• Fire and Blood
    Fandom OC
    Categoría Acción
    Arthur Colton

    "𝘚𝘰𝘺 𝘭𝘢 𝘶𝘭𝘵𝘪𝘮𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘲𝘶𝘦𝘥𝘢".

    Vaya mentira. Brenda lo sentía en sus huesos, en ese nudo en la garganta que nunca la dejaba en paz. Como un cosquilleo en su nuca, o la sensación de ser observada en la oscuridad por un animal salvaje, la angustia omnipresente tenía un motivo, y uno sólo:

    Él seguía con vida.

    Poco importaban a estas alturas los cómos y los porqués. O de eso, Brenda trataba de convencerse.

    "Finca Colton. Prohibido el paso".

    El letrero apenas podía leerse. Víctima del óxido, del tiempo y el olvido, tal como la cadena que resguardaba la reja de aquella mansión abandonada. Nula resistencia ofreció, Schwartzel la cortó como si fuera mantequilla.

    Brenda juró que la reja, al abrirse por primera vez en quién sabe cuánto tiempo, dio un suspiro de alivio, de esa paz que llega cuando el final está cerca.

    — Sé que estás aquí. — Como el rugido de una leona, la voz de Brenda reverberó entre el polvo y la podredumbre. Nunca antes había estado en esa mansión, que ahora era hogar de nada más que amargos recuerdos, pero algo en su sangre hacía que se sintiese familiar.

    — Muéstrame lo que queda de tu rostro, Arthur Colton.
    [architecti_audi_nos] "𝘚𝘰𝘺 𝘭𝘢 𝘶𝘭𝘵𝘪𝘮𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘲𝘶𝘦𝘥𝘢". Vaya mentira. Brenda lo sentía en sus huesos, en ese nudo en la garganta que nunca la dejaba en paz. Como un cosquilleo en su nuca, o la sensación de ser observada en la oscuridad por un animal salvaje, la angustia omnipresente tenía un motivo, y uno sólo: Él seguía con vida. Poco importaban a estas alturas los cómos y los porqués. O de eso, Brenda trataba de convencerse. "Finca Colton. Prohibido el paso". El letrero apenas podía leerse. Víctima del óxido, del tiempo y el olvido, tal como la cadena que resguardaba la reja de aquella mansión abandonada. Nula resistencia ofreció, Schwartzel la cortó como si fuera mantequilla. Brenda juró que la reja, al abrirse por primera vez en quién sabe cuánto tiempo, dio un suspiro de alivio, de esa paz que llega cuando el final está cerca. — Sé que estás aquí. — Como el rugido de una leona, la voz de Brenda reverberó entre el polvo y la podredumbre. Nunca antes había estado en esa mansión, que ahora era hogar de nada más que amargos recuerdos, pero algo en su sangre hacía que se sintiese familiar. — Muéstrame lo que queda de tu rostro, Arthur Colton.
    Tipo
    Individual
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  • Al principio, los sueños eran solo eso, paisajes suaves como canciones, donde los colores flotaban con vida propia. Sora caminaba entre praderas suspendidas en el cielo, cruzaba puentes hechos de mariposas dormidas, y las nubes hablaban en voz baja entre sí; todo era hermoso, frágil, como si bastara un suspiro para romperlo. Y Sora sonreía, porque ese era su mundo.

    Pero si uno se quedaba el tiempo suficiente, si se atrevía a mirar más allá de la primera capa, descubría lo que nadie notaba, las flores tenían espinas de cristal, el agua de los lagos era tan profunda como el vacío, y a veces, solo a veces, la risa de Sora se quebraba, apenas un instante, lo suficiente para saber que había algo oscuro guardado en su interior.

    Fue entonces que él apareció, un gato, silencioso, de color gris con vetas oscuras como ceniza vieja, con ojos grandes y brillantes que no reflejaban luz, sino recuerdos, no hablaba, pero parecía entenderlo todo, siempre estaba allí, a veces al borde del campo de visión de Sora, otras, dormido en una colina flotante cubierta de pétalos, y cuando ella se acercaba, él no huía, la miraba, solo la miraba, como si supiera quién era realmente, más allá de la dulzura que todos veían.

    El primer encuentro fue breve, solo se cruzaron en una estación hecha de relojes sin agujas; pero en el segundo, el gato caminó a su lado sin emitir un solo sonido; en el tercero, ella le habló; en el cuarto, él le rozó la mano con la cabeza; y así, en cada nuevo sueño, el lazo se tejía más.

    A veces, Sora lo esperaba, o lo buscaba por laberintos de espejos que mostraban versiones alternas de sí misma, otras, lo encontraba sin buscarlo, durmiendo en su regazo en medio de una biblioteca sumergida, o siguiéndola entre trenes sin rumbo que viajaban por el cielo estrellado.

