que algunas personas prefieran rolear únicamente con personajes canónicos, y respeto totalmente esa decisión. Personalmente disfruto también de interactuar con personajes de universos ya existentes, explorando sus reacciones ante nuevos escenarios. ⟡ II. EXCLUSIVITY No otorgo exclusividad de rol. Mi personaje puede interactuar en distintas líneas narrativas simultáneamente. Creo en la libertad creativa y en la posibilidad de que cada historia explore un rumbo distinto. ⟡ III. DEDICATION Me comprometo plenamente con cada historia. Desarrollo ideas con base, contexto y coherencia, incluyendo personajes secundarios o NPCs cuando la trama lo requiere. Valoro el esfuerzo y la reciprocidad en la narrativa compartida. ⟡ IV. WRITING STYLE Escribo en **primera persona**, con extensión promedio de **15 líneas o más**. No suelo rolear con personas que escriban menos de 10 líneas. Aun así, me adapto al ritmo del compañero para mantener una experiencia cómoda para ambos. ⟡ V. CONTENT & CONTEXT Puedo incluir contenido **+18**, siempre que esté **justificado dentro de la trama** y exista un desarrollo narrativo o emocional que lo respalde. No participo en tramas cuyo único propósito sea el contenido explícito. Toda escena debe tener coherencia y un trasfondo que le dé sentido. ⟡ VI. RELATIONSHIPS Mi personaje es **bisexual**, y su orientación narrativa se adapta según la conexión y el desarrollo con el otro personaje. Lo importante es que la relación —del tipo que sea— nazca de una historia bien construida. ⟡ VII. COMMUNICATION Soy paciente y comprensiva. Entiendo que cada uno tiene responsabilidades fuera del rol. Sin embargo, pido que se me avise si habrá ausencias prolongadas. Si pasan varios días sin respuesta o señal de actividad, y la otra persona sigue en línea sin aviso, considero la historia cerrada y procedo a archivarla. ⟡ VIII. ADDITIONS Esta sección puede ampliarse con el tiempo conforme surjan nuevos puntos o aclaraciones. ╚══════════════════════════════════╝ ╔═══❖═══❖═══❖═══❖═══╗ ❖ “𝑪𝒂𝒅𝒂 𝒅𝒆𝒄𝒊𝒔𝒊𝒐́𝒏 𝒅𝒆𝒋𝒂 𝒔𝒖 𝒉𝒖𝒆𝒍𝒍𝒂. 𝑷𝒓𝒐𝒄𝒖𝒓𝒂 𝒒𝒖𝒆 𝒔𝒆𝒂 𝒇𝒊𝒓𝒎𝒆.” — Lt. Gen. Midory Sakimoto ☕⚔️ ╚═══❖═══❖═══❖═══❖═══╝
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  • Mierda..odio estás malditas secciónes de fotos en familia tengo cosas más importantes que hacer que lidiar con esto aunque estar con mis hermanos no está nada mal
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  • Cuando la agencia le comunicó a Elorien que debía hacer una sesión de fotos para VOGUE, no le dio demasiada importancia, no más que la que le había dado al trabajar con marcas más pequeñas.De seguro sería para una sección de moda artística, donde aparecía junto con más modelos con la misma temática.

    Esa mañana iba camino al Museo del Louvre, donde trabajaba a jornada medía como restaurador. Con ese trabajo y las sesiones de modelaje cobraba lo suficiente para vivir cómodamente, tenía un sueldo superior a la media.

    Fue al kiosko al que iba todas las mañanas a comprar el periódico, mientras sostenía un café para llevar que había tomado en una cafetería. Siempre tenía la misma rutina: estaba esperando el cambio del periódico que había comprado, mientras tomaba un sorbo de café. Miró hacía un lado de forma despreocupada, cuando de pronto vio en el expositor de revistas la portada de VOGUE de su última edición.

    Este se atragantó con el café, teniendo que dar un par de pasos hacia atrás para poder inclinar su cuerpo hacia delante, para evitar que el café manchase su ropa. Volvió a mirar la portada, abriendo los ojos como platos sin creer lo que sus ojos estaban viendo.

