• Escena con [masasita_masaru]

    Kazuo no solo era mensajero, también era guía.

    Nunca fue conducido por una mano amiga en sus primeros pasos. Al nacer, fue bendecido… una bendición que, a veces, se sentía como una maldición.

    En sus primeros cien años de vida aprendió solo, sin nadie que le explicase qué era y por qué estaba adquiriendo ese tipo de conciencia, una que un zorro salvaje jamás desarrollaría. Su camino no fue fácil, al contrario; la tragedia, la venganza y la muerte fueron sus mentores en sus primeros siglos de vida.

    No quería que ningún ser celestial pasara por lo mismo que él sufrió. En ocasiones, cuando la luna llena estaba en su punto más alto «la hora en que los espíritus se adueñaban de la oscuridad del bosque», Kazuo entonaba un llamado para que aquellos iguales a él sintieran que no estaban solos en este mundo cruel; que su diferencia no era un error, sino una bendición. Quería que, en sus primeros años, no se desarrollaran bajo la crueldad que el mundo les tenía reservado.

    Algunos no trascenderían; vivirían más de lo normal sin llegar a ser conscientes del poder que albergaban. Pero para aquellos cuya cola se partiera en dos, Kazuo deseaba estar allí. Darles ese amor que a él nadie le dió, en una etapa totalmente crucial.

    Caminaba por el bosque entonando una melodía que solo aquellos que podían caminar entre dos mundos eran capaces de escuchar. A su paso, la tierra, que había cedido al frío invierno, volvía a llenarse de vida, como si la energía y la luz que emanaban los zorros hicieran que la naturaleza se abriera camino. Era un espectáculo visual, una experiencia casi religiosa y trascendental. Quien fuera testigo de aquel milagro podría considerarse afortunado, pues era algo sagrado, reservado solo para los ojos que miraban el mundo con inocencia, más allá de lo físico.

    De pronto se escuchó el crujir de las ramas del suelo, cediendo a un peso ajeno y desconocido. No pertenecía a ninguno de los presentes en aquella marcha celestial. Cuando los kitsunes caminaban, lo hacían con el silencio de un depredador nocturno, sin que la hojarasca protestase bajo sus patas. Aquel sonido hizo que todos los zorros, del color de la luna, corrieran espantados hacia el amparo del manto nocturno. Kazuo fue el único que permaneció allí, con sus nueve colas en un vaivén suave, casi ensayado, manteniendo una calma imperturbable.

    Bajó su flauta lentamente, pero con la decisión de quien no teme lo desconocido, mientras sus ojos color zafiro se dirigían hacia el origen del sonido que había perturbado su labor. Aquellas cuencas no eran ojos que perteneciesen del todo a este mundo: la luz interior que poseían se hacía visible en la oscuridad, como si dos luciérnagas azules volaran al mismo compás.

