• *una grabadora es puesta,puedes ver como ella acomoda la camara,para luego murmurar algo,y sentarse para luego hablar*

    "Primer dia como guardespaldas!..fue facil,total no hay mucho queriendo estar en mi trabajo despues del...incidente,de la amenaza de la gema celeste.."

    *su tono disminuyo un poco,Como un poco seria,pero sacudio la cabeza y siguio grabando*

    "Porque grabo? Estoy aburrida..La alcaldeza no viene,y absolutamente no hay nadie,ni mensajeros,todos estsn trabajando afueras de masion,Incluso mi hermano no esta!..aunque..el no me dejo donde.."

    *Un quejido de parte de ella se escucha y se ve como ella se casi cae,Y se empieza asobar la cabeza mientras intenta pensar*

    "..donde esta mi hermano..ying?..no..pero ese si era su nombre..Pero yo recuerdo que-"

    *se acaba la grabacion*
    4/7/2136
    *una grabadora es puesta,puedes ver como ella acomoda la camara,para luego murmurar algo,y sentarse para luego hablar* "Primer dia como guardespaldas!..fue facil,total no hay mucho queriendo estar en mi trabajo despues del...incidente,de la amenaza de la gema celeste.." *su tono disminuyo un poco,Como un poco seria,pero sacudio la cabeza y siguio grabando* "Porque grabo? Estoy aburrida..La alcaldeza no viene,y absolutamente no hay nadie,ni mensajeros,todos estsn trabajando afueras de masion,Incluso mi hermano no esta!..aunque..el no me dejo donde.." *Un quejido de parte de ella se escucha y se ve como ella se casi cae,Y se empieza asobar la cabeza mientras intenta pensar* "..donde esta mi hermano..ying?..no..pero ese si era su nombre..Pero yo recuerdo que-" *se acaba la grabacion* 4/7/2136
    Me gusta
    1
    0 turnos 0 maullidos
  • Jejej.. Me trajo recuerdos de mi Zorrito cuando quería jugar.. Fue extraño no poder ver pero de repente sentí el resto de mis sentidos encendiéndome mucho más... ¿Que será? No me molesta estar amarrado... Siempre y cuando pueda abrazarte con mis piernas.
    Jejej.. Me trajo recuerdos de mi Zorrito cuando quería jugar.. Fue extraño no poder ver pero de repente sentí el resto de mis sentidos encendiéndome mucho más... ¿Que será? No me molesta estar amarrado... Siempre y cuando pueda abrazarte con mis piernas.
    Me gusta
    Me encocora
    Me endiabla
    3
    7 turnos 0 maullidos
  • Habían pasado tres días desde lo ocurrido en Japón, y Mark seguía luchando por apartar los recuerdos que constantemente regresaban a su mente. Aunque había vuelto a los Estados Unidos y retomado su rutina diaria como superhéroe, aquella experiencia en el monte Fuji seguía muy presente. Sabía que no sería fácil superarla, pero estaba decidido a intentarlo. Su prometida tampoco estaba cerca; se encontraba en otro país atendiendo asuntos importantes y no regresaría hasta el sábado por la tarde. Ante la perspectiva de una soledad incómoda en el departamento de ella, Mark optó por regresar a su hogar habitual.

    Esa noche de viernes, aterrizó en el suelo de su habitación. El traje azul y negro que llevaba estaba cubierto de polvo y manchas de su último enfrentamiento contra los hermanos Mauler. Sentía sus músculos tensos, casi incapaces de relajarse, y lo único que deseaba era quitarse la máscara, dejarse caer sobre la cama y desconectarse del mundo por algunas horas mientras intentaba dormir.

    Sin embargo, algo llamó su atención. Había algo fuera de lugar. Dos siluetas se perfilaban contra la suave luz que emanaba de la lámpara encendida en la habitación. No eran figuras desconocidas; Mark las reconoció al instante, aunque no podía entender qué hacían allí.