    Él es portada de la revista Vogue, una de las revistas de moda más importantes del mundo.

    - No me jodas... - Murmuró aún sin salir de su estupor.

    Este empezó a sentir que un ataque de pánico subía desde la boca de su estómago. ~No, no, no, no...~ Decían sus pensamientos mientras miraba aquella revista con auténtico miedo. Si es que hasta habían puesto su nombre.

    _ Aquí tiene su cambio monsieur...¿Monsieur?, ¿Se encuentra bien?. _ Le dijo el kiosquero, es tendiendo su brazo para devolverle el cambio.

    La voz del amable quiosquero lo trajo de vuelta al presente. Lo miró y tomó el cambio con algo de torpeza.

    - Merci... - Murmuró Elorien, inclinando la cabeza, agradeciendo de forma silenciosa la paciencia de aquel hombre.

    Este se dio media vuelta, agachando su cabeza para que sus cabellos dorados taparan su rostro. Aquello, lejos de ser una buena noticia, se había convertido en un problema. No se podía permitir ser relevante o conocido. Esconder su inmortalidad si era un personaje "famoso" era totalmente incompatible.

    Se propuso llamar a la agencia más tarde para pedirles explicaciones y, por supuesto, no tomar más trabajos para firmas importantes.

    Cuando la agencia le comunicó a Elorien que debía hacer una sesión de fotos para VOGUE, no le dio demasiada importancia, no más que la que le había dado al trabajar con marcas más pequeñas.De seguro sería para una sección de moda artística, donde aparecía junto con más modelos con la misma temática. Esa mañana iba camino al Museo del Louvre, donde trabajaba a jornada medía como restaurador. Con ese trabajo y las sesiones de modelaje cobraba lo suficiente para vivir cómodamente, tenía un sueldo superior a la media. Fue al kiosko al que iba todas las mañanas a comprar el periódico, mientras sostenía un café para llevar que había tomado en una cafetería. Siempre tenía la misma rutina: estaba esperando el cambio del periódico que había comprado, mientras tomaba un sorbo de café. Miró hacía un lado de forma despreocupada, cuando de pronto vio en el expositor de revistas la portada de VOGUE de su última edición. Este se atragantó con el café, teniendo que dar un par de pasos hacia atrás para poder inclinar su cuerpo hacia delante, para evitar que el café manchase su ropa. Volvió a mirar la portada, abriendo los ojos como platos sin creer lo que sus ojos estaban viendo. Él es portada de la revista Vogue, una de las revistas de moda más importantes del mundo. - No me jodas... - Murmuró aún sin salir de su estupor. Este empezó a sentir que un ataque de pánico subía desde la boca de su estómago. ~No, no, no, no...~ Decían sus pensamientos mientras miraba aquella revista con auténtico miedo. Si es que hasta habían puesto su nombre. _ Aquí tiene su cambio monsieur...¿Monsieur?, ¿Se encuentra bien?. _ Le dijo el kiosquero, es tendiendo su brazo para devolverle el cambio. La voz del amable quiosquero lo trajo de vuelta al presente. Lo miró y tomó el cambio con algo de torpeza. - Merci... - Murmuró Elorien, inclinando la cabeza, agradeciendo de forma silenciosa la paciencia de aquel hombre. Este se dio media vuelta, agachando su cabeza para que sus cabellos dorados taparan su rostro. Aquello, lejos de ser una buena noticia, se había convertido en un problema. No se podía permitir ser relevante o conocido. Esconder su inmortalidad si era un personaje "famoso" era totalmente incompatible. Se propuso llamar a la agencia más tarde para pedirles explicaciones y, por supuesto, no tomar más trabajos para firmas importantes.
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  • 15 a 50 líneas por Semana
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    Scream + Criminal minds + Original
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    Búsqueda de compañero psicológico / vínculo académico
    Fandom: Scream / Criminal Minds (Universo híbrido – OC’s permitidos)
    Faceclaim sugerido: Owen Painter (Isaac Night — Wednesday 2)
    Tipo de relación: Dualidad / Simbiosis emocional / Juego mental

    “Hay mentes que no se atraen. Se reconocen.”