    Con él, los sueños cambiaban, se volvían más cálidos, más nítidos, pero también más honestos. La oscuridad dentro de ella dejaba de esconderse; se asomaba sin miedo, como una sombra que también deseaba ser amada. Y el gato no la rechazaba, nunca.

    Sora comenzó a sentirlo primero como consuelo, luego como compañía, y sin darse cuenta, como algo que dolía en el pecho cuando no estaba. No era solo afecto, no era ternura, era ese tipo de amor que se construye en silencio, sin promesas ni palabras, solo con presencia.

    Lo acariciaba con cuidado, como si pudiera romperse, le susurraba secretos que ni siquiera ella entendía del todo. Él se quedaba junto a ella, como si pudiera sostener su alma con solo quedarse.

    Y así, noche tras noche, entre mundos que flotaban como burbujas de jabón, Sora y el gato seguían encontrándose, porque incluso en sueños, hay hilos que el destino no puede cortar. Y este, ya no era un simple sueño.

    ~ ɱ૦ՐƿҺ૯υς ⁠♡
    Al principio, los sueños eran solo eso, paisajes suaves como canciones, donde los colores flotaban con vida propia. Sora caminaba entre praderas suspendidas en el cielo, cruzaba puentes hechos de mariposas dormidas, y las nubes hablaban en voz baja entre sí; todo era hermoso, frágil, como si bastara un suspiro para romperlo. Y Sora sonreía, porque ese era su mundo. Pero si uno se quedaba el tiempo suficiente, si se atrevía a mirar más allá de la primera capa, descubría lo que nadie notaba, las flores tenían espinas de cristal, el agua de los lagos era tan profunda como el vacío, y a veces, solo a veces, la risa de Sora se quebraba, apenas un instante, lo suficiente para saber que había algo oscuro guardado en su interior. Fue entonces que él apareció, un gato, silencioso, de color gris con vetas oscuras como ceniza vieja, con ojos grandes y brillantes que no reflejaban luz, sino recuerdos, no hablaba, pero parecía entenderlo todo, siempre estaba allí, a veces al borde del campo de visión de Sora, otras, dormido en una colina flotante cubierta de pétalos, y cuando ella se acercaba, él no huía, la miraba, solo la miraba, como si supiera quién era realmente, más allá de la dulzura que todos veían. El primer encuentro fue breve, solo se cruzaron en una estación hecha de relojes sin agujas; pero en el segundo, el gato caminó a su lado sin emitir un solo sonido; en el tercero, ella le habló; en el cuarto, él le rozó la mano con la cabeza; y así, en cada nuevo sueño, el lazo se tejía más. A veces, Sora lo esperaba, o lo buscaba por laberintos de espejos que mostraban versiones alternas de sí misma, otras, lo encontraba sin buscarlo, durmiendo en su regazo en medio de una biblioteca sumergida, o siguiéndola entre trenes sin rumbo que viajaban por el cielo estrellado. Con él, los sueños cambiaban, se volvían más cálidos, más nítidos, pero también más honestos. La oscuridad dentro de ella dejaba de esconderse; se asomaba sin miedo, como una sombra que también deseaba ser amada. Y el gato no la rechazaba, nunca. Sora comenzó a sentirlo primero como consuelo, luego como compañía, y sin darse cuenta, como algo que dolía en el pecho cuando no estaba. No era solo afecto, no era ternura, era ese tipo de amor que se construye en silencio, sin promesas ni palabras, solo con presencia. Lo acariciaba con cuidado, como si pudiera romperse, le susurraba secretos que ni siquiera ella entendía del todo. Él se quedaba junto a ella, como si pudiera sostener su alma con solo quedarse. Y así, noche tras noche, entre mundos que flotaban como burbujas de jabón, Sora y el gato seguían encontrándose, porque incluso en sueños, hay hilos que el destino no puede cortar. Y este, ya no era un simple sueño. ~ [Sweets_dreams] ⁠♡
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  • Mi nombre es Nyx , aun asi recuerdo mi nombre puede ser que mi cuerpo ya no esta pero mi alma es la misma
    Aun tengo recuerdos .... raros pero aun asi , vere si poco poco recuperare lo olvidaro
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    -«Muchas cosas... En verdad, robé muchas vidas. Un hombre. Un espectro. Un dios. Me he enfrentado a muchas existencias de un número incontable, masacrando a todos los que estaban cerca de mí.