    —Has asustado a mis hermanos… ¿Podrías mostrarte para poder ponerte rostro? —musitó con serenidad. No había hostilidad alguna en su voz, tan solo esa calma intrínseca de su ser.
    Escena con [masasita_masaru] Kazuo no solo era mensajero, también era guía. Nunca fue conducido por una mano amiga en sus primeros pasos. Al nacer, fue bendecido… una bendición que, a veces, se sentía como una maldición. En sus primeros cien años de vida aprendió solo, sin nadie que le explicase qué era y por qué estaba adquiriendo ese tipo de conciencia, una que un zorro salvaje jamás desarrollaría. Su camino no fue fácil, al contrario; la tragedia, la venganza y la muerte fueron sus mentores en sus primeros siglos de vida. No quería que ningún ser celestial pasara por lo mismo que él sufrió. En ocasiones, cuando la luna llena estaba en su punto más alto «la hora en que los espíritus se adueñaban de la oscuridad del bosque», Kazuo entonaba un llamado para que aquellos iguales a él sintieran que no estaban solos en este mundo cruel; que su diferencia no era un error, sino una bendición. Quería que, en sus primeros años, no se desarrollaran bajo la crueldad que el mundo les tenía reservado. Algunos no trascenderían; vivirían más de lo normal sin llegar a ser conscientes del poder que albergaban. Pero para aquellos cuya cola se partiera en dos, Kazuo deseaba estar allí. Darles ese amor que a él nadie le dió, en una etapa totalmente crucial. Caminaba por el bosque entonando una melodía que solo aquellos que podían caminar entre dos mundos eran capaces de escuchar. A su paso, la tierra, que había cedido al frío invierno, volvía a llenarse de vida, como si la energía y la luz que emanaban los zorros hicieran que la naturaleza se abriera camino. Era un espectáculo visual, una experiencia casi religiosa y trascendental. Quien fuera testigo de aquel milagro podría considerarse afortunado, pues era algo sagrado, reservado solo para los ojos que miraban el mundo con inocencia, más allá de lo físico. De pronto se escuchó el crujir de las ramas del suelo, cediendo a un peso ajeno y desconocido. No pertenecía a ninguno de los presentes en aquella marcha celestial. Cuando los kitsunes caminaban, lo hacían con el silencio de un depredador nocturno, sin que la hojarasca protestase bajo sus patas. Aquel sonido hizo que todos los zorros, del color de la luna, corrieran espantados hacia el amparo del manto nocturno. Kazuo fue el único que permaneció allí, con sus nueve colas en un vaivén suave, casi ensayado, manteniendo una calma imperturbable. Bajó su flauta lentamente, pero con la decisión de quien no teme lo desconocido, mientras sus ojos color zafiro se dirigían hacia el origen del sonido que había perturbado su labor. Aquellas cuencas no eran ojos que perteneciesen del todo a este mundo: la luz interior que poseían se hacía visible en la oscuridad, como si dos luciérnagas azules volaran al mismo compás. —Has asustado a mis hermanos… ¿Podrías mostrarte para poder ponerte rostro? —musitó con serenidad. No había hostilidad alguna en su voz, tan solo esa calma intrínseca de su ser.
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  • De todas las actividades precisas que llegó a dominar, tejer era una pesadilla utilitaria que se negaba a cooperar con ella. La diferencia entre el muñeco gordito con esqueleto de alambre quedó solamente en la imagen del tutorial, su pobre adefesio era un palito escuálido relleno de otro muñequito presionado contra la base, sí, se movía… pero la bolsita de sal le daba un vientre raro, la viruta de madera de los brazos los volvía inestables cuando se apretaban. Bueno, la perfección es el enemigo del progreso, forma tenía… Después de todo, era un Caballero de compañía y espanta monstruos.

    Espino blanco, polvo de ladrillo, virutas de hierro, mirra, algunos granos de arroz. Cabía allí un elemento sagrado o purificador de mínimo, dos docenas de religiones activas en el planeta. Consuelo, de una forma u otra.


    Tobıαs Novαkovıc
    De todas las actividades precisas que llegó a dominar, tejer era una pesadilla utilitaria que se negaba a cooperar con ella. La diferencia entre el muñeco gordito con esqueleto de alambre quedó solamente en la imagen del tutorial, su pobre adefesio era un palito escuálido relleno de otro muñequito presionado contra la base, sí, se movía… pero la bolsita de sal le daba un vientre raro, la viruta de madera de los brazos los volvía inestables cuando se apretaban. Bueno, la perfección es el enemigo del progreso, forma tenía… Después de todo, era un Caballero de compañía y espanta monstruos. Espino blanco, polvo de ladrillo, virutas de hierro, mirra, algunos granos de arroz. Cabía allí un elemento sagrado o purificador de mínimo, dos docenas de religiones activas en el planeta. Consuelo, de una forma u otra. [phantasm_winter]
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  • El maleficio
    Fandom Nier Réplicant/Autómata x Hazbin hotel (Crossover)
    Categoría Terror


    ✩₊˚.⋆☾⋆⁺₊✧ ✩₊˚.⋆☾⋆⁺₊✧
    Participantes
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    ❁ ᴛᴡɪɴ ᴀɴᴅʀᴏɪᴅs ❁
    ✩₊˚.⋆☾⋆⁺₊✧ ✩₊˚.⋆☾⋆⁺₊✧

    Las maldiciones crean una marca que destruye a todo aquel que se le acerca, dejando una estela de dolor y muerte.