    Sadie Macher–Loomis no suele mantener vínculos, pero hay excepciones.
    Desde aquel primer semestre de Anatomía y Fisiología, hubo algo distinto en la mirada de Hayes Loski —una calma que no escondía inocencia, sino cálculo.
    Ambos comprendieron el silencio del otro con la precisión de un bisturí.
    Mientras Sadie diseccionaba emociones, él aprendía a abrir cuerpos.
    No tardaron en entender que no estaban tan lejos uno del otro.

    No se trata de amistad ni de afecto, sino de necesidad:
    ella estudia cómo reacciona la mente,
    él, cómo se corrompe la carne.
    Y entre ambos, el límite entre curiosidad y obsesión se desdibuja con cada encuentro.

    “No todos los vínculos buscan salvarte. Algunos solo quieren entender por qué sangras.”

    ╭── ⋆⋅☆⋅⋆ ──╮
    Busco
    ╰── ⋆⋅☆⋅⋆ ──╯
    — Personaje masculino: Hayes Loski (23)
    — Estudiante de Medicina Forense, universidad de Woodsboro
    — Carismático, observador, con tendencia a la introspección
    — Capaz de sostener dinámicas psicológicas, diálogo profundo y tensión controlada
    — Rol narrativo a mediano/largo plazo (tono psicológico – drama – misterio)

    ╭──────────── ⋅ ⋅ ────────────╮
    Interesados pueden contactar por mensaje o comentar debajo.

    “A veces, lo que más se parece al amor es la disección.”
    ╰──────────── ⋅ ⋅ ────────────╯
    Búsqueda de compañero psicológico / vínculo académico Fandom: Scream / Criminal Minds (Universo híbrido – OC’s permitidos) Faceclaim sugerido: Owen Painter (Isaac Night — Wednesday 2) Tipo de relación: Dualidad / Simbiosis emocional / Juego mental “Hay mentes que no se atraen. Se reconocen.” Sadie Macher–Loomis no suele mantener vínculos, pero hay excepciones. Desde aquel primer semestre de Anatomía y Fisiología, hubo algo distinto en la mirada de Hayes Loski —una calma que no escondía inocencia, sino cálculo. Ambos comprendieron el silencio del otro con la precisión de un bisturí. Mientras Sadie diseccionaba emociones, él aprendía a abrir cuerpos. No tardaron en entender que no estaban tan lejos uno del otro. No se trata de amistad ni de afecto, sino de necesidad: ella estudia cómo reacciona la mente, él, cómo se corrompe la carne. Y entre ambos, el límite entre curiosidad y obsesión se desdibuja con cada encuentro. “No todos los vínculos buscan salvarte. Algunos solo quieren entender por qué sangras.” ╭── ⋆⋅☆⋅⋆ ──╮ 🩸 Busco ╰── ⋆⋅☆⋅⋆ ──╯ — Personaje masculino: Hayes Loski (23) — Estudiante de Medicina Forense, universidad de Woodsboro — Carismático, observador, con tendencia a la introspección — Capaz de sostener dinámicas psicológicas, diálogo profundo y tensión controlada — Rol narrativo a mediano/largo plazo (tono psicológico – drama – misterio) ╭──────────── ⋅ ⋅ ────────────╮ ✉️ Interesados pueden contactar por mensaje o comentar debajo. “A veces, lo que más se parece al amor es la disección.” ╰──────────── ⋅ ⋅ ────────────╯
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  • 𝑳𝒂𝒔𝒕 𝑺𝒕𝒐𝒑 𝑻𝒐 𝑵𝒐𝒘𝒉𝒆𝒓𝒆
    Fandom Original
    Categoría Original
    ㅤㅤ 𝑺𝑻𝑨𝑹𝑻𝑬𝑹
    ㅤㅤㅤ➤ Lyra Dorne

    ㅤㅤㅤㅤEl anuncio de la última llegada resonó, en un sonido hueco, por los túneles. Los últimos pasos apresurados se desvanecieron escalera arriba, hacia la superficie. Las luces fluorescentes, en un ahorro de energía post-turno, se apagaron en varias secciones de la estación, durmiendo los andenes laterales en una penumbra que solo era interrumpida por los letreros iluminados en rojo con la palabra "EXIT".