    Lucha. Lucha. Lucha. Mata, mata, mata, mata, mata. Al final, este cuerpo se empapó de la sangre de muchas víctimas y se volvió inmortal. El territorio bajo mi dominio, la «Tierra de las Sombras», finalmente fue expulsado al Exterior del Mundo, y terminé siendo promovido a una existencia que no era diferente a la de un Espíritu Divino.

    No envejeceré. No moriré. Me he transformado en «eso» que es inmortal.

    En realidad, ya no puedo recordar exactamente cuánto tiempo ha pasado desde la primera vez que tomé una lanza en mis manos. Es diferente de algo bueno. Yo, que estaba de pie en el suelo embrujado y custodiaba la «puerta», ya adquirí la sabiduría del abismo, por lo que puedo medir el tiempo exacto.

    Sin embargo, simplemente no tengo ganas de hacerlo. Es diferente de la melancolía. También es diferente de la resignación. ¿Arrepentimiento?

    No lo entiendo. Puedo decirlo, pero no puedo afirmarlo.

    Al menos, durante el intervalo en el que maté muchas cosas, ciertamente hay algo que existe dentro de mí actual, algo que no existía dentro de mis sentimientos en el momento en el que estaba llevando a cabo mis enseñanzas hacia los valientes guerreros de Ulster.

    Ah, en efecto. Guiando considerablemente a muchos guerreros valientes.

    Todo debería haberse desvanecido al final de los muchos meses y años que han pasado, pero en medio de mis recuerdos, que se conservan en un estado que se mantiene intencionadamente oscuro, hay una persona... Solo hay una persona, un hombre cuya figura se muestra claramente para mí incluso ahora.

    Ojos rojos... Su par de ojos. Solo en el momento en que ese resplandor pasa por mi mente, lo que hay dentro de este pecho se calma. El calor habita dentro de mí, que es inmutable por la eternidad. ¿ Un corazón deseando la reunión? Eso no es así. Eso puedo afirmarlo. Si es así, ¿qué hay allí? Decirle con firmeza, así, a ese hombre... Quiero que mates. Quiero la muerte como persona.

    Por supuesto, si ese hombre que ahora se convirtió en un 'Espíritu Heroico' habla de tener la fuerza para matar a esta persona que es una existencia que ya se separó del destello de vida y masacró incluso a dioses, entonces...»
    -«Muchas cosas... En verdad, robé muchas vidas. Un hombre. Un espectro. Un dios. Me he enfrentado a muchas existencias de un número incontable, masacrando a todos los que estaban cerca de mí. Lucha. Lucha. Lucha. Mata, mata, mata, mata, mata. Al final, este cuerpo se empapó de la sangre de muchas víctimas y se volvió inmortal. El territorio bajo mi dominio, la «Tierra de las Sombras», finalmente fue expulsado al Exterior del Mundo, y terminé siendo promovido a una existencia que no era diferente a la de un Espíritu Divino. No envejeceré. No moriré. Me he transformado en «eso» que es inmortal. En realidad, ya no puedo recordar exactamente cuánto tiempo ha pasado desde la primera vez que tomé una lanza en mis manos. Es diferente de algo bueno. Yo, que estaba de pie en el suelo embrujado y custodiaba la «puerta», ya adquirí la sabiduría del abismo, por lo que puedo medir el tiempo exacto. Sin embargo, simplemente no tengo ganas de hacerlo. Es diferente de la melancolía. También es diferente de la resignación. ¿Arrepentimiento? No lo entiendo. Puedo decirlo, pero no puedo afirmarlo. Al menos, durante el intervalo en el que maté muchas cosas, ciertamente hay algo que existe dentro de mí actual, algo que no existía dentro de mis sentimientos en el momento en el que estaba llevando a cabo mis enseñanzas hacia los valientes guerreros de Ulster. Ah, en efecto. Guiando considerablemente a muchos guerreros valientes. Todo debería haberse desvanecido al final de los muchos meses y años que han pasado, pero en medio de mis recuerdos, que se conservan en un estado que se mantiene intencionadamente oscuro, hay una persona... Solo hay una persona, un hombre cuya figura se muestra claramente para mí incluso ahora. Ojos rojos... Su par de ojos. Solo en el momento en que ese resplandor pasa por mi mente, lo que hay dentro de este pecho se calma. El calor habita dentro de mí, que es inmutable por la eternidad. ¿ Un corazón deseando la reunión? Eso no es así. Eso puedo afirmarlo. Si es así, ¿qué hay allí? Decirle con firmeza, así, a ese hombre... Quiero que mates. Quiero la muerte como persona. Por supuesto, si ese hombre que ahora se convirtió en un 'Espíritu Heroico' habla de tener la fuerza para matar a esta persona que es una existencia que ya se separó del destello de vida y masacró incluso a dioses, entonces...»
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  • Un manto de nubes bajas cubría el cementerio como si supiera que alguien importante había regresado. Las lápidas alineadas como soldados sin nombre, se extendían en filas silenciosas. Y entre todas ellas, una resaltaba. La lápida decía Nolan Grayson. No “Omniman” y tampoco “amado padre” o “asesino” ni “héroe”, solo el nombre que utilizaba en la tierra. Como si eso bastara para redimir todo lo demás.