    ××××××××××××××××××××××××××××××××××××××××××××××××××

    Hace 2 años atrás antes del proyecto Gestalt

    Todo estaba fuera de control, no se sabe como una enfermedad altamente mortal y contagiosa se les había salido de las manos, por lo cual ese proyecto del cual han estado trabajado desde hace tiempo atrás. Los científicos habían experimentado con todo, principalmente con niños que sentía que nadie recuerda pues esos pequeños solo eran huérfanos, de esos experimentos se creo lo que podría ser una arma altamente letal, pero como la supervivencia de la humanidad es mas importante, por lo que eso quedo descartado y “sellado” luego de su suceso que puso en peligro a toda la instalación.

    Fueron muchas pérdidas confirmadas, aun así había tiempo de lamentarse, se debe seguir.

    Mientras todo paso, en otro lugar, se explora una ruina, posiblemente buscando una pista qué les ayude contra el. Síndrome de Cloracion blanca, la cual actualmente estaba en todo el mundo, causado grandes pérdidas, mermado la humanidad.

    El científico a cabeza de esa expedición, llego a lo que a su tiempo fue una hermosa mansión, hoy yace en ruinas, entrando por la puerta principal, camino por los polvorientos pasillos, llego a una habitación cerrada, con algunos sellos de muchas religiones pegadas en la puerta, es como si de buscará mantener lo que sea dentro de esa habitación.

    Aunque sentía un escalofrío recorrer su cuerpo, el científico rompe cada sello, pues buscar una forma de eliminar el síndrome de Cloracion blanca, es prioridad. Una vez que la puerta quedo despejada de los sellos, este la abre entrando en la habitación, la cual a diferencia del resto de la mansión, esa misma habitación se encontraba helada, eso no pintaba bien, aun así se aventura por la misma, comenzado a buscar una posible cura.. ¿Por qué lo hace en esa mansión?... Porque se corria un rumor de que la personas que vivieron ahí, había recaudado información sobre el síndrome.

    Bueno no tenía mucho que perder, fue lo que pensó, aunque eso es lo mas lejano que podría estar, pues estaba apuntó de desatar algo.

    El científico encontró una caja fuerte, también con varios sellos, no debía pero su curiosidad fue mas grande, que quito todos los sellos y con ingenio, se las arreglo para abrir eso.

    Dentro no había nada, solo lo que parece una pequeña escultura, la tomo para analizar mejor, gran error porque sea lo que sea que contenía, fue liberado..

    Salió una sombra de la nada, la cual antes de irse, asesina al científico y huye por la ventana, buscado donde dejar una marca maldita para comenzar con una reinado de terror maldito.

    ××××××××××××××××××××××××××××××××××××××××××××××××××

    Presente…. Inicia el cuidado y vigilancia del proyecto Gestalt

    Devola estaba como siempre en su despacho en la biblioteca, Nier había ido a verla para ponerla al tanto de lo que había descubierto, pues Nier debía buscar cura para la enfermedad que aqueja el cuerpo de su hermana menor, Yoona.

    Una vez terminado la platica, Nier decide ir a la Fachada en el desierto, para visitar al rey para saber si tenía alguna información.

    Mientras una vez que se marcho, Popola entro al despacho.

    —Todo hasta ahora va bien, es difícil no ser sinceras —. Comento Popola con algo de culpa.

    —Lo se.. Pero es nuestro deber como vigilantes del proyecto —. Suspira mientras se talla los ojos con cansancio.

    —Ojala haya algo que hacer. —Popola le sirve algo de te a su hermana. —Nier no estará podemos ir a investigar a uba zona. — Comentó al sacar un mapa y ponerlo en la mesa.

    Devola recibe el te para ver el mapa, su hermana le señaló una zona donde podría ir para tener mas seguro el éxito del proyecto.

    —Bueno, no perdemos nada. —


    Con esa mentalidad ambas chicas emprenden viaje a la zona asignada, al llegar encuentran las ahora ruinas de la mansión.

    Sin mas entrar al lugar comenzaron a explorar, pasillo destruido y lleno de polvo, llegado a esa habitación donde se haya el mal.

    Esas energías al sentir la presencia de las hermanas, entro a una reliquia, la cual pudieron sentirse atraídas, no se sabe como pero tan pronto como lo tocaron pudieron ver lo qur se enfrentarian.