    Fue en uno de esos andenes, el más alejado de las escaleras mecánicas, dónde la quietud parecía más profunda. El escenario resultaba ser siempre el mismo, independientemente de la localización: oscuridad, soledad y las consecuencias de una batalla perdida contra uno mismo.

    Allí, yacía semiinconsciente, apoyado contra una pared fría. Su respiración era un ruido áspero e irregular. No eran solo las heridas físicas, aquel profundo corte en el costado que manchaba su camisa de un rojo oscuro, lo que lo tenía al borde del abismo.

    𝘌𝘳𝘢 𝘭𝘢 𝘨𝘳𝘪𝘦𝘵𝘢 𝘦𝘯 𝘴𝘶 𝘤𝘰𝘯𝘵𝘳𝘰𝘭.

    Porque dentro de él, La Entidad se revolvía, eufórica, celebrando su momentánea libertad. La sombra que debería estar quieta a sus pies se retorcía de forma autónoma, alargándose y contrayéndose como un animal recién liberado.

    No había sido solo una pelea cualquiera. Había sido una contención en los túneles de servicio, contra algo que se alimentaba del miedo. Lo había sellado, pero el contraataque le había costado caro, demasiado caro, dejando abierta una brecha en sus defensas.

    Un susurro áspero, un eco de una voz que no era la suya, salía de entre sus labios, súperponiéndose a su propia voz.

    «... 𝘈𝘭 𝘧𝘪𝘯...»
    ───... 𝘼𝙡 𝙛𝙞𝙣...

    «... 𝘛𝘢𝘯 𝘥𝘶𝘭𝘤𝘦 𝘦𝘴𝘵𝘢 𝘭𝘪𝘣𝘦𝘳𝘵𝘢𝘥...»
    ───... 𝙏𝙖𝙣 𝙙𝙪𝙡𝙘𝙚 𝙚𝙨𝙩𝙖 𝙡𝙞𝙗𝙚𝙧𝙩𝙖𝙙... cállate.

    Con un último esfuerzo, Salvatore entreabrió los ojos. El color café de su mirada estaba velado por un fulgor plateado, el gris de un cielo tormentoso. ¿Era dolor lo que sentía? No. No sentía dolor. Era mucho peor que eso. Era la sensación de que cada latido en su pecho, era una explosión de agonia, un recordatorio de que él parasito que llevaba dentro estaba a un suspiro de tomar el control total.

    «... 𝘛𝘢𝘯 𝘥𝘦𝘣𝘪𝘭 𝘦𝘴𝘵𝘦 𝘤𝘶𝘦𝘳𝘱𝘰...»
    ───... 𝙏𝙖𝙣 𝙙𝙚𝙗𝙞𝙡 𝙚𝙨𝙩𝙚 𝙘𝙪𝙚𝙧𝙥𝙤 … que te calles.

    ¿Estaba susurrando en su mente, como habitualmente lo hacía? No, está vez no era ese el caso. La voz de La Entidad ya no estaba hablando solo en su mente; estaba hablando a través de él. Ambas voces, distorsionadas, superponiéndose por momentos una sobre la otra.

    «... 𝘋𝘦𝘫𝘢𝘮𝘦... 𝘠𝘰 𝘱𝘶𝘦𝘥𝘰... 𝘴𝘢𝘯𝘢𝘳 𝘦𝘴𝘵𝘰...»
    ───... 𝘿𝙚𝙟𝙖𝙢𝙚... 𝙔𝙤 𝙥𝙪𝙚𝙙... ¡BASTA!...