    Mark aterrizó sin ruido, con su pulcro uniforme viltrumita. A diferencia del joven idealista que una vez lloró sobre este mismo suelo, ahora no había rabia, ni lágrimas, solo el peso del deber.

    Caminó entre las tumbas con las manos a los lados con la mirada baja, pero no era por tristeza; solo era distante. Se detuvo frente a la lápida.

    —Padre. —murmuró con la voz ronca, como si no hubiera hablado en días

    —¿Sabes? Nunca me convenció tu fachada de héroe que lucha por la justicia. —torció la boca, sin humor aparente.

    Luego se quedó en silencio. El viento movía apenas los bordes de su falda gris. Su mirada no cambiaba, no había nostalgia, solo calma, como si su mente solo tuviera recuerdos ya desgastados.

    —Pero supongo que no tenías otra opción. —Añadió tras un rato.

    Hizo una breve pausa, bajando la vista hacia la lápida. No tenía intenciones de inclinarse, ni de tocar la lápida como señal de cariño. Solo se limitó a observarla, como quien mira una palabra en un idioma que habla.

    —Mira cómo terminó todo. —Su voz era sarcástica, seca como papel viejo— Fuiste asesinado por mi, nuestro imperio pronto conquistará la tierra y ellos viven como si nada hubiera sucedido.

    El Viltrumita dirigió su mirada al cielo.

    —Cuando mataste a mamá frente a mis ojos, te odié. —Comentó sin emoción, hablando obviamente para si mismo.

    —Pero sabía que tenías razón, el amor es solo un sentimiento que limita nuestra fuerza.

    Mark cerró los ojos unos segundos. Respiró hondo, profundo. No porque necesitara el aire… sino porque necesitaba una pausa.

    —¿Sabes? —dijo con una ligera sonrisa torcida.

    —A veces me sorprende que aún escuche tu voz en mi cabeza. Como si no te hubieras ido del todo. Aunque si supieras cómo te contradigo cada día, probablemente me darías otro de esos discursos de “debilidad emocional” que tanto amabas.

    Hizo una pausa final.

    —Bueno, no me extenderé más. Descuida, aún estoy en la causa de nuestro pueblo y sé que este es el camino que debo seguir. Hasta pronto, maldito anciano.