    —Eso está mal, debemos irnos. — Imágenes malditas llegaron a sus mentes, ambas corren mientras algo las persigue por los pasillos.

    Mientras correr una de ellas se lastima, provocando un sangrado, mientras corren, la sangre derramada es vertida eb un pentagrama, ambas quedaron acorraladas.. ¿Será el fin de ellas?.. No, no puede terminar así…

    —Por favor.. Que alguien nos ayude—. Grito despertada Devola mientras abraza a su hermana.

    El pentagrama comenzó a brillar y como si trajera a algo o alguien del mismo infierno, una figura comenzó a aparecer.
    ¿Sera la esperanza o desesperanza? Que ahora llevaran ellas sobre sus espaldas.
    ✩₊˚.⋆☾⋆⁺₊✧ ✩₊˚.⋆☾⋆⁺₊✧ Participantes [Alastor_rabbit] [Robin] ✩₊˚.⋆☾⋆⁺₊✧ ✩₊˚.⋆☾⋆⁺₊✧ Las maldiciones crean una marca que destruye a todo aquel que se le acerca, dejando una estela de dolor y muerte. ×××××××××××××××××××××××××××××××××××××××××××××××××× Hace 2 años atrás antes del proyecto Gestalt Todo estaba fuera de control, no se sabe como una enfermedad altamente mortal y contagiosa se les había salido de las manos, por lo cual ese proyecto del cual han estado trabajado desde hace tiempo atrás. Los científicos habían experimentado con todo, principalmente con niños que sentía que nadie recuerda pues esos pequeños solo eran huérfanos, de esos experimentos se creo lo que podría ser una arma altamente letal, pero como la supervivencia de la humanidad es mas importante, por lo que eso quedo descartado y “sellado” luego de su suceso que puso en peligro a toda la instalación. Fueron muchas pérdidas confirmadas, aun así había tiempo de lamentarse, se debe seguir. Mientras todo paso, en otro lugar, se explora una ruina, posiblemente buscando una pista qué les ayude contra el. Síndrome de Cloracion blanca, la cual actualmente estaba en todo el mundo, causado grandes pérdidas, mermado la humanidad. El científico a cabeza de esa expedición, llego a lo que a su tiempo fue una hermosa mansión, hoy yace en ruinas, entrando por la puerta principal, camino por los polvorientos pasillos, llego a una habitación cerrada, con algunos sellos de muchas religiones pegadas en la puerta, es como si de buscará mantener lo que sea dentro de esa habitación. Aunque sentía un escalofrío recorrer su cuerpo, el científico rompe cada sello, pues buscar una forma de eliminar el síndrome de Cloracion blanca, es prioridad. Una vez que la puerta quedo despejada de los sellos, este la abre entrando en la habitación, la cual a diferencia del resto de la mansión, esa misma habitación se encontraba helada, eso no pintaba bien, aun así se aventura por la misma, comenzado a buscar una posible cura.. ¿Por qué lo hace en esa mansión?... Porque se corria un rumor de que la personas que vivieron ahí, había recaudado información sobre el síndrome. Bueno no tenía mucho que perder, fue lo que pensó, aunque eso es lo mas lejano que podría estar, pues estaba apuntó de desatar algo. El científico encontró una caja fuerte, también con varios sellos, no debía pero su curiosidad fue mas grande, que quito todos los sellos y con ingenio, se las arreglo para abrir eso. Dentro no había nada, solo lo que parece una pequeña escultura, la tomo para analizar mejor, gran error porque sea lo que sea que contenía, fue liberado.. Salió una sombra de la nada, la cual antes de irse, asesina al científico y huye por la ventana, buscado donde dejar una marca maldita para comenzar con una reinado de terror maldito. ×××××××××××××××××××××××××××××××××××××××××××××××××× Presente…. Inicia el cuidado y vigilancia del proyecto Gestalt Devola estaba como siempre en su despacho en la biblioteca, Nier había ido a verla para ponerla al tanto de lo que había descubierto, pues Nier debía buscar cura para la enfermedad que aqueja el cuerpo de su hermana menor, Yoona. Una vez terminado la platica, Nier decide ir a la Fachada en el desierto, para visitar al rey para saber si tenía alguna información. Mientras una vez que se marcho, Popola entro al despacho. —Todo hasta ahora va bien, es difícil no ser sinceras —. Comento Popola con algo de culpa. —Lo se.. Pero es nuestro deber como vigilantes del proyecto —. Suspira mientras se talla los ojos con cansancio. —Ojala haya algo que hacer. —Popola le sirve algo de te a su hermana. —Nier no estará podemos ir a investigar a uba zona. — Comentó al sacar un mapa y ponerlo en la mesa. Devola recibe el te para ver el mapa, su hermana le señaló una zona donde podría ir para tener mas seguro el éxito del proyecto. —Bueno, no perdemos nada. — Con esa mentalidad ambas chicas emprenden viaje a la zona asignada, al llegar encuentran las ahora ruinas de la mansión. Sin mas entrar al lugar comenzaron a explorar, pasillo destruido y lleno de polvo, llegado a esa habitación donde se haya el mal. Esas energías al sentir la presencia de las hermanas, entro a una reliquia, la cual pudieron sentirse atraídas, no se sabe como pero tan pronto como lo tocaron pudieron ver lo qur se enfrentarian. —Eso está mal, debemos irnos. — Imágenes malditas llegaron a sus mentes, ambas corren mientras algo las persigue por los pasillos. Mientras correr una de ellas se lastima, provocando un sangrado, mientras corren, la sangre derramada es vertida eb un pentagrama, ambas quedaron acorraladas.. ¿Será el fin de ellas?.. No, no puede terminar así… —Por favor.. Que alguien nos ayude—. Grito despertada Devola mientras abraza a su hermana. El pentagrama comenzó a brillar y como si trajera a algo o alguien del mismo infierno, una figura comenzó a aparecer. ¿Sera la esperanza o desesperanza? Que ahora llevaran ellas sobre sus espaldas.
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    ||[Rumb1ing] y yo ya planeando todo un metaverso que combine religiones y sean justificables para ser los dioses supremos y sus acordes divisiones en cada plano terrenal.