    —¿Ustedes? Wow, qué sorpresa volver a verlos. ¿C-cómo me encontraron? —preguntó con una leve sonrisa, mientras extendía ambos brazos y mostraba las palmas abiertas en un gesto que mezclaba sorpresa y una ligera dosis de confusión.
    Habían pasado tres días desde lo ocurrido en Japón, y Mark seguía luchando por apartar los recuerdos que constantemente regresaban a su mente. Aunque había vuelto a los Estados Unidos y retomado su rutina diaria como superhéroe, aquella experiencia en el monte Fuji seguía muy presente. Sabía que no sería fácil superarla, pero estaba decidido a intentarlo. Su prometida tampoco estaba cerca; se encontraba en otro país atendiendo asuntos importantes y no regresaría hasta el sábado por la tarde. Ante la perspectiva de una soledad incómoda en el departamento de ella, Mark optó por regresar a su hogar habitual. Esa noche de viernes, aterrizó en el suelo de su habitación. El traje azul y negro que llevaba estaba cubierto de polvo y manchas de su último enfrentamiento contra los hermanos Mauler. Sentía sus músculos tensos, casi incapaces de relajarse, y lo único que deseaba era quitarse la máscara, dejarse caer sobre la cama y desconectarse del mundo por algunas horas mientras intentaba dormir. Sin embargo, algo llamó su atención. Había algo fuera de lugar. Dos siluetas se perfilaban contra la suave luz que emanaba de la lámpara encendida en la habitación. No eran figuras desconocidas; Mark las reconoció al instante, aunque no podía entender qué hacían allí. —¿Ustedes? Wow, qué sorpresa volver a verlos. ¿C-cómo me encontraron? —preguntó con una leve sonrisa, mientras extendía ambos brazos y mostraba las palmas abiertas en un gesto que mezclaba sorpresa y una ligera dosis de confusión.
    Me gusta
    Me encocora
    4
    1 turno 0 maullidos
  • — Siento cómo el final se aproxima, no con estrépito, sino con el susurro helado de un viento que me envuelve y me arrastra. La muerte camina a mi lado, invisible pero constante, rozando mi piel con caricias que arden y enfrían al mismo tiempo. Me habla en silencio, me promete descanso, y por primera vez no siento miedo… solo una extraña paz teñida de resignación.
    Si la noche me reclama, si mis pasos se pierden en la sombra y no regreso al amanecer, que nadie se sorprenda. No habrá misterio ni tragedia que descifrar; solo el eco de un ángel caído que, habiendo perdido todo lo que alguna vez le dio sentido, ha decidido entregar sus alas al abismo. Y cuando el último hilo que me ata se rompa, no quedará más que un suspiro… y el recuerdo de lo que fui.

    — Siento cómo el final se aproxima, no con estrépito, sino con el susurro helado de un viento que me envuelve y me arrastra. La muerte camina a mi lado, invisible pero constante, rozando mi piel con caricias que arden y enfrían al mismo tiempo. Me habla en silencio, me promete descanso, y por primera vez no siento miedo… solo una extraña paz teñida de resignación. Si la noche me reclama, si mis pasos se pierden en la sombra y no regreso al amanecer, que nadie se sorprenda. No habrá misterio ni tragedia que descifrar; solo el eco de un ángel caído que, habiendo perdido todo lo que alguna vez le dio sentido, ha decidido entregar sus alas al abismo. Y cuando el último hilo que me ata se rompa, no quedará más que un suspiro… y el recuerdo de lo que fui.
    Me encocora
    Me shockea
    Me entristece
    Me gusta
    7
    0 turnos 0 maullidos
  • ɱ૦ՐƿҺ૯υς Anoche tuve una pesadilla... Era tan real...
    La aldea estaba envuelta de un manto de nubes negras que relampagueaban cómo si el propio Volibear nos llamara a las armas para librar una batalla con la mismísima muerte. Luego te vi.

    La noche me atrapó sin darme cuenta.
    Al cerrar los ojos, no estaba en Zaun, ni en Ionia… sino en un lugar donde el cielo era un lienzo negro tachonado de estrellas que se movían como si tuvieran vida propia.

    El suelo, si es que podía llamarse así, estaba formado por granos de arena que flotaban en un vacío infinito, dibujando olas y remolinos bajo mis pies.
    Cada grano brillaba, reflejando fragmentos de recuerdos: el humo de mi aldea, el acero manchado, las risas perdidas.

    A lo lejos, una figura caminaba. Su toga negra ondeaba aunque no hubiera viento. No podía ver su rostro del todo, pero sabía quién era.
    No necesitaba presentaciones.

    Él extendió una mano y la arena se arremolinó, mostrándome visiones:
    —Un sendero de fuego.
    —Una máscara rota.
    —Y un mar de sombras que susurraban mi nombre.

    Sentí el peso de mi kunai, pero cuando miré mi mano, ya no estaba. En su lugar, sujetaba un puñado de arena que se deslizaba entre mis dedos.