    Y con un impulso sordo, Mark despegó del suelo. No miró atrás, no volvió a hablar. Se elevó en línea recta, atravesando las nubes, dejando atrás tumbas, recuerdos, y una vida que ya no le pertenecía. Solo quedó el cielo, y el eco de un adiós que nunca fue cálido.
    Un manto de nubes bajas cubría el cementerio como si supiera que alguien importante había regresado. Las lápidas alineadas como soldados sin nombre, se extendían en filas silenciosas. Y entre todas ellas, una resaltaba. La lápida decía Nolan Grayson. No “Omniman” y tampoco “amado padre” o “asesino” ni “héroe”, solo el nombre que utilizaba en la tierra. Como si eso bastara para redimir todo lo demás. Mark aterrizó sin ruido, con su pulcro uniforme viltrumita. A diferencia del joven idealista que una vez lloró sobre este mismo suelo, ahora no había rabia, ni lágrimas, solo el peso del deber. Caminó entre las tumbas con las manos a los lados con la mirada baja, pero no era por tristeza; solo era distante. Se detuvo frente a la lápida. —Padre. —murmuró con la voz ronca, como si no hubiera hablado en días —¿Sabes? Nunca me convenció tu fachada de héroe que lucha por la justicia. —torció la boca, sin humor aparente. Luego se quedó en silencio. El viento movía apenas los bordes de su falda gris. Su mirada no cambiaba, no había nostalgia, solo calma, como si su mente solo tuviera recuerdos ya desgastados. —Pero supongo que no tenías otra opción. —Añadió tras un rato. Hizo una breve pausa, bajando la vista hacia la lápida. No tenía intenciones de inclinarse, ni de tocar la lápida como señal de cariño. Solo se limitó a observarla, como quien mira una palabra en un idioma que habla. —Mira cómo terminó todo. —Su voz era sarcástica, seca como papel viejo— Fuiste asesinado por mi, nuestro imperio pronto conquistará la tierra y ellos viven como si nada hubiera sucedido. El Viltrumita dirigió su mirada al cielo. —Cuando mataste a mamá frente a mis ojos, te odié. —Comentó sin emoción, hablando obviamente para si mismo. —Pero sabía que tenías razón, el amor es solo un sentimiento que limita nuestra fuerza. Mark cerró los ojos unos segundos. Respiró hondo, profundo. No porque necesitara el aire… sino porque necesitaba una pausa. —¿Sabes? —dijo con una ligera sonrisa torcida. —A veces me sorprende que aún escuche tu voz en mi cabeza. Como si no te hubieras ido del todo. Aunque si supieras cómo te contradigo cada día, probablemente me darías otro de esos discursos de “debilidad emocional” que tanto amabas. Hizo una pausa final. —Bueno, no me extenderé más. Descuida, aún estoy en la causa de nuestro pueblo y sé que este es el camino que debo seguir. Hasta pronto, maldito anciano. Y con un impulso sordo, Mark despegó del suelo. No miró atrás, no volvió a hablar. Se elevó en línea recta, atravesando las nubes, dejando atrás tumbas, recuerdos, y una vida que ya no le pertenecía. Solo quedó el cielo, y el eco de un adiós que nunca fue cálido.
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  • -la semihumana caminaba sin rumbo por el bosque a altas horas de la noche, sin embargo esto no era un problema para ella, (la noche tiene su encantó), pensó, nada hubiera sido como antes, desde que era una niña solo podía ver las calles de tierra y apenas el cielo alumbrar por las antorchas del pueblo, pero sin ninguna estrella brillar, ahora la libertad del cielo iluminaba tales ojos llenos de tristeza y recuerdos que alguna vez en un pasado soñó...-
    -la semihumana caminaba sin rumbo por el bosque a altas horas de la noche, sin embargo esto no era un problema para ella, (la noche tiene su encantó), pensó, nada hubiera sido como antes, desde que era una niña solo podía ver las calles de tierra y apenas el cielo alumbrar por las antorchas del pueblo, pero sin ninguna estrella brillar, ahora la libertad del cielo iluminaba tales ojos llenos de tristeza y recuerdos que alguna vez en un pasado soñó...-
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  • *Mirando una foto, aparece Shinn.*

    -No hay rastro de ella... por ningún lado...

    *Los recuerdos vuelan. Da un suspiro.*

    -Sólo espero... Que esté bien, donde quiera que esté...
    *Mirando una foto, aparece Shinn.* -No hay rastro de ella... por ningún lado... *Los recuerdos vuelan. Da un suspiro.* -Sólo espero... Que esté bien, donde quiera que esté...
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  • #Flashforward

    —Era su paraíso privado. Era su palacio inexpugnable. Allí donde podian ser los dos sin mayores pretensiones. Dónde no existía el dolor, ni la pérdida, ni el fracaso... Donde no existían las derrotas. Solo existian ellos dos y el tiempo que compartían. Era su bastión, su palacio de recuerdos, donde solo ellos podían penetrar.

    Allí podían permitirse ser ellos dos. Allí podían demostrarse a ellos mismos y al otro que podían querer, que querían querer. Allí no existía la vergüenza o el rencor... Allí eran solo Wanda y 𝑳𝒐𝒌𝒊


    #Personajes3D #3D #Comunidad3D
    #Flashforward —Era su paraíso privado. Era su palacio inexpugnable. Allí donde podian ser los dos sin mayores pretensiones. Dónde no existía el dolor, ni la pérdida, ni el fracaso... Donde no existían las derrotas. Solo existian ellos dos y el tiempo que compartían. Era su bastión, su palacio de recuerdos, donde solo ellos podían penetrar. Allí podían permitirse ser ellos dos. Allí podían demostrarse a ellos mismos y al otro que podían querer, que querían querer. Allí no existía la vergüenza o el rencor... Allí eran solo Wanda y [G0dofMischief] — #Personajes3D #3D #Comunidad3D
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  • - luego de unas horas en el avión al fin llegó a Estambul, Turquía.
    La joven suspiro mientras bajaba las escaleras en dirección a la entrada, hace 20 años que no pasaba este país por órdenes de la madre de Aslan, Hulya, quien jamás la reconoció como hija adoptiva y la envío fuera de su territorio al fallecer el padre de Aslan, solo por tener sangre inglesa.
    El padre de Aslan la adoptó cuando tenía 11 años, la encontraron en los límites de Estambul, como no recordaba nombre y su pasado, el padre de Aslan le puso Angyar, un nombre compuesto de ángel y su apellido que en irlandés significaba muerte, al saber que la joven no era turca.
    Cómo ella y Aslan , su hijo, se parecían decidió pasarlos por hermanos, ya que tenían la misma edad.
    Todos esos recuerdos comenzaron a brotar a pesar de que fueron 4 años que se crío con Aslan, lo considero como un hermano.-

    Heme aquí..