    Pero si somos una cosa barbara~
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  • • 𝙁𝙪𝙘𝙠, 𝘐'𝘮 𝘱𝘳𝘰𝘤𝘳𝘢𝘴𝘵𝘪𝘯𝘢𝘵𝘪𝘯𝘨 𝘮𝘺 𝘭𝘪𝘧𝘦 𝘢𝘸𝘢𝘺 𝘢𝘨𝘢𝘪𝘯 •

    Trabajar en fin de semana debería ser ilegal. ¿Ah? ¿Lo es en ciertas religiones? Pásenme el crucifijo, o lo que sea que usen
    • 𝙁𝙪𝙘𝙠, 𝘐'𝘮 𝘱𝘳𝘰𝘤𝘳𝘢𝘴𝘵𝘪𝘯𝘢𝘵𝘪𝘯𝘨 𝘮𝘺 𝘭𝘪𝘧𝘦 𝘢𝘸𝘢𝘺 𝘢𝘨𝘢𝘪𝘯 • Trabajar en fin de semana debería ser ilegal. ¿Ah? ¿Lo es en ciertas religiones? Pásenme el crucifijo, o lo que sea que usen
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  • Meses. Eso fue lo que tuve que aguantar. Fingiendo rezar, repitiendo letanías vacías y vistiendo túnicas que olían a polvo y miedo. Me infiltré en una secta religiosa en Europa del Este, un grupo que jugaba a ser santos mientras comerciaban con armas y compraban lealtades de oficiales corruptos. No podía entrar disparando, no podía desaparecerlos a todos… tenía que convertirme en uno de ellos.

    Me hice llamar “hermano Gabriel”. Sonaba irónico, pero funcionó. Me mostré disciplinado, callado, obediente. Ellos lo vieron como fe, cuando en realidad era paciencia. Gané terreno rápido, tanto que el propio líder empezó a confiar en mí. Pobre bastardo.

    En cada ceremonia, usaban un martillo como símbolo de purificación. Lo vi desde el primer día y supe que ese sería el final del falso profeta. Pesado, sólido… letal en las manos correctas. No podía usar armas de fuego, no podía arriesgarme a dejar rastro. Así que esperé.