    Su mano, temblorosa, se aferró a la pared en búsqueda de un ancla a una realidad que se le escapaba entre los dedos. Estaba solo, en un espacio público a merced de la cosa que llevaba dentro, y del primer transeúnte desprevenido que se aventurara en la penumbra de aquel andén.
    ㅤㅤ 𝑺𝑻𝑨𝑹𝑻𝑬𝑹 ㅤㅤㅤ➤ [THE.LIGHTWITCH] ㅤㅤㅤㅤEl anuncio de la última llegada resonó, en un sonido hueco, por los túneles. Los últimos pasos apresurados se desvanecieron escalera arriba, hacia la superficie. Las luces fluorescentes, en un ahorro de energía post-turno, se apagaron en varias secciones de la estación, durmiendo los andenes laterales en una penumbra que solo era interrumpida por los letreros iluminados en rojo con la palabra "EXIT". Fue en uno de esos andenes, el más alejado de las escaleras mecánicas, dónde la quietud parecía más profunda. El escenario resultaba ser siempre el mismo, independientemente de la localización: oscuridad, soledad y las consecuencias de una batalla perdida contra uno mismo. Allí, yacía semiinconsciente, apoyado contra una pared fría. Su respiración era un ruido áspero e irregular. No eran solo las heridas físicas, aquel profundo corte en el costado que manchaba su camisa de un rojo oscuro, lo que lo tenía al borde del abismo. 𝘌𝘳𝘢 𝘭𝘢 𝘨𝘳𝘪𝘦𝘵𝘢 𝘦𝘯 𝘴𝘶 𝘤𝘰𝘯𝘵𝘳𝘰𝘭. Porque dentro de él, La Entidad se revolvía, eufórica, celebrando su momentánea libertad. La sombra que debería estar quieta a sus pies se retorcía de forma autónoma, alargándose y contrayéndose como un animal recién liberado. No había sido solo una pelea cualquiera. Había sido una contención en los túneles de servicio, contra algo que se alimentaba del miedo. Lo había sellado, pero el contraataque le había costado caro, demasiado caro, dejando abierta una brecha en sus defensas. Un susurro áspero, un eco de una voz que no era la suya, salía de entre sus labios, súperponiéndose a su propia voz. «... 𝘈𝘭 𝘧𝘪𝘯...» ───... 𝘼𝙡 𝙛𝙞𝙣... «... 𝘛𝘢𝘯 𝘥𝘶𝘭𝘤𝘦 𝘦𝘴𝘵𝘢 𝘭𝘪𝘣𝘦𝘳𝘵𝘢𝘥...» ───... 𝙏𝙖𝙣 𝙙𝙪𝙡𝙘𝙚 𝙚𝙨𝙩𝙖 𝙡𝙞𝙗𝙚𝙧𝙩𝙖𝙙... cállate. Con un último esfuerzo, Salvatore entreabrió los ojos. El color café de su mirada estaba velado por un fulgor plateado, el gris de un cielo tormentoso. ¿Era dolor lo que sentía? No. No sentía dolor. Era mucho peor que eso. Era la sensación de que cada latido en su pecho, era una explosión de agonia, un recordatorio de que él parasito que llevaba dentro estaba a un suspiro de tomar el control total. «... 𝘛𝘢𝘯 𝘥𝘦𝘣𝘪𝘭 𝘦𝘴𝘵𝘦 𝘤𝘶𝘦𝘳𝘱𝘰...» ───... 𝙏𝙖𝙣 𝙙𝙚𝙗𝙞𝙡 𝙚𝙨𝙩𝙚 𝙘𝙪𝙚𝙧𝙥𝙤 … que te calles. ¿Estaba susurrando en su mente, como habitualmente lo hacía? No, está vez no era ese el caso. La voz de La Entidad ya no estaba hablando solo en su mente; estaba hablando a través de él. Ambas voces, distorsionadas, superponiéndose por momentos una sobre la otra. «... 𝘋𝘦𝘫𝘢𝘮𝘦... 𝘠𝘰 𝘱𝘶𝘦𝘥𝘰... 𝘴𝘢𝘯𝘢𝘳 𝘦𝘴𝘵𝘰...» ───... 𝘿𝙚𝙟𝙖𝙢𝙚... 𝙔𝙤 𝙥𝙪𝙚𝙙... ¡BASTA!... Su mano, temblorosa, se aferró a la pared en búsqueda de un ancla a una realidad que se le escapaba entre los dedos. Estaba solo, en un espacio público a merced de la cosa que llevaba dentro, y del primer transeúnte desprevenido que se aventurara en la penumbra de aquel andén.
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