    - murmuró entre suspiro con algo de pesar, y miro la salida del aeropuerto donde todos esperaban a alguien.
    Un rubio alto de 1,89 cm con camisa negra lentes de sol, llamaba la atención de todos. Supo que era su hermano, camino hacia la multitud, y uno de los guardias se le acercó y le dió la bienvenida, tomando su bolso. En eso la multitud se disperso y el rubio se acercó a la joven, alzando una ceja mirandola-

    Aslan: te ves del terror hermana, como te van a durar los novios así?

    - la joven suspiro cerrando los ojos un segundo, sabía que se refería a sus ojeras, abrió los ojos mirándolo fijamente-

    También es un gusto verte Aslan, veo que no has cambiado.

    - el hombre sonrió con una mirada aguda, un silencio quedó entre ellos y luego el avanzó para ir hacia la van que los traía , la joven los siguió. Subieron a la van sentándose uno frente a otro-

    Aslan: ya estoy enterado de todo lo que te ocurrió hermana, 3 atentados en tu contra el último te dejo en coma por 5 meses, cuando volviste fue una suerte que reconocieras a tu hijo y a Jack.

    - el turco miraba la ventana y luego sacaba un dulce de su bolsillo, para comérselo. La joven lo miro casi como si lo tratara de matarlo con la mirada.-

    Veo que has estado siguiendo mis pasos, ¿para que me llamaste Soykan?

    - el turco dió una carcajadas, conocía a su hermana y sabía que la estaba sacando de quicio-

    Aslan: de ¿quién es tu hijo Angyar?, sus rasgos no son ingleses. Lo único que tiene de ti son sus ojos..

    - la mujer lo miró fieramente estaba a punto de golpearlo si decis algo mas-

    Eso no es de tu incumbencia, te agradezco que lo hayas cuidado.

    - el hombre levanto la mano en señal de pausa-

    Aslan: sabes que mis servicios no son baratos hermana, dejaste tus obligaciones hace 20 años atrás y me he tenido que hacer cargo de eso. Ahora que estás aquí , tienes que hacerte cargo de las relaciones exteriores.

    - entrecerró la mirada la joven, sabía que su hermano era un manipulador pero utilizar la seguridad de su hijo era bajo-

    Que quieres que haya...