    La noche llegó durante un ritual privado. Él me llevó a su cámara, rodeada de incienso y símbolos que pretendían inspirar devoción. Se arrodilló frente al altar, dándome la espalda. No dudé. Tomé el martillo y lo levanté. El primer golpe lo silenció. El segundo aseguró que no se levantaría.

    Salí de la sala como si nada hubiera pasado. Para ellos, “hermano Gabriel” había cumplido un acto de fe. Para mí, era solo otro trabajo sucio terminado.

    Nunca recé, nunca lo haré. Pero mientras dejaba atrás las ruinas de aquella secta, me dije lo que siempre he sabido...

    “A veces, un martillo es todo lo que necesitas para derrumbar un imperio.”
    Meses. Eso fue lo que tuve que aguantar. Fingiendo rezar, repitiendo letanías vacías y vistiendo túnicas que olían a polvo y miedo. Me infiltré en una secta religiosa en Europa del Este, un grupo que jugaba a ser santos mientras comerciaban con armas y compraban lealtades de oficiales corruptos. No podía entrar disparando, no podía desaparecerlos a todos… tenía que convertirme en uno de ellos. Me hice llamar “hermano Gabriel”. Sonaba irónico, pero funcionó. Me mostré disciplinado, callado, obediente. Ellos lo vieron como fe, cuando en realidad era paciencia. Gané terreno rápido, tanto que el propio líder empezó a confiar en mí. Pobre bastardo. En cada ceremonia, usaban un martillo como símbolo de purificación. Lo vi desde el primer día y supe que ese sería el final del falso profeta. Pesado, sólido… letal en las manos correctas. No podía usar armas de fuego, no podía arriesgarme a dejar rastro. Así que esperé. La noche llegó durante un ritual privado. Él me llevó a su cámara, rodeada de incienso y símbolos que pretendían inspirar devoción. Se arrodilló frente al altar, dándome la espalda. No dudé. Tomé el martillo y lo levanté. El primer golpe lo silenció. El segundo aseguró que no se levantaría. Salí de la sala como si nada hubiera pasado. Para ellos, “hermano Gabriel” había cumplido un acto de fe. Para mí, era solo otro trabajo sucio terminado. Nunca recé, nunca lo haré. Pero mientras dejaba atrás las ruinas de aquella secta, me dije lo que siempre he sabido... “A veces, un martillo es todo lo que necesitas para derrumbar un imperio.”
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  • 𝒰𝓃𝒶 𝓃𝑜𝒸𝒽𝑒 𝒹𝑒 𝓉𝑒𝒶𝓉𝓇𝑜
    Fandom League Of Legends, Fantasyverse
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    Ir al teatro para Sona era como... como una noche especial, como un momento en el que su alma se unía a la música, a la historia que se le ofrecía frente a sus ojos. Ir al teatro era como ir al templo para aquellos más religiosos.

    Aquella noche Sona no interpretaba su música, no, iba de oyente, iba a deleitarse con los artistas que Demacia ofrecía, iba a aprender algo nuevo de los músicos novicios del lugar. Aquella noche se estrenaba "El espectro del teatro", un drama sobre un hombre que se obsesionaba con una actriz.

    Sona estaba nerviosa por conocer qué se encontraría en aquella nueva obra, quería conocer los misterios de aquella novedosa historia.

    Con cuidado y en silencio buscó el asiento que ponía en su boleto, estaba en un palco, arriba, frente al escenario, allí tendría mejor visión y mejor oído, además nadie le taparía, sobre todo por que era un palco privado, de alguna forma debería de aprovechar que ella también era artista en aquellas tierras.

    Cuando todo se apago y el teatro entero se quedó a oscuras y en silencio un escalofrío le recorrió la espalda a Sona, ¿Nerviosismo? Tal vez. Inclinó su cuerpo hasta apoyarlo en la baranda, las primeras leves notas de música flotaron en el aire, y una gran lampara de araña, hecha con relucientes y brillantes cristales apareció en escena.

    La obra, había empezado.

    Los dedos de Sona se aferraron con fuerza a sus faldas, nerviosa por lo que se iba a encontrar, así como su corazón comenzó a latir con fuerza, tanta, que llegó a pensar que el palco de al lado podría oir sus latidos.