    [Oneiros_88] Anoche tuve una pesadilla... Era tan real... La aldea estaba envuelta de un manto de nubes negras que relampagueaban cómo si el propio Volibear nos llamara a las armas para librar una batalla con la mismísima muerte. Luego te vi. La noche me atrapó sin darme cuenta. Al cerrar los ojos, no estaba en Zaun, ni en Ionia… sino en un lugar donde el cielo era un lienzo negro tachonado de estrellas que se movían como si tuvieran vida propia. El suelo, si es que podía llamarse así, estaba formado por granos de arena que flotaban en un vacío infinito, dibujando olas y remolinos bajo mis pies. Cada grano brillaba, reflejando fragmentos de recuerdos: el humo de mi aldea, el acero manchado, las risas perdidas. A lo lejos, una figura caminaba. Su toga negra ondeaba aunque no hubiera viento. No podía ver su rostro del todo, pero sabía quién era. No necesitaba presentaciones. Él extendió una mano y la arena se arremolinó, mostrándome visiones: —Un sendero de fuego. —Una máscara rota. —Y un mar de sombras que susurraban mi nombre. Sentí el peso de mi kunai, pero cuando miré mi mano, ya no estaba. En su lugar, sujetaba un puñado de arena que se deslizaba entre mis dedos.
    Me gusta
    1
    1 turno 0 maullidos
  • -Estar nuevamente en el infierno me traían recuerdos nostálgicos pero mi enbarazo cada vez me dificultaba moverme así que Transforme mi cuerpo porque ya no soportaba el peso de mis crías saliendo de casa con pasos acelerados me adentre en una espeza niebla que ayudaba a camuflar lo que había en su interior tras pasar esa niebla se dió a notar un hermoso bosque donde mis ciervos crecían bajo mi protección me rodearon dándome la bienvenida -
    -Estar nuevamente en el infierno me traían recuerdos nostálgicos pero mi enbarazo cada vez me dificultaba moverme así que Transforme mi cuerpo porque ya no soportaba el peso de mis crías saliendo de casa con pasos acelerados me adentre en una espeza niebla que ayudaba a camuflar lo que había en su interior tras pasar esa niebla se dió a notar un hermoso bosque donde mis ciervos crecían bajo mi protección me rodearon dándome la bienvenida -
    Me gusta
    Me encocora
    3
    12 turnos 0 maullidos
  • -Llego a su concierto, aun perdida levemente en algunos recuerdos, tanto que el se le llamó la atención, haciendo que regrese en si-.

    Perdón... Estoy algo distraída..

    -Se avergonzo notablemente por su comportamiento. -
    -Llego a su concierto, aun perdida levemente en algunos recuerdos, tanto que el se le llamó la atención, haciendo que regrese en si-. Perdón... Estoy algo distraída.. -Se avergonzo notablemente por su comportamiento. -
    Me gusta
    3
    0 turnos 0 maullidos
  • Hola Señorita Alice
    ¿Qué sueños puedes ver
    con tus ojos de cristal?
    ¿Puedes verlos?

    Todavía yo
    mi corazón se rompe y fluye
    se clava en las grietas que he creado
    los recuerdos
    Hola Señorita Alice ¿Qué sueños puedes ver con tus ojos de cristal? ¿Puedes verlos? Todavía yo mi corazón se rompe y fluye se clava en las grietas que he creado los recuerdos
    Me gusta
    Me encocora
    3
    0 turnos 0 maullidos
  • - Es un tanto irónica la vida, días soleados y días de lluvia, lágrimas algunas y sonrisas pocas o ninguna, detalles sin días, de algunos la tristeza de amar sin conocer felicidad, como es de unos el estar con nosotros en presencia y carne pero no en el amor, así mismo llevamos el silencio de una intensa pasión que no volveremos a ver pero en el alma quedará por siempre grabada, a resumidas cuentas no merezco nada, yo.. más que un ladrón soy un pirata que tiene recuerdos por tesoros y amantes por prisioneras en un baúl secreto que lleva por nombre el corazón de acero .
    - Es un tanto irónica la vida, días soleados y días de lluvia, lágrimas algunas y sonrisas pocas o ninguna, detalles sin días, de algunos la tristeza de amar sin conocer felicidad, como es de unos el estar con nosotros en presencia y carne pero no en el amor, así mismo llevamos el silencio de una intensa pasión que no volveremos a ver pero en el alma quedará por siempre grabada, a resumidas cuentas no merezco nada, yo.. más que un ladrón soy un pirata que tiene recuerdos por tesoros y amantes por prisioneras en un baúl secreto que lleva por nombre el corazón de acero .
    0 turnos 0 maullidos
  • Los paseos con mi mamá....
    Recuerdos donde la mujer que me ah querido, siempre nos ha protegido...
    Los paseos con mi mamá.... Recuerdos donde la mujer que me ah querido, siempre nos ha protegido...
    Me encocora
    Me gusta
    3
    0 turnos 0 maullidos
Ver más resultados
Patrocinados