    - el turco sonrió al sentirse triunfante en este debate-

    Aslan: hablaremos en la casa
    - luego de unas horas en el avión al fin llegó a Estambul, Turquía. La joven suspiro mientras bajaba las escaleras en dirección a la entrada, hace 20 años que no pasaba este país por órdenes de la madre de Aslan, Hulya, quien jamás la reconoció como hija adoptiva y la envío fuera de su territorio al fallecer el padre de Aslan, solo por tener sangre inglesa. El padre de Aslan la adoptó cuando tenía 11 años, la encontraron en los límites de Estambul, como no recordaba nombre y su pasado, el padre de Aslan le puso Angyar, un nombre compuesto de ángel y su apellido que en irlandés significaba muerte, al saber que la joven no era turca. Cómo ella y Aslan , su hijo, se parecían decidió pasarlos por hermanos, ya que tenían la misma edad. Todos esos recuerdos comenzaron a brotar a pesar de que fueron 4 años que se crío con Aslan, lo considero como un hermano.- Heme aquí.. - murmuró entre suspiro con algo de pesar, y miro la salida del aeropuerto donde todos esperaban a alguien. Un rubio alto de 1,89 cm con camisa negra lentes de sol, llamaba la atención de todos. Supo que era su hermano, camino hacia la multitud, y uno de los guardias se le acercó y le dió la bienvenida, tomando su bolso. En eso la multitud se disperso y el rubio se acercó a la joven, alzando una ceja mirandola- Aslan: te ves del terror hermana, como te van a durar los novios así? - la joven suspiro cerrando los ojos un segundo, sabía que se refería a sus ojeras, abrió los ojos mirándolo fijamente- También es un gusto verte Aslan, veo que no has cambiado. - el hombre sonrió con una mirada aguda, un silencio quedó entre ellos y luego el avanzó para ir hacia la van que los traía , la joven los siguió. Subieron a la van sentándose uno frente a otro- Aslan: ya estoy enterado de todo lo que te ocurrió hermana, 3 atentados en tu contra el último te dejo en coma por 5 meses, cuando volviste fue una suerte que reconocieras a tu hijo y a Jack. - el turco miraba la ventana y luego sacaba un dulce de su bolsillo, para comérselo. La joven lo miro casi como si lo tratara de matarlo con la mirada.- Veo que has estado siguiendo mis pasos, ¿para que me llamaste Soykan? - el turco dió una carcajadas, conocía a su hermana y sabía que la estaba sacando de quicio- Aslan: de ¿quién es tu hijo Angyar?, sus rasgos no son ingleses. Lo único que tiene de ti son sus ojos.. - la mujer lo miró fieramente estaba a punto de golpearlo si decis algo mas- Eso no es de tu incumbencia, te agradezco que lo hayas cuidado. - el hombre levanto la mano en señal de pausa- Aslan: sabes que mis servicios no son baratos hermana, dejaste tus obligaciones hace 20 años atrás y me he tenido que hacer cargo de eso. Ahora que estás aquí , tienes que hacerte cargo de las relaciones exteriores. - entrecerró la mirada la joven, sabía que su hermano era un manipulador pero utilizar la seguridad de su hijo era bajo- Que quieres que haya... - el turco sonrió al sentirse triunfante en este debate- Aslan: hablaremos en la casa
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  • -El joven se sentía solo y sentado en el primer escalón afuera de la casa en la entrada de la puerta, sujetando una foto de recuerdo en la que se vé a su mamá llamada "Tomoyo Sakurai". Una mamá quien dió luz cuando era mas joven a este ser humano que es el único hijo que ha tenido y que sigue vivo hoy en día. La mamá al tener en sus brazos cuidando al bebé, empezó a pensar en muchos nombres diferentes para ver cual era el mas que le gustaba. Justamente le vino uno en concreto a la cabeza y le puso el apodo: Tomoki Sakurai. Tras muchos años de estar cuidando a su hijo y que el iba creciendo poco a poco, llegó lo que nadie se esperaba de que jamás en la vida iba a ocurrir lo mas desgarrador del mundo. Y es que justamente el día 1 de julio de 2022, en el hospital donde estaba la mamá ingresada en una habitación específica, le detectaron un cancer de pulmón al realizarle las pruebas. La solución para combatir ese cancer era darle una quimioterapia, y que el resultado que tarda en eliminar por completo el cancer era de 3 o 6 meses. Lamentablemente, el cancer avanzó demasiado que hasta acabó con la vida de la madre de Tomoki Sakurai. Ese mismo día a Tomoki lo llamaron por teléfono, comunicándole sobre la muerte de su madre. En ese mismo día todo se convirtió en una pesadilla, en un día oscuro, como si fuera a llover. El hijo rompió entre lágrimas que caían una y otra vez que rebosaban en las mejillas. Para el era un dolor insportable, triste, como si fuera que el corazón se partió por la mitad. Todo eso eran recuerdos que le vino a la cabeza tras mirar fijamente a la foto de su madre que sostiene su mano derecha mientras que algunas veces se tapaba el rostro por completo con sus ojos que derramaban tantas lágrimas que no paraba de llorar cada dos por tres. Ese era el único punto tan débil, doloroso, como si estuviera ardiendo por dentro, que era la pérdida de su madre. En ese mismo día era el cumpleaños de su mamá, pero obviamente ya no está fisicamente a su lado. Si bien, la mamá de Tomoki Sakurai le dijo unas últimas palabras antes de despedirse cuando el joven iba de visita a verla:

    𝗠𝗮𝗱𝗿𝗲 𝗧𝗼𝗺𝗼𝘆𝗼 𝗦𝗮𝗸𝘂𝗿𝗮𝗶 (𝘃𝗼𝘇 𝘀𝘂𝗮𝘃𝗲 𝘆 𝗹𝗹𝗲𝗻𝗮 𝗱𝗲 𝗮𝗺𝗼𝗿):
    Querido, sé que esto es muy difícil de entender y aceptar. Quiero que sepas que te amo con todo mi corazón y que siempre estaré contigo, aunque ya no pueda estar físicamente.
    He luchado mucho con este cáncer de pulmón, y aunque me duele dejarte, quiero que sepas que he vivido cada momento con gratitud, pensando en lo mucho que te amo y en lo orgullosa que estoy de ti.
    No tengas miedo, mi amor. La vida continúa, y tú tienes un hermoso camino por delante. Solo quiero que seas fuerte, que sigas adelante y que recuerdes que siempre estaré en tu corazón, guiándote y cuidándote desde donde esté.
    Gracias por ser mi razón de ser, por cada sonrisa, cada abrazo y cada momento compartido. Te amo más allá de las palabras, y eso nunca cambiará.
    Con todo mi amor, siempre tu mamá.