    Se mordió el labio inferior justo cuando la lampara de araña simuló romperse y la música dio paso al primer acto.
    Ir al teatro para Sona era como... como una noche especial, como un momento en el que su alma se unía a la música, a la historia que se le ofrecía frente a sus ojos. Ir al teatro era como ir al templo para aquellos más religiosos. Aquella noche Sona no interpretaba su música, no, iba de oyente, iba a deleitarse con los artistas que Demacia ofrecía, iba a aprender algo nuevo de los músicos novicios del lugar. Aquella noche se estrenaba "El espectro del teatro", un drama sobre un hombre que se obsesionaba con una actriz. Sona estaba nerviosa por conocer qué se encontraría en aquella nueva obra, quería conocer los misterios de aquella novedosa historia. Con cuidado y en silencio buscó el asiento que ponía en su boleto, estaba en un palco, arriba, frente al escenario, allí tendría mejor visión y mejor oído, además nadie le taparía, sobre todo por que era un palco privado, de alguna forma debería de aprovechar que ella también era artista en aquellas tierras. Cuando todo se apago y el teatro entero se quedó a oscuras y en silencio un escalofrío le recorrió la espalda a Sona, ¿Nerviosismo? Tal vez. Inclinó su cuerpo hasta apoyarlo en la baranda, las primeras leves notas de música flotaron en el aire, y una gran lampara de araña, hecha con relucientes y brillantes cristales apareció en escena. La obra, había empezado. Los dedos de Sona se aferraron con fuerza a sus faldas, nerviosa por lo que se iba a encontrar, así como su corazón comenzó a latir con fuerza, tanta, que llegó a pensar que el palco de al lado podría oir sus latidos. Se mordió el labio inferior justo cuando la lampara de araña simuló romperse y la música dio paso al primer acto.
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  • -Mucha gente se sorprendía al ver los brazos, cuello o espalda de "B" llenos de tatuajes, la mayoría del tiempo usaba camisas largas para protegerse del sol, de igual manera, en combate el uniforme militar camuflaba su piel colorida. -

    Lo sé, es importante que vengas, las ceremonias serán el viernes, por la mañana la civil y en la tarde la religiosa.

    -Eran palabras que dedicaba a la persona que estaba al otro lado del teléfono, el cual aprecia dudar de asistir.

    ¡Claro! ¿Crees que ese gañán no asistirá?;  Está confirmado y al parecer no viene solo, bueno… al menos eso fue lo que entendí, tiene una recámara matrimonial a su nombre. 

    -La ducha lo hacía relajarse bastante, en una mano el celular y en la otra su cigarrillo que no faltaba, Yelena parecía estar, abajo con la Sra. Inés, preparando las empanadas que tanto adoraban los niños y esos panes rellenos de embutidos y algunas cosas mal que solía robar para él. 

    Si, es encantadora, hermano, ya quiero que la conozcas...
    -Mucha gente se sorprendía al ver los brazos, cuello o espalda de "B" llenos de tatuajes, la mayoría del tiempo usaba camisas largas para protegerse del sol, de igual manera, en combate el uniforme militar camuflaba su piel colorida. - Lo sé, es importante que vengas, las ceremonias serán el viernes, por la mañana la civil y en la tarde la religiosa. -Eran palabras que dedicaba a la persona que estaba al otro lado del teléfono, el cual aprecia dudar de asistir. ¡Claro! ¿Crees que ese gañán no asistirá?;  Está confirmado y al parecer no viene solo, bueno… al menos eso fue lo que entendí, tiene una recámara matrimonial a su nombre.  -La ducha lo hacía relajarse bastante, en una mano el celular y en la otra su cigarrillo que no faltaba, Yelena parecía estar, abajo con la Sra. Inés, preparando las empanadas que tanto adoraban los niños y esos panes rellenos de embutidos y algunas cosas mal que solía robar para él.  Si, es encantadora, hermano, ya quiero que la conozcas...
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  • Lo dicho, hoy no es un día fácil...
    Pero, escucha a tu cuerpo. Hay más sabiduría en él que en cualquier religión o filosofía...
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  • Sin Dios, sin religión, solo malas decisiones.
    Sin Dios, sin religión, solo malas decisiones.
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