    -Esas fueron las últimas palabras que le dijo la mamá de Tomoki que recordó aquel día. Es por eso, que el joven aun sigue en pié, caminando con la cabeza alta y ser fuerte mentalmente. Como dicen el dicho: Nunca se puede superar el duelo del fallecimiento, pero por lo menos mantendrás los recuerdos mas bonitos que has vivido en tu memoria y que ella te estará ayudando a guiarte por el mejor camino. Asi fué la vida de Tomoki Sakurai, quien perdió a su querida y bella mamá llamada: Tomoyo Sakurai.-
    -El joven se sentía solo y sentado en el primer escalón afuera de la casa en la entrada de la puerta, sujetando una foto de recuerdo en la que se vé a su mamá llamada "Tomoyo Sakurai". Una mamá quien dió luz cuando era mas joven a este ser humano que es el único hijo que ha tenido y que sigue vivo hoy en día. La mamá al tener en sus brazos cuidando al bebé, empezó a pensar en muchos nombres diferentes para ver cual era el mas que le gustaba. Justamente le vino uno en concreto a la cabeza y le puso el apodo: Tomoki Sakurai. Tras muchos años de estar cuidando a su hijo y que el iba creciendo poco a poco, llegó lo que nadie se esperaba de que jamás en la vida iba a ocurrir lo mas desgarrador del mundo. Y es que justamente el día 1 de julio de 2022, en el hospital donde estaba la mamá ingresada en una habitación específica, le detectaron un cancer de pulmón al realizarle las pruebas. La solución para combatir ese cancer era darle una quimioterapia, y que el resultado que tarda en eliminar por completo el cancer era de 3 o 6 meses. Lamentablemente, el cancer avanzó demasiado que hasta acabó con la vida de la madre de Tomoki Sakurai. Ese mismo día a Tomoki lo llamaron por teléfono, comunicándole sobre la muerte de su madre. En ese mismo día todo se convirtió en una pesadilla, en un día oscuro, como si fuera a llover. El hijo rompió entre lágrimas que caían una y otra vez que rebosaban en las mejillas. Para el era un dolor insportable, triste, como si fuera que el corazón se partió por la mitad. Todo eso eran recuerdos que le vino a la cabeza tras mirar fijamente a la foto de su madre que sostiene su mano derecha mientras que algunas veces se tapaba el rostro por completo con sus ojos que derramaban tantas lágrimas que no paraba de llorar cada dos por tres. Ese era el único punto tan débil, doloroso, como si estuviera ardiendo por dentro, que era la pérdida de su madre. En ese mismo día era el cumpleaños de su mamá, pero obviamente ya no está fisicamente a su lado. Si bien, la mamá de Tomoki Sakurai le dijo unas últimas palabras antes de despedirse cuando el joven iba de visita a verla: 𝗠𝗮𝗱𝗿𝗲 𝗧𝗼𝗺𝗼𝘆𝗼 𝗦𝗮𝗸𝘂𝗿𝗮𝗶 (𝘃𝗼𝘇 𝘀𝘂𝗮𝘃𝗲 𝘆 𝗹𝗹𝗲𝗻𝗮 𝗱𝗲 𝗮𝗺𝗼𝗿): Querido, sé que esto es muy difícil de entender y aceptar. Quiero que sepas que te amo con todo mi corazón y que siempre estaré contigo, aunque ya no pueda estar físicamente. He luchado mucho con este cáncer de pulmón, y aunque me duele dejarte, quiero que sepas que he vivido cada momento con gratitud, pensando en lo mucho que te amo y en lo orgullosa que estoy de ti. No tengas miedo, mi amor. La vida continúa, y tú tienes un hermoso camino por delante. Solo quiero que seas fuerte, que sigas adelante y que recuerdes que siempre estaré en tu corazón, guiándote y cuidándote desde donde esté. Gracias por ser mi razón de ser, por cada sonrisa, cada abrazo y cada momento compartido. Te amo más allá de las palabras, y eso nunca cambiará. Con todo mi amor, siempre tu mamá. -Esas fueron las últimas palabras que le dijo la mamá de Tomoki que recordó aquel día. Es por eso, que el joven aun sigue en pié, caminando con la cabeza alta y ser fuerte mentalmente. Como dicen el dicho: Nunca se puede superar el duelo del fallecimiento, pero por lo menos mantendrás los recuerdos mas bonitos que has vivido en tu memoria y que ella te estará ayudando a guiarte por el mejor camino. Asi fué la vida de Tomoki Sakurai, quien perdió a su querida y bella mamá llamada: Tomoyo Sakurai.